Fuente: La Nación ~ Galpones, talleres, fábricas, tornerías. Por su amplitud, versatilidad y hasta su impronta industrial, este tipo de espacios cuadran casi perfectamente a la hora de elegir el lugar ideal para poner un restaurant. ¿Qué mejor que -en lugar de hacer borrón y cuenta nueva- tomar algo (o mucho) de estos lugares, para poder incorporarlo y hasta explotarlo en la ambientación del local? Así, al «ir a comer» podemos llevarnos mucho más que la panza llena: toda una experiencia culinaria que conecta con el pasado de un modo novedoso y a la vez anclado en el tiempo.
Recorrimos bares y restos que, no solo nos gustan, sino que también tienen una historia detrás ligada al mundo de los oficios, para entender cómo y por qué son ahora parte integral de la deco y la ambientación; dándole un toque especial a las propuestas.
PROPER
La experiencia Proper probablemente comience antes de llegar. Ocurre que sería muy raro que alguien llegue por el solo hecho de haber pasado por ahí: no hay ninguna señal en la puerta de ese antiguo taller mecánico que indique todo lo que espera adentro. Por eso, lo más probable es que uno llegue por haberlos conocido en redes, o por la recomendación de algún amigo.
Una vez adentro, es fácil reconocer la estética de un taller mecánico: la pared de dos colores divididos por una franja amarilla es la típica de este tipo de establecimientos. Luego, ya adentro, del techo de ese salón cuadrado y despojado, sigue colgando un aparejo para levantar motores que ellos convirtieron en porta plantas colgante.
Las luces tenues y un entorno simple nos hacen atender lo importante: la experiencia Proper se completa en el paladar, por medio de los platos cocinados en un horno a leña que cambian según la estación, preparados con ingredientes naturales provenientes de proveedores de todo el país.
- Lo mejor: sacarse de encima los prejuicios, pedir la mayor cantidad de platos posibles, y probar. En Proper lo que pidas va a ser rico, pero hacemos especial hincapié en su queso cottage especialmente traído de Neuquén, su ensalada de tubérculos asados con kale, queso azul Patagonzola y avellanas fritas; y su choclo con leche de maní, maíz cancha y rabanito. Una mención aparte merece el flan de dulce de leche y crema de vainilla.
- El dato: No aceptan reservas, así que te conviene ir apenas abren (a las 20) o ya directamente más tipo 22.30.
- Cuánto: Las entradas van de $180 a $265, y los platos principales, entre $320 y $595. No se cobra cubierto.
- Dónde: Aráoz 1676, Palermo. properbsas.com.ar
SALGADO ALIMENTOS
En este caso, una antigua casa de pastas se reconvirtió en restaurant. de pastas. No hubo cambio de rubro sino más bien de funcionalidad: antes, te llevabas pastas crudas para cocinar en tu casa. Desde 2006, esa opción sigue vigente, aunque es por encargo y con cuatro días de anticipación. Lo más probable es que te quedes a degustar sus ricos platos afuera -si el clima acompaña- o en el pequeño local de esta esquina de Villa Crespo que ya se convirtió en un clásico de clásicos a la hora de comer pastas artesanales y de alta calidad.
Y qué mejor, para darle continuidad al rubro, que optimizar los recursos vigentes: por eso, las heladeras típicas de las casas de pasta, la balanza antigua, el cartel de la puerta y mucho de lo que hoy hay en Salgado fue heredado de sus antiguos dueños, cuya fábrica de pastas data de la década del 70.
- Lo mejor: de las variedades rellenas, los canelones de brócoli y champignones con crema de hinojos crocantes.
- El dato: las pastas que hacen son artesanales y especiales: trabajan con productos naturales, huevo de verdad (y no seco, como las casas de pastas) sino que los productos son frescos. Los fines de semana, hay platos novedosos que van rotando.
- Cuánto: los platos arrancan en $275 y llegan a $440
- Dónde: Velazco 401 (y Velazco), Villa Crespo. www.salgadoalimentos.com
LA TORNERIA DE CAMILA
Ni bien uno se aproxima a la entrada de este local en Colegiales, se percibe cierta atmósfera talleril, que deja entrever lo que allí había antes. Y es que es imposible no advertir entre sus pisos demarcados, sus techos de doble altura, y las inscripciones con alusiones al universo fabril en sus paredes; los rastros de la tornería que supo funcionar previo a su llegada.
Por eso, sentarse a comer en la Tornería resulta una experiencia tanto gastronómica como sensorial, ya que el amplio espacio que separa no solo las mesas entre si, si no también del techo; da aire, y ese aire es el que permite que la mirada sobrevuele tanto la barra como la cocina a la vista.
A su vez, la carta, basada en ingredientes frescos y de calidad, va variando según la estacionalidad, ofreciendo al paladar opciones que van desde las papas al estilo huancaino con huevo frito, hasta el risotto cremoso de remolacha, lima y crocante de parmesano.
- El dato: en Semana Santa, ofrecerán un menú por pasos especial y exclusivo para esta ocasión, con opciones como risotto, oriechiette y salmon ($690).
- Lo mejor: la mezcla de la buena comida en un ambiente bien industrial.
- Dónde: Freire 1082/86, Colegiales. latorneriaresto.com
EL TEXTIL
Cuando Silvana Braver y sus socios visitaron esta vieja fábrica textil como locación para inaugurar una cervecería artesanal, no lo dudaron. Y no solamente porque rápidamente se visualizaron trabajando en ese espacio: también sintieron una vibración especial. Rápidamente, estuvieron seguros que algo de toda esa estética de máquinas de coser antiguas y dedales podría incluso funcionar en el nuevo emprendimiento. Y tan así fue, que incluso este escenario ligado a la producción de ropa llego a formar parte de su mismo nombre y hasta de su logo.
Así, tomar una blonde entre sus antiguas máquinas de coser «Cabiro» ploteadas, pintadas de negro y colgadas de la pared, mientras saboreas unas papas rústicas con cheddar; se convierte en toda una experiencia sensorial aunque también auditiva (la música que pasan es digna de mención).
- El dato: cierran los lunes.
- Lo mejor: el ambiente.
- Cuánto: una pinta de cerveza tirada artesanal está $120. Una de las preferidas: la honey. La pizza que más sale es la de tomates con rucula, cebolla caramelizada o berenjenas ($320).
- Dónde: Guatemala 5086, Palermo. IG: Cerveceria Textil