Cocinar con algas mirando el océano: “El mar nos da los ingredientes”

Fuente: TN – No es un restaurante, es una casita con una sola mesa. No hay menú estricto, depende de la pesca del día. “Amar algas”, el sueño de Carola Puracchio.

A 1680 kilómetros de Buenos Aires y a 252 de Trelew, en la costa del Golfo San Jorge, se encuentra Camarones, un rincón patagónico que parece detenido en el tiempo. Con sus casas bajas de colores pastel, la vida aquí transcurre a un ritmo pausado, acompasado por el ir y venir de las mareas y el rumor de las redes de los pescadores. En uno de los tantos rincones de la costa, hay una “casita gastronómica” comandada por Carola Puracchio: “Amar algas”.

“Camarones es un pueblo rodeado de mar y desde chicos crecemos alimentándonos con lo que el mar nos brinda: pesca fresca, recolección de mejillones, almejas, vieras, cholgas, lapas, caracoles, algas…”, explica Carola.

Esta casita gastronómica frente al mar, como la llama ella, ofrece una experiencia culinaria íntima con una sola mesa para reservas de hasta 22 comensales y un ingrediente estrella: las algas marinas, que personalmente recoge Carola cada mañana: “Incluir las algas en la gastronomía surge por la necesidad de sacar el alga undaria del mar… de nuestro mar”. Con su proyecto, llegó a la final del “Prix Baron B – Édition Cuisine”.

Para Carola, el proceso de cocinar empieza con la recolección (Foto: Instagram/amar.algas)
Para Carola, el proceso de cocinar empieza con la recolección (Foto: Instagram/amar.algas)

Este espacio nació en 2020, inspirado por la necesidad de retirar las algas que amenazan la biodiversidad marina, y desde entonces, se ha enfocado en concientizar a los visitantes sobre la problemática del océano y la fauna marina. “Por ser un alga exótica e invasora es muy nociva para el ecosistema marino. A pesar del daño que puede causar a nuestras especies autóctonas tiene muchísimos nutrientes. Vitaminas, proteínas, fibras, calcio y hierro lo que la convierte en un super alimento”, detalla la cocinera.

“Cocinar siempre me gustó es una de las cosas en la q pierdo la noción del tiempo”, se entusiasma Carola que, con 22 años de experiencia en la cocina, decidió revalorizar las algas. “El mar atlántico tiene muchas especies de algas comestibles y todas con similares propiedades además de crecer de manera natural sin necesidad de tierra fertilizantes ni agua potable. Me gusta llamarlas el alimento del futuro”.

Carola también prepara algas en escabeche (Foto: Instagram/amar.algas)
Carola también prepara algas en escabeche (Foto: Instagram/amar.algas)

Las algas se pueden consumir crudas, cocidas, horneadas, asadas, en polvo y en escabeche. Son una excelente fuente de proteína, fibra, hierro, yodo, calcio, magnesio, vitamina K, ácidos grasos de Omega-3 y varias vitaminas del complejo B.

En “Amar Algas” todo es regional y de estación. El menú sigue a la naturaleza y se acomoda a lo que ofrece. Cocinan con la pesca y la recolección del día: “Todos productos de excelente calidad, ya que el nuestro es un mar limpio al que no se le tira ningún tipo de desechos. Nos abastecemos de los pescadores y recolectores locales. La verdura proviene casi en su mayoría de la huerta orgánica del pueblo y de este modo circula nuestra economía”, explica el alma de la casita gastronómica.

Tabla de mariscos, algas, vieiras, langostinos, calamares, buñuelitos de algas, escabeche de algas y pulpo, empanaditas de pescado y mejillones (Foto: Instagram/amar.algas)
Tabla de mariscos, algas, vieiras, langostinos, calamares, buñuelitos de algas, escabeche de algas y pulpo, empanaditas de pescado y mejillones (Foto: Instagram/amar.algas)

La sal tampoco se compra en ningún supermercado: “En cada plato que servimos y preparamos con mucho amor, hay un ingrediente único y especial, sal marina recolectada artesanalmente en las costas de camarones”, explica en su cuenta de Instagram.

Sal marina clásica, al malbec  y sal marina con especies y escamas de algas (Foto: instagram/amar.algas)
Sal marina clásica, al malbec y sal marina con especies y escamas de algas (Foto: instagram/amar.algas)

Sorrentinos de escrófalo y algas marinas, el plato que busca un premio

Carola Puracchio y su proyecto “Amar Algas” llegó a la final de del Prix Baron B – Édition Cuisine de este año con unos sorrentinos de masa de wakame rellenos de escrófalo, maridado con Baron B Brut Nature.

Con ella compiten Gunther Moros, al frente de la “Experiencia Cocina Regenerativa – Margay Reserva Natural & Lodge” en la selva misionera y Juan Cruz Galetto, que lidera “La Matilde” en Traslasierra, Córdoba

Cocinar con algas mirando el océano: “El mar nos da los ingredientes”

Moros presentó “Bajo monte” un plato inspirado en el “Pirá paquete”, pacú envuelto en hoja de banano y cocinado al rescoldo, recubierto con barro ña’ú, acompañado con una salsa cítrica de frutos nativos como pitanga, hierbas aromáticas y tubérculos de producción local, y perlas de tapioca; con tubérculos de uso ancestral en la región, como la mandioca fermentada, batata y ñame; y con un toque crocante con el tradicional reviro misionero, yuyos de la zona y hongos nativos. Este plato autóctono reversionado se presentó maridado con Baron B Brut Nature.

El plato con el que se inscribió Galetto se llama “Bosque serrano” y está compuesto por esferas de queso de cabra tibio, néctar de flores, gírgolas crocantes en manteca propia, hierbas silvestres, jugo de hongo de molle y algarroba. El maridaje fue ideado con Baron B Brut Nature.

Los tres proyectos finalistas participarán de la final el 28 de agosto a realizarse en el Faena Art Center, en el que los cocineros realizarán sus recetas y presentarán sus proyectos en vivo para que luego el jurado, conformado por Mauro Colagreco, Pablo Rivero, Marsia Taha y Pedro Bargero,de termine quién de ellos será el ganador del Prix Baron B – Édition Cuisine 2024.

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