Fuente: Clarín ~ Toma un trago de cerveza para seguir degustando la tabla de quesos. Un joven observa la escena y se ubica en la mesa de al lado. “Afuera se reducen los contagios”, le dice a su pareja. Disfrutar con responsabilidad. Es que este verano, la gastronomía marplatense luce una postal inédita para compensar el aforo reducido de los turistas en los puntos más concurridos de la ciudad balnearia.
Estructuras de madera, plástico, hierro o metal. Con decoraciones innovadoras, sombrillas, luces colgantes que se encienden y apagan, telas, macetas o plantas artificiales; los decks ganaron terreno y resignificaron la presencia de los principales paseos culinarios de Mar del Plata. Los primeros turistas visitan al corredor minutos antes de las 18 en busca de algún refresco. Cerca de las 22 los espacios de bares y restaurantes empiezan a completarse.
Enmarcadas dentro del plan “Comemos Afuera”, seis modalidades que ofrecen diferentes maneras de comer suman identidad en las calles y benefician al golpeado sector comercial. Llegaron para quedarse. Corredores gastronómicos, mesas y sillas emplazadas en espacios públicos como plazas y otras que, bajo autorización, avanzan en el lugar del local vecino, decks, food trucks y proyectos especiales que combinan los distintos formatos.
Eximidos de impuestos y publicidad por dos años, según establece la letra de la ley que los reglamenta, deben constar de habilitación municipal y seguro de responsabilidad civil frente a terceros.
El funcionamiento de las instalaciones está respaldado por una serie de intervenciones viales que apuntan a ordenar y disminuir el tráfico. Diagonal Pueyrredón, entre Rivadavia y Belgrano, permanece bloqueada al tránsito a diario y a todo horario. Desde las 19 cuatro cuadras de la calle Belgrano se convierten en peatonal.
El horario de cierre se adelantó a la 1 de la madrugada, por las nuevas restricciones para circular de noche impuestas por la pandemia de coronavirus. Esto trajo cuestionamientos del sector. «Mar del Plata no se puede apagar en temporada. Lo que va a quedar para el invierno es desastroso», dijo Juan Rodríguez, empresario gastronómico.
Los decks gastronómicos ganan terreno en una temporada atravesada por las medidas de prevención del coronavirus. Foto: Marcelo Carroll
El resto de los corredores se cierra a demanda, es decir, según la afluencia de turistas que se registre. “Durante el día, quedará habilitado al tránsito normal, pero con calzada reducida. Por eso hemos decidido modificar los recorridos de algunas líneas de colectivos”, explica Fernando Muro, titular de Desarrollo Productivo e Innovación de General Pueyrredón y autor del proyecto ley.
Corredores atractivos y convocantes
En Parque Camet se esperan los últimos detalles para recibir food trucks, carros de comida al paso. Algunos funcionarán con energía solar. Hay 56 anotadas que se ubicarán en forma dispersa a lo largo de espacios verdes para evitar el entorpecimiento de actividades. “Se trata de una rama de la gastronomía tradicional que varios países adoptaron. La idea es ofrecer opciones variadas más allá de la tradicional sandwichería. Los platos saludables serán una de las opciones”, señala Juan Cruz Erviti, presidente de la cámara marplatense de food trucks.
La renovación de Olavarría se pliega a la de Güemes, donde algunos establecimientos ya contaban con mesas y sillas en la vereda. Los decks se replicaron con la estética de cada local y se consolidó un criterio unificado en bares, cafés, restaurantes, parrillas y cervecerías. Sobre la calle Córdoba, en la arteria ubicada entre Avellaneda y Falucho y desde Alem y Alma Fuerte también transformaron la postal de los barrios.
Avanzan hasta dos metros y medio sobre la calzada, ocupando el lugar del estacionamiento. No están permitidos en las Avenidas. Con distintos estilos, victoriano, minimalista, poético y campestre, se habilitaron 140 en toda la ciudad; principalmente a lo largo y ancho de Olavarría, Alem, Belgrano y Córdoba. “Una oportunidad de dar atractivo, trabajo y salud”, definen comerciantes de la zona. “Es momento de repuntar. No todos tienen espalda. Si me cierran puedo quedar en la ruina”, dice Juan Rodríguez Bruto Cava Adorado, gastronómico.
Algunos todavía están en construcción o tienen a la pintura fresca. Muchos adoptaron calefacción o una lona para contener el viento. El diseño de cada decks se adecúa al lineamiento adoptado por el local. “En los próximos días el Estado municipal se reunirá con el sector gastronómico para determinar una estética en común a implementar en las esquinas de los corredores. La idea es, por ejemplo, acordar el uso de luces indicadoras en cada intersección para identificar a los locales o que las columnas estén pintadas de un solo color”, adelanta Muro.
La estética de la fachada cambia en la calle Belgrano. Las cuatro cuadras peatonales están pobladas de carpas con ventilación externa. Un trabajo que herreros y carpinteros definieron en tan solo 3 días. Una alfombra roja desplegada en el acceso al restaurant Zafarrancho impone presencia. “La gente está feliz con la propuesta. Muchas veces, tengo varios lugares disponibles dentro del salón y lista de espera afuera. Quizá este año de sacrificio no se aproveche al 100%, pero vamos a tener revancha el próximo. Hay que mirar el horizonte”, le dice a Clarín Adrián Vázquez, dueño del local gastronómico, con la mirada renovada y esperanzada.