Fuente: Cronista ~ La Pulpería del Cotorro se volvió viral por las frases que escribe en su pizarra, pero también por la calidad de sus platos.
Los bodegones son parte del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad de Buenos Aires, por su estética y sobre todo por el sabor casero de sus platos, riquísimos y abundantes. Uno de los preferidos de Parque Patricios es La Pulpería del Cotorro, que se hizo muy popular en redes por sus curiosos mensajes que publica todos los días en su pizarra.
El local, que inició su historia en 2011, hoy funciona en lo que supo ser un establo del 1900 y luego una fábrica abandonada. En estos días es noticia porque será parte del festival Pintó Bodegón que organiza BA Capital Gastronómica, donde 50 de los mejores bodegones de la ciudad ofrecerán promociones y descuentos. El evento comenzó ayer y se celebrará hasta el 22 de abril. (Ver todos los bodegones participantes).
Ubicado en la calle Pepiri 320, se caracteriza por servir porciones abundantes y por su particular decoración, con paredes y estantes colmados de objetos antiguos que los dueños compran en ferias de segunda mano o que incluso aportan los mismos vecinos y habitués del lugar.
Julián Mazzeo y Graciela Robles, sus dueños, no venían del palo gastronómico y la oportunidad de abrir el bodegón se les cruzó casi de casualidad. Vecinos de Parque Patricios de toda la vida, cuando cerró la fonda que funcionaba antes en ese local se plantearon la idea de lanzarse a este mundo nuevo y el resultado fue un éxito para la pareja.
Los platos son los típicos de bodegón con estilo casero. Hay desde clásicas tortillas y tamales, hasta versiones propias de platos típicos como sus caballitos de batalla: la milanesa «Endemoniada» (una napolitana con carne fileteada con hierbas y salsa de hongos) y «El nido del cotorro» (una cazuela de barro bien caliente con un colchón de papas, mozzarella, cordera voladora (carne en hebras), aceitunas y un huevo frito). Estas últimas salen con una cerveza, por $ 950.
Otros hits son las empanadas tucumanas fritas con carne cortada al cuchillo, cebolla de verdeo, huevo duro y mucho comino, las «Papas Bergoglio», que incluyen mozzarella, aceitunas y huevo frito, o las pastas rellenas «Simonkis». Para las fiestas patrias, por supuesto, también se sirven infaltables como locro o guiso de lentejas.
En sus redes sociales también cosechan fanáticos por los curiosos mensajes que escriben todos los días en la pizarra que está al frente del local. Mensajes políticos, ingeniosos y hasta casi filosóficos van variando todos los días, muchos hasta vienen acompañados con collages.
excelente atención tanto,por sus dueños como por el excelente mozo Juan Pablo,que esta atento a todo,mas que recomendable