Fuente: Infobae ~ Martín Cabrales se desempeña como vicepresidente de Cabrales SA y de Bodegas Norton; es integrante de la Mesa del Comité Ejecutivo de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y de la Unión Industrial Argentina (UIA); forma parte del Consejo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y vicepresidente de la Cámara Argentina del Café.
En diálogo con Infobae, analizó el impacto de la pandemia en nuestro país, indicó que habrá que salir paulatinamente de la cuarentena obligatoria y pidió más medidas económicas para ayudar al sector empresarial e industrial.
-A nivel personal, ¿cómo transita esta cuarentena obligatoria?
Me levanto temprano, hago ejercicio y empiezo a trabajar. Me comunico con la fábrica, allí están mis hermanos. Leo los diarios y escucho la radio. Luego empiezo con las reuniones virtuales. También me ocupo de llamar a la gente que está sola. Almuerzo tarde… El día es muy ocupado. Llevo bien la cuarentena y me parece que hay que respetarla . Es importantísima. Veo muchos documentales sobre la Segunda Guerra Mundial y el Imperio Romano. Estoy leyendo un libro sobre Manuel Belgrano: se cumplen 200 años de su nacimiento y 150 años de su muerte. Ahora, ese es un día normal para mí.
-¿Cómo maneja el temor con la situación actual de la pandemia?
Me impresiona. Esto es peor que una guerra: en las guerras, la economía mundial no se detenía. Los países estaban en guerra con otros, estaban peleando al frente de la batalla pero las industrias seguían funcionando. Existía algún tipo de vida social y cultural. Hoy, quedó todo suspendido, anulado. Me impresiona más que una guerra, porque es algo mucho más global y nos abarca a todos.
Aplica perfectamente la frase del Papa Francisco cuando dijo que estamos todos en el mismo barco y que todos somos necesarios. Todos somos imprescindibles. Eso lo traslado a nivel nacional y pienso que “nadie puede sacar los pies del plato”. En este momento es importante el sector productivo, la industria, el comercio, los trabajadores de la salud, la seguridad, el sistema financiero… somos todos esenciales.
Me gustó de Alberto Fernández que de lo primero que se preocupó fue de la salud. Porque nosotros, los empresarios y los industriales, necesitamos trabajadores: pero para trabajar hay que estar sano. Esa es la primera premisa. A partir de ahí, partimos. Esta pandemia se llegó a tomar a tiempo en la Argentina. Hoy el mundo está partido: Italia, España, Inglaterra… los países tienen sus sistemas de salud colapsados. Nosotros, dentro de todo, lo tomamos a tiempo. Hay que ver cómo sigue la curva.
-¿Cómo evalúa las medidas tomadas por el Presidente?
Me parece que tomó las riendas, mostró su liderazgo, tomó prioritariamente a la salud y nombró un comité de asesores, con gente de renombre internacional y experiencia. Con relación a lo productivo y económico, pienso que lo primero que hizo -que es lo lógico y está bien- fue ocuparse de la gente de menos recursos. Después, incentivó el consumo: puso dinero para que el consumo no baje. Nosotros veníamos de una crisis, la pandemia la agudiza. Entonces, necesitamos un liderazgo fuerte en la salud y en lo económico. Se preocupó por ambas cosas.
Argentina tiene un alto nivel de trabajadores en negro y para toda esa gente -que es mucha- también puso dinero, para que la demanda no siga cayendo. Declaró esenciales a sectores de la economía, como alimentos y bebidas, y nosotros estamos produciendo entre un 40 y un 50 por ciento. Tenemos el compromiso de abastecer los canales y mantener los precios. Los canales que estamos abasteciendo son la mitad, porque los otros desaparecieron. Abastecemos hipermercados, supermercados, almacenes, minoristas, etc. pero desapareció el mercado de los restaurantes, bares, hoteles, shoppings, etc. Ese 50 por ciento del mercado se cerró por la cuarentena, una medida muy correcta.
Por otro lado, me parecería muy positivo que se armara una Mesa donde participen médicos y científicos para salir de esta cuarentena, donde también estén representados los sectores productivos, industriales y financieros. Eso sería muy bueno para poder salir el 12 de abril y transitar lo que viene.
-¿Qué opina puntualmente sobre las medidas relacionadas con la producción?
Esto es algo tan dinámico que los paquetes de medidas que se están largando son día a día. Me parece que vamos en el rumbo correcto pero creo que todavía no es suficiente. Frente a una crisis tan grande, nunca vista y peor que una guerra, tenemos una economía paralizada totalmente y hay que buscar una mayor oferta financiera, que tiene que ser muy fuerte para contrarrestar.
Necesitamos una oferta financiera muy importante: ahí es donde el sistema bancario, a través del Banco Central, tiene que actuar con mucha rapidez. Creo que lo importante es tomar medidas rápidas y sobrerreaccionar, tanto en la magnitud como en los instrumentos que se utilicen. Hay que usar instrumentos que sean simples, fáciles de entender, automáticos y con mucha velocidad.
-¿Qué medidas le parece que hacen falta tomar?
Tenemos que asegurar el salario de los trabajadores. Ahora se va a valorar muchísimo el trabajo en blanco, entonces, tenemos que asegurar el salario de los trabajadores de la industria y de los comercios. Ayudar a las empresas e industrias a producir más. De esa forma, se hace el engranaje productivo y económico. Hay que brindar un mayor acceso y más facilidad para la producción. No que el crédito vaya para el empresario: que vaya para el empleado y para la producción. Se necesitan instrumentos simples, fáciles y automáticos que alcancen a los trabajadores y a los que más los necesitan.
Hay que entender la demanda de toda la gente que no está registrada, que tiene trabajo en negro o vive de changas. La falta de empleo en blanco hace que la gente tenga que vivir de changas, y hoy las changas se acabaron.
-¿Qué opina de los despidos y de su suspensión por 60 días?
Para un empresario, el despido es la última instancia. Cuando uno piensa en estas crisis tan grandes, empieza a reducir todo tipo de gastos: marketing, logística, administrativos, etc. Lo último que uno quiere tocar es a los empleados, porque el empresario está para cuidar el capital y, el capital más grande que tiene un empresario, es el humano. La última medida que se toma es el despido. Creo que en este momento hay que tener mucha sensibilidad social, mucha empatía -ponerse en el lugar del otro- y hay que usar cualquier tipo de instrumento para evitar despidos y suspensiones. Para eso, necesitamos un Estado que esté presente, en la salud y en la economía.
Así como el presidente Alberto Fernández nombró un comité de salud, tiene que haber uno de gente especializada en economía, finanzas y producción, actuando conjuntamente con el Gobierno. Hay una excelente comunicación dentro de las cámaras con los ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán. El Presidente es consciente de los problemas que están padeciendo la industria, la producción y la gente. Hoy, la industria y la producción son fundamentales: hoy somos todos necesarios.
-¿Cómo se imagina la situación después de esta cuarentena?
Creo que vamos a salir de a poco: por sectores de población de producción… con mucha cautela, cuidando las economías regionales. No todo se va a poder abrir de entrada. Va a ser por sectores, algunos van a abrirse más lentamente, como los espectáculos públicos, etc.
Va a cambiar la forma de consumir y nos vamos a tener que cuidar mucho. Es un proceso largo que recién empieza. Por eso recalco que, vamos por el rumbo correcto y se tomaron las medidas correctas, pero se van a tener que tomar más paquetes de medidas porque esto es muy grande. Por eso, se necesita una gran magnitud de medidas y de sus instrumentos.
-¿Cómo se ve en diciembre?
Muy golpeados pero de pie. Si Dios quiere, tendremos una Argentina más unida, sin grieta y más solidaria. Ese sería el efecto positivo: una Argentina sin grieta, más solidaria, más unida, con menos enfrentamientos, menos mezquindad y con todos los sectores unidos. Ahora, todos sabemos que somos frágiles e importantes.
-¿Qué piensa cuando ve que otros países aún no tomaron ninguna medida frente a esta pandemia?
La postura argentina es buena y es muy difícil encontrar el equilibrio. Hay que trabajar con mucho sentido común, cuidar la salud y la producción, porque economía y salud van juntas. Se necesita primero la salud pero, cuanto mejor esté la economía y la producción, mejor va a estar la salud.
-¿Qué le diría ahora a Alberto Fernández?
Es un momento de apoyo, de ponerse al servicio. El Gobierno ha determinado que el sector de alimentación es esencial: creo que somos esenciales para la Argentina y para el mundo. Esa es otra posibilidad de nuestro país, porque es un productor de alimentos primarios y con valor agregado. Eso es una posibilidad en el mundo. En los paquetes de medidas, también seamos esenciales en el acceso a esos instrumentos y a ellas, tanto para empresas chicas como grandes.
Acá no se puede hacer una distinción entre tamaños de empresas. Las empresas de alimentación somos esenciales, y tenemos que actuar con la responsabilidad que nos compete por ser esenciales. Necesitamos acceso a los paquetes de medidas que se toman por ser esenciales.
-¿Qué opina sobre el pedido de una parte de la sociedad para que los políticos se bajen los sueldos?
Hay una parte de la sociedad que le está haciendo un reclamo a una parte de la política. No creo que sea un reclamo directo al Presidente. Esto viene de hace tiempo pero creo que no es el momento. Ahora, la realidad es tan desbordante y avasallante que hay temas de discusión que sí están planteados sobre la mesa, pero que se tienen que componer. Sería un gesto de parte de la política, pero me parece que la sociedad tiene que entender que hoy la gravedad y la urgencia es otra.
Al estar todos los argentinos cumpliendo la cuarentena -que para mucha gente es muy difícil porque están en ambientes chicos y con una información terrible que les llega a través del teléfono- el humor está muy volátil, es muy peligroso y hay que tener mucha cautela entre lo que se comunica y los reclamos que se hacen. Hay que evitar cualquier tipo de enfrentamientos entre los argentinos.
-¿Qué análisis hace de la cadena de pagos frente a esta situación?
Creo que hoy lo más importante para un empresario es el pago de los salarios, para mantener la fuente de trabajo y cuidar la cadena de pagos, que es la cadena de valor. Para eso, necesitamos instrumentos financieros. Hay una papel fundamental que tiene que cumplir el Banco Central, en la celeridad y facilidad de las medidas que dicte.
-¿Qué consejo le da hoy a un empresario detrás de una PyME?
¡Qué difícil! Tiene que priorizar la fuente de trabajo. La forma de consumir y de vender va a ser totalmente distinta. Hay que usar otros canales. A ellos, hay que ayudarlos porque van a necesitar del Estado, de los bancos, del sistema financiero. Un punto importante, es que el sistema financiero tiene que ser esencial. Así como los alimentos son esenciales, el sistema financiero también tiene que serlo, porque es lo que hoy necesitamos: instrumentos financieros rápidos, de fácil aplicación y que lleguen a todos. No se puede discriminar. Hay empresas que tiene 6 mil o 7 mil empleados, es decir, que son muy grandes, pero no podés hacer una diferencia con las empresas chicas. Si la alimentación es esencial, tiene que tener fácil acceso a los instrumentos esenciales para seguir.
Respecto a los créditos, van a tener que seguir bajando la tasa de interés y, para algunos casos, como para el pago de salarios, sería muy bueno -sobretodo para las empresas más chicas- que la tasa sea cero.
-¿Cómo ve la postura que tomó la oposición?
Me parece que en este momento somos uno: Argentina somos uno. No veo grietas de ningún tipo. Veo que hay una coordinación entre capital y provincia y eso le da tranquilidad a la gente. Hay que transmitirles tranquilidad. Creo que la política les tiene que dar eso. El Presidente está en una situación difícil y no tiene que estar solo, tiene que haber unidad en la Argentina. Tiene que rodearse de la gente que más sabe en cualquier canal.
El trabajo más el consumo es paz social. Tenemos que conseguir trabajo para los argentinos, que es muy difícil en este momento, y que la gente pueda cubrir sus necesidades básicas: eso nos va a llevar a la paz social. Hay que mantener el equilibrio. La realidad siempre se impone.
-¿Qué le diría a los argentinos?
Que es un momento de unión, de ayudar, de estar juntos, de actuar en forma comunitaria, de tener mucha responsabilidad cívica, de tener mucha paciencia. Esto va a ser largo y la liberación de la cuarentena va a ser paulatina y en forma gradual: nos va a cambiar la forma de vivir y de ver las cosas, no solo a los argentinos, sino al mundo. Pero vamos a salir adelante: Argentina es un país que tiene grandes recursos que, si los sabemos manejar, vamos a poder salir adelante. Pero está claro: los tenemos que saber explotar.