Fuente: BAE ~ Las propuestas que fusionan ambas disciplinas, conocidas como «fashion food», son tendencia en el mundo. Concepto y experiencias locales.
La moda y el mundo gastronómico se unieron para crear experiencias de valor agregado que refuerzan el mensaje estético y conceptual de las marcas. Cada vez son más las firmas de lujo y diseñadores que desembarcan en el rubro comestible en búsqueda de nuevas oportunidades de negocios. Desde Tokio hasta Buenos Aires, las propuestas que fusionan ambas disciplinas, conocidas como «fashion food», son tendencia.
Se trata de una idea relativamente reciente, los pioneros como Armani, Chanel y Ralph Lauren, comenzaron hace una década a darle forma con pop ups (tiendas efímeras) que luego evolucionaron hasta convertirse en restaurantes y cafeterías con un cuidado sentido de la imagen y una cocina a la altura de las expectativas. Y es que ambas disciplinas se complementan a la perfección, el estilo de una marca de indumentaria y accesorios bien puede trasladarse a un menú.
Primero fueron las firmas de lujo en las principales capitales de la moda, como Milán, Nueva York y París, luego el concepto fue tomado por diseñadores con productos más accesibles, cuya impronta también puede presentarse a través de una receta.
Tomar un café de especialidad, comer un macaroon bien aireado, degustar un plato de la alta cocina y conocer las propuestas de los chefs del momento es posible en estos espacios gastronómicos, donde la creatividad no tiene límites.
Cafeterías y bares
Las firmas de lujo tienen su mirada puesta desde hace años en el mercado asiático, donde las ventas se incrementaron cuando las de otros destinos ponían en riesgo los imperios de la moda. Era cuestión de tiempo para que el lado gastronómico de las marcas se hiciera presente en la región. En la ciudad japonesa de Osaka Louis Vuitton abrió Le Café V en el edificio de cuatro pisos diseñado por el arquitecto Jun Aoki. En las dos primeras plantas se extiende la tienda para comprar productos de la firma, mientras que las últimas dos dan lugar al espacio gourmet.
De la alianza de Dior con el prestigioso pastelero francés, Pierre Hermé, nació una cafetería de lujo ubicada en el quinto piso de la boutique House of Dior Ginza que la maison posee en Seúl, en Corea del Sur. La alta pastelería y la alta moda se hacen presentes en este lugar a través de una exquisita selección de postres clásicos y propuestas estacionales con ingredientes japoneses exclusivos.
Otra de las colaboraciones de mayor éxito entre la moda y la gastronomía es la que mantienen, desde hace varios años, los diseñadores de Dolce & Gabbana en Milán. Cuentan con varios espacios donde degustar platos y beber desde café hasta cocktails, pero el que más se destaca es el Bar Martini, en Corso Venezia, una de las calles más exclusivas de la ciudad.
El lugar es puro glamour, tiene un jardín interior que es favorito de influencers fashionistas y su carta incluye algunas de las comidas más tradicionales de Italia: gnochhi di patate al pesto, penne con parmigiano, pasando por una cuidada selección de ensaladas y una larga carta de postres.
Prada es otra de las grandes casas de la moda que se sumó a la tendencia de negocios. A través de su Fondazione Prada, una institución cultural que la marca italiana creó en 1993 para promover el arte, lanzaron hace unos años Bar Luce, diseñado por el reconocido director de cine Wes Anderson, y cuya estética recuerda a una de sus películas: Gran Hotel Budapest.
En el café-bar ubicado dentro del complejo arquitectónico que la firma tiene en Milán sirven desayunos, variedades de café italiano, paninis y postres de estética retro.
La marca Fendi hizo lo propio con Fendi Caffé en el Distrito de Diseño de Miami, en Estados Unidos. Inspirada en la colección cápsula del verano 2021, la cafetería tiene un juego de ilusión óptica con el logo de la casa por todas partes, en servilletas, paredes, baños y hasta en la espuma del café. La tienda cuentan con un apartado con piezas «ready to wear» de la colección actual que incluye vestidos, conjuntos y accesorios, todo al alcance de la mano entre bocado y bocado.
Ralph Lauren es uno de los empresarios del sector que mejor supo interpretar el maridaje entre moda y gastronomía. Su imperio está conformado por The Polo Bar & Ralph’s Coffee en Nueva York, el Ralph’s Coffee and Bar, ubicado en Londres, otros dos restaurantes en París bajo el nombre de Ralph´s y una quinta propuesta, RL, en Chicago, con los platos favoritos del diseñador.
Una firma histórica como Chanel no podía quedarse afuera si de imponer tendencias se trata. En 2004 abrió las puertas Beige Alain Ducasse Tokyo, un lugar muy parisino con el sello de la marca pero ubicado en el último piso del edicio que la marca posee en Japón.
El restaurante fusiona lo mejor de la cocina japonesa y la francesa supervisado por un chef de lujo como Ducasse. Los platos incluyen el tradicional foie grass, langosta, una cuidada selección de vinos y destacados postres.
Buenos Aires
Argentina se hizo eco de la tendencia y poco a poco surgen nuevas propuestas que fusionan lo mejor de ambos sectores. Las hermanas Ana, Dolores y Victoria Tolomei decidieron apostar a este concepto en octubre de 2019, cuando unieron fuerzas con Ignacio Cattaneo, el dueño de la marca de ropa urbana RVR Revolver, y lanzaron RVR Café y RVR Patio en un mismo espacio, ubicado en Villa Crespo.
«La marca siempre tuvo vínculo con diferentes territorios y movimientos como el skate, la música, la gastronomía, los oficios y el arte. De ahí nació la idea de sumar nuevos proyectos como RVR Café, la cafetería de especialidad, y RVR Patio, un pequeño bar de vinos de pocas etiquetas y pocos platos que funciona en un horario acotado, diurno, como una manera de promover nuevos momentos de consumo», explica Ana.
El trío de hermanas realizan una co-curaduría junto a Revolver para generar una experiencia diferente y más completa. La idea es que los clientes puedan acercarse al local, encontrar una colección novedosa, con colaboraciones y poder sentarse a tomar un rico café o una copa de vino, acompañado de una carta que va cambiando por estaciones.
Además, realizan «intervenciones» con nombres destacados de la cocina local, como Damián Betular, Chica Pájaro, Germán Torres, Cristina Sunae, Martín Sclippa y Chula Gálvez, entre otros. Este domingo 26 invitaron a los chicos de Soma Pastas para un almuerzo que hará entrar en calor hasta a los más friolentos.
«Trabajamos en conjunto la paleta de colores, Revolver con sus colecciones y RVR con sus cartas comparten una misma paleta. Hay un fuerte sentido de la colaboración asociado a la marca. Nos gusta generar cruces y desde ahÍ proponer nuevas formas de trabajar y de crear», finaliza Tolomei.
Recientemente fue Jazmín Chebar, quien en alianza con Narda Lepes inauguraron Café Jazmín en su incónica esquina de Palermo Soho. Quienes lo visitan pueden adentrarse en el mundo de la diseñadora a través de las delicatesen de Narda, rodeados por una estética de dibujos y estampas característicos de Chebar. El café es de especialidad y puede acompañarse con platos de colores, flores y frutas, dulces y sanguches bien abundantes.