Fuente: Iprofesional – Se trata de Andrea Donadio, que fue elegida como la sommelier número 1 de la Argentina en el último certamen, organizado en Mendoza
Nació en el barrio de Caballito, en la Ciudad de Buenos Aires, hace 34 años y, a fines del año pasado, su rostro acaparó las redes sociales y las portadas de los medios online dedicados al mundo del vino: tras una reñida y trabajosa final, y luego de enfrentar a 35 colegas, Andrea Donadio se convirtió en la mejor sommelier del país, en el concurso nacional que cada año organiza la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS).
En cuanto a su formación, Andrea egresó del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE) en 2011 y desde ese año es docente en esa institución en la cátedra Apreciación Gastronómica, además de contar con 10 años de experiencia en reconocidos restaurantes.
En paralelo, Andrea fue certificada como Certified Sommelier 2015, Court of Master Sommelier y es co creadora de Tinte Vinos, una tienda online, y es capacitadora en aceite de oliva para la marca Oliovita.
Cuando se le pregunta si se nace o se hace un experto en vinos, Andrea es precisa: «Buena sommelier se hace y requiere de mucho estudio y dedicación. Durante la formación académica se debe entrenar mucho el olfato y el gusto. De esta manera se pueden elaborar patrones y parámetros en relación a determinados componentes que se describen cuando catamos un vino, ejemplo: descriptores aromáticos, nivel de acidez, nivel de alcohol, textura de taninos».
En diálogo con Vinos & Bodegas iProfesional, también afirma que «no es necesario tener una capacidad innata» para ser un experto en vinos. «El olfato como el gusto se van desarrollando con la práctica», agrega.
Andrea Donadio, mejor sommelier de Argentina
-¿Cómo definirías a un/a excelente sommelier? ¿Qué herramientas debe tener?
-Una excelente sommelier debe ser hábil comunicadora, empática y amable. Debe tener mucho conocimiento sobre el mundo del vino pero debe saber transmitirlo de la manera más amena posible.
-¿Cuántas horas por día y durante cuántos meses hay que prepararse antes de un certamen como el Concurso Mejor Sommelier de Argentina?
-La preparación para un concurso requiere de una larga planificación, que en general lleva más de 6 meses aproximadamente. En el último concurso estudié 2 horas por día durante 8 meses. Armé un calendario con todos los temas que quería estudiar e intenté llevar el ritmo con mucha disciplina pero también con mucha flexibilidad. Puse pocos temas por día, con objetivos pequeños para poder lograrlos y así mantener viva la motivación.
-De la profesión, ¿qué es lo que más amás y qué es lo más tedioso?
-Me encanta comunicar un producto que data de miles de años. Siento una gran responsabilidad al ejercer mi profesión porque detrás de cada botella de vino hay muchas personas que trabajan día y noche. ¿Algo tedioso? Creo que la poca disponibilidad de vinos importados en nuestro país es una gran desventaja si nos comparamos con colegas de otras partes del mundo.
-A un consumidor que le gusta el vino, pero se maneja más por intuición, ¿qué tips útiles le sugerirías para ampliar su visión del vino?
-Hacer algún taller inicial es una buena idea para incorporar conceptos más sólidos. Además aconsejo ir a degustaciones o catas en vinotecas o restaurantes para probar vinos de diferentes bodegas y productores.
-¿Cuál es tu postura frente al histórico clásico debate del maridaje?
-Objetivamente existen reglas fijas para lograr un maridaje equilibrado pero también hay combinaciones de productos que responden a ciertas costumbres y están muy arraigadas a nuestra cultura. Las combinaciones que elegimos de manera individual responden a gustos muy personales.
-¿Qué maridaje original, simple y que te encanta podrías proponer a los lectores?
-Hace unos meses probé queso Brie con sake (bebida fermentada de arroz) y fue una experiencia superadora. La combinación de estos dos productos crea una sensación muy untuosa y envolvente en el medio del paladar, resaltando el umami, el quinto gusto básico.
Andrea, al consagrarse como mejor sommelier de Argentina el año pasado
-En lo personal, ¿qué vinos, estilos o regiones te gustan especialmente?
-Mi gusto personal mutó a vinos ligeros y frescos. Pero soy una persona muy abierta a probar de todo. Muchas veces me sorprendo con los vinos que le gustan a mis amigas sommeliers y termino sumando nuevas etiquetas a mi lista de preferidos.
-¿Cuál fue el último vino que te voló la cabeza y por qué?
-Hace muy pocos días tuve la posibilidad de probar Montchenot 15 años de Bodegas López y realmente fue extraordinario. Es un vino con una complejidad de aromas muy alta y una textura muy delicada en el paladar. Bodegas López es una empresa familiar que lleva más de 100 años elaborando vinos bajo la misma receta. Eso habla de una gran personalidad y constancia.
-En otro histórico debate, como es el que existe entre vinos maduros y con madera versus los vinos desnudos y filosos, ¿dónde te ubicarías?
-Por suerte nuestro país produce un amplio abanico de estilos de vino. La diversidad atrae diferentes tipos de consumidores, incluso crea nuevos consumidores. Más allá de mi gusto personal, tengo que probar todos los estilos posibles, para estar al día con las novedades del mercado y así acercar nuevas etiquetas a los consumidores.
-¿La Inteligencia Artificial algún día reemplazará a los sommeliers?
Sinceramente, nunca me había hecho esa pregunta. Fui al chat GPT, le pedí su opinión y coincido 100% con su respuesta, que es la siguiente: «Es poco probable que la Inteligencia Artificial reemplace completamente a los sommeliers en el futuro cercano o lejano. Si bien la IA puede ser muy útil para recopilar y analizar grandes cantidades de datos sobre el vino, la evaluación sensorial y la comprensión del contexto cultural y social en el que se consume el vino, son habilidades que los sommeliers humanos poseen y que aún no pueden ser replicadas por la IA. Además, muchos consumidores prefieren interactuar con un sommelier humano, especialmente en situaciones sociales, y valoran la experiencia sensorial completa que solo un sommelier humano puede proporcionar».