Mamparas y cartas desechables: estrategias de bares y restaurantes en Europa

 Fuente: Bae ~ El rubro nunca volverá a ser el mismo, dicen los más pesimistas. Otros retoman la tradición con cautela, como es el caso de los cafés de París que desde ayer comenzaron a reabrir progresivamente, atendiendo solamente las mesas ubicadas en las aceras. Lo cierto es que en Europa, la reactivación de restaurantes, bares y cafés, en algunos casos, parece como sacada de una película futurista. Así lo demuestran las imágenes de mamparas en las mesas que algunos locales han implementado con el fin de evitar contagios o los invernaderos que el centro cultural y restaurant Mediamatic, de Amsterdam, ha instalado para volver a recibir clientes. 

En Italia, un grupo de diseñadores creó lo que bautizaron como Soffio, un cobertor facial de PVC que, por su amplitud y su protección de 180 grados, permite comer y beber. «No cambia nuestras formas de experimentar la vida social en restaurantes», aseguró Annalisa Grasselli, una de las creadoras, a la revista Deezen.  

La crisis ha incentivado iniciativas ingeniosas como éstas, para que los clientes vuelvan a sentirse seguros, en medio del debate sobre cómo será el futuro post-pandemia más allá de los protocolos anunciados por los gobiernos. Estos son básicamente la distancia de más de un metro entre los comensales y también entre el personal, el uso de mascarillas obligatorio, medidas sanitarias para los mozos y cocineros, el chequeo de temperatura al entrar a los locales, dispensadores de alcohol en gel, el uso del 50% del recinto, la modernización de la carta, ya sea a través de menús desechables o de pedidos virtuales previos hechos a través de aplicaciones, y el pago mediante tarjetas de crédito.

 Algunos dueños de restaurantes en Italia se han declarado en rebeldía en medio de esta experimentación porque necesitan directrices más claras. Especialmente en ciudades turísticas como Roma, Florencia y Venecia, muchos locales siguen con las puertas cerradas a pesar del llamado a la «nueva normalidad» que el gobierno hizo en mayo. «Sin la ayuda del gobierno, no podremos abrir», se puede leer en varias vitrinas.  

«Aun si estuviera abierto no trabajaría, porque no hay clientes, ni turistas. Los italianos en general tampoco quieren ir por ahora al restaurante», manifestó a la prensa local Pietro Lepore, dueño del Bar Harry de Via Veneto, argumentando que, además de la baja de visitantes, el teletrabajo ha hecho que muchos ciudadanos almuercen en sus casas en vez de salir.

Regreso a los días felices

«La reapertura de cafés, hoteles y restaurantes marca el regreso de los días felices», tuiteó el presidente Emmanuel Macrón, consciente de que conforman el espíritu de un país, especialmente los cafés de París, sitios históricos que han permanecido intactos a lo largo del tiempo. Para ayudarlos, el ayuntamiento de la ciudad permite ampliaciones hacia las aceras sin trámites burocráticos hasta el 30 de septiembre  «Estamos vivos de nuevo», exclamó Thierry Fermond, uno de los dueños del legendario Café de Flore, celebrando el comienzo del largo camino hacia el mundo que conocíamos. 

Máscaras contra el coronavirus, pero no contra las salidas: permite beber y comer en bares y restaurantes

Fuente: Iprofesional ~ El protector fue confeccionado por diseñadores italianos. Ahora como prototipo, ya en producción estiman que se podría fabricar por menos de un euro

Las cuarentenas por la pandemia del coronavirus están empezando a flexibilizarse en muchos países, pero las personas, y los negocios, tienen que acostumbrarse a un nuevo estilo de vida: distanciamiento social, barbijos o tapabocas y, por qué no, protectores faciales completos.

Esa es la idea de un grupo de diseñadores italianos que crearon un sistema inflable, con cobertura de 180 grados, para ser usado o distribuido en bares restaurantes para poder comer y beber utilizando protección.

El casco/máscara, bautizado Soffio (soplo en italiano) fue creado en conjunto por MARGstudioAlessio Casciano Design y Angeletti Ruzza. Tiene un estilo parecido a las máscaras plásticas que en muchos países se están utilizando, por sobre el barbijo, pero la protección es de 180°: cubre toda la parte delantera de la cabeza para crear un «espacio personal protegido», explicaron.

Lo interesante de la propuesta es que esperan que se pueda fabricar por menos de un euro, algo ideal para que cualquiera lo pueda comprar o incluso para que los locales gastronómicos los distribuyan en la entrada para que la gente pueda volver a consumir.

«El Soffio permite continuar realizando las acciones de beber y comer exactamente como lo hicimos antes, pero de manera segura», dijo Annalisa Grasselli, de MARGstudio, subrayando que el protector «no cambia nuestras formas de experimentar la vida social en restaurantes o bares», indicó TN Tecno.

Con un código QR: así ofrecen su menú los restaurantes italianos después de la cuarentena

Fuente: La Nación ~ Desde hace una semana Italia comenzó la reapertura de actividades bajo estrictas medidas de seguridad tras la pandemia de coronavirus que golpeó con fuerza a la nación europea. Entre los diversos negocios, peluquerías, bares y museos que formaron parte de esta apertura, un restaurante en Roma llamó la atención por el método elegido para mostrar su propuesta culinaria: con un código QR .

Con ayuda de la tecnología, los clientes del restaurante Da Enzo en Roma pueden consultar los platos disponibles desde la pantalla del celular, gracias a un simple escaneo de un código QR impreso provisto por el empleado del local. De esta forma, los comensales evitan el contacto con el tradicional menú.

A su vez, las medidas de higiene y distancia social se reforzaron luego de la pandemia, con cocineros que preparan los platos con máscaras y guantes. «Finalmente, después de dos meses y medio en prisión, logré salir, no solo para ir al supermercado, sino también para venir al restaurante. Es una gran satisfacción y, si es para comer bien, aún mejor», dijo Stefano Prati, uno de los clientes del restaurante Da Enzo.

Al igual que Da Enzo, el uso de códigos QR para el menú se extiende en los restaurantes de otras regiones de Italia , donde la actividad comercial experimenta una reapertura paulatina y con extremas medidas de seguridad para evitar contagios y rebrotes de nuevos casos de coronavirus Covid-19.

La tierna estrategia de un restaurante de Tailandia para llenar sus mesas

Fuente: La Nación ~ Con el achatamiento de la curva de contagios de coronavirus , varios países comienzan a flexibilizar las medidas de confinamiento y algunos rubros vuelven a operar en la nueva normalidad. Como lo anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de la pandemia el virus se volverá endémico y habrá que tomar los recaudos para evitar el contagio.

Mientras tanto, las sociedades van aprendiendo a vivir con el virus y, poco a poco, algunas actividades vuelven a ver algo de luz al final del tunel. Para hacer un poco más ameno el distnaciamiento social , un restaurante de comida de vietnamita en Bangkok tuvo una idea singular.

Los comensales que asistan al Maison Saigon , en la capital de Tailandia, compartirán la comida con unos simpáticos pandas de peluche. Además de amenizar la velada, dichos acompañantes mullidos evitarán la aglomeración de personas y evitar la propagación del virus.

Tras haber dejado atrás lo peor de la pandemia, este restaurante abrió sus puertas. Según publica el portal Insider , inicialmente dejaban una silla vacía entre los comensales, pero como al dueño le parecía algo muy solitario, decidió incorporar los muñecos a las mesas.

«En un primer momento dejábamos una única silla por mesa y los clientes se sentaban solos. Pero a mí me resultaba muy extraño. Por eso, quise ofrecerles algo de compañía», le aseguró el dueño del restaurante, Natthwut Rodchanapanthkul a la agencia de noticias Reuters .

De acuerdo con la publicación especializada en gastronomía Timeout, reproducida por el portal Insider, Tailandia flexibilizó algunas de las restricciones de su cuarentena a principios de mayo. Estas medidas incluyen al funcionamiento de restaurantes y cafeterías. Sin embargo, el distanciamiento social, lejos de desaparecer, llegó para quedarse.