Fuente: La Nación ~ Remi Laba tiene 42 años, hijo de madre francesa y padre americano, nació en Estados Unidos pero a los dos años se fue a vivir a Francia. Estudió negocios en París y el amor hacia una francesa que se iba a vivir a Nueva York lo llevó a mudarse a él también. El amor con ella no prosperó, pero su camino hacia el éxito en el mundo de la gastronomía estaba por empezar.
Trabajó un par de años en el área de Marketing para distintas empresas de cosmética y en paralelo organizaba, por pura diversión, fiestas para los franceses, europeos y latinos que vivían en Nueva York: «alquilaba los boliches, traía dj´s de Francia y de otros lados e invitaba amigos. Tuvo mucho éxito y fue creciendo. Es así como empecé el negocio, por accidente», admite Remi que nunca se había imaginado tener la vida de hoy.
A los 27 años Remi era director de Marketing, se juntó con su socio Aymeric Clemente de 30 años y comenzaron su sociedad: desarrollaron una agencia de promoción y marketing de restaurantes y boliches, y una agencia de dj´s. A los tres años abrieron su primer restaurante bar discoteca llamado Kiss and Fly. Finalmente en el 2008 abrieron las puertas del primer Bagatelle.
Pensar una idea diferente
El restaurante Bagatelle se encuentra en ciudades como Londres, Nueva York, Miami, St. Barth, Dubai, Río de Janeiro, San Pablo, Punta del Este, Ibiza y recientemente en el Hipódromo de Palermo en Buenos Aires.
El concepto es el mismo en todos: paredes blancas, sillas, sillones, una decoración que emula un departamento parisino, arte en las paredes, flores, velas, gente bien vestida. Todas las mesas son igual de buenas en cuanto a su ubicación, de todos lados se puede ver a todos y el formato es de cuadrados o rectángulos. La comida es de excelente calidad, con una cálida atención y el efecto sorpresa se da alrededor de las 23.30hs donde el dj sube el volumen y los mozos son los primeros en empezar a bailar: arriba de los sillones, alrededor de las mesas, invitando a las comensales e incluso disfrazados acorde a la canción que están pasando en el momento. Por esto mismo es que priorizan el factor humano por sobre la experiencia en los mozos, incluso en San Pablo contrataron actores y modelos a los que durante tres meses les enseñaron el oficio, «todo el staff tiene que tener personalidad, que sean personas reales con buen carácter, con pasión por la vida y por lo que hacen, porque esa pasión se va a traducir en su trabajo.
Creemos que el cliente va a poder relacionarse con el mozo, establecer una confianza, una interacción que es importante para cuando empieza la fiesta en lugar de que solo sea una persona que lleve y traiga comida», explica Remi.
¿Por qué abrir un restaurante de este estilo en Buenos Aires? Remi explica que Buenos Aires es un puente entre sus clientes de Miami, Nueva York, Punta del Este y Brasil. Siempre les pareció un mercado potencial pero les asustaba la crisis económica aunque se dieron cuenta de fomenta el turismo y en cierto modo era una buena oportunidad para ellos, «nuestros socios en Brasil nos dijeron que querían abrir en Argentina. Confiamos en ellos y les dijimos ok, pero si encuentran una buena ubicación. Cuando nos mostraron esa ubicación en Palermo fue perfecta porque es muy francesa, muy
glamorosa, en un gran barrio y además tiene estacionamiento que eso en Buenos Aires es muy importante. Siempre pensamos que Buenos Aires es la ciudad más europea de Latinoamérica, y con nuestros socios confiando en el mercado, creemos que a Bagatelle le va a ir muy buen. Es una ciudad con una cultura fuerte en las cenas, en salir, hay sofisticación en el mercado y muy buen turismo con la devaluación del peso. Es un gran oportunidad que no nos va a hacer ricos, no es el restaurante que nos va a dar mucho dinero como sí otras ubicaciones pero es una gran ciudad para estar, es bueno
para la marca», confiesa Remi.