Fuente: Urgente24 – El té es una de las infusiones más populares del mundo, con un origen legendario que lo ubica en China. Descubramos sus beneficios y su papel en la economía.
El aroma inconfundible del té nos transporta a un mundo de sabores, culturas y tradiciones milenarias. Hoy, 21 de mayo, celebramos el Día Internacional del Té, una fecha dedicada a honrar esta bebida ancestral y sus propiedades beneficiosas en nuestro organismo.
Una infusión de más de miles de años
Aunque los japoneses dicen que el té lo trajo el Príncipe Bodhidharma, fundador del budismo zen, desde la India, los orígenes del té se remontan a la China de hace casi 5.000 años, donde era valorado por sus propiedades medicinales y su efecto revitalizante. La leyenda cuenta que el emperador Shen Nong, que por su salud bebía únicamente agua hirviendo, descubrió el té por casualidad cuando unas hojas de un árbol Camellia sinensis cayeron en su taza mientras dormía bajo un árbol.
Según la leyenda china, la invención del té se le atribuye al emperador Shen Nong, que lo descubrió accidentalmente mientras dormía bajo un árbol.
Desde entonces, el té es cultivado y consumido en diversas regiones del mundo, adaptándose a las condiciones climáticas y culturales de cada lugar. En China, el té se convirtió en una bebida aristocrática, asociada a la meditación y la filosofía, mientras que en Japón se desarrolló la ceremonia del té Chado, una expresión cultural que busca la armonía y el equilibrio interior. Por su parte, en la India, el té se consume como parte de la vida cotidiana, siendo una bebida popular el masala chai.
Más que una bebida, un símbolo de bienestar
El té no es solo una simple infusión: cada taza encierra un universo de sabores, aromas y experiencias únicas, que nos transportan y nos conectan con otras culturas y tradiciones. Y cada una de sus variantes tienen sus funciones particulares para ayudarnos en nuestro día a día.
El té, en sus infinitas variedades, nos traslada con sus sabores únicos a universos de aromas y frescuras.
El té negro, que tiene un sabor intenso y robusto, es ideal para comenzar el día con energía. El té verde, con su sabor delicado y fresco, es perfecto para cuando queremos hacer una tan merecida pausa. El té blanco, de sabor suave y sutil, es la mejor opción para disfrutar antes de dormir. Y el té rojo, que tiene un sabor afrutado, es rico en antioxidantes y propiedades beneficiosas para la salud.
Además de sus diferentes variedades, el té también se puede preparar de diversas maneras, utilizando diferentes temperaturas del agua, tiempos de infusión y acompañamientos, como leche, azúcar, miel o limón.
El té: un aliado para la salud
Más allá de su sabor divino, el té también es reconocido por tener múltiples beneficios para la salud. Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el envejecimiento celular y proteger al organismo de los radicales libres, y sus compuestos flavonoides y vitamina H fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a prevenir algunas enfermedades.
Las propiedades del té nos aportan toda clase de beneficios para la salud, fortaleciendo nuestro organismo y protegiéndonos de algunas enfermedades.
El té también ayuda a regular el déficit de hierro, lo que lo convierte en un aliado fundamental para combatir la anemia. Además, mejora la circulación sanguínea, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y favorece la eliminación de toxinas del organismo.
Por un consumo y producción sostenibles
El Día Internacional del Té nos invita no sólo a celebrarlo preparándonos una taza de nuestro té favorito, sino también a reflexionar sobre la importancia de promover un consumo y una producción sostenibles. Debemos trabajar en conjunto para garantizar prácticas agrícolas amigables con el medio ambiente, condiciones laborales justas y equitativas y un comercio internacional transparente y responsable.
Las mujeres suelen representar la mayor parte de la fuerza laboral en la industria del té, desde su cosecha hasta su distribución. Sin embargo, enfrentan desigualdad salarial y condiciones de trabajo pobres.
En este sentido, la agricultura sostenible del té busca reducir el impacto ambiental de la producción, utilizando técnicas como la agricultura orgánica, el manejo integrado de plagas y la conservación del agua. El comercio justo del té garantiza que los productores reciban un precio justo por su producto, lo que les permite mejorar sus condiciones de vida y reinvertir en sus comunidades.