Fuente: Clarin – Como titular de Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) represento a unos 10 mil establecimientos gastronómicos en la Ciudad. Es de público conocimiento que el turismo y la gastronomía son dos de los sectores más fuertemente impactados por la pandemia de coronavirus y las restricciones que genera la cuarentena.
Desde la entidad trabajamos desde un principio para evitar las pérdidas de puestos de trabajo y el cierre de establecimientos. El Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción -los ATP que cubren parte del sueldo– del Gobierno Nacional representó un paliativo importante, aunque no alcanzó lamentablemente para que muchos establecimientos tuvieran que bajar sus persianas para siempre.
Todo el sector gastronómico se unió en busca de más soluciones. En un trabajo conjunto con la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (APPYCE), la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA), la Cámara Argentina de Establecimientos de Servicio Rápido de Expendio de Emparedados y Afines, y la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) abrimos canales de diálogos con el Gobierno de la Ciudad y el de la Nación.
Conseguimos así que la Legislatura porteña sancionara primero una exención de ABL de dos meses y, más importantes, los seis meses que no tendremos que pagar Ingresos Brutos. Sirve para aliviar, aunque sea en parte, los perjuicios económicos generados por las restricciones fijadas en el contexto del Covid-19.
Trabajamos durante meses en los protocolos sanitarios. Poder sacar sillas y mesas a las veredas y algunos espacios públicos que se destinaran a tal fin es solo un paso más en el proceso que arrancó con el delivery y el take away. Todos apenas paliativos.
Por eso llama la atención que sin ningún tipo de fundamento la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) difunda que la facturación en restaurantes y bares haya subido un 45% con esta nueva modalidad cuando en realidad, y es muy fácil percibirlo, las ventas registradas son sumamente escasas.
Por eso lamentamos que estas versiones inconsistentes, expresadas por entidades carentes de representatividad en la materia, se lancen imprudentemente desconociendo los esfuerzos que las instituciones y organismos públicos venimos llevando para lograr, aunque sea en parte, aliviar la grave crisis que afectó nuestro sector.
Mientras, seguiremos trabajando con la responsabilidad que la situación sanitaria requiere para poder reabrir las puertas de los establecimientos, reencontramos con nuestros clientes y poner en marcha uno de los principales motores económicos de la Ciudad.