Fuente: Clarín Gourmet by Pietro Sorba ~ López May, Pulpería es un proyecto inspirado en los inmigrantes y dominado por el buen gusto y los platos confortables.
Esta es una de las miles de historias que nacen a partir de la pandemia. Cuando ésta se desata el conocido chef Máximo López May vuelve a la Argentina – desde los Estados Unidos – donde estaba trabajando hace tiempo. Segundos después del aterrizaje tuvo la clara percepción de que estaba encarando el comienzo de una nueva vida.
Después de tantos años en el exterior sabía que iba a ser un “inmigrante” en su tierra querida. Tenía algunas certezas. Su carrera, larga y exitosa, garantizaba los conocimientos necesarios para reducir los márgenes de error de un posible proyecto gastronómico.
López May, Pulpería, una casona antigua reciclada con sensibilidad y buen gusto.
Empezó a acariciar la idea de armar un lugar que estuviera ubicado en su barrio de Tigre. Imaginó un oasis, inspirado en el formato de las antiguas pulperías y almacenes de ramos generales, que reflejara el estilo de vida de la zona.
Un local donde saborear comidas confortables y ofrecer un almacén contemporáneo poblado por buenos productos y objetos coherentes con esa idea. En esta etapa (y en las posteriores) nunca faltaron el apoyo y el aliento de su hermana Juliana.
El local de López May, Pulpería es luminoso y abierto. fomenta el disfrute.
Finalmente apareció una casona antigua que fue reciclada con sensibilidad y buen gusto para ofrecer a los clientes un espacio luminoso y abierto (el patio es una joya) que fomenta el disfrute y el “dolce far niente”.
Qué comer en López May, Pulpería
Máximo recibe con amabilidad a todos los clientes. Los hace sentir cómodos desde el primer momento. Recomienda los platos de la carta y las sugerencias del día. El menú, que cambia todos los meses, ofrece una notable secuencia de platos pensados con muy buen criterio.
Los ravioles de López May, Pulpería.
Se puede arrancar con un buen Negroni argentino donde el Campari cede su lugar al Fernet y el Pineral reemplaza al vermut rojo. La rodaja de naranja de rigor se transforma en un gajo congelado que también sustituye el hielo.
El Pan y Tuco brinda rebanadas de buen pan de masa madre – rociadas con hilos de buen aceite de oliva – que buscan la húmedad y el sabor de una salsa de tomate en conserva intensa, concentrada, fresca, dulce y aromática. Hojas de albahaca y trocitos de queso cheddar (verdadero) completan la composición golosa.
El cordero de López May, Pulpería.
Los ravioles de remolacha proponen masa delgada y “dente”, formato de medialuna y un relleno muy delicado. Comparten el plato con pequeñas hojas de acelga salteada y el alma crocante de las nueces pecan.
El cordero – cocinado con paciencia por muchas horas – llega en compañía de su caldo. Tierno y de sabor profundo disfruta de la presencia de papines tiernos y de una paté aromático de tomates secos.
Pan y tuco de López May, Pulpería.
El budín de pan de leche evaporada es suave, húmedo, caramelizado y ofrece una dulzura agradable que no se extralimita inútilmente. Muy fresco el clericó rosado servido en el clásico pingüino bodegonero.
Antes o después de comer dedicar tiempo suficiente para descubrir los productos y objetos en venta exhibidos en las estanterías. Servicio atento y gentil.
López May, Pulpería
Cocina argentina, confortable y contemporánea
Sáenz Peña 1400, Tigre. Provincia de Buenos Aires
Teléfono 11 3939-9000
Horario Jueves a domingo de 12 a 19 hs.
Instagram @lopezmaypulperia Precio promedio por persona