Fuente: Clarín ~ “Leandro te está llevando tu pedido”, dice una notificación de la aplicación móvil de Uber Eats a los pocos minutos de haber elegido la hamburguesa con papas fritas que estaba de promoción. Y así como él, cientos de motos y bicicletas con cajas de todos los colores recorren las calles del Oeste y son parte de esta nueva modalidad de delivery que poco a poco se está expandiendo por todo el país.
La primera en desembarcar en la zona para hacer de intermediaria entre el usuario y el restaurante fue Pedidos Ya, hace 5 años, y es la que cuenta con una mayor cobertura y una gran cantidad de comercios adheridos en Moreno, Merlo, Morón, Ituzaingó, Hurlingham y La Matanza que rondan entre los 60 y los casi 200, dependiendo del lugar específico en que esté el usuario.
“En la zona Oeste tenemos la base más grande de usuarios, pero por políticas de la empresa, debemos mantener estos números de manera confidencial”, explican desde la empresa.
Con el tiempo se fueron sumando Rappi, Glovo y Uber Eats, y se multiplicaron también los usuarios que comenzaron a descargar las aplicaciones para aprovechar las ofertas y cupones de descuento que éstas empezaron a ofrecer para ganar la fidelización de los nuevos clientes.
“Vivo sola y muchas veces me sale más barato comprar comida a través de la aplicación que ponerme a cocinar. Todo el tiempo hay promociones, por eso hay que tener todas descargadas y comparar”, cuenta Gema Gómez, vecina de Morón.
En el caso de Rappi y Glovo, además de dar la posibilidad de comprar en restaurantes, brindan la opción de hacer compras de supermercado, kioscos, o hasta buscar elementos personales.
Glovo llegó al Oeste hace pocos meses y aseguran que han crecido tanto en órdenes como en cantidad de repartidores. “Hasta la fecha tenemos más de 30 mil descargas en la zona y 179 repartidores”, detallan. Por el momento se puede usar en La Matanza, Ramos Mejía, Ituzaingó, Morón, Castelar y Haedo.
Uber Eats fue la última en desembarcar en el país y eligió el Oeste para comenzar con su plan de expansión por el Conurbano. Fue así que el 25 de abril llegó a Ramos Mejía y después se lanzó en los principales centros urbanos que, dentro del Oeste, incluyen San Justo, Lomas del Mirador, Haedo, Morón, Ituzaingó y la última incorporación de Castelar hace poco más de un mes.
“Veíamos una gran oportunidad en Castelar, donde hay una oferta muy interesante y variada. La cantidad de pedidos que se realizaron desde el primer día superó ampliamente nuestras expectativas”, aseguran desde la empresa.
Los comercios de la zona también se vieron beneficiados por el desarrollo de estas aplicaciones ya que les permiten ampliar el área de alcance y mejorar los tiempos de entrega. “Nos aumentó la venta y nos hizo llegar a personas que no nos conocían, pero la comisión por los servicios es alta”, asegura Lautaro Bonapelch, de La Ensaladería, que cuenta con sucursales en Castelar e Ituzaingó.
Uno de los aspectos que genera más discrepancias entre quienes están a favor y en contra del desarrollo de servicio es la precarización laboral porque quienes realizan el delivery son monotributistas y no empleados fijos. Sin embargo, desde las empresas explican que son fuente de trabajo para muchas personas.
“Somos una plataforma a través de la cual muchas personas tienen la posibilidad de generar ingresos rápidamente, sin barreras y con total libertad de horarios y lugar. Creemos que, en muchos casos, funciona como una herramienta de inclusión”, destacan desde Pedidos Ya.
Todas las empresas consideran que seguirán creciendo en los próximos tiempos. Es decir que los repartidores con sus cajas de colores llegaron para cambiar el paisaje urbano y serán cada vez más.