Fuente: IProfesional – Parra Payments comenzó como un modo de pagar rápidamente en un bar vía QR, pero fue sumando opciones para ayudar a un sector golpeado en la pandemia
Muchos emprendedores digitales encontraron en la cuarentena una manera de potenciar sus trabajos y sus ventas. Para otros, la situación fue un poco más compleja. Así le sucedió en marzo a Augusto Hassel, de 32 años, y Jonathan Rivas, de 35, fundadores de Parra Payments, la aplicación que busca brindar una solución 100% contactless para bares, restaurantes, cafés y hoteles.
«Parra es Glovo pero a la inversa«, resume Augusto Hassel. «La idea de Glovo ya la conocemos, es un servicio que nos sirve para uno pedir algo y que te llegue a tu casa. La idea de Parra era hacer lo mismo pero incentivando a las personas a que salgan y ahorren tiempo en sus salidas. Pero cuando surgió la pandemia tuvimos que hacer un pequeño spin-off«, agrega.
Parra permite ver el menú de los establecimientos online a través de un QR y también realizar las compras y los pagos a través del mismo sitio. Con la llegada del coronavirus y el cierre de los locales gastronómicos, sus creadores tuvieron que ingeniárselas para seguir avanzando de otra manera. Lo mismo sucedió cuando comenzó la reapertura paulatina de esos establecimientos porque la propuesta de menús con código QR se popularizó.
¿Cómo ofrecer un servicio que tuviera un diferencial en este nuevo mundo? Parra encontró la respuesta ofreciendo la opción del menú de manera gratuita y la posibilidad de reunir en un solo lugar no sólo la carta sino también los pagos, con un marketplace que fue creado en tres meses.
«La idea de Parra surgió estando en un bar, en un típico after office en el que terminas estando una hora parado en la caja para comprarte una cerveza y ahí es donde terminas hablando con tu amigo de parado, en vez de poder sentarte tranquilo a tomar un trago», relata Hassel
Y continúa: «A partir de ahí nos preguntamos por qué no podíamos armar una aplicación donde compráramos las cosas de antemano y nos salteáramos la parte de ir a la caja e ir directamente a la barra con un código QR que sea leído por el establecimiento, sin perder tiempo en la caja y pudiendo charlar con nuestro amigo de lo importante y de lo caótico que fue nuestro día».
La idea fue hablada con allegados antes de concretarla de manera definitiva: «Empezamos a charlar con un montón de amigos y a recibir palos para validar si lo que estábamos haciendo tenía alguna razón de ser. Cuando más o menos teníamos la idea un poquito más clara, decidimos contactarnos con los desarrolladores que ya conocíamos de antes y efectuar nuestra primera inversión de capital propio para empezar a hacer realidad», recuerda Hassel.
El dato curioso es que Jonathan y Augusto ya se conocían por haber trabajado juntos en un proyecto anterior de Hassel, en el que Rivas había decidido apostar económicamente: «Jonathan fue inversor en una startup mia, con lo cual nos conocemos en una experiencia en la cual él perdió plata conmigo y a pesar de eso hoy decidimos juntarnos y armar este otro emprendimiento«, cuenta el ahora cofundador.
Parra está hecho por emprendedores y, como tales, quisieron que el coronavirus no fuese un punto muerto. Page Nichols, encargada del área de desarrollo de nuevos negocios, asegura: «Valoro mucho que Parra haya nacido prepandemia porque estamos viendo un montón de personas o empresas que están aprovechando el momento, como dicen: ‘La necesidad es la madre de la invención'».
Además, explica: «Es verdad que la pandemia nos vino justo en marzo cuando estábamos en punto de tomar vuelo y tuvimos que recalcular, pero también siento que es importante aprovechar de esas pausas y pensar qué podemos hacer con este ‘tiempo muerto’, nosotros por ejemplo pensamos en el QR gratuito del menú que la verdad es una muy buena puerta de entrada, sobre todo porque después pueden habilitar la parte del marketplace y hacer las compras dentro de la misma empresa, algo que nos diferencia de la mayoría de los QR que son estáticos».
Según Nichols, este relato es parte de su mundo: «El adaptarse a un escenario cambiante es una buena metáfora de la vida de los emprendedores: siempre hay inesperados y cosas que te toman por sorpresa pero hay que verlo de forma positiva y pensar que tal vez resalte temas que no tenías contemplados antes y te haga pensar en cómo podes resolverlos para mejorar y lograr un producto súper cerrado y fuerte. Creo que Parra tiene esa visión más amplia e integral que trasciende la situación de pandemia», asegura.
Mientras tanto, el equipo mira mucho lo que sucede en el exterior, no sólo en términos de tecnología sino también en términos de coronavirus. «Yo veo muchas tendencias en Norteamérica que nos anticipan un poco por dónde va el camino para que podamos elegir qué nos llevamos de eso y cómo lo adaptamos a nuestro mercado local«, explica Page Nichols. Augusto Hassel completa: «Ahora, uno de los desarrolladores está en España por lo cual también tiene esa visión de futuro en relación a la pandemia y eso nos va a dar una idea de que van a hacer allá».
¿Cómo funciona hoy Parra? «En la app mobile hoy te encontrás con un montón de establecimientos con su posición geográfica donde podés ver el menú y comprar. Por otro lado tenes la parte del QR que es un servicio que brindamos de manera completamente gratuita: cualquiera que tenga un establecimiento y que quiera tener su propio QR, nos avisa, le creamos un usuario donde ellos cargan el menú o incluso nosotros los ayudamos a hacerlo», explica el cofundador de Parra. Para funcionar, el establecimiento sólo necesita contar con una cuenta de Mercado Pago.
Hoy, Parra se encuentra en una etapa preseed: «Es la típica fase de las tres F: families, friends and fools (familia, amigos y tontos o locos), donde en realidad de las tres F solamente tenemos una que es la de fools que somos Johny y yo», dice entre risas Hassel. Hasta ahora llevan una inversión propia de cerca de un millón de pesos y están cerrando una ronda de inversión para expandir el equipo de cara al año que viene.
En el futuro, todos los integrantes de Parra esperan que la tendencia al contactless crezca más y más, aunque no esperan que eso suceda en el corto plazo. «Más allá del tema de pandemia, creo que a la Argentina le va a costar muchísimo soltarle la mano a lo que es el efectivo«, asegura Nichols
Aunque aclara: «Obviamente el salto que pegó en este tiempo aceleró lo que es un cambio de paradigma. Si bien cada mercado tiene sus sutilezas y sus cualidades creo que, aunque no sea este mes, ni el próximo ni el año que viene, Argentina va a terminar sumándose porque la gente lo va a exigir, se va a demandar cada vez más flexibilidad y, en ese sentido, la adhesión tal vez tarde un poco más pero para mí llegó para quedarse, por eso es un muy buen momento para que los negocios se animen y sean pioneros».
Animarse es un concepto en el que Augusto Hassel coincide aunque esta vez el mensaje es para los emprendedores: «No sé no se guarden la posibilidad de hablar las ideas, choquénlas con todo el mundo, salgan de ese confort de pensar que la idea vale algo por sí sola; sino lo hacen después conocemos a la típica persona que llega a los 45 años y dice: ‘En realidad yo tuve esa idea pero otro la hizo antes’. No está bueno llegar a los 45 años y pensar: ‘Podría haber sido yo».