Fuente: Aire de Santa Fe ~ Asís Lamba nació en La India y a sus 31 años es un chef consagrado. Con su espectacular restaurante en Palermo, Buenos Aires, su historia de vida es más que destacable.
La cocina de la casa de sus padres siempre olía a especias. Era su mamá la que pasaba horas cerca de las hornallas para agasajar a la familia y a los invitados con recetas que habían viajado miles de kilómetros en una valija.
Una historia de vida admirable
Para Asís Lamba, de 31 años, ese fue el punto de partida de su amor por la cocina. Al igual que toda su familia, él también nació en la India. Cuando tenía un mes de vida vino a la Argentina, lugar al que habían llegado sus padres unos años antes en busca de mejores oportunidades.
Según informa el sitio web La Nación, “Ellos pertenecen a la religión sijs y fueron unos de los primeros en venir a la Argentina con la idea de abrir una frontera comercial entre ambos países”, cuenta Asís. Su papá, Depinder Lamba, llegó a ser presidente de la Cámara de Comercio entre ambos países y hoy es un importante importador de productos asiáticos. Todavía recuerda la cantidad de veces que sus amigos del colegio iban a su casa a probar comida india. “Para ellos era algo diferente, pero para nosotros era muy normal”, agrega y cuenta que en cada viaje al país asiático, las valijas se llenaban con arroz y harina para poder replicar esos platos típicos.
Después de terminar el secundario en un colegio Martínez , se instaló en Estados Unidos y luego en España donde estudió Administración de Empresas y Hospitalidad. En 2017, decidió volver a la Argentina para empezar uno de sus proyectos más ambiciosos: Mamba, un restaurante porteño que ya fue reconocido a nivel mundial por su diseño.
Adolescencia por el mundo
Asís partió a Estados Unidos con 17 años. Allí estudió en Boston University y, con 21, obtuvo su título en Administración de empresas. Mientras estudiaba, tuvo la oportunidad de hacer una pasantía en el hotel Hilton. Si bien ese primer paso fue muy importante en su carrera, el gran aprendizaje llegó después y en otro país.
A los 21 años, y gracias a su experiencia en hotelería, decidió viajar a España para hacer un máster en Hospitalidad en la Universidad de Les Roches con sede en Marbella. A la 22 tenía ambos títulos y un proyecto que marcaría un antes y un después en su vida. “Conseguí fondos para abrir un restaurante. Fue durante el segundo semestre de mi máster. Me iba a dormir a la 1 de la mañana y me levantaba a las 6 para ir a la facultad”, recuerda.
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Ese primer restaurante se llamó Casa Repepe y lo abrió junto a un socio argentino que también vivía en Marbella. Servían comida tradicional española, pero con un toque moderno y algunas reversiones a donde aparecían los sabores de su infancia. “Hacíamos cocina muy creativa y elaborada. Nos animamos a hacer cosas diferentes y, por eso, la gente nos reconocía”, dice Asís, quien luego compraría y se quedaría con todo el restaurante.
Casa Repepe fue un éxito. Tal es así que fueron elegidos como finalistas en tres ediciones de la Ruta de la Tapa, una de las mayores fiestas para promocionar y fomentar la gastronomía de Marbella. En la última premiación, la torrija de rabo de toro fue la gran ganadora con el primer puesto.
El regreso a la Argentina
Después de recibir una tentadora oferta y vender Casa Repepe, Asís volvió a la Argentina de vacaciones para visitar a su familia. “La idea era venir por un mes y empezar de cero en Madrid, pero me pesó mucho el hecho de haber vivido tanto tiempo afuera”, expresa. “Habia dos patas en la ecuación de volver a la Argentina. Una eran mis amigos y mi familia; y la otra buscar algo para hacer. Ahí surgió Mamba y ahí dije bueno, quizás es momento de volver”.
Durante su paso por el país, se reencontró con Santiago Malbrán, que había sido compañero de colegio y quien se transformó en su socio para su nuevo proyecto: Mamba. Este restaurante, ubicado en Palermo, empezó a gestarse en 2017 cuando ambos se pusieron a buscar el local perfecto. “Fue un proceso muy largo porque le dimos mucha importancia al diseño. El nombre es la mezcla de mi apellido y el de mi socio, Lamba y Malbrán”, cuenta. En donde hoy funciona Mamba, estuvo Unik, uno de los restaurantes del reconocido chef Mauro Colagreco.
Con el nombre ya elegido, los dueños decidieron darle una impronta más imponente: todo el diseño imita el cuerpo de una serpiente en referencia a la Black Mamba, la más venenosa del mundo. Por su disrupción, Mamba fue elegido en 2019 como el restaurante con mejor diseño del mundo por Restaurant and Bar Design Awards en Londres.
Un impulso argentino
“Eso fue un gran impulso aunque, por la pandemia, tuvimos que estar cerrados un año y medio. Para un proyecto que lleva 4 años, es mucho tiempo. Creemos que lo mejor está por venir”. Así como los sabores de un país en el que no vivió se le colaron en su paladar, también lo hizo el espíritu emprendedor de sus padres que dejaron todo para empezar de cero en la Argentina. “Ellos siempre fueron de buscar nuevas oportunidades y eso es lo que a mí me corre por la sangre. Me parece que eso es lo que me hace disfrutar”.
Con el éxito de Mamba, Asís tiene varios proyectos en mente que tienen como punto en común la gastronomía y los sabores que lo acompañaron a lo largo de su vida. Uno de esos es crear un fondo de inversión para poder abrir restaurantes en la Argentina y otros países del mundo. “Mi valor agregado es llevar todos los sabores que me marcaron desde muy chico a diferentes lugares del mundo”, finalizó Lamba.