Fuente: Punto Biz ~ Mientras que en los últimos días se abrió el grifo para el regreso de varias actividades, la reapertura de los locales gastronómicos todavía es un gran signo de pregunta. Reducido a brindar su servicio a través del delivery, el sector vive momentos de incertidumbre, no solo por las dificultades para afrontar gastos actuales sino también por lo que será el día después, en un escenario de bolsillos flacos.
En este marco, algunos referentes del rubro agudizaron el ingenio y reinventaron sus propuestas, a los fines de mantener activo el vínculo con los clientes y sumar ingresos.
Un ejemplo es el restó Cuadra Bistró, que conduce Martín Orell. Cada semana, ofrece la posibilidad de armar un menú con entrada, plato principal y postre, que envía los sábados por la tarde. «Tengo que ser competitivo con el delivery, por eso tenemos seis alternativas gourmet», contó. Los clientes reciben sus pedidos en bandejas envasadas al vacío, con indicaciones para regenerar las comidas y degustarlas con el mismo sabor y frescura como si se sentaran en el restaurante. Esta técnica, denominada cook & chill (cocer y luego enfriar), está poco difundida en el ámbito local, pero ya venía usándose en varias cocinas.
Otro de los chefs que reforzó su línea de cocción al vacío fue Luciano Nanni, que ganó notoriedad con Pobla del Mercat. «Nosotros lo veníamos trabajando desde 2005, pero nunca lo dimos a conocer porque la gente por ahí pensaba que le dabamos comida recalentada. Pero es al revés, es un proceso que mejora los platos y los hace más seguros», contó. Desde sus redes sociales, Nanni promociona los productos de su línea Bravuras Gourmet, que incluye platos como salmón rosado y ojo de bife, y que pronto incorporará postres.
En esa línea también se mueve el recientemente inaugurado Barrio Damale (que funciona en el complejo Casa del Tango). «Estamos armando una opción de cenas virtuales, con una selección de vinos especiales», contó Augusto Saracco, que asesora al titular del emprendimiento Damián Delorenzi.
La cajita feliz
«No hay otra opción que reinvertarse. Hay que mandarle comida a la casa a la gente», dice el chef Rodrigo Casagrande, que inauguró un nuevo modelo de negocios. A través de una alianza con Patagonia, armó un box con todos los ingredientes para que la gente arme un sándwich de bondiola braseada.
La nueva modalidad lleva por nombre «Cociná en Casa»: por $1.000 se envía una caja, que Casagrande y su público abren juntos a través de una clase que el chef brinda a través de su cuenta de Instagram.
Con un estilo similar, desde Ceviche Rosario realizaron la primera capacitación online para armar el típico plato peruano. «Se armó una caja con todos los elementos para armar un menú para dos personas, acompañado por dos botellas de cerveza», comentó el titular del local Fernando Lourido.
«El tema de los cursos lo veníamos evaluando desde hace un tiempo. Vimos que en Buenos Aires se armó una movida similar y nos largamos con esto, que la verdad funcionó muy bien porque tuvimos cerca de 100 pedidos», comentó el gastronómico.
La apuesta al formato almacén también se repite en otros comercios. Es el caso de D’o Objetos de Sabor, que aprovechó el envión que traía el año pasado, cuando inauguró su local con formato take away en Tucumán al 1100. «Naturalmente se dio un viraje de la demanda hacia productos más básicos, como panificación y bollería, que teníamos una estructura acorde como para poder acompañar», dijo su titular Romina Machiavello.