Fuente: 0223 ~ Desde la AEHG reclaman una legislación que impida la «competencia desleal» de ese tipo de servicios, a los que adjudican que para el sector la temporada 2023 haya sido «al 80%» y no de niveles récord como aseguran las autoridades de Turismo.
Si bien al verano le quedan algunas semanas, la temporada alta en Mar del Plata llegó a su fin y, a la hora de trazar balances, empresarios hoteleros y gastronómicos de la ciudad coincidieron con los datos oficiales que hablan de una importante llegada de turistas durante enero y febrero; pero aseguran que eso no repercutió en cuanto al gasto realizado en esos rubros. «Fue una temporada al 80%. Quizás vino mucha gente pero no se alojó en hoteles y aumentó la hotelería sindical, es decir, se trató de gente que no generó tanto derrame como el que suele generar el turismo en la ciudad», afirmó este jueves Jesús Osorno, integrante de la Asociación Empresaria Hotelera.
Tras hablar una vez más sobre los beneficios del Previaje, programa que este verano estuvo ausente, el empresario se refirió a la «competencia desleal» que implica para el sector la oferta de servicios informales. «Son departamentos que se alquilan por día, con servicio de mucama, desayuno pero no pagan los mismos impuestos ni dan la misma mano de obra que nosotros», precisó y reparó en que suelen ser las opciones más elegidas por los jóvenes. «Se meten siete u ocho en un departamento, van al supermercado y los after beach, y no se derrama el gasto en la ciudad», argumentó.
Osorno explicó que se tratan de unidades premium, ubicadas en la costa y que tienen valores que rondan entre los 500 y 800 dólares, y que funcionan sin ningún tipo de control. «Debería haber una legislación, aunque por lo pronto el poder de policía lo tiene la municipalidad», advirtió y reclamó que se avance en esa línea para que esos departamentos de alquiler temporario «tengan los mismos tributos y obligaciones» que los hoteles.
En concreto, consideró que el municipio debería hacer un registro de esos alojamientos y habilitarlos antes de que sean ofrecidos en plataformas o en una inmobiliaria. «El primer paso debería ser legislar este tipo de alquileres informales», sostuvo y dijo que es una responsabilidad de las autoridades nacionales, provinciales y locales.
Por su parte, el empresario gastronómico, Hernán Szkrohal, dijo la informalidad también los perjudica a ellos y apuntó contra los restaurantes a puertas cerradas, en particular, que no tienen los mismos costos fijos que los comercios habilitados. «Nos quita el cliente y nos deja todos los gastos producto de un sistema plagado de impuestos, proveedores y alquileres», definió.
«La alta inflación hace que muchos turistas vengan a la ciudad con un ‘enlatado’ que incluye desayuno o cena, que hace las compras en supermercado. Eso termina redondeando en que esta haya sido una buena temporada pero sin llegar a ser récord«, resumió.