Gastronómicos se suman al debate de la noche y piden que se pueda bailar en bares

Fuente: La Capital ~ Los empresarios concurrirán el miércoles a una reunión en el Concejo Municipal para sumarse a la discusión con otros sectores.

Terminar con la dicotomía baile sí o baile no y así con la llamada «tergiversación de rubro» es el planteo que los gastronómicos llevarán el miércoles próximo a la discusión sobre la regulación de la nocturnidad en Rosario, un debate que los concejales de la comisión de Gobierno iniciaron una vez más el mes pasado y que para quienes tienen años en el sector se viene arrastrando hace una eternidad. Con los proyectos estudiados, los representantes de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar) irán al Concejo Municipal y lo harán con la certeza de que existen tres ejes clave: los aforos, y las condiciones de higiene y seguridad, así como también la franja horaria.

«Si está clara la determinación de cuánta gente puede estar en el local y, de acuerdo a ese número, están también claras las condiciones de higiene y seguridad que se deben exigir y los empresarios cumplir, qué importa si alguien baila junto a una mesa en un bar con amenización musical», dijo el secretario de la entidad y titular de La Maltería de la Avenida, Alejandro Pastore.

Los concejales empezaron a debatir una nueva ordenanza para la nocturnidad a principios del mes pasado a partir de cinco iniciativas para modificar, complementar o reemplazar la ordenanza Nº 7.218, que ya cumplió 20 años. Las propuestas llevan las firmas de los integrantes del bloque Ciudad Futura, la actual presidenta del Concejo, la radical María Eugenia Schmuck, las concejalas justicialistas Silvana Teisa y Julia Irigoitia, y de la representante de Juntos por el Cambio, Daniela León.

El próximo miércoles, los integrantes de la comisión escucharán las posiciones de los voceros de la entidad que reúne a los gastronómicos , además de miembros del Consejo de Discapacidad, vecinos Pichincha y Agote, e integrantes del Consejo de Discapacidad de la ciudad, que son quienes hasta ahora solicitaron audiencia.

El encuentro con los diferentes sectores es parte de una metodología de trabajo que puso en marcha la comisión y que, de acuerdo a lo que señaló la presidenta de ese espacio, la concejala de Ciudad Futura, Caren Tepp, se sostendrá ya pasada la semana próxima con «un trabajo legislativo a puertas cerradas hasta el final de 2022.

«Retomaremos la discusión el año próximo con el resto de los actores que quieran consultar y acercarse, para seguir avanzando», adelantó para completar el esquema de discusión planteado.

Terminar con las asimetrías

Con una discusión que «lleva añares sin resolverse», Pastore está convencido de que la manera de llegar a una «normativa adecuada tiene su clave en tres ejes fundamentales», y señaló que «pasa por establecer claridad en las condiciones de higiene y seguridad, el factor ocupacional de los locales y las franjas horarias».

A su criterio, es tiempo de terminar con la dicotomía de baile sí o baile no. «Esa diferenciación de base debe romperse, sobre todo si es un resto bar habilitado, por ejemplo, para 50 personas que de nada difiere si ante una banda en vivo la gente baila o no, en tanto estén cumplimentadas y se conserven las condiciones de seguridad», indicó.

«La idea justamente es que esos espacios permitan a alguien ante una banda en vivo bailar al lado de la mesa, o incluso establecer la posibilidad de que se corra el mobiliario para generar un espacio donde hacerlo», agregó.

El rango horario, en tanto, apunta a regular «el normal funcionamiento de la ciudad», explicó, aunque insistió en que «conservando los aforos y las medidas de seguridad, como son la insonorización, la accesibilidad de las salidas de emergencia y otros elementos requeridos, no debería haber diferencia».

Ciertamente, lo que apuntan los gastronómicos desde siempre es que «a medidade que el aforo se incrementa, deben también incrementarse las medidas de seguridad porque está claro que no es lo mismo trabajar con un local de hasta 50 personas que con cien o 200″.

Con este criterio, entienden los gastronómicos, podría «terminarse con las asimetrías del sector y la famosa tergiversación de rubro que, fundamentalmente, viene afectando a los espacios que llevan espectáculos en vivo y que son los que generan trabajo local, para que los artistas se muevan, fomentando así la cultural y el trabajo».

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