Fuente: iProfesional – Posta de café continúa su plan de expansión del formato kiosco para llevar. ¿Cómo es su propuesta «llave en mano» para arrancar a facturar?
Posta de Café surgió para sumarse a la tendencia del café de especialidad, pero en formato kiosco para llevar. Sin embargo, en respuesta a la demanda de calidad entre los amantes del café, Nadia Moreno, su fundadora, decidió redefinir el modelo de negocios para ofrecer café de alta calidad, acompañado de una propuesta gastronómica saludable y un ambiente acogedor para sus clientes. La fórmula fue un éxito y, pandemia mediante, hoy cuenta con 8 locales, de los cuales 4 son franquicias; para el 2024, estima inaugurar al menos 10 tiendas más en todo el país.
La marca, inaugurada en 2017 con un primer local en el microcentro porteño (en Diagonal Norte y Esmeralda), nació con la idea de ser un negocio franquiciable. Moreno, licenciada en Marketing, dispuso todo desde el día uno para hacerlo posible: desde la estandarización de la calidad de atención hasta la selección de proveedores, considerando un comprometido vínculo para asegurar calidad y abastecimiento para la cadena Posta.
Como todo emprendimiento en sus inicios, Moreno enfrentó desafíos de todo tipo, pero a la larga la fortalecieron a ella como empresaria y a su negocio. Recuerda, por ejemplo, cómo superó una escalada en el precio del café en cuatro etapas y poco después la pandemia con su cuarentena y parate de la cotidineidad y la actividad económica.
La apertura de la primera franquicia
La primera franquicia tuvo lugar a escasos 200 metros de la primera y a solo seis meses de arrancar el negocio. Con esto, Moreno pudo otorgar una licencia de franquicia y ofrecer apoyo absoluto. Además, descubrió que la convivencia de sucursales en una zona es posible, ya que ambos locales, aun hoy, tienen su propia clientela.
Actualmente, además de las dos sucursales del microcentro, Posta tiene dos más en Barrio Norte, una en Palermo, una en Villa Urquiza, una en Recoleta y con un local en Concordia, Entre Ríos, ya dio los primeros pasos en su plan de expansión nacional.
La clave del éxito, dice Moreno, es servicio, presentación de productos, higiene y calidez; ítems que todo negocio debería tener desde sus cimientos, pero que al no abundar hoy se presenta como un diferencial. Posta de Café importa los granos principalmente de Brasil y Colombia, pero también, aprovechando las buenas cosechas, lo hacen de Perú, Vietnam y Kenya.
Nadia Moreno tiene planes de expansión tanto a escala nacional como internacional
Para la gastronomía trabajan con proveedores que les aseguran un menú de productos artesanales, ricos, caseros y saludables. En ellos se tercerizan los almuerzos (tartas, wraps), la pastelería, panificados de masa madre, budines, cookies y minicakes. «De cara a los franquiciados y como ventaja competitiva, la tercerización de los productos se traduce en una menor cantidad de personal en cocina», destaca la empresaria a iProfesional.
Así, para el 2024 espera inaugurar al menos 10 tiendas más a lo largo de todo el país y en 5 años tener su propio centro de producción. Por lo pronto, Moreno adelanta que en enero estarán abriendo una franquicia más en Recoleta, sobre la avenida Las Heras.
Para abrir una franquicia Posta de Café se necesitan u$s100.000
La franquicia, que es llave en mano, requiere una inversión de u$s100.000, teniendo en cuenta el fee de Ingreso, la obra civil, el equipamiento gastronómico, las habilitaciones, el reclutamiento y las capacitaciones de los empleados que trabajarán en esa franquicia. Con una rentabilidad neta del 50%, el retorno de la inversión, calcula Moreno, oscila entre los 14 y los 18 meses de actividad. «Cuando recuperan la inversión en el tiempo estimado, son los mismos franquiciados los primeros en querer inaugurar una segunda tienda», agrega orgullosa.
Mensualmente, los franquiciados abonan un 5% de la facturación bruta para publicidad, comunicación, investigación de mercados y nuevos productos. Aunque es variable y dependerá de la zona en la que esté el local, Moreno estima que el franquiciado puede llegar a facturar alrededor de u$s126.000 al año.
«Para que sea posible, la marca les dará apoyo continuo. Los capacitaremos en todo lo concerniente al negocio y los asistiremos desde la calibración de un molino hasta para que puedan manejar los temas contables, si se desempeñan por primera vez como autónomos. Queremos que les vaya bien, porque los franquiciados son quienes representan la marca«, asegura.
Los franquiciados de Posta, detalla Moreno, son personas que eligieron tener una franquicia como modo de autoempleo y están en el día a día del negocio. También hay otros franquiciados que, sin desentenderse, lo gestionan a través de supervisores.
Para 2024 se espera que Posta de Café sume 10 franquicias a la cadena, una ya está concretada e inagura en enero
«Ningún modelo es mejor que el otro, ya que al otorgar un territorio exclusivo, se analizan las capacidades, deseos y disponibilidad de tiempo del franquiciado para atender el negocio. Entonces, por ejemplo, si un franquiciado quiere estar en Palermo y cerrar sábado y domingo, no se lo considerará para esa ubicación, pero sí se le ofrecerá otra que se adapte más a sus necesidades, es decir, siguiendo el ejemplo, la zona de Retiro que trabaja con oficinas y turistas», explica.
Eso sí, aclara, la cadena apunta a desarrollarse siempre en ciudades con una gran concentración geográfica donde además se valore el café de especialidad como Córdoba, Rosario y Bariloche. Y, adelanta, también en el plano internacional apunta a llevar la marca con franquiciados a ciudades como Miami, Santiago de Chile y Montevideo.
En cuanto al tamaño de los locales, la marca requiere un mínimo de 100 metros cuadrados para ser atendido por 8 empleados, cuatro por turno, entre baristas, cajeros, personal de cocina y meseras.