Fuente: Clarín ~ Si el descenso de contagios diarios mantiene la tendencia de las últimas semanas, la Ciudad de Buenos Aires avanzará con la liberación de algunas de las restricciones que mantiene en el marco de las decisiones gubernamentales para intentar contener la pandemia de coronavirus. Y los beneficiados principales serían dos rubros que están entre los más afectados por los prolongados períodos de cierre y limitaciones: los gastronómicos y los gimnasios.
En el caso de bares y restaurantes, se habilitaría la posibilidad de que puedan atender en los salones. En rigor, es algo que ya ocurre en distintos barrios. Se ven locales con mesas ocupadas en el interior. Sobre todo en los días y los momentos de más frío.
Hace dos semanas, estos comercios pudieron volver a extender el horario de atención para recuperar el turno noche, que para el sector es el más importante en cuanto a ingresos. En ese momento, en plena negociación y reclamos al Gobierno de la Ciudad, trascendió que a los comerciantes les era más útil sumar más horas abiertos, aunque fuera con mesas afuera, que habilitar los salones. Todo parece indicar que desde el sábado se sumarán las dos opciones.
De acuerdo con los datos oficiales que maneja el ministerio de Salud porteño, en cuatro semanas se pasó de un promedio de 2.700 casos diarios a 1.200 en los últimos días. Como siempre, las autoridades sostienen que, si bien la baja es importante, se prestará atención a los números de este miércoles y jueves para terminar de afinar las decisiones.
Y las decisiones se tomarán en función de que este viernes vence el plazo de restricciones impuesto por el decreto presidencial, que dispuso restricciones a la circulación de acuerdo a la situación epidemiológica de cada distrito del país.
Muchos gimnasios dan clases al aire libre. Y evalúan habilitarlos para que trabajen con un 30% de la capacidad de los salones.
Según fuentes de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), de 10.000 establecimientos que hay en la Ciudad, 2.000 seguían sin abrir hasta principios de junio, cuando terminó el período de restricciones más duras, durante el que pudieron trabajar solo con delivery o take away. Además, calculan que serán miles los que no podrán sobrevivir una vez que termine la pandemia.
Al mismo tiempo, los comerciantes incluyen en la crisis las inversiones que debieron hacer para afrontar el invierno y lograr que los clientes se sienten en mesas en veredas, patios o terrazas a pesar del frío.
Por ejemplo, el «hongo» (el calefactor a gas) cuesta entre 42.500 y 50.000 pesos. Y los equipos de calefacción eléctrica salen alrededor de 30.000. La cantidad que se necesita depende de las dimensiones del espacio exterior y la cantidad de mesas, con lo cual la inversión no es igual para todos.
A los restaurantes también podría beneficiarlos que se amplíe el horario de circulación, ahora restringida entre las 0 y las 6.
Gimnasios
Hasta ahora solo pueden trabajar aquellos que tienen espacios al aire libre, como terrazas o patios. Hay algunos que se las ingenian para dar clases en plazas o parques, aunque no pueden trasladar allí las máquinas.
Este semana comenzó a circular la versión de que les permitirían abrir los salones con un aforo del 30%. Clarín pudo saber que hay avances en ese sentido y que el permiso podría comenzar a regir desde el sábado, o desde la próxima semana. Aunque por ahora no hay confirmación oficial.
El de los gimnasios es uno de los sectores que más tiempo permaneció cerrado el año pasado. Y volvieron a padecer las restricciones fuertes a partir de abril. Desde entonces, solo pudieron volver a trabajar en espacios abiertos hace dos semanas.
Ahora que el viernes vence del decreto presidencial y los contagios diarios vienen en descenso, se entusiasman con la posibilidad de recuperar actividades y socios.
«La situación es dramática. Los que se mantienen abiertos están muy endeudados», se escucha de fuentes del sector. Los datos duros indican que desde marzo 2020 a abril se estima que en un 20% de los locales de todo el país cerró definitivamente. Había 8.000 prepandemia y cerraron unos 1.600.
Actividades profesionales
La Ciudad también evalúa habilitar que los profesionales puedan volver a trabajar en sus estudios en forma presencial. Lo están haciendo, pero de manera virtual. Se trata de estudios jurídicos y contables, o de arquitectos e ingenieros.
La medida apuntó a disminuir la circulación, sobre todo en el transporte público, que se mantiene restringido a los trabajadores de los rubros considerados esenciales. Y ante la baja de contagios podría reactivarse, aunque también existe la posibilidad de que la atención presencial sea solo algunos días a la semana, como ocurrió el año pasado.
En cuanto a las clases, todo parece indicar que no habrá cambios sustanciales y que la Ciudad esperará a que terminen las vacaciones de invierno, que arrancan en tres semanas, para tomar decisiones.
Lo que podría cambiar es el formato de bimodalidad en el que está una parte del Secundario. Es decir, se incrementaría la presencialidad, siempre y cuando se sostenga la tendencia en la baja de los contagios.