Fuente: La Nación ~ Es un gran día para los franceses. Las terrazas de los cafés y restaurantes reabrirán el miércoles luego de que un cierre de más de seis meses privase a la población de lo que se siente como la esencia de la vida — tomar café y vino con amigos — para salvar otras durante la pandemia del coronavirus.
El gobierno está levantando las restricciones de forma gradual para evitar un rebrote de COVID-19 y devolver a los ciudadanos algo de su característica “joie de vivre» (alegría de vivir). Como parte de la primera frase del plan, el toque de queda comenzará a las 21:00 horas, y no a las 19:00 como hasta ahora, y los museos, teatros y cines reabrirán sus puertas, como las áreas exteriores de restaurantes y bares.
Francia no es el primer país europeo que empieza a recuperar algo parecido a la vida social y cultural. Italia, Bélgica y Hungría, entre otros, ya permiten cenas al aire libre y en Gran Bretaña se podrá empezar a beber y comer en el interior de los pubs el lunes.
Los restaurantes franceses han estado cerrados desde finales de octubre, el cierre más largo en Europa a excepción de Polonia, donde recuperaron el servicio en espacios exteriores el sábado luego de siete meses.
Algunos propietarios de cafés y restaurantes franceses llevan días preparándose para el miércoles, aunque hay previsión de lluvia en gran parte del país, incluyendo París, la ciudad que personifica la cultura y la sociedad de los cafés.
El gobierno ha puesto también serias limitaciones a cuánta diversión se puede tener. Los restaurantes podrán llenar sus terrazas al 50%, con no más de seis personas por mesa. Los cines limitarán su aforo al 35% de su capacidad y los museos deben restringir las entradas para que haya 8 metros cuadrados (86 pies cuadrados) por visitante.
El ejecutivo tiene previsto retrasar el inicio del toque de queda a las 23:00 y permitir clientes en el interior de restaurantes y bistrós a partir del 9 de junio. La última de las tres fases del plan de reapertura está prevista para el 30 de junio, cuando desaparecerán tanto el toque de queda como las demás restricciones, si la pandemia lo permite.
Francia ha registrado más de 108.000 muertes debido al COVID-19, uno de los peores datos de Europa. Pero los decesos, los ingresos en las UCIs de los hospitales y los contagios están bajando.
“Lo que cuenta es la dinámica», dijo el ministro de Salud, Olivier Veran, está semana a BFMTV. La vacunación “ha cambiado los datos».
Alrededor del 40% de la población adulta del país ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Llueva o truene, con o sin restricciones, se espera que un buen número de gente aproveche su nueva libertad el miércoles.
Al menos eso es lo que espera Jérôme Haeffelin, propietario de Le Ponthieu, un bistró en un concurrido distrito del norte de París. Ha invertido 20.000 euros (24.000 dólares) en montar una terraza exterior.
“Haremos todo lo posible para hacer cumplir (las normas), para poner las probabilidades a nuestro favor y seguir abiertos mucho tiempo», señaló Haeffelin.