Con las escasas posibilidades de viajar a países cercanos y lejanos y con la gente recluida en sus casas, ¿cómo se puede hacer frente a la sed de viajes? En pocas palabras, se lleva al restaurante más cercano y se deleita el paladar con algunas delicias exóticas. Los clientes piden cada vez más comida extraordinaria, algo especial. Los restaurantes no sólo necesitan nuevas recetas, sino también equipos de cocina que las conozcan.
Los ingredientes exóticos no sólo son demandados desde la pandemia, ya que el café y el cacao, por ejemplo, están disponibles en Europa desde el siglo XVI. Le siguieron el chocolate y el curry, y más tarde los espaguetis, la pizza, los gyros y el Baos, por ejemplo. Una vez que han adquirido el gusto por algo, muchos comensales no se detienen ahí e incluso exigen más retos nuevos para sus paladares. «En estos momentos, los superalimentos como el goji, la quinoa, el aroni, el jengibre, la cúrcuma y las semillas de chía siguen siendo muy populares», afirma EzequielArgerich, experto culinario corporativo de Rational. «Esto se debe sin duda al hecho de que se dice que muchos de estos alimentos refuerzan las defensas inmunitarias y contribuyen a un estilo de vida más saludable», continúa.
La importancia de este tipo de alimentos en el mercado se manifiesta, entre otras cosas, en el hecho de que las zonas de cultivo de estos productos no dejan de aumentar en el norte de Europa. Gracias a las nuevas tecnologías, como la acuaponía o la agricultura de interior, el kiwi, el shitake, el jengibre, el cilantro y el boniato también crecen en latitudes septentrionales. El acortamiento de las rutas de transporte también da a estos productos puntos positivos en términos de sostenibilidad.
Sin embargo, todavía hay margen de mejora a la hora de cocinar estas delicias exóticas. Los distintos ingredientes deben prepararse de forma diferente, lo que puede suponer un ejército de equipos de cocina que ya no se necesitan cuando se cambia el menú.
«Un vistazo a la cocina profesional revela rápidamente dónde se centra el menú», explica Argerich. «Si se prepara mucho arroz, hay por supuesto una arrocera. Y al lado, una freidora o una olla en los fogones». Pero hay otra forma, como sabe el experto, porque el horno combinado iCombi y el iVario, que sustituye a la sartén basculante, la freidora, la vaporera, el horno, las ollas y las sartenes, son tan flexibles como la demanda del cliente. «Por tanto, cuando los gustos cambian, el equipamiento de la cocina no tiene por qué seguirlos siempre», concluye. Otro consejo: si quiere probar primero si a sus comensales les gustan los platos inusuales, empiece con una semana temática. El riesgo es manejable.
Ambos sistemas de cocción no sólo pueden integrarse sin esfuerzo en la cocina profesional, sino que además liberan espacio, ya que pueden ir otros equipos. Y con ConnectedCooking, que proporciona acceso digital a los sistemas de cocción, se puede incluso hacer mucho trabajo sin estar al lado de una de las unidades. En el iCombi, esto incluye también la creación y distribución de programas de cocción. No hay manera más fácil de satisfacer el deseo de los huéspedes de viajar.