Otro indicador del boom de la cocina en general y de la preparación de panes en particular fue el faltante de algunos productos en determinados puntos de venta. «Harina, azúcar, yerba es lo primero que escasea en un contexto como el que vivimos, por estos dias fue además muy notable el faltante de levadura y harina leudante , por lo que algunos ya están pensando en sucedáneos, como volcarse a recetas de levadura casera, o a la masa madre, que no requiere levadura», explica a LA NACIÓN Julián D’Angelo, Coordinador Ejecutivo del Centro de Responsabilidad Social Empresaria y Capital Social (UBA). En efecto, Igual que «receta pan», la búsqueda de los términos «masa madre» también se disparó a mitad de marzo y llegó a triplicarse respecto a su presencia promedio en el buscador.
No es algo local. La publicación de comida de The Washington Post, Voraciously, dedicó una edición a la obsesión panadera y en las redes sociales llueven recetas y chistes de todo el mundo. Más allá del obvio (hablar de una pan-demia), muchos reclaman que el nuevo fanatismo agotó lo que había en los mercados.
Desde CEDEAPSA -la cámara empresarial que nuclea a los supermercados chinos-, confirman que hay dos productos que están faltando en sus locales: alcohol y levadura. En parte, porque los proveedores llevan menos mercadería, pero también porque se venden más que antes. Los paquetes de harina también son mas demandados: Ignacio Noel, dueño de harinas Morixe, aseguró a este medio que en marzo de 2020 la empresa vendió el doble de paquetes de harina que en la misma fecha del año pasado y un 60 por ciento más que en febrero del mismo año.
«El pan es fácil de hacer, es sumamente estético, y es un alimento que le gusta a todos», arriesga el cocinero y antropólogo Juan Olsen. «En un contexto de encierro se vuelve una buena excusa para compartirlo con otros que están en tu casa y con el espacio virtual. Además, todo lo hecho a base de harinas ranquea en lo más alto de los ansiolíticos culinarios». Por otro lado, para Olsen, la panadería ya venía experimentando cierto auge desde hace varios meses. En particular, los panes de masa madre: «No creo que en los últimos dos años haya abierto un solo restó que no tenga pan de masa madre».
Aunque reconoce que siempre hubo cierta moda ligada al pan, Daniele Pinna, chef italiano y dueño de La Locanda Ristorante, celebra que el tiempo libre que produce la cuarentena pueda volcarse a la cocina. «La gente se está encontrando con un tiempo que no tenía y descubriendo que no hay nada más lindo que ver tu producto terminado, hecho por vos, y listo para compartir con la gente que querés. Es una hermosura tener la posibilidad de poder hacer pan en tu propia casa». Del mismo modo, Pablo Lanzillotta, jefe de panadería de Gontran Cherrier, considera que reducir el «boom» a la disponibilidad de tiempo es un reduccionismo. «Hacer pan te conecta con todos los sentidos y aún más con la salud, especialmente si se trata de usar fermentos, como masa madre, para hacerlo más digerible y saludable», explica Lanzilotta. «Creo que el pan es sinónimo de vida y naturaleza», asegura. «Y con todo lo que estamos pasando, ¿qué se puede querer más que eso?».