Fuente: Clarín ~ Se trata de uno de los sectores más golpeados por la pandemia de coronavirus. Los restaurantes porteños llevan más de 40 días cerrados y sólo algunos apelan al delivery para tener algún tipo de ingreso. Y se sabe que van a ser, junto a los hoteles, los últimos en poder volver a abrir con normalidad.
Mientras planean protocolos para poder volver a funcionar y gestionan ayuda estatal para atravesar la crisis, se encontraron con la sorpresa de las facturas de luz que, según el tamaño del establecimiento, llegaron con montos que van de los $ 100 mil hasta $ 1 millón.
Cómo si fuera poco, ante el reclamo se encontraron con un insólita respuesta del Ente Nacional Regulador de la Electricidad. La nota de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) que pedía contemplar la situación de los establecimientos hoteleros y gastronómicos fue rechazada por el ENRE debido a no haber ingresado por mesa de entradas “firmada de forma manuscrita y escaneada” por los remitentes, así “como sus respectivos anexos”.
La respuesta sorprendió a los empresarios, en medio del aislamiento social y obligatorio que imposibilita las reuniones e insta a limitar lo más posible los traslados. “Todos los días sacamos circulares con firmas ya escaneadas y es el primer lugar en el que nos plantean esta objeción”, le dijo a Clarín, Ariel Amoroso, titular de la AHRCC.
En la carta, a cargo de las principales autoridades de la AHRCC y dirigida al interventor del ENRE, Federico Basualdo Richards, se pedía contemplar la desesperada situación de los establecimientos hoteleros y gastronómicos para ajustar de manera correspondiente el importe a pagar por el servicio de electricidad.
En concreto, la AHRCC le solicitaba al ENRE que intervenga para que las empresas Edenor y Edesur dejen sin efecto la facturación del cargo fijo respecto de la potencia contratada hasta que termine el aislamiento social obligatorio, ya que casi todos sus asociados cerraron sus operaciones y no tienen ingresos.
«Una ridiculez en estos tiempos de cuarentena. Y más teniendo en cuenta que la enviamos de forma electrónica pero utilizando la firma digital. Directamente no nos tomaron el pedido. Y en el texto decimos que no es que no queremos pagar el servicio de electricidad, sólo pretendemos que nos cobren el básico», destacó Amoroso.
La AHRCC representa a unos 500 restaurantes y unos 900 hoteles. Estos últimos, en su mayoría, no tienen ningún tipo de actividad hace más de un mes. «Nos están llegando facturas como si estuviésemos al 100% de la operatividad siendo que tenemos todo cerrado. Hay establecimientos chicos que recibieron facturas de $ 200 mil y de hasta $ 1 millón los más grandes», enfatizó Amoroso.
Desde la AHRCC también le habían solicitado al ENRE un plazo de gracia de tres meses luego de la reapertura de las empresas y que se incluya a los establecimientos gastronómicos y hoteleros en la normativa que impide a Edenor y Edesur cortar sus servicios en caso de mora o falta de pago.
En este contexto, la negativa del ENRE fue objetada en la entidad empresaria, donde ya se habla de “inexplicables” trabas burocráticas. “Están en juego no sólo los establecimientos, sino también miles de puestos de trabajo”, destacaron.