Fuente: La Capital ~ Los lugares más emblemáticos fueron punto de encuentro de las familias al mediodía, pero también al desayuno y la merienda.
Los restobares tuvieron reservas no solamente al mediodía, sino también para desayunar a la mañana y tomar café por la tarde
A pesar de cierta incertidumbre económica por el sostenido proceso inflacionario, los bares y restaurantes de Rosario fueron una vez más punto de encuentro de las familias para el Día de la Madre, con reservas que oscilaron en los lugares más emblemáticos como parrillas y restaurantes entre el 80 y el 100%. Así lo indicó el relevamiento realizado por la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de la ciudad, desde donde destacaron que, como siempre se espera, fue un día con «buena actividad gastronómica».
En avenida Pellegrini, como en otros puntos de la ciudad en los que hay gastronomía y alta circulación, los locales llenos de madres de todas las edades con sus hijos y esposos se mezclaron con el color de los puestos de flores y los vendedores improvisados que aparecieron con sus ramos para regalar en las esquinas y semáforos. Algunos aprovecharon para ir temprano por infusiones y medialunas. Muchos optaron por el almuerzo, con asado o platos elaborados. Y otros fueron a merendar con mamá y la agasajaron con pastelería.
Aunque el sábado fue gris y frío, lo que hizo temer por las condiciones climáticas del domingo, finalmente salió el sol y las temperaturas fueron agradables, lo que ayudó a la ocupación de mesas en el exterior y a que las personas salieran de sus casas a compartir el día afuera. Los restobares tuvieron reservas no solamente al mediodía, sino también para desayunar a la mañana y tomar café por la tarde.
Se trata de fechas en las que también se potencia el delivery, una herramienta que resuelve cuestiones que antes recaían en trabajo para la propia familia, y propician un mayor disfrute incluso para aquellos que optan por festejarlo puertas adentro en sus domicilios.
En análisis comparativo con los años anteriores, desde Ahegar remarcaron que en 2021 todavía estaba presente la pandemia, y quedaban algunas restricciones que hoy ya no existen, lo que también potenció la ocupación y la presencia de más clientes. Sin embargo, la alta variación de los precios y su impacto en los costos del rubro se han sentido: «La gastronomía de Rosario siempre tiene menúes para todos los bolsillos, pero se ha resentido el poder adquisitivo de la gente y eso se nota en la situación del consumo», explicó Carlos Mellano, presidente de la entidad.
En estas jornadas como el Día de la Madre, y lo mismo pasa con el Día del Padre, donde hay almuerzos con precio fijo, la mesa que se reserva no rota y queda ocupada durante varias horas por el mismo grupo. Por eso algunos lugares guardan un espacio para clientes ocasionales, y así intentar meter dos turnos en el mismo mediodía para aumentar la facturación. Aunque por supuesto que cuando existen estos menúes prefijados, el gastronómico logra mayor eficiencia en la compra y aumenta la rentabilidad.
«En general estamos teniendo algunos inconvenientes con el segundo turno. A veces el primer turno es bueno y el siguiente no se completa. No tenemos rotación. Esto es producto de que la gente no recupera el nivel de ingreso«, marcó Mellano. Por el contrario, aclaró que es notorio que «hay un sector de la población no muy masivo que juega en otra liga y recurre a los bares asiduamente», lo que a su modo de ver «habla de este particular momento de la Argentina».
En líneas generales, el presidente de Aehgar analizó que fue «un día bueno y esperado para la gastronomía, con demandas importantes en lugares emblemáticos y en el resto de los locales, como los restobares que anexaron desayuno y merienda, con alto consumo». Y agregó: «Fue un domingo distinto en la gastronomía, que es una gran alianza estratégica para festejar este tipo de fechas».
Por eso, la foto del día es buena, ya que son hitos del año para la actividad, pero la película es un poco preocupante: el consumo se ha desacelerado, producto de que la inflación está por encima de cualquier crecimiento salarial de todos los rubros, y la restricción se empieza a notar en los ejes de gasto más opcionales como salir a comer afuera o pedir envío a domicilio.