Fuente: IProfesional ~ Junto a Germán Martitegui, brindaron una experiencia única, que culminó en un menú de nueve pasos que resumió la comunión entre dos cocinas
Gastón Acurio es una estrella internacional de la gastronomía. Además, escribe libros, brinda charlas en diferentes países y tiene su propio programa de televisión.
Pero, si algo lo define por sobre todas las cosas, es su rol como embajador de la cocina peruana y como defensor y promotor de su identidad.
Así es como se constituyó en uno de los grandes responsables de que hoy, alrededor del globo, se esté hablando tanto de esta gastronomía.
Por eso, el hecho de que Germán Martitegui le abriera las puertas de su restaurante a Acurio, en el marco del ciclo ICBC Exclusive Gourmet, y cocinaran por primera vez, había generado una gran expectativa.
Como embajador de la cocina de su país, estaba garantizado que esa noche se iban a probar los auténticos sabores de Perú. Pero lo que también había despertado un fuerte interés era cómo iba darse esa amalgama de técnicas e ingredientes entre dos chefs con personalidades tan definidas.
Un punto clave es que el restaurante Astrid y Gastón, que Acurio comanda en Lima, y TEGUI se posicionaron en el top 10 de la edición 2017 del Latin Americas’s 50 Best Restaurants.
“Yo admiro a Gastón desde hace muchos años. Hacía tiempo que queríamos que viniera a TEGUI y ahora que estamos cumpliendo diez años es uno de los regalos que nos hicimos. Verlo en acción, ver cómo preparó el menú, cómo trabaja con su equipo es realmente un lujo”, apuntó Martitegui, mientras las brigadas de ambos chefs comenzaban a encender los fuegos.
“Se va a generar una linda energía”, agregó, mientras ajustaba detalles de uno de los pasos que iba a conformar el menú final.
“Mostrar las conexiones entre nuestras cocinas y poder transmitirle a la gente la identidad de la gastronomía que forma parte de la histórica Ruta del Inca va a ser un momento inolvidable”, completó Martitegui.
En la previa, un equipo de más de 30 cocineros estaba abocado con una precisión quirúrgica al ensamble de algunos platos. Anthony Vázquez, quien comanda el restaurante La Mar en Buenos Aires, le presentó a Acurio el último ajuste de uno de los ceviches que prepararon. Y él, como un director de orquesta, marcó los toques finales para que lo muy bueno se convierta en sublime.
“Lo que me une a Germán es, ante todo, el amor por la cocina. Pero además, he visto la evolución de su cocina de los últimos años que lo llevó a encontrar esa identidad que lo acerca mucho más a mí, porque lo que hace es una combinación de lo que a él le gusta, de lo que lleva adentro, de su memoria y también, de la reivindicación de su tierra. Y esto se nota en su menú”, planteó Acurio, dejando en claro que la gastronomía no es solo una comunión entre sabores, sino también una filosofía de vida y un canal poderoso para transmitir la cultura.
En este sentido, si bien algunos podrían pensar que ambas gastronomías son muy disímiles, esta cumbre de chefs se encargó de dejar en claro que hay un hilo conductor y muchos factores en común. Más de los que se piensan a primera vista.
Y ahí es cuando Martitegui recalcó una vez el impacto que tuvo la historia para afianzar lazos: “La Ruta del Inca era ese gran camino que empezaba en Perú, pasaba por el Norte Argentino y terminaba en Chile. Esto generó que la cocina de nuestra región hoy tenga muchísima conexión y muchos ingredientes similares, más de los que uno se imagina».
“El otro punto en común que tenemos es el espíritu de querer unir a la cocina de Latinoamérica, de respetar a nuestros productores, de seguir trabajando para definir nuestra identidad y que nuestras cocinas sean cada vez más visibles”, desafió.
Acurio se plegó a esta idea: “La puesta en valor de lo nuestro es la única oportunidad que tenemos para ser diferentes. No podemos renunciar a nuestra identidad. Por eso TEGUI hoy se convierte en una vitrina de nuestra cultura para el mundo. Y yo vengo a celebrar esto”.
Un menú de alto vuelo
A medida que se desarrolló el menú de nueve pasos que se ofreció durante una noche vibrante y que forma parte del ciclo ICBC Exclusive Gourmet, quedó en evidencia cómo el discurso de ambos chefs luego se terminó plasmando con solvencia en la práctica.