Fuente: Cronista ~ El fin de semana del 13 de junio fue el regreso oficial de los restaurantes de Mendoza, tras meses de cierre por la cuarentena ante la pandemia del coronavirus. Con nuevas reglas y protocolos, Mendoza fue la primera provincia en concretar la apertura del sector gastronómico, hoy destinado únicamente para los mendocinos ya que aún no se permite el turismo desde otras provincias.Con más de 15 días operando con nuevos protocolos, quienes manejan 4 restaurantes de bodegas en Mendoza cuentan cómo cambió la experiencia gastronómica. la reacción de los clientes y cómo funciona ‘la nueva normalidad’.
1 – Rosell Boher Lodge
A fines de 2019, The Great Wine Capitals (red mundial de 10 ciudades del Viejo y del Nuevo Mundo del vino, que promueve la excelencia en el turismo enológico) destacó a Rosell Boher Lodge como el Mejor Restaurante de Bodega del Mundo 2020. Se abría un año prometedor, pero a los pocos meses de comenzado el año, la pandemia de coronavirus obligó a cerrar las puertas del establecimiento.
Sin embargo, debido a la poca cantidad de casos en Mendoza, y con la implementación de estrictos protocolos, el sábado 13 de junio fue la fecha en la que pudieron volver a abrir, tanto el restaurante como el lodge, aunque por el momento sólo para clientes locales ya que el turismo interprovincial continúa vedado.
Con una renovación completa de su carta y descuentos superiores al 50% en el alojamiento, el restaurante premiado comenzó a funcionar los fines de semana al mediodía (otros días y horarios, consultar), siempre con reserva previa y en mesas no mayores a 6 personas.
«Tenemos la suerte de haber recibido un gran apoyo por parte de los mendocinos y de haber tenido siempre llena la capacidad permitida, que es el 50% del total. Tenemos todo cubierto para los próximos fines de semanas «, relata Alejandra Gil Posleman, gerenta del lugar.
«Ha sido una etapa de aprendizaje ajustarnos a los nuevos protocolos que baja la provincia y el Ministerio de Turismo. Además de seguir los lineamientos generales, Rosell Boher ha puesto especial énfasis en alguna áreas, yendo un poquito más allá de lo que piden los protocolos generales, para brindarle seguridad a todos los que nos visitan tanto en alojamiento como en restaurante. Dado que Mendoza no ha presentado muchos casos, hemos podido ir avanzando en distintas fases y toda la hotelería y la gastronomía está abierto al turismo interno de la provincia, excepto San Rafael», relata.
En cuanto al impacto de los protocolos, Gil Posleman explica cuál fue la reacción de los clientes. «Al principio al mendocino le costó acostumbrarse al código QR, a no tener la carta en la mano, a escuchar al mozo a través del barbijo. Pero llegan y saben que tienen que tomarse la temperatura, que los mozos los van a recibir con sus barbijos y sus guantes, que los cubiertos van a estar en bolsitas individuales de plástico, que no tenemos más mantel de tela sino de papel y que el alcohol en gel pasó a ser un nuevo adorno en nuestras mesas«.
2- Pan y oliva
Todos los sábados, domingos y feriados, ya se puede visitar el restaurante Pan y Oliva – Casa de Zuelo Virgen Extra, de la bodega Familia Zuccardi. La novedad en la propuesta gastronómica es la carta acotada de platos elaborados a partir de ingredientes frescos y conservas de producción propia de frutas y verduras de su huerta orgánica, con los sabores de los aceites de oliva recién producidos y sus vinos, acompañando.
«Decidimos arrancar únicamente los fines de semana porque si bien solíamos abrir de lunes a lunes, nuestro público era mayormente extranjero. Por el momento, los sábados y domingos son una propuesta atractiva para los locales. Y la respuesta ha sido muy positiva», relata Julia Zuccardi. «Muchos de los que han venido son personas que ya conocían el concepto de Pan y Oliva, clientes asiduos, por ende es casi como un reencuentro. Y los nuevos se han sorprendido por la frescura de los productos«, agrega José Lago, sommelier del restaurante.
«Hay un protocolo bastante estricto que hay que seguir y una de las primeras disposiciones es trabajar al 50% de la capacidad del salón. Pan y Oliva es chico, así que implica un número muy reducido de comensales. La gente tiene que firmar una declaración jurada, las mesas tienen que tener 2 metros entre sí, no pueden ser de más de 6 personas por mesa, tiene que haber alcohol en gel, se tiene que tomar la temperatura y el personal debe usar barbijo. Cubiertos envueltos, servilletas de papel, nada de tela y no se puede hacer degustación de ningún producto», explica Zuccardi acerca de los protocolos implementados.
Acerca del flujo de clientes, Julia Zuccardi explica: «No llegó una explosión de gente desesperada por salir, pero sí hay público. Nos pasó que no venía habiendo casos y para el Día del Padre teníamos todo reservado y aparecieron algunos positivos en la provincia y mucha gente se dio de baja, pero cerca de la fecha se volvió a llenar. Nosotros estamos siendo súper cuidadosos con las medidas de seguridad e higiene y los protocolos. Entendemos que la gente tiene ganas de salir pero busca lugares donde se sienta segura y cuidada«, expresa.
«Otra cosa interesante que creo que las bodegas tenemos un atractivo extra para el público: el espacio al aire libre. Tenemos jardines, parques, senderos, donde no hay chance de amontonamiento. Nos viene pasando que cuando la gente termina de comer sale al parque a comer el postre o a tomar el café, va a caminar por la huerta. Creo que el encierro y el aislamiento hace que la gente busque opciones en contacto con la naturaleza para pasar el día», concluye.
3- Abrasado Restaurante
Parte de la bodega Los Toneles, fundada por la Familia Millán, Abrasado reabrió sus puertas y vuelve a ponerse en marcha sin dar de baja el delivery ni el take away, cuya carta ofrece las mejores carnes maduradas, vinos, aceites de oliva, aceto balsámico y especias provenientes de fincas y viñedos propios.
«Los primeros 10 días fueron sumamente atípicos, pensábamos que iba a ser de poca afluencia de comensales pero nos llevamos una grata sorpresa. Sólo los dos primeros días trabajamos poco, pero luego siempre en alza así que estamos muy felices», explica Melisa Millan, gerente de Hospitalidad de Bodega Familia Millán y Restaurant Abrasado. «El promedio de comensales recibidos entre los días jueves a domingos es entre 50 y 60 personas, por día, distribuidas en los dos salones que posee el restaurante. Uno es el de siempre y el otro lo sumamos para poder tener más distanciamiento entre las mesas según el protocolo», agregó.
En cuanto al nuevo formato de servicio, Millan explica que ya habían empezado a aplicar cambios antes de la cuarentena. «Por ese motivo no nos resultó ni complicado ni engorroso a la hora de volver a reabrir nuestras puertas. En la cocina, más allá de que se hace mucho más hincapié en la limpieza de manos y de productos, ya teníamos incorporado requisitos como la utilización de barbijos de todos los cocineros y bacheros, asi como de guantes y cofias, más la limpieza de áreas comunes más asiduamente.
4 – Ramos Generales
La Bodega Kaiken, ubicada en Vistalba, Luján de Cuyo, a sólo 20 kilómetros de la ciudad de Mendoza, emplea prácticas enológicas con un fuerte compromiso con el medio ambiente. En ese marco, la bodega ofrece una amplia variedad de actividades turísticas que apuntan a diferentes públicos y momentos del año. Una de ellas es su propuesta gastronómica Ramos Generales, de la mano de Francis Mallmann.
«Los dos primeros fines de semana tuvimos un promedio de 45 personas por día, el siguiente llegamos a los 80 comensales por día. Nuestra capacidad máxima en época de pandemia es de 110 personas, ya que contamos con un espacioso jardín donde colocamos las mesas con el distanciamiento requerido por el protocolo vigente», explica Carolina Macaya, gerente de Hospitalidad y Turismo de Bodega Kaiken.
Quienes desean asistir, deben realizar la reserva previa por mail y a través de ese medio se les informa sobre los requerimientos del protocolo. Además se les envía un formulario con la declaración jurada que deben llenar. Se toman reservas sólo de los autorizados a circular dependiendo de la terminación de su DNI y la persona que hace la reserva se hace responsable del resto de la mesa.
«Las reglas fueron estudiadas durante varias semanas antes de abrir Ramos Generales al público, ya que contamos con el apoyo del área de Higiene y Seguridad de Bodega Kaiken. Somos afortunados porque la cocina es en realidad en un horno de barro y diversos fuegos en el exterior, no dentro del edificio de la bodega, lo que nos da más libertad de movimiento«, concluye Macayá.