Fuente: Clarín ~ Es muy posible que las siglas de “antes de la pandemia” y “después de la pandemia» se incorporen al lenguaje cotidiano dentro de un tiempo. En lo que va de un estado al otro, el encierro agudiza el ingenio. ¿Un menú gourmet por pasos, con maridaje de vinos incluido, que viaja desde Mendoza hasta tu casa? Esa fue la idea que concibieron en un restaurante: desde hace poco más de un mes, se puede pedir delivery en Buenos Aires, a mil kilómetros de distancia.
“La cuarentena no sólo nos obligó a cerrar las puertas y a pensar cómo sobrevivir mandando nuestra experiencia a la casa del cliente. También nos obligó a definir claramente cuál era nuestra propuesta”, dice el chef Lucas Bustos, a cargo de la cocina de Espacio Trapiche, en la localidad de Maipú, a 16 kilómetros de la capital cuyana. El resultado fue un intangible: tiempo. “Tiempo de compartir los vinos, de charlar, de jugar. Que era lo que la gente venía a hacer a nuestro restaurante”, sintetiza.
Las cajas con el menú por pasos que se envían desde Mendoza a Buenos Aires, con la comida envasada al vacío.
El primer paso, entonces, fue buscar el modo de que los platos viajaran, se conservaran intactos y pudieran reproducirse en la casa del cliente. Después de varias semanas de ensayos, pudieron salir con un box de edición limitada, aplicando la técnica del envasado al vacío a la comida.
“Decidimos generar un tipo de cocina que no corre ni contra tiempo ni contra temperatura. No es un delivery tradicional, en el que vos pedís una pizza a las 8 para comer a las 9 y te tiene que llegar caliente. Es comida pensada o diseñada para generar un momento. Por ahí lo pedís, lo recibís un miércoles y vas a cenar el viernes o el sábado con amigos conectándote por Zoom. O vas a generar un momento distinto con tu pareja”, cuenta el cocinero. Toman pedidos los 7 días de la semana y entregan martes, jueves y sábados.
Armar los menús no fue fácil, porque Espacio Trapiche –premio oro en la categoría Restaurantes de Bodegas en 2018, que otorga Great Wines Capitals, la red de ciudades vitivinícolas- se apoya en los productos de la huerta y de la granja que tienen en su terroir. “Todos los días son distintos, porque no siempre tenés los mismos ingredientes frescos ni tenés ganas de encarar la comida de la misma forma”, admite Bustos. Por eso, en base a la disponibilidad de productos, van armando unos 50 boxes con opciones de plato principal y alternativas de entradas, como para darle al cliente un margen de elección. Cuando se acaban, arman otra edición o box y así sucesivamente. También las hay con platos aptos para celíacos, vegetarianos y veganos.
Uno de los platos principales que ofrece el delivery del restaurante Espacio Trapiche, de Mendoza a Buenos Aires.
Siempre se parte de una caja que está diseñada con dos botellas de vino. En el box 1 el Paso 0 fue la compresión de manzanas, un bocado emblemático del restó para despertar los sentidos y preparar el paladar. El paso 1, ensalada de hummus, peras, queso brie, limón y polvo de verdes; que se continuó con cremoso de quinoa, remolachas y embutido artesanal; más un principal a elegir entre ternera asada con roble Malbec, puré negro, jugo y vegetales al rescoldo, o tortellini, vegetales de la huerta, queso Lincoln y crema de puerros. De postre, estudio de dulce de leche y Malbec. Y para terminar, una infusión de la huerta. Todo maridado con Chardonnay y Medalla Blend, dos etiquetas insignia de la bodega. El precio, con delivery a Buenos Aires incluido, probablemente no sea accesible para cualquier porteño pero propone una buena relación precio-calidad, ya que se ofrece por un total de 4 mil pesos, para dos personas y con dos botellas.
Por el momento han enviado boxes a Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, con pedidos que provienen de clientes, empresas y seguidores de Instagram. Carla Masi, empresaria y una de las pioneras en vivir la experiencia, la califica como “increíble”. “Poder comer platos de ese nivel en casa, en medio de este encierro… Se arma un festival alrededor de los paso a paso, el maridaje con los vinos y ¡esa explosión de sabores en cada bocado!”, describe.
Bustos explica que necesitan “logística refrigerada” para los envíos puerta a puerta, por eso, mientras no haya conectividad aérea, no pueden llegar a todo el país. Una vez que se recibe el pedido, el proceso es simple: hay que colocar las bolsas al vacío en la heladera hasta el momento de consumo. Se regenera el contenido sumergiéndolas 7 u 8 minutos en agua caliente. Los vinos, por supuesto, tienen que ponerse a la temperatura sugerida en cada caso (difiere para tintos y blancos) para su consumo.
Más que satisfecho con la repercusión obtenida hasta ahora, el chef está convencido de que se abre un mundo de posibilidades: “Antes enviábamos solo el vino, ahora enviamos una experiencia. Un momento para compartir que genera recuerdos y produce un vínculo más fuerte con el cliente”.
Bustos ya piensa en nuevos desafíos. “Juegos que te permitan cocinar, probar nuevos sabores, menús donde tengas que descubrir ingredientes, y jugar aromáticamente con los vinos…”. Y apuesta a que a partir de esa experiencia mucha gente decida ir a Mendoza a probar sus platos. Cuando se pueda volver a viajar, claro.
Hola qiero hacer unpedido del delivery a Buenos Airesm para el dia 09/07 a Ungeniero Mazchwitz ya me enviaron el menú y seria con los canelones de calabaza x favor indicar forma de pago y entrega. Gracias –