Fuente: La Nación ~ Restaurantes y hoteles apuestan por ofrecer como diferencial vinos propios, elaborados en función de la identidad del establecimiento.
Servido en jarra, en pingüino o directamente en vaso, el vino de la casa fue tradicionalmente el más accesible de la carta del restaurante, ese del que solo se podía estar seguro de que era barato. Pero una suma de factores, entre los que se destacan el salto en calidad que pegó el vino argentino en los últimos años, una masa crítica cada vez más grande de comensales conocedores siempre en busca de novedades y la búsqueda de los propios restaurantes de ofrecer un elemento diferencial en sus cartas, está dando lugar a un nuevo concepto de «vino de la casa»
Vinos que ya no se distinguen por una cuestión de precio, sino por haber sido desarrollados en sintonía con la propuesta gastronómica del restaurante y que suman el plus de que solo se pueden beber allí.
Así, por ejemplo, el Hotel Llao Llao, en Bariloche, tiene su malbec Llao Llao By Bodega Norton, el restaurante Oviedo cuenta con tres tintos propios que acompañan a la perfección sus arroces y sus pescados, La Mar ofrece un blanco y un rosado que son inmejorables sidecar de sus cebiches, Sagardi ofrece dos tintos pensados para sus pintxos y su txuletón, mientras que Alo’s está a la espera de que lleguen pronto sus Big Bang -un tinto y un blanco- elaborados con uvas de una finca propia bajo la dirección de la sommelier del restaurante. En todos los casos, el vino ha sido pensado para resaltar la identidad culinaria del establecimiento, bajo la mirada de su chef, sommelier o propietario. En síntesis, un vino de autor. …ver más