Fuente: Infobae – Los tres rubros superaron la inflación promedio del 541%. Las subas más pronunciadas superaron el 700%, sin sumar los incrementos de agosto
Los aumentos de precios forman parte de la agenda económica de todos los meses y aunque abundan las medidas para intentar contener la pérdida de poder adquisitivo, muchos productos se dispararon y son muy difíciles de alcanzar para los salarios. Desde que asumió Alberto Fernández, algunos rubros tuvieron incrementos superiores al 560%, por encima del nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), entre diciembre de 2019 y julio de 2023 la inflación promedio fue de 541,4%. Cuatro rubros dentro de la medición superaron ese índice y dos lo hicieron por más de 150 puntos.
En detalle, el rubro que más aumentó en la era Fernández -hasta hoy- es el de indumentaria, que se encareció un 766,9% según la medición oficial. Es decir que los productos textiles subieron 225,4 puntos porcentuales por encima del promedio.
En segundo lugar figura el ítem de “restaurantes y hoteles”, con una variación porcentual total de 696% durante la gestión actual (154,6 puntos más que el IPC).
El tercer rubro que más subió desde diciembre de 2019 es el de “alimentos y bebidas no alcohólicas”, cuya variación fue de 585,1%, es decir 43,7 puntos porcentuales por arriba del IPC general. Aunque no fue la suba más alta, sí fue la más significativa para la evolución del IPC y para el bolsillo de los argentinos, teniendo en cuenta que ese rubro representa casi un cuarto del presupuesto de los hogares, de acuerdo a los datos del Indec.
Por último, entre los ítems que superan al IPC promedio aparece “recreación y cultura”, donde están incluidas todas las actividades de esparcimiento, sin contar al sector gastronómico. De acuerdo a la medición, ese rubro en particular se encareció 564,2% desde la asunción de Alberto Fernández.
El resto de los rubros tuvieron incrementos por debajo del promedio, pero hubo dos que se mantuvieron por encima del 500%. Se trata de “equipamiento y mantenimiento del hogar” (531,9%) y “bebidas alcohólicas y tabaco” (524%).
Dividiendo el IPC según el tipo de rubro, se encuentra que los bienes en forma conjunta acumulan un aumento nominal del 593% desde diciembre de 2019, mientras que los servicios se incrementaron 435%.
Productos fuera de control
Dentro de los cuatro rubros mencionados (alimentos, indumentaria, recreación y restaurantes y hoteles), hay productos y servicios que sobresalen sobre el resto e inclinan la balanza por arriba del índice inflacionario general.
Entre los alimentos, por ejemplo, lo que más aumentó desde que inició la presidencia de Alberto Fernandez fue la categoría de “verduras, tubérculos y legumbres” (820%). También saltaron por encima del promedio el ítem de “azúcar, dulces, chocolates y golosinas” (638%), las frutas (609%) y los lácteos (601%), siempre tomando diciembre de 2019 como punto de partida.
En la indumentaria, el ajuste más alto lo tuvieron las prendas de vestir y materiales textiles (844%), aunque también se destacaron los calzados (656%).
En el rubro de “restaurantes y hoteles”, el ítem de “restaurantes y comidas fuera del hogar” registró una suba del 689%.
En tanto, entre los gastos asociados a la recreación y cultura, lo que más subió en la era Fernández es el ítem de “periódicos, diarios, revistas, libros y artículos de papelería”, con un ajuste del 663% en el período analizado.
¿Los salarios acompañaron?
El Indec aún no publica el informe del “índice de salarios” de julio, pero no es necesario esperar los resultados para saber que los ingresos de los trabajadores perdieron frente a los aumentos registrados por los cuatro rubros analizados.
De acuerdo al organismo, entre diciembre de 2019 y junio de 2023 los sueldos tuvieron un ajuste promedio del 472%. En ese mismo período, los alimentos subieron 548% (restando el mes de julio para equiparar el período de comparación), la indumentaria se encareció 741%, los restaurantes 641% y la recreación 497%.
Los que mayor poder adquisitivo perdieron fueron los trabajadores informales, que tuvieron un ajuste salarial del 356% desde la asunción de Alberto Fernández, pero también perdieron contra los precios los asalariados del sector público (502% de incremento nominal) y los empleados privados registrados (496%).