Se llama Federico Yanzón y es licenciado en Hotelería y Turismo. Su personalidad «remadora» en todos los sentidos de la vida lo llevó a crear un producto único en la Argentina, que promete revolucionar las maneras de tomar cafés y comer postres. Se trata de un cucurucho con base de nuez y «corazón» de dulce de leche, recubierto en chocolate en el que se sirven amplias variedades de cafés y postres de verano.
«Arrancamos en 2014 con dos socios y una idea base de crear un food truck cuando todavía no eran muy conocidos en San Juan. Queríamos ofrecer comida rápida estilo gourmet e investigando y leyendo mucho surgió la idea de un cucurucho de helado recubierto de dulce de leche, que tiene en la base una nuez y a eso le agregamos café. Hasta el momento he tenido una excelente respuesta de la gente», contó Federico a Diario La Provincia.
Sin embargo y pese a varias idas y vueltas con los compañeros, Federico quedó solo frente al emprendimiento y confiando en él mismo, decidió continuar con su novia Ana y su hermano Alejandro, especializándose cada vez más en este recipiente comestible.
«Comenzamos a comercializarlo en varios restaurantes de la provincia pero al principio no nos fue bien, soy sincero. Sin embargo la respuesta de la gente es mejor de lo que esperábamos y eso es nuestro motor. Hoy sueño con ser distribuidor en el país, que se conozca un producto sanjuanino», reconoció.
Lo cierto es que el producto tiene muchos beneficios a la salud por sí solo y las personas pueden rellenarlo como más les guste. «Tiene beneficios para el cerebro y el corazón. Originalmente comenzamos a servirlo con café, cappuccinos y submarinos, pero el verano te lleva a otras cosas y también los rellenamos con cremas y frutas frescas de estación, por ejemplo», aclaró el emprendedor quien además produjo dos recetas originales, una fue Cucurucho con nuez, chocolate blanco, pimienta rosa y mousse de dulce de leche y la segunda con chocolate negro, sal gruesa y mousse de frutilla.
Actualmente y con la idea de llevar Ícono a «lo más grande a nivel país», Federico y Ana, su novia arquitecta, son quienes ofrecen personalmente el producto en diferentes eventos como casamientos y cumpleaños de quince, a través de una mesa especialmente preparada para colocarlos.
«Como metas tenemos dos ideas principales sobre el producto, una es modificar la oblea y que sea nutritiva con beneficios a la salud y la otra es trabajar con vino caliente. Actualmente y siendo una provincia vitivinícola, nadie trabaja el vino caliente. Lo haría como relleno del cucurucho con chocolate, y lo servicio con peras, también un postre tradicional».
Por último Federico se sinceró ilusionado y convencido de su producto, que sueña con vivir de eso. «Mi abuelo fue médico y dejó en San Juan y el mundo un legado muy grande respecto al tratamiento contra el cáncer. Tengo en mis raíces eso y yo sueño lo mismo, en dejar un legado, tal vez no lo vea pero confío en que pasará».