Fuente: IProfesional – Buscaba un cambio laboral, fundó una fábrica de pastas maquinadas, pero con ingredientes reales y ahora busca socios franquiciados para expandir a Furatti.
Antonio Puente se dedicaba a la importación de anteojos de lujo, pero un buen día decidió reinventarse para cumplir una cuenta pendiente: como su familia, que había tenido restaurantes, él quería dedicarse al rubro de la gastronomía y las pastas eran su especialidad. En 2015 inauguró en Escobar (Provincia de Buenos Aires) Furatti Originale, una fábrica de pastas que ahora, sin apuros, espera expandir bajo el modelo de franquicias en la zona AMBA de Buenos Aires.
«Furatti es una fábrica de pastas moderna pensada para el consumidor actual que quizás no tiene tiempo para cocinar, pero le gusta comer rico y sano. Nuestros productos están realizados con los mismos ingredientes que puede haber en cualquier casa, no tienen aditivos, conservantes ni sustitutos. Nuestros insumo son reales y el producto es maquinado para lograr escala y eficiencia, pero no industrializado», detalla Puente a iProfesional.
Como en casa, pero a escala
Canelones, fideos, ravioles y sorrentinos, pero también sus salsas. Además vende pizzas, tartas, ensaladas, fugazzetas y hasta postres. La idea, dice Puente, es resolverle el menú del día a día a sus clientes que hoy son de Escobar, Ingeniero Maschwitz y Pilar; donde tiene una sucursal en cada localidad: dos propias y una franquicia.
Los productos se elaboran todos en una planta de producción que Puente abrió en Escobar, desde allí abastece a las sucursales y franquicias, pero también al canal mayorista y próximamente a otros comercios de alimentos, que quieran montar un córner Furatti.
La decisión de empezar a franquiciar el negocio llegó como respuesta a la demanda de los propios clientes, fundamentalmente de aquellos que compran los fines de semana cuando van a su casa quinta y que incistentemente piden un Furatti en su barrio. Ahora, de la mano de la consultora Franchising Company, Puente espera cumplir el deseo de sus clientes de Pilar, Escobar y Maschwitz.
«No tenemos planteado un objetivo de aperturas a lograr, preferimos trabajar tranquilos y sin apuro para generar negocios exitosos de largo plazo. Vamos a abrir la cantidad de locales que podamos abastecer sin sacrificar la calidad de los productos, ese será nuestro límite», asegura.
No cortan las pastas a mano porque no es eficiente y aunque usan máquinas, el producto no es industrial
En cuanto a los productos, avisa el empresario, el franquiciado no tiene más que comercializarlo y asesorar al cliente sobre cómo prepararlos. A cada sucursal, dice, los productos llegan congelados o envasados al vacío sin perder su frescura ni propiedades. «Los productos cerrados al vacío tienen una durabilidad de 7 a 15 días y los congelados, tres meses», aclara.
Se necesitan unos u$s45.000 para abrir una franquicia Furatti
El franquiciado ideal para Furatti, dice Puente, es el que esté presente en el negocio, no necesariamente detrás del mostrador, ni todo el día, pero tiene que estar al tanto de lo que pasa en el día a día.
«No estamos buscando ampliar nuestra red con gente que lo piense financieramente y no vaya nunca. Si bien tenemos armado un protocolo de trabajo de atención bien detallado y estricto para que los clientes tengan una experiencia de atención memorable, creemos que es clave la complementariedad de la presencia del dueño comprometido con su gente, necesitamos un buen capitán del barco», explica el empresario franquiciante.
Para adquirir una franquicia Furatti, hay que invertir alrededor de u$s45.000 con la ventaja, remarca Puente, de que entre el 70 y el 80% es para heladeras y cámaras de frío de primer nivel que no pierden valor. El formato córner para comercios ya establecidos, también es franquiciable para el interior del país y la inversión, que dependerá de cuán esté o no equipado el comercio, oscila entre los 3.000 y 5.000 dólares.
El tiempo de recupero de la inversión ronda los 18 meses y aunque, explica, va a depender de la ubicación del local, la estructura y, por supuesto, el contexto del país, no supera los 30 meses. «La operación es muy sencilla y se resuelve con dos o tres personas y un franquero«, agrega.
La clave del éxito, dice Puente, es no apurarse. Primero hay que buscar el local adecuado y capacitarse bien para que los clientes tengan una experiencia de compra completa, porque, asegura, un cliente decepcionado, no vuelve.
La propuesta de Furatti es ir con franquicias a la calle de la zona AMBA y córners en comercios establecidos al interior del país
«Nosotros los vamos a acompañar desde el día uno para encontrar el local y el personal idóneo. También los vamos a capacitar en todos los aspectos del negocio y les vamos a dar todo resuelto, desde los productos de calidad hasta cómo presentarlos. Después es un trabajo del día a día, por y para el cliente que es lo único que importa porque cuesta mucho conseguir uno y es muy fácil perderlo», aclara.
Furatti, remata, es un negocio de continuidad, no de oportunidad. Por lo tanto, dice, busca franquiciados que quieran construir un trabajo a largo plazo, no le interesa sumar a la red a aquellos que solo persiguen rentabilidad.