Fuente: TN ~ Fue escrito por la historiadora de alimentos Rachel Laudan y abarca 5.000 años de historia. Las influencias sociales y políticas en nuestro plato de cada día.
¿Qué hay detrás de los platos que comemos todos los días? ¿Qué historias esconden los ingredientes y las técnicas? ¿Cuáles son las cuestiones políticas puestas en juego en nuestra mesa? Esas son algunas de las preguntas que se propone responder “Gastronomía e impero. La cocina en la historia del mundo”.
El libro, editado por Fondo de Cultura Económica de Argentina, fue escrito por Rachel Laudan. Ella es historiadora de la ciencia y de la tecnología, además de autora del galardonado libro “Cuisine and Empire: Cooking in World History”.
La tarea que se propuso Laudan es tan titánica como fascinante: contar los últimos 5 mil años de historia de la alimentación, desde los granos a los multiprocesados del siglo XXI, como las hamburguesas y los congelados.
“Somos animales que cocinan. Las sociedades humanas, desde algún momento al principio de su historia, comenzaron a depender de la comida cocinada, y comían alimentos crudos sólo como complemento. Cocinar era difícil, consumía mucho tiempo y requería de enormes cantidades de energía humana. Fue una de nuestras tecnologías más importantes”, escribe la autora, en la introducción de su libro.
El viaje que propone Laudan con su libro es tan estimulante como un plato sabroso. Su escritura es dinámica y apasionante. Y hace que nos veamos interesados por cuestiones en la que nunca antes habíamos reparado. Algunos críticos calificaron al libro como la mejor historia de la cocina occidental de todos los tiempos.
El punto de inicio de su investigación es el dominio de la cocina en base a los granos (20000-300 a.C). Y la importancia que la cocina tuvo en nuestras vidas y evolución.
“El acto de cocinar reblandecía la comida de manera que los seres humanos ya no tuvieran que pasar cinco horas al día masticando, como hacían sus parientes los chimpancés. La comida era ahora más digerible, con lo que cual se incrementaba la cantidad de energía que podían extraer de una porción determinada y canalizarla al cerebro”, escribe la autora.
Luego, aborda las cocina sacrificiales con base en la cebada y el trigo, el budismo y su transformación de las cocina de Asia meridional y, por supuesto, las cocinas modernas, a partir de 1810 y hasta el inicio de este nuevo milenio.
A lo largo de ocho capítulos, el libro describe maravillosamente la diseminación de las cocinas a lo largo del planeta y la forma en la que ellas fueron formando la herencia culinaria global que hoy tenemos.
Todo con un lenguaje fresco, lejos de la formalidad y cerca del placer de un buen plato de comida casera.