Fuente: Telam ~ La competencia, organizada por la Uthgra, tuvo un recorrido de 1300 metros y contó con cuatro categorías: una para mujeres de cualquier edad y tres para hombres: menores de 30, de 31 a 45 y de 46 en adelante.
Casi 400 mozos y camareras participaron este sábado de la carrera que el gremio gastronómico realiza cada año en la Avenida de Mayo del centro porteño, donde se los vio caminar rápido y concentrados, ya que, si no querían quedar desclasificados, debían evitar que cayera líquido de los vasos que llevaban en sus bandejas.
«Hay una marca en el vaso para ver si perdieron líquido en el camino», comentó a Télam Dante Camaño, secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) seccional Buenos Aires, organizadora del evento.
El arco de largada estaba montado sobre Avenida de Mayo, a pocos metros de 9 de Julio, y los competidores debían llegar hasta Plaza de Mayo y volver sosteniendo la bandeja con una mano y sin que se cayera ninguna de las dos botellas que llevaban, cerradas, junto a un vaso de jugo.
Además, no podían tocar ni molestar a otro participante a lo largo del recorrido, que abarcaba en total 1300 metros, es decir 13 cuadras.
En total había cuatro categorías, una para mujeres de cualquier edad y tres para hombres: menores de 30, de 31 a 45 y de 46 en adelante.
Las mujeres largaron primero y todas llevaban uniforme de trabajo, que podía ser un pantalón negro con camisa blanca y delantal bordó o un ambo blanco o azules en el caso de las que trabajan en el bar de algún hospital.
Llamaban la atención algunas pocas valientes que compitieron con el uniforme menos adecuado para una carrera: camisa, pollera tubo ajustada y zapatos de tacón.
«Vengo por la revancha», dijo Viviana Ramírez, una camarera de 28 años que habló con Télam antes de competir.
Viviana trabaja en un hotel de la capital y vive en el partido bonaerense de Avellaneda, participó en 2018 pero no le fue bien, y este año le prometió a su novio que ganaría para «pagar el asado».
Los varones largaron cuatro minutos después que las mujeres y eran muchos más, lo que explica la división en categorías por edades.
Ellos también compitieron de uniforme y, aunque se los veía concentrados, no faltaron las bromas entre participantes a lo largo del recorrido, que fue fiscalizado por personal de Uthgra