Fuente: Perfil ~ Una de las principales recomendaciones para frenar la pandemia del coronavirus es quedarse en casa y reducir al máximo las salidas que no sean indispensables. En este contexto, los bares y restaurantes sufren un impacto extremo. Las reacciones para atravesar esta crisis son diversas. Los que permanecen abiertos han extremado las medidas de higiene y reducido la cantidad de mesas para mantener la distancia sugerida. Otros, cierran el salón y apuestan al delivery y al take away. Y ya empiezan a aparecer los “combos cuarentena” para fomentar el consumo.
“Es un momento de mucha incertidumbre. Tratamos de adaptarnos a las medidas del Gobierno. Pero en este trabajo es casi imposible la tarea remota, porque lo nuestro es estar en la cocina. Por eso seguimos trabajando con máximas condiciones de higienización en los restaurantes. El miedo de la industria es que haya locales que cierren y no puedan volver a abrir. Hasta que no sea obligatorio seguiremos acá”, explica Guadalupe García Mosqueda, responsable y creadora de Casa Cavia, Orno Pizzería y la Panadería de Pablo.
Agustín Latorre, dueño de Osaka, coincide con el planteo, por eso decidió ‘reiventarse’ y apostar por el sistema de comida para llevar. “Por primera vez en la historia de la marca incorporamos el sistema de delivery, con método propio y en breve nos subiremos a todas las plataformas. Tenemos una estructura fija gigante y para nosotros es insostenible cerrar. Por más que la facturación sea muy pequeña cada cubierto nos suma para a fin de mes poder pagar los sueldos ”, explica el empresario gastronómico.
La cadena de restaurantes Dandy también está dando de alta todas las plataformas para delivery de comida y adecuando el menú en función de la mayor rotación de los pedidos potenciando la oferta de pizzas, sandwiches, tartas y ensaladas. Lo mismo sucede con restaurantes más tradicionales como Sottovoce, Quotidiano, Burladero y Fervor, que debutan con sistemas de comida para llevar.
La parrilla Villegas, en Puerto Madero, que tiene un público mayoritariamente de turistas, tuvo que reinventarse. Se sumó a las plataformas de delivery y encargos por teléfono con un packaging especial para mantener la temperatura de la carne y los plato. Además lanzó diversas opciones de “combos cuarentena”. Varios restaurantes como Hell’s Pizza, Canta el gallo y Bruce Grill Station & Wine Bar, suman promociones de hasta 30% de descuento en los que elijan opción para llevar.
“Vamos a poner todos los cañones en incentivar el servicio de delivery más que nunca. Es una oportunidad para que muchos restaurantes se sumen a estas plataformas. Pero que no esperen mucho más que vender un mínimo para apuntar a pagar las cuentas esenciales como las de los equipos y proveedores”, afirma un tanto desesperanzado Carlos Araujo, dueño de La Causa Nikkei, Sushi Pop e Izakaya Sushi.
En Fayer, el restaurante de cocina israelí de Palermo, decidieron extremar las medidas de desinfección e higiene para poder seguir abiertos, aunque con un número reducido de mesas para cumplir con el distanciamiento de 1 metro por persona sugerido. “Nosotros contamos con la experiencia de lo que sucedió con nuestra sede en Madrid, que ahora está cerrada, por eso abordamos esta situación con mucha seriedad para poder seguir operando. El sector gastronómico está muy golpeado, al igual que la hotelería y el turismo. Es un momento de grandes desafíos”, asegura su dueño, Alejandro Pitashny.
El chef italiano Daniele Pinna, dueño de La Locanda y de I Due Briganti es más extremo. Decidió eliminar la propuesta de comer en el lugar y sólo dedicarse al delivery y al take away con diversas opciones de la carta. “A mi parecer, ningún restaurante debería estar abierto al público porque es una prioridad que colaboremos con la campaña que han dispuesto para prevenir futuros casos de coronavirus en el país”, asegura.
De igual modo decidieron proceder los responsables de Ajo Bar, un bar de tapas y street food de Colegiales. “No nos pareció prudente seguir abiertos y creemos que esta es la forma para minimizar riesgos para nuestro staff y clientes y poder sobrellevar lo mejor posible esta crisis”, explica el chef y dueño Gaspar Natiello.
En cambio los restaurantes de alta cocina decidieron cerrar por completo, ya que la opción de delivery es imposible por el tipo de servicio que ofrecen. Así es como Aramburu, Bis de Aramburu, Chila y Tegui, no abrirán sus puertas hasta el 31 de marzo.