Fuente: Clarín ~ Funcionarán durante toda la temporada y están distribuidos en cuatro puntos, en las intersecciones de las calles Arenales, Lavalle, Urquiza y avenida Alfonsín, entre Roca y Melo.
Desde su reapertura en julio, el Paseo de la Costa de Vicente López se consolidó como el lugar más elegido por los vecinos para disfrutar de las salidas al aire libre. Por esta razón, y de cara al verano 2021, el Municipio de Vicente López amplió sus propuestas y autorizó la vuelta de los food trucks al predio: una modalidad gastronómica que se había convertido en furor durante los últimos años. javascript:false
Con vista al río, mesas en la calle y variados menús, funcionarán durante toda la temporada y estarán distribuidos en cuatro puntos a lo largo de los 2,5 kilómetros que cuenta el espacio. Las intersecciones elegidas para ubicar a los pequeños patios de comida son Arenales, Lavalle, Urquiza y avenida Ricardo Alfonsín entre Roca y Melo.
De lunes a viernes, los puestos funcionarán en el horario de 17 a 23 mientras que los sábados y domingos lo harán de 12 a 24. Las medidas de prevención al coronavirus las impone cada comercio gastronómico. No obstante, la mayoría se basa en la utilización de alcohol en gel, barbijo o tapabocas hasta recibir el pedido y desinfección de los espacios a usar para consumir los alimentos.
Los food trucks del Paseo de la Costa, con distanciamiento social y protocolo.
«La cantidad de mesas para cada uno no está estipulada. Es decir, no hay restricción en ese sentido. Lo único que se les pide es que no se obstruya el paso y que mantengan una distancia prudencial entre unas y otras», explican fuentes municipales acerca de esta iniciativa que busca impulsar a los locales de gastronomía barriales que se vieron fuertemente afectados durante la pandemia.
Y agregan: «Si bien no hubo aumento en cantidad de visitantes al lugar a causa de los food trucks, sí nos notificaron sobre un gran crecimiento en el consumo de sus productos. Los comerciantes están contentos y hay una buena reciprocidad por esta habilitación que los permite volver a trabajar con tranquilidad en el paseo costero».
Según los vendedores, es una gran oportunidad para aumentar las ventas dado que se trata del predio más concurrido de zona Norte. «Además tenemos mucho más espacio para trabajar y los riesgos de contagio son mucho menores a estar trabajando adentro del local. A menos que haya un brote de contagios, estimamos que vamos a seguir con esta modalidad hasta febrero», comparte uno de los empleados de un food truck que vende comida rápida.
En este sentido, cabe señalar que las medidas de prevención al coronavirus han sido modificadas en el Paseo de la Costa desde su reapertura hasta la fecha. La cronología empieza en marzo cuando cerró por primera vez luego de años de funcionamiento. A fines de julio volvió a levantar sus barreras con un estricto protocolo que consistía en el tomado de temperatura, la colocación de alcohol en gel en las entradas y dos zonas divididas: una para actividades recreativas y otra para deportivas.
Actualmente, sólo se exige la utilización de tapabocas (a menos que se esté realizando actividad física) y está prohibido el acceso a los baños y bebederos. También se incorporaron 20 tótems sanitizantes, uno por cuadra, que funcionan como dispenser de desinfectante a lo largo de todo el recorrido del lugar.
«La idea es que los food trucks puedan trabajar durante todo el verano siguiendo los protocolos pertinentes. Tenemos confianza en ello. Sin embargo, todo dependerá de cómo se desarrolle la pandemia durante estos meses y siempre teniendo en cuenta las nuevas medidas que puedan llegar a disponer la Provincia de Buenos Aires en relación a la emergencia sanitaria», concluyen desde el Municipio.
La mayor problemática del Paseo: la gente continúa metiéndose al río a pesar de su prohibición
Aunque todo el predio está rigurosamente vigilado -no sólo por el coronavirus, sino para evitar situaciones de inseguridad- hay una problemática que todos los años resurge: a pesar de que rige una prohibición de ingreso a las aguas (según Dto. N°5695/94 de PBA), los vecinos continúan metiéndose al río.
Con la llegada de las altas temperaturas, el fenómeno se acrecienta áun más. Durante el último fin de semana, donde las temperaturas rondaron los 30°, vecinos de la zona se acercaron a las orillas tanto para refrescarse como para nadar.
Un hecho que resulta preocupante dado que la mayoría se mete hasta 40 metros desde la costa en una playa que no está habilitada ni cuenta con guardavidas en caso de un accidente.
«Nosotros somos los que damos aviso en caso de ver personas metidas en el río, pero es responsabilidad de prefectura alertarlos y sacarlos», explican desde Defensa Civil. Fuentes de la Comuna agregan: «No obstante, el Paseo cuenta con una Unidad Ciclista donde bañeros recorren el predio en bicicleta para auxiliar ante ataques cardíacos. Pero no son ellos quienes controlan los ingresos al agua».