Fuente: La Nación ~ Si bien las normas siguen siendo las mismas, la pandemia dejará nuevos comportamientos que tendremos que incorporar a largo plazo, tanto en los locales de comidas como en la cocina de nuestras casas.
Si hay un sector que recibió fuertemente el impacto de la pandemia a nivel mundial fue el gastronómico. De a poco se comienza a reactivar su funcionamiento, sobre todo en el interior del país, donde en muchas provincias se ha ido flexibilizando el aislamiento.
Como consumidores extrañamos la experiencia de disfrutar de una comida servida en un ambiente agradable, de compartir un café con la gente que queremos y para algunas zonas del país, aún parece un poco lejano cuando podamos volver a vivir esos momentos. Aquellos establecimientos que puedan sortear esta tormenta sin duda deberán ofrecer al cliente algo más que lo que se conoce hasta hoy, porque esta pandemia ha cambiado hábitos y costumbres y ha resaltado la necesidad de seguridad y el acceso a información que transmita esa seguridad.
Comportamientos a largo plazo
Como toda crisis, traerá oportunidades y entre ellas, la gastronomía deberá reinventarse: no solo en el servicio y el producto a ofrecer, sino en la seguridad brindada al cliente.
«El consumidor hoy está sumergido en el acceso a múltiples formas de información, idas y vueltas en lo que es seguro y lo que no, y esto lo que genera es incertidumbre y vulnerabilidad. Por ello, pensamos que aquellos gastronómicos que puedan ofrecer la seguridad de comer en un lugar donde el cuidado de la salud de sus clientes es la premisa, son los que harán la diferencia. Nosotros nos proponemos generar una red de profesionales en higiene de alimentos y establecimientos gastronómicos que cumplan con las Buenas Prácticas de Elaboración y esto se visibilice a través del sello Cocina Cuidada, dando la tranquilidad que todos los aspectos, desde la selección de las materias primas hasta el servicio del plato final son cuidados para prevenir enfermedades», explica Gabriela Broggi, directora técnica de Cocina Cuidada, emprendimiento profesional dirigido a los servicios gastronómicos en sus diversas formas, con la finalidad de asegurar la elaboración y servicio de alimentos que no produzcan ningún daño o enfermedad a los consumidores.
En la búsqueda de seguridad aparecen en distintos lugares del mundo certificaciones de calidad de lugares libres de COVID-19, pero lo importante es hacer foco en la seguridad integral: un establecimiento que trabaja bajo normas de calidad, abarcará con sus procedimientos todo el abanico de prevención de distintos riesgos que pueden darse en una elaboración y servicio de alimentos, desde Enfermedades de Transmisión Alimentarias, Alergias y también protocolos de trabajo sobre COVID-19.
Consejos para el hogar
«Aspiramos a que la gastronomía se reinvente y vuelva a brillar ofreciendo esos momentos que la hacen un rubro único, con el plus de la seguridad para los consumidores», detalla Gabriela Broggi y brinda consejos para tener en cuenta a largo plazo en nuestros hogares:
- Cocinar completamente los alimentos. Llegar a 75 °C en el centro de lo que cocinamos. En las carnes la ausencia total de jugos rosados.
- Enfriar rápidamente los alimentos, evitar la exposición a temperatura ambiente y cortes de la cadena de frío porque allí es cuando se multiplican más rápidamente las bacterias.
- Evitar la contaminación cruzada: fundamental. Los alimentos crudos no deben tomar contacto con los alimentos cocidos ni en forma directa, ni indirecta a través de utensilios. Por ejemplo, separar adecuadamente crudos y cocidos en la heladera. No colocar crudos sobre cocidos, ya que los pueden chorrear y contaminar. Tener tablas de corte diferentes: una para carnes crudas y otra para alimentos cocidos o ensaladas. Si un elemento tocó la carne cruda, no usarlo sin lavarlo completamente para tocar otros alimentos. Lavarnos minuciosamente las manos luego de manipular alimentos crudos o sucios.
- Mantener la higiene de la cocina y de los elementos de uso en la cocina, y por supuesto de nuestras manos.
- La limpieza y desinfección de los alimentos que compramos hoy toma relevancia: al lavado con agua y detergente de botellas, latas y todo alimento que ingresemos a nuestras alacenas y heladeras seguirá la desinfección posterior con un paño embebido en alcohol al 70 % (7 partes de alcohol 3 de agua) o agua oxigenada 10 volúmenes (parte de agua oxigenada 5 de agua) o una solución de lavandina (ver etiqueta para dilución, lavandinas hogareñas 10 gotas por litro de agua).
- Es fundamental el lavado y desinfección frutas y verduras que debe ser un procedimiento de rutina (así como la higiene de botellas y latas) en los hogares. Para el lavado y desinfección de frutas y verduras, debemos primeramente retirar partes feas haciendo un primer lavado con agua. En algunos casos también se recomienda el retiro de capas externas, que son las que más concentración de agroquímicos tienen, luego deberán sumergirse en un recipiente o bacha previamente limpia llena con agua y lavandina diluida (que en su etiqueta indique que es apta para alimentos), dejar sumergidas 10 a 15 minutos, enjuagar con agua, secar muy bien idealmente con servilletas de papel y almacenar en un recipiente limpio hasta su uso.