Fuente: La Nación ~ ¿Cuánto más? Esa es la pregunta constante entre los gastronómicos luego del anuncio de Alberto Fernández de extender la limitación de las actividades hasta el 21 de mayo. Desde el sector se encuentran a la espera de los alcances de lo que defina el decreto, pero sostienen que la situación “no aguanta más” y temen que se repita la dinámica de cierres del año anterior hasta septiembre.
“La situación es desesperante. Va a quedar mucha gente en la calle y va a haber quiebras. Tengo 14 locales que están cerrados completamente. Mi facturación es 0, después de estar ocho meses cerrado el año pasado sin facturar”, dice Gerardo Freideles, de Green & Company.
“Después vino la etapa del aforo, donde no vendimos más del 30% histórico. Ya veníamos de una recesión y después vino la pandemia. Creemos que hasta agosto o septiembre no se vuelven a abrir los shoppings”, agrega.
Para el empresario, en este contexto, el Repro es insuficiente para asistir a los locales porque no llega ni al 50% del salario de un empleado. “Me endeudé para pagar los sueldos del año pasado y ahora tengo los negocios cerrados. Hay mucha celeridad para anunciar cierres pero mucha desidia para brindar ayuda”, dice Freideles.
Para Enrico Tessarolo, cofundador de Efes Management Group, que gestiona más de 20 locales, más allá del anuncio del presidente, los gastronómicos están esperando lo que defina específicamente el decreto de necesidad y urgencia. “Los bares y las cervecerías llegaron al límite ahora que no pueden trabajar de noche. Sabemos que esto va a seguir hasta septiembre, y con más restricciones, queremos colaborar sin ser una molestia pero está demostrado que no son foco de contagio los bares y restaurantes”.
De acuerdo con Tessarolo, un informe que publicó la ART, de 500.000 empleados gastronómicos solo 2000 reportaron haberse contagiado de Covid. “Si siguen cerrando, a los 150.000 puestos de trabajo que ya se perdieron se van a sumar 120.000 más. Venimos desde el año pasado aguantando y ahora pedimos ayuda urgente a la Ciudad y la Nación”, reclama.
Los reclamos generales de los gastronómicos a la Ciudad apuntan al no pago de Ingresos Brutos por un año, créditos a tasa 0% del Banco Ciudad y aportes no reembolsables para poder mantener la infraestructura. Por su lado, al Gobierno Nacional le exigen asistencia al trabajador equivalente al salario mínimo vital y móvil, que el Repro llegue a todo el sector y no solo al 20% como vienen denunciando, exención de impuestos, la reducción del IVA a la mitad y créditos a tasa 0% del Banco Nación.
“Es aguantar, aguantar y aguantar como sea. El Repro vino a sustituir el ATP y no sirve”, dice Rafael Miranda, empresario gastronómico y miembro de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), y agrega: “Llega a un máximo de $18.000 y es solo para pagar el sueldo de los empleados, nadie piensa que el empresario también tiene que vivir del negocio”.
“Hay una discriminación entre los que no tienen lugar afuera, sobre todo en los locales del centro. El empresario dice que uno de los temas que inquieta al sector es que ayer ARBA empezó a enviar intimaciones por falta de pago a contribuyentes de la provincia de Buenos Aires y considera que es cuestión de tiempo para que AGIP y AFIP avancen en el mismo sentido”, añade.
“Nos siguen partiendo, no tenemos noche, solo podemos facturar en exteriores”, dice Jessica Lekerman, dueña de la cadena de restaurantes Möoi y miembro de la agrupación Sillas al revés. “Hace semanas veníamos con el rumor de que se iba a extender, seguimos esperando igual que salga el DNU. Hay un retaceo de información, se habló los últimos días que iban a mantenerse las limitaciones y que se iba a cerrar por completo la actividad los fines de semana. Por el momento, el anuncio no dijo nada de eso, pero no sabemos todavía”, señala.
De acuerdo con la empresaria, los anuncios no son distintos a los de los últimos 15 días, es decir que no se permite servir dentro de los locales. Solo se autoriza la actividad en exteriores, el delivery se mantiene hasta las 23 y en cuanto al take away, no define la hora pero entiende que va a estar limitado a la posibilidad que tienen las personas para circular por la calle.
“El año pasado me endeudé y ahora estoy pagando créditos. El máximo que paga el Repro por empleado es de $18.000 cuando un sueldo básico en los restaurantes es de entre $25.000 y $27.000. No hay medidas que suspendan la ejecuciones y el pago de créditos o los cheques rechazados. Nos cobran ingresos brutos, que es un impuesto al ingreso en un momento que no hay ningún tipo de ingreso”, dice Lekerman.