El Ferroviario, la parrilla de barrio que se reconvirtió en la pandemia

Ubicada en terrenos donde estaban los tallereres ferroviarios de Liniers, esta parrilla porteña recibía hasta 500 clientes en simultáneo antes de la cuarentena. Ahora reabrió con un tercio de su capacidad y un estricto protocolo sanitario pero siempre con el asado ancho que le dio fama.

Fuente: Telam – “Después del gol de Maradona a los ingleses, lo mejor es esto”, “La mejor carne de Buenos Aires”, son los títulos de algunas de las reseñas que mereció la parrilla El Ferroviario en el portal de viajeros Tripadvisors. El sitio además distinguió al lugar con la etiqueta “Travelers Choice 2020” por ser uno de los elegidos de los turistas.

Sin embargo, en el espacioso local ubicado en terrenos de los que fueron los talleres ferroviarios de Liniers, junto a la cancha de Vélez Sarsfield y casi debajo de la Autopista Perito Moreno, hace tiempo que no se ven extranjeros. Ni tampoco los argentinos de las provincias que solían llegarse cada vez que venían a hacer compras o trámites a la Ciudad de Buenos Aires.

Pero desde el 18 de septiembre, fecha en la cual el Gobierno porteño habilitó el funcionamiento de terrazas y patios en los restaurantes y cafés, los fanáticos de El Ferroviario regresaron a disfrutar de sus carnes. “La gente volvió. Nos dijeron que nos extrañaron mucho y que no veían la hora de comer otra vez nuestro asado”, cuenta el encargado, Valentín Bordagaray, quien aclara que en la nueva normalidad cuentan con un espacio de 625 metros cuadrados en el que pueden acomodarse unas 140 personas, respetando rigurosamente el distanciamiento social. Antes de la pandemia, esta parrilla atendía hasta 500 cubiertos en simultáneo.

Las especialidades de la casa
Aunque suele ser una de las primeras recomendaciones de los porteños para los turistas que quieren disfrutar la carne argentina sin culpas, El Ferroviariono acostumbra trabajar con agencias de viajes. “Como vienen de salidas o excursiones no les podemos guardar la mesa. Así que recibimos los que nos traen los taxistas, que nos recomiendan mucho. Aunque en estos tiempos ya no hay tantos”, aclara el encargado.

¿Qué buscan los visitantes? Sin lugar a dudas que carne. También quieren probar achuras como molleja, chinchulines, riñones y morcilla. “Cuando les explicás a los turistas qué son los chinchulines, algunos de los hombres se animan a probarlos. Las mujeres, no”, se divierte

Respecto de los cortes vacunos que más salen, cuentan que la especialidad de la casa es el asado ancho, pero que también se piden mucho el vacío y la entraña, acompañados por otro de los hits de la casa: la provoleta. Para los vegetarianos hay una opción entre las brasas: la parrillada vegana que hay que solicitar con anticipación o esperar con paciencia a que se cocine porque se hace a pedido. Pero no todo es vaca en los asadores ferroviarios, ya que todos los días sirven lechón, chivito y cordero. Los que no quieren comer asado, eligen milanesas (juran que comen tres) o pastas caseras. En todos los casos, según consta en todas las reseñas, el local es famoso por sus porciones pantagruélicas.

A la hora de contar cuál es el secreto del sabor de sus carnes, Bordagaray le da el crédito a la mercadería: “Tenemos el mismo proveedor desde que abrimos hace 14 años y sabe que solo queremos carne de primera”. El otro factor que apunta es la cocción: carbón para las achuras y leña para el asado, que se cocina lentamente y puede demorar entre cuatro y cinco horas.

Lo que la pandemia les dejó
Antes de darles la bienvenida a los clientes fieles, El Ferroviario había habilitado un delivery propio, en el que el personal de limpieza y los mismos mozos rotaban por la cocina o entregaban pedidos, para sostener el trabajo de todos los empleados. “Nos sorprendió que comenzaron a llegar pedidos de toda la ciudad de Buenos Aires y también del conurbano. Nos llamaba gente de San Martín, que contaba que hacía el pedido y encendía el horno para calentar la carne si llegaba un tanto fría. Pero nos esforzamos para que llegue lo antes posible y en las mejores condiciones”, recuerda Bordagaray. Y avisa: “El delivery tuvo éxito, así que llegó para quedarse y vamos a tener que pensar en cómo cumplir con los pedidos sin dejar de atender el salón”.

Para los que prefieren acercarse al local, recomiendan hacer reserva previa ya sea por Facebook, Instagram o vía telefónica ya que buscan evitar las colas en la vereda.

Con la premisa de evitar contagios, los platos y los cubiertos vienen ensobrados, los manteles de tela dieron paso a individuales de papel y el personal usa guantes, barbijos o máscaras de acrílico. “Tomamos todos los recaudos necesarios para que no se contagien los clientes ni los empleados que trabajamos acá”, argumentan y precisan que atienden todos los días al mediodía y a la noche. Antes de la pandemia cerraban los lunes pero en la nueva normalidad el fuego está encendido todos los días, al mediodía y a la noche.

El Paseo La Plaza: suma un nuevo bar y salas de juego de escape

Reabrió sus puertas y si bien cerraron cuatro locales, se suma Nixon una propuesta gastronómica con show y espacios de entretenimientos. Esperan la apertura de los teatros con shows de streaming.

Fuente: BAE ~ A pocas cuadras del obelisco, el Complejo La Plaza comienza a reactivarse. Desde el desembarco de la pandemia estuvo cerrado y ahora reabre todo, menos las salas teatrales. Un espacio que ofreció una agenda de espectáculos on line en el aislamiento social y obligatorio, donando todo lo recaudado a la Cruz Roja, Unicef y la Casa de teatro.

Pablo Kompel es el CEO de grupo La Plaza, que comprende el paseo La Plaza y el Metropolitan Sura, que maneja en sociedad con Carlos Rotemberg desde fines de 2012. Su padre Felipe Kompel fue precursor, hace 30 años reconvirtió el predio que perteneció a un Mercado Municipal en un espacio que hasta supo contar con un auditorio al aire libre, pero luego fue reconvertido en un pasaje gastronómico y con toda clase de locales.

Antes de la pandemia funcionaban sus dos teatros principales y cinco espacios que complementan espectáculos con gastronomía. A lo que se sumaban 22 locales, de los cuales 10 eran espacios gastronómicos. “Fue todo devastador, por lo menos cuatro locales se fueron. La situación económica de la Argentina previa a la pandemia, no era rozagante, estaban en dudosas circunstancias  y la pandemia aceleró las decisiones”, dice el CEO del Grupo La Plaza a BAE Negocios.

Paseo gastronómico al aire libre

Algunos de los espacios gastronómicos que reabrirán serán: The Cavern Café; Heisenburguer; La Birrería, Don Fermín, Whisky Bs.As., Las Cañas y Lo de Lalo. El espacio de gastronomía cubana cerró. Al aire libre habrá espectáculos al aire libre.

El teatro es casi el corazón del Paseo La Plaza. Kompel señaló: “Son muy difíciles  las circunstancias de todo lo que tiene que ver con el teatro, nosotros desarrollamos una productora de contenidos y la pandemia paralizó todo. Tenemos la ilusión y la expectativa de volver a abrir respetando los aforos correspondientes. Desde el 15 de abril arrancamos con una propuesta digital en la que no cobrábamos entrada se donaba todo lo recaudado a beneficiencia.  Desde actores y actrices cantando desde sus casas, un ciclo para volver a ver a Alfredo Alcón, todo fue muy valorado y tuvimos 3,5 millones de contactos. Seguiremos con teatro por streaming hasta que reabran las salas”.

El grupo La Plaza le da trabajo a 150 personas en forma directa, a los que hay que sumar los indirectos. Se las arreglaron con los programas de asistencia del Gobierno Nacional como ATP y piensan aprovechar la línea de créditos blandos para el mundo del espectáculo.

Para poder atravesar este duro momento, el CEO se sentó con los locatarios para encontrar la mejor manera de que nadie se vaya. “Con mucha paciencia vimos todos los casos. Pero aunque reabran, la facturación es un gran signo de pregunta, hay que ver el consumo. Es un panorama difícil no podemos sacar conclusiones prematuras”, dijo.

Cierres y aperturas

Pero pese a todo hay signos alentadores. “Algunos locatarios gastronómicos quieren ampliarse para poder más espacio, y que el Paseo La Plaza cuenta con espacios al aire libre y semicubiertos. Además, se suman nuevas propuestas desde Nixon que será un bar con espectáculos y está terminando las remodelaciones hasta una sala de juegos de escape, un rubro que no habíamos tenido antes en el complejo”.

Pablo Kompel no pierde las esperanzas: “Las expectativas son seguir apostando al país, a que la situación mejore y podamos salir todos de este mal trago. Ojalá que la vacuna llegue cuanto antes, pero creo que vamos a tener que convivir con mucho cuidado y respetando protocolos y distancias”.

CCU Argentina lanzó una solución digital para potenciar la gastronomía

La compañía de bebidas junto a Toteat lanzaron Bar QR, el primer sistema digital integral para locales gastronómicos, con beneficios y funciones adaptadas al nuevo contexto. Este servicio buscará tener un alcance de más de 10.000 clientes en todo el país.

Fuente: Total Medios ~ Frente al contexto que afectó seriamente al rubro gastronómico en los últimos meses y la reapertura paulatina de algunos espacios, el sector – acompañado de las marcas – adoptó nuevas medidas y disposiciones que aseguren el cumplimiento de protocolos para que estos establecimientos puedan desarrollar sus operaciones de una manera segura y responsable.

CCU Argentina, la compañía que elabora marcas como Heineken, Imperial, Schneider y Sidra 1888, entre otras, junto a Toteat, el software que permite la administración y gerenciamiento de bares y restaurantes, presentaron Bar QR, una solución integral que potencia el desarrollo de las actividades del rubro. Este servicio, para resolver de forma eficiente y rápida los requerimientos de los clientes, buscará tener un alcance de más de 10.000 clientes en todo el país.

TODO EN UNO

A partir del escaneo de un código QR, el usuario accede a la plataforma, sin necesidad de descargar una app, ya que se trata de una operación 100% online. Los consumidores podrán gestionar sus pedidos mediante un menú digitalizado, y como diferencial, reservar mesas con anticipación, cargar los pedidos al carrito, y dividir la cuenta entre varios comensales, con la posibilidad de abonar en efectivo, o a través de medios electrónicos.

“En CCU nos pusimos a trabajar muy de cerca con nuestros clientes para resolver problemas que antes no existían, lo que nos llevó a impulsar nuevas oportunidades de innovación dentro del canal, accediendo a información muy valiosa que pudimos tomar y traducir en una solución, posicionándonos dentro de la misma. Tal es así que ya nos están contactando de otros mercados de CCU para poder transmitirles nuestra experiencia para que puedan sumarse a esta iniciativa. Es muy gratificante enterarse de estas cosas, más allá de que no estén relacionadas con el core del negocio”,sostuvo Marcos Coll Areco, Gerente Nacional de On Premise en CCU.

Por su lado, Joaquín Irarrazával, quien lideró el proyecto dentro de la compañía, agregó:“Bar QR representa un gran beneficio para consumidores, pero también para los dueños de los locales gastronómicos, ya que digitaliza el negocio y adapta el servicio al nuevo contexto”.

Así, en tiempos donde es necesario respetar y mantener el distanciamiento social, este servicio llega para potenciar la experiencia del consumidor y ofrecer una solución concreta a bares y restaurantes, adaptados al nuevo contexto. Para conocer más acerca de Bar QR ingresar en www.barqr.com.ar, y @ccu.argentina.

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Una chef de San Martín de los Andes da «un volantazo» al inaugurar un restaurante

Este sábado 10 de octubre (2020) será un día glorioso para la chef y pastelera María Candelaria Tolosa, de San Martín de los Andes. Es que inaugura “Puro. Cocina y café”, en Chapelco Golf & Resort.

Fuente: Río Negro ~ Semejante movida en tiempos de Covid 19 pone en apuros hasta al más avezado de los protagonistas de la gastronomía patagónica.

Nervios y muchas expectativas. Lo mejor siempre está por venir, piensa la entrevistada. Que la vida siempre me encuentre avanzando, haciendo cosas que me apasionan y que me den sustento para remarla, acota. “Estoy dando un volantazo”, admite. No queda otra: “hay que amigarse con la realidad, abrazarla fuerte y seguir andando”. Les aseguro que hablar con ella produce un shock vitamínico tremendo. Y se agradece.

Potente el nombre de tu nueva cocina.

Significa transparente, honesto….

¿Qué significa “Puro” en tu carrera?


Siempre los cambios son buenos. Moverse de una cocina a otra nutre, moviliza y te da aire fresco…. siempre sumas experiencia. Llevás cada cocina muy dentro tuyo porque en cada una vivís muchas cosas y conocés mucha gente.

Candelaria viene de la cocina que tuvo en Almacén de Flores, que cerró meses atrás. Justamente en ese lugar la entrevisté a principios de este año, ocasión en la que dijo: “soy chef desde hace 20 años. Estudié en OTT College; luego hice varias pasantías y tuve muy lindos trabajos en Buenos Aires. Hasta que un día de diciembre de 1999 llegué a San Martín de los Andes a hacer una pasantía de verano en Paihuén donde ya trabajaba Pablo Buzzo como chef”, comenta Candelaria. Vale recordar que Paihuén es, desde hace décadas, una “escuela” de muchísimos chefs y cocineros importantes de la Patagonia y el país”.

Desde aquellos inicios a este presente “me di el gusto y el placer de pasar por muchos lugares en San Martín de los Andesen los que aprendí mucho y los disfruté a cada uno de ellos”. Ahora, la aventura cuenta con un socio, Diego Cabrera, quien será el responsible del área de fuegos.


Ahora, a horas de la inauguración de “Puro”, Candelaria afirma que “tener un proyecto propio es el sueño que cada cocinero tuvo, tiene o tendrá en algún momento de su carrera y concretarlo es increíble, te completa, te hace feliz. Hace que uno sienta que no hay límites en la creatividad. Un restaurant es un universo de posibilidades, más en un lugar como Chapelco Golf & Resort que tiene una ubicación maravillosa… ni hablar de su entorno natural…. un placer absoluto”.

Reconoce que “emprender este camino modifica la vida cotidiana a todo nivel … familiar, profesional y más pero es por donde lo mires positivo. Gracias a Dios todos mis afectos tan queridos como la familia y amigos que son mi familia elegida apoyan incondicionalmente cada volantazo que doy. Por lo tanto no puedo más que agradecerles por la capacidad de adaptarse a los cambios de horarios y estructura que se avecinan”.
“Lo divertido de este nuevo proyecto es que también va a formar parte y estará conmigo en la cocina Diego Cabrera, que es un amigo. Ya hemos trabajado juntos en otra oportunidad y esta vez desde un lugar más exigente pero también más divertido como es trabajar desde el punto de vista propio en todo el sentido de la palabra”, agrega Candelaria.


¿Pensás que en este confinamiento se cocinó una nueva gastronomía?

Esta pandemia que tuvo muchísimas cosas negativas también creo que trajo muchas positivas como la colaboración entre profesionales, emprendedores y productores -entre tantos- y a nivel gastronómico se gestó una nueva manera de comer y cocinar …. más clásica por no decir más básica pero muy artesanal, quizás usando más lo que uno tiene al alcance o aprovechando más lo que da la naturaleza en cada estación para obtener mejor rendimiento.

¿Cómo es tu cocina de ahora en más?


Mi cocina siempre creo que es similar a la que me gustó hacer desde un principio; siempre aprovechando la estacionalifad de los productos sin perder de vista la calidad y la mejor manipulación y tratamiento de cada producto para poder comer lo más fresco posible.

¿Cómo te ves en la nueva normalidad?

Mmmmm ¿normalidad? Sinceramente esa palabra da vueltas en mi cabeza muy seguido. No se cual es la nueva normalidad porque claramente cambia sin esperarlo pero yo siempre me adapto a la normalidad que me toca y eso me encanta. Hay que amigarse con la realidad, abrazarla fuerte y seguir andando…

¿Se vienen novedades en tus platos?

Nuestro menú es muy fresco con muchos clásicos y algunas cosas divertidas pero manteniendo comidas que todos esperamos encontrar en un menú… lo mejor es que toda nuestra panadería es elaborada a partir de masa madre: eso para mi es sumar y sumar.
Habrá propuestas los fines de semana por la noche y los domingos tenemos la idea de proponer un brunch que amo hacerlo y disfrutarlo.

¿Pensás que la reinvención es un movimiento necesario?

Reconozco que a muchos colegas les gusta y los hace crecer… la vida misma es reinventarse todo el tiempo sin perder jamás la esencia de uno y de lo que hace uno.

Así, transparente, honesta, bien pura, encontraremos a Candelaria junto a toda su troupe este sábado de inauguración.

Rabieta llega a China

Rabieta, la cerveza artesanal malcriada argentina, exportará el primer container a China 

El espíritu emprendedor de Rabieta, la cerveza artesanal malcriada argentina, se cristaliza una vez más con un nuevo hito: el inicio de su exportación a China, un paso fundacional para el alcance de su ambición de llegar a todo el mundo. 

La exportación comenzará hoy con el envío de uno de los tres conteiners programados, que en total sumarán unas 150.000 latas de cerveza Golden, Red Honey, Red Irish y Red IPA. Una vez consolidada la distribución en las ciudades de Shanghái y Hong Kong, la expansión continuará por Henan y Cantón. 

«Hoy empieza una gran aventura cuya meta es llevar nuestra cerveza argentina a todos los rincones del mundo, un desafío enorme que se basa en dar a conocer un producto de la más alta calidad», aseguró Miguel de Achával, uno de los fundadores de Rabieta. 

Rabieta, una empresa del grupo DAGMA, fue creada hace tres años con el objetivo de llevar la mejor cerveza artesanal a los hogares de los argentinos. Comenzó con una producción de 12 mil litros por mes en su Brewhouse ubicado en el Hipódromo de Palermo y hoy cuenta, además, con una cervecería en Pilar con capacidad para producir más de 200 mil litros por mes en 11 estilos diferentes. Rabieta se vende en las principales cadenas de supermercados y se distribuye a todas las provincias del país. 

«Llevar adelante este proyecto nos fortalece en el mediano y largo plazo, no solo porque más gente va a poder probar nuestra birra, sino porque además la exportación es una fuente adicional de ventas», agregó Miguel De Achával, quién, junto a sus socios, ya tienen en carpeta los nuevos destinos: Estados Unidos, Uruguay y España. 

«Somos emprendedores y la cuarentena nos obligó a redoblar esfuerzos para pensar nuevas ideas y seguir creciendo. Estamos contentos con el éxito que logramos en este contexto muy difícil y queremos aportar nuestro granito de arena para que las cervecerías artesanales y el país podamos salir adelante», finalizó De Achával. 

La abuela cocinera que gestó un clásico de la gastronomía de Mendoza le responde al presidente y defiende el valor del mérito

Fuente: Clarín by Adriana Santagati ~ La repercusión por las expresiones de Alberto Fernández sobre la meritocracia no ceden. Después del tuit del ex futbolista Gabriel Batistuta sobre el valor del mérito, una conocida cocinera y empresaria gastronómica de Mendoza le respondió al presidente en una dura carta que se hizo viral. “No entiendo a este gobierno, quiere cada vez más pobres y la belleza del ser humano es integrarse con trabajo y con el respeto que nos une y no nos separa”, escribió María Teresa Barbera, dueña del tradicional restaurante mendocino La Marchigiana.

“Crearon un sistema en el que si sos pobre, no servís. Si sos pobre, andá a hacer la fila”, dice al teléfono María Teresa, luego de la gran repercusión de su carta. Tiene 86 años y llegó a la Argentina a los 13. Su padre fue partisano. Con quinto año de primaria, ella vino en un barco, con su mamá, para alojarse en San Juan, con un tío que se había radicado en Argentina porque no conseguía trabajo en Italia por no comulgar con el fascismo.

Con ella venían sus hermanos José, de 16; Angelo, de 11; y Gabriela, de 8. Angelo falleció de peritonitis en el barco; años después, José se recibió de médico, pagando sus estudios mientras trabajaba de mozo. La historia de María Teresa es la de miles de esos inmigrantes que bajaron de los barcos, huyendo de la guerra y la pobreza. Trabajo, trabajo y trabajo, la describe ella. “Con sacrificio, juntar 10 pesos para un ladrillo para edificar. Siempre hemos creído en el país”, apunta, en un castellano en el que el italiano todavía se cuela en el acento marcado y en algunas palabras.

“Con 71 años de trabajo, consecutivo, adentro de la cocina, sin haber faltado nunca, que para mí era como si fuese la Iglesia. Sea de cualquier lugar, cada ser humano, necesita descubrir que la vida es un mínimo de tiempo, que nada está perdido. Más de una vez, me apoyaba en la columna y soltaba mis lágrimas. Cómo se puede amar tanto, así entendí con mi quinto grado y nada de estudio en español, que las cacerolas me brindaron el respeto y el amor, para creer en la vida”, escribió María Teresa en la carta, que le dictó a su nieta Julieta.

“Hablo mucho con ella. Hablo mucho con mis nietos. Tengo cuatro nietos que viven en el exterior. Les digo que busquen de volver, que el país los necesita”, le cuenta a Clarín.

En ese texto, María Teresa es muy dura con la clase dirigente. En 2001, su restaurante también lo había sido con un hecho muy recordado en Mendoza: en plena crisis y “que se vayan todos”, cuando se habían recortado los fondos para comedores comunitarios, su hijo Fernando decidió prohibirles la entrada a políticos y funcionarios públicos hasta que se recompusiera esa suspendida ayuda social.

Hoy, Teresa cuestiona “la foto de Alberto y Moyano, juntos sonrientes” y señala que “la vicepresidenta es una ciudadana igual que todos y tiene que ser juzgada cómo uno más”. “Es una tristeza, sin dimensiones, ver filas de subsidiados: hombres inexpertos, sin oficios, madres jovencitas. Este asistencialismo, esta gran caridad vuestra y humana. Solo pensar los sueldos que reciben nos hacen temblar y ustedes tienen el coraje de hablar de “pobreza”. Dejen que nosotros tengamos la decencia de luchar por el trabajo de nuestro país. No se equivoquen, que la igualdad está en la educación y en el trabajo. La igualdad no es la pobreza que se está generando, ni el aplauso a los corruptos”, dice en su carta.

“Qué lástima aumentar el odio y el rencor en el mismo pueblo. Es un dolor muy grande”, sigue. Ese concepto, el del dolor por la división, lo repetirá varias veces en el diálogo con este diario. “Necesitamos un cambio de mentalidad, de paternidad. Son humildes, son pobres, pero, ¿cuánta gente salió de la pobreza? Tenemos que unirnos, ver qué podemos hacer, usar la cabeza y la inteligencia. No puede ser esto de nosotros allá, ustedes acá. Necesitamos diálogo”, insiste.

A la pregunta de cómo fomentar ese diálogo, dice que “es muy difícil”, pero que es necesario “unirnos y ver si las empresas podemos hacer algo en este gran pozo de pobreza, emplear personas, si no tienen oficio capacitarlas. Tenemos que superar que somos diferentes: somos todos argentinos y tenemos que elevar esta clase social a la que le están dando migas”, se exalta.

Aunque no completó su educación formal, dice que siempre leyó mucho: “No era para un mañana de riqueza, sino para que nadie manejara la cabeza de mis hijos. La preparación te da la posibilidad de acercarte y entender al otro”. La motivación para escribir esta carta fue su hijo Joaquín, quien murió hace más de tres décadas (tuvo siete hijos, y dos fallecieron). “Siempre hablaba de política con Gioachino”, lo nombra en italiano. “Me decía ‘Mamá, no podemos permanecer indiferentes’. Pasaron más de 30 años y sigo hablando con mi hijo. Me da tanta pena todo. Yo amo Argentina, por mis hijos y por mis nietos”, se emociona.

Barbera empezó a cocinar casi cuando llegó a la Argentina, ayudando a su mamá que arrancó con cuatro cacerolas dándoles de comer a los 20 hombres que vivían en una pensión. En 1950 pusieron el primer restaurante La Marchigiana, en homenaje al origen de sus padres. “Me acuerdo un día que vino un señor porteño y pidió una milanesa napolitana. Eso no existía en Italia. Así que mi mamá me pidió que le dijera una mentirita piadosa: que el cocinero se había enfermado, pero que él me dijera cómo se hacía y mi mamá se la preparaba. Le pusimos queso rallado encima”, se ríe.

Se casó con Francesco y la familia siguió expandiendo el negocio gastronómico. Hoy, los Barbera tienen seis emprendimientos en Mendoza, y Teresa dice que la situación es complicada. “Uno está con deudas, alquileres que pagar… Pero tenemos que agradecer a los clientes que vienen a comer a un pedacito de patio y a los proveedores de Mendoza, porque ellos nos hacen subsistir. Porque no nos podemos comer las piedras”, afirma.

Teresa sigue yendo a cada uno de sus restaurantes, pero sus nietos “me echan de todos los lados porque me pongo a gritar: que el trapo no está bien limpio, que la canaleta está sucia”. Cuenta que recibió muchos llamados felicitándola por su carta, pero que los atendió su hija Beatriz. Ella se siente tranquila. “He llorado y estoy cerca de mi hijo. Cumplí mi misión. Espero ver a mi hijo de cerca y decirle ‘Gioachino, he llegado’. Quiero ver a esta juventud sin odios ni rencores”, reclama antes de levantar el tono de voz y cortar la comunicación en italiano: “Forza Argentina, ¡andiamo avanti!” (Fuerza Argentina, vayamos adelante).

La carta completa

Mi nombre es María Teresa Barbera, tengo 86 años. Dicen que soy muy conflictiva, no me puedo quedar en silencio, tendría que haber nacido muda, corta de vista y medio sorda para no haber ocasionado tantos problemas.

La verdad es que no me puedo quedar quieta. Y todos mis hijos, tienen la misma respuesta: “Mamá, ya es hora que te jubiles. Está todo bien, no hagás lío, mamá. Los tiempos han cambiado”.

Y yo con 71 años de trabajo, consecutivo, adentro de la cocina, sin haber faltado nunca, que para mí era como si fuese la Iglesia.

Sea de cualquier lugar, cada ser humano, necesita descubrir que la vida es un mínimo de tiempo, que nada está perdido.

Más de una vez, me apoyaba en la columna y soltaba mis lágrimas. Como se puede amar tanto, así entendí con mi quinto grado y nada de estudio en español, que las cacerolas me brindaron el respeto y el amor, para creer en la vida.

En esta tierra donde muchos fueron los que con esfuerzo sembraron, y una gran mayoría siguieron por ese amor.

No entiendo a este gobierno, quiere cada vez más pobres y la belleza del ser humano es integrarse con trabajo y con el respeto que nos une y no nos separa.

A los 13 años, desembarcamos con mi madre en llanto y su hijo tan pequeño muerto. Fue en 1948, después de ver a mi patria destruida, llegué a un país desconocido, ya en ese tiempo quemaban las iglesias. Aún hoy, con tantos años pasados, me cuesta entenderlo.

Solo pueden gobernar unos, que hablan de democracia, sin respeto para la Justicia. Los temas de corrupción, días tras días, fortificados con poder, intrigas, soberbia y prepotencia. Yo me pregunto: ¿Cómo hicieron los europeos a reconstruir todo y dejar en el olvido dictaduras dominantes?

Qué lástima aumentar el odio y el rencor en el mismo pueblo.

Es un dolor muy grande.

No puedo pensar que en Argentina, no está apreciado el sacrificio, el el esfuerzo, de tantos argentinos que luchan creyendo que todo esto terminará y tendremos un mañana.

Solo ver la foto de Alberto y Moyano, juntos sonrientes, con un radiante y honesto futuro…??

Es una tristeza, sin dimensiones, ver filas de subsidiados: hombres inexpertos, sin oficios, madres jovencitas.

Este asistencialismo, esta gran caridad vuestra y humana. Solo pensar los sueldos que reciben nos hacen temblar y ustedes tienen el coraje de hablar de “pobreza”. Dejen que nosotros tengamos la decencia de luchar por el trabajo de nuestro país. No se equivoquen, que la igualdad está en la educación y en el trabajo. La igualdad no es la pobreza que se está generando, ni el aplauso a los corruptos.

La igualdad sería la Justicia, por ejemplo: la vicepresidenta es una ciudadana igual que todos y tiene que ser juzgada cómo uno más.

Hay un gran cansancio de tantas injusticias.

Ahora concluyo, digo lo que pienso, con el alma, mi verdad no es para ofender, solo me pregunto: ¿Un país que puede dar tanto, siempre con la misma mentalidad, los ricos y los pobres? Les puedo asegurar que el capital humano abunda en la pobreza solo hay que saber despertarlos.

El solo hecho de pensar qué con los subsidios se arregla el país, qué lejos estamos de un mundo de bien.

Desde ya, que las empresas se vayan, es por la política de ustedes, de cierre y de poca apertura. En todos los países del mundo, amparan a la masa trabajadora, le dan oportunidades a los capitales para que estén seguros y puedan trabajar dignamente. No incrementan el odio sino el respeto.

Todos los días, un cambio nuevo, otra ley de Afip, el dólar imparable, etc.

Las empresas no se van, huyen de esta hecatombe. Y los que se quedan acá son los héroes.

La pizzería Sbarro abrirá a dos cuadras del Obelisco

Fuente: La Nación ~ Los planes de los dueños de la licencia de Sbarro para el mercado argentino contemplan la apertura de 20 locales, entre propios y franquiciados Fuente: Archivo

En medio de las noticias y rumores de las multinacionales que buscan un comprador para irse de la Argentina, una marca internacional confirmó su llegada al país. La cadena norteamericana de pizzerías Sbarro abrirá su primera sucursal en Buenos Aires para lo cual ya tiene confirmada la apertura de una tienda ancla a un par de cuadras del Obelisco porteño.

Detrás de la llegada de la marca se encuentra la empresa Desarrolladora Gastronómica, que es el principal jugador en el mercado gastronómico local. Desarrolladora Gastronómica está liderada por el empresario Rafael Pereyra Aragón y reúne a un grupo de inversores, la mayoría con una larga trayectoria en el negocio de los restaurantes. Son los dueños de la cadena de pizzerías Kentucky, cafés históricos como Las Violetas, Rond Point y Exedra, los restaurantes Las Nazarenas y El Imparcial, las cadenas Dandy y Perica y un clásico porteño como Guerrín.

La primera sucursal de Sbarro abrirá sobre la avenida Corrientes al 1200, entre Libertad y Talcahuano, en un local que en su momento perteneció a McDonald’s. «Podríamos tenerlo listo en cuatro meses pero vamos a estirarlo para abril o mayo así damos tiempo a que se regularice un poquito más la ocupación de mesas en el negocio», confirmaron a LA NACION en Desarrolladora Gastronómica.

Desarrolladora Gastronómica se alzó con la licencia para operar la marca Sbarro en el país a fines de 2017, aunque el proyecto quedó en suspenso por las diversas crisis económicas locales, aunque ahora volvió a ser reflotado. Sus planes para el país son más que ambiciosos y el objetivo que se impusieron es abrir veinte sucursales de Sbarro, entre locales propios y franquiciados.

Antecedentes

El desafío que enfrentan Sbarro y sus licenciatarios locales no es menor. El mercado gastronómico local y en particular el rubro de las pizzerías ya demostró ser un terreno más que complicado para las marcas internacionales.

El fracaso más estrepitoso fue el de Pizza Hut que intentó dos veces desembarcar en la Argentina (1983 y 1997) y en ambos casos la incursión terminó con el cierre de todos sus locales. En 2011 amagó con una tercera vuelta, pero finalmente el proyecto quedó archivado.

A Domino’s Pizza -el principal competidor de Pizza Hut en EE.UU. y en gran parte del mundo- no le fue mucho mejor en su paso por Buenos Aires. La marca llegó a principios de los ’90 con el objetivo de dar vuelta el negocio local y menos de dos años después se había ido del país, aunque se puede jactar de haber sido la empresa que popularizó el concepto del delivery de pizza en la Argentina. Hasta su desembarco la inmensa mayoría de las pizzerías no tenían servicio de entrega de domicilio y la gente tenía que ir a retirar el producto a la sucursal. Domino’s rompió con este modelo comercial con una propuesta casi revolucionaria para la época: si el pedido tardaba más de treinta minutos, la pizza era gratis.

En Desarrolladora Gastronómica son conscientes de lo difícil que será imponer una marca internacional pero confían en su conocimiento del negocio local de la pizza y su capacidad para adaptar el producto al gusto del consumidor argentino.

Sbarro nació en 1956 en el barrio de Brooklyn de la mano de una pareja de inmigrantes napolitanos: Gennaro y Carmela Sbarro. Sus hijos fueron los impulsores de la cadena que hoy cuenta con más de 800 sucursales repartidas en 33 países.

Fracasó estrepitosamente y se tuvo que reinventar: hoy es el rey de las hamburguesas gourmet

Esta es la historia de Alejo Pérez Zarlenga, quien tuvo un largo camino como emprendedor antes de fundar la cadena de hamburguesas Williamsburg

Su hamburguesería, Williamsburg, se coronó en 2017 como la mejor hamburguesería de la Ciudad de Buenos Aires y hoy, que la pandemia golpea con especial fuerza al sector gastronómico, la cadena de burgers –que hasta ante del aislamiento vendía 50.000 hamburguesas por mes– supo reinventarse y es la elegida por los influencers y celebrities.

Pero no es la primera vez que a Alejo Pérez Zarlenga, fundador de la firma, le toca salir a remar. El emprendedor de 32 años aprendió de los errores para consolidarse en el sector, y antes de cristalizar el hit que resultó Williamsburg, tuvo algunos tropezones que empezaron por haber llegado muy temprano con sus ideas.

Era el año 2008 y Pérez Zarlenga, licenciado en Comunicación Social, trabajaba como productor de radio. En un viaje a los Estados Unidos descubrió los food trucks, que en ese momento en la Argentina no se los conocía más allá de los carritos de la Costanera. Enseguida pensó que podía ser una buena idea importar ese concepto al país.

Pero recién en 2012 comenzó a trabajar formalmente en ese proyecto. Junto con un amigo decidieron importar otra idea: la de los panchos gourmet, que en el país tampoco tenía mucho desarrollo. Para darle vida a estas salchichas premium y a sus puestos sobre ruedas, salieron a buscar financiamiento y lo encontraron en un tío de su socio.

Este familiar vivía en Estados Unidos y, fanático de Buenos Aires, decidió aportar el capital para apoyar al dúo y además tener una excusa para venir de visita.

Así dieron los primeros pasos de Hollywood Dogs, como bautizaron a la incipiente empresa. Pero desde el día cero comenzaron las dificultades. Primero, dar con los proveedores requirió de una búsqueda exhaustiva, pero, además, tampoco conseguían quién armara el truck con las características que necesitaban. Es que, no olvidemos, en ese momento era una idea que no se había visto antes. No faltó quien tratara de locos a los dos amigos.

Con sus idas y vueltas, finalmente estuvieron listos en 2013 para salir al mercado.

Sus expectativas eran altísimas: habían establecido una sociedad anónima antes de vender el primer pancho y hasta contaban con tarjetas corporativas. Inexpertos, todavía no eran conscientes del difícil camino que les esperaba.

Comenzaron vendiendo sus panchos a las salidas de los boliches en el Complejo Punta Carrasco. Luego, tuvieron la oportunidad de instalarse en un recital que se hacía en Parque Roca, donde la venta funcionó muy bien y conocieron a «la Hormiga», el que en ese momento se encargaba de organizar la venta ambulante de los recitales más grandes de la Ciudad.

Fin de un sueño, comienzo de otro

Con la promesa de más oportunidades, montaron dos food trucks más para abastecer la supuesta demanda. Pero de un día para el otro, la Hormiga dejó de contestar el teléfono y con él se esfumó la oportunidad de explosión de ventas.

Sin embargo, lo novedoso de la propuesta llamó la atención de los medios, que todos los meses sacaban una nota nueva sobre Hollywood Dogs, dando una falsa sensación de éxito. Así, se acercó un representante de Pereira Aragón, el grupo dueño de Dandy, Guerrín y otros grandes nombres de la industria, con una propuesta para comprarles la marca.

Después de varias reuniones exitosas, el tío y principal inversor viajó a Buenos Aires para cerrar el trato. Habían acordado pedir u$s50.000 y un porcentaje de la empresa en el futuro. Pero saliéndose del libreto, y sin mediar palabra con los amigos, el tío decidió, en medio de la reunión, pedir u$s200.000 que, por supuesto, el grupo rechazó y ese fue el fin de la empresa.

El tiempo pasó y eventualmente otros jugadores del sector se acercaron a Pérez Zarlenga y lo convocaron para que se pusiera al frente de Williamsburg. El emprendedor, que supo pasarla mal, hoy piensa que nada del éxito que tuvo con este proyecto se hubiese logrado sin el fracaso que vivió con Hollywood Dogs.

Y con un curso en resiliencia que solo se puede aprender de las experiencias fallidas, Pérez Zarlenga ahora llevó adelante una exitosa estrategia de delivery para compensar las pérdidas que vinieron a consecuencia de la cuarentena y hasta lanzó una serie de marcas low cost de productos como pizzas, empanadas y sushi.

Mientras, los amigos que en sus inicios lo trataban de loco, hoy lo llaman para pedirle consejos para emprender.

La receta del mejor delivery: rapidez, calidad, buenos precios y ¿big data?

Fuente: Ámbito ~ Tres emprendedores europeos crearon Kitchenita, un e-commerce que lanza marcas exclusivas para apps de envíos despachados desde «cocinas ocultas». ¿Cómo usan internet para garantizar un éxito y satisfacer el consumidor?

Desde hace ya un tiempo, pero más a raíz del confinamiento, los argentinos asumimos que el delivery no es solo pizza y empanadas. Hoy muchos restaurantes –algunos de altísima gama- no sólo se animaron a los envíos a domicilio por primera vez, sino que debieron pensar maneras para que los platos lleguen de la mejor manera posible, de la mano de cartas reducidas y un buen packaging.

Pero meses antes de esta crisis sanitaria, tres socios europeos “la vieron venir” y desembarcaron en Argentina con la idea de “democratizar el delivery”, al ofrecer platos de alta calidad con empaques sustentables y materia prima a agroecológico a precios que promedian los $ 350 o $ 400. Así nació Kitchenita, un emprendimiento que se dedica a crear marcas nativas pensadas para el delivery bajo el modelo de trabajo de las “Dark Kitchens”, espacios ocultos, pequeños y optimizados para el despacho de comida. Estas pequeñas cocinas ganan cada vez más popularidad a nivel mundial.

“ Somos un e-commerce, no somos un restaurante comida que vende online. No venimos a competir con los offline que hoy hace delivery.”, indicó a Ámbito Gaspard Hambückers, COO de Kitchenita, compañía, co-fundada por Arthur Madrid y Alexandre Boccara, su actual CEO.

Hoy Kitchenita cuenta con cuatro marcas pensadas de forma exclusiva para el delivery: LIMU ( Poke), FISHICO (Fishcakes) JARDIN (Vegana con productos de la marca NotCo) y PLANTA BASE (street food a base de plantas), todos ellos con materia prima orgánica y packaging eco-fiendly (hasta los palitos son comestibles). Pero para diciembre de 2020 planean tener 10 y en breve esperan lanzar una marca de empanadas con un twist, es decir reversiones de la mano de un chef argentino de primera línea (aún no revelado) a $ 60 la unidad.

La intención es que cada pedido llegue en 20 minutos en perfectas condiciones. Pero más allá de lo atractivo de la propuesta, es interesante destacar que a cada marca la crean a partir de la data recolectada en internet para ver las necesidades culinarias de cada barrio. En diálogo con Ámbito, Gaspard Hambückers habló de la innovación en el negocio que hay detrás de esta tentadora experiencia para vivir en casa.

Periodista: ¿Cómo nació Kitchenita y en qué consta el negocio exactamente?

Gaspard Hambückers: Kitchenita nació en septiembre de 2019 por dos motivos. Primero porque a nivel mundial el mercado del delivery estaba explotando y desembarcaban en Latinoamérica las super apps internaciones y al mismo tiempo incursionaban apps de pedidos a domicilio regionales. Al ver este cambio, notamos que los restaurantes no estaban hechos para el modelo online y no supieron de todo adaptar su menú, su puesta en valor y sus procesos al servicio del delivery: la pizza seguía llegando con el queso solo de un lado, fría y a los 40 minutos. Así, nos dimos cuenta de que había mucho para mejorar en la oferta online y desde nuestro negocio pensamos marcas exclusivas el delivery que ofrezcan lo que la gente busca cuando pide comida. Y el segundo, es que vimos que a nivel internacional crecía el modelo de cocinas ocultas o “Dark Kitchens”, espacios de trabajo de entre 16 y 20 metros cuadrados optimizados para el proceso de producción, elaboración y despacho de comida. Cuando lanzamos kitchenita, nuestra idea principal era construir y usar estas “Dark Kitchens”, que en el mundo eran cada vez más comunes. Y en el proceso nos dimos cuenta que a nivel local no había ninguna, tuvimos que construir la primera en Belgrano. Actualmente tenemos dos cocinas, la otra está en Palermo y buscamos construir una tercera en Balvanera, porque como las apps funcionan por polígonos, la zona tiene muy buen radio y llega, por ejemplo, a Puerto Madero.

P.: ¿Cuáles son las particularidades de este modelo de trabajo?

G.H: Hoy kitchenita tiene dos unidades de negocio. El primero es la creación de marcas nativas para el delivery que nacen de la data, porque usamos un software propio para entender los huecos de la oferta y así ver qué tipo de comida falta en qué barrio y a qué precio. En función de eso, se busca un inversor. Así nació en Belgrano Limu, de Poke Bowls, porque faltaba una oferta de esa comida a 400 pesos.

El segundo punto es que no soy un restaurante offline con muchísimos platos y una amplia oferta de vinos. Soy casi “monoproducto”: tengo 5 o 6 platos del mismo estilo, dos postres, una propuesta muy corta de bebidas y nada más. Todo para no marear al cliente y que no pierda en su casa 20 minutos en la app para decidir, así como uno puede perder ese tiempo en Netflix buscando qué ver por streaming.

El tercero es que mis marcas tienen un proceso de cocina muy rápido, mis platos se despachan en 5 minutos, lo que permite tener un tiempo de entrega de entre 23 y 25 minutos cuando el promedio de algunas apps es de arriba de 30.

Por último, mis marcas también están pensadas para viajar, porque sabemos que la experiencia de que el plato llegue bien y rápido es muy valorada por el cliente. Yo paso mucho tiempo con un ingeniero de catering para crear un packaging que no llegue volcado, que se mantenga caliente o frío, según el caso, que sea lindo –porque si no voy a ofrecerte decoración y ambiente de un restaurante, quiero que el empaque esté bien hecho- y para fabricarlos usamos solo productos biodegradables. Hasta los palitos de Limu son comestibles.

P.: Vemos que tienen propuestas culinarias para hasta hace poco había que ir sí o sí a un restaurante y pagar más. ¿Buscaron que el delivery sea novedoso?

G.H.: Con la data, estamos surfeando las tendencias del consumidor de hoy y mañana al crear marcas veganas y usar packaging eco-friendly. A la vez, hacemos mucho hincapié en la trazabilidad del producto, conocemos a nuestros proveedores y toda la materia prima que usamos es agroecológica. Porque nos abastecemos en cantidad y porque despachamos desde una misma cocina tres marcas, sin costos de salón, podemos ofrecer platos muy accesibles. Es que Kitchenita nace con la idea de democratizar el acceso a un punto gastronómico de calidad, pensado para el online, que cueste entre $350 y $400.

P.: Desde Kitchenita hacen mucho hincapié en el concepto de Foodlab. ¿Cómo funciona?

G.H.: Después de analizar la data, trabajamos con distintos cocineros argentinos. Uno es Facundo Acevedo, nuestro chef ejecutivo, quien además fue chef del restaurante Sucre y de la Embajada Argentina en Londres y en Caracas. Los que hacemos en los Foodlabs es bajar el ecosistema de creación en función de la data que recibimos de nuestro software y ahí vamos a hablar con el chef, quien piensa 5 o 6 platos por cada marca.

P.: ¿Vieron incrementado el negocio en tiempo de pandemia?

G.H.: Sí. Nosotros ya de antes nos habíamos planteado la democratización del delivery, y la coyuntura jugó a favor del negocio porque en estos tiempos muchos argentinos pidieron comida alguna vez. Pero al mismo tiempo, pasamos de tener mucha más competencia. Si antes teníamos entre 20 o 30 marcas por categoría, ahora tenemos 300, porque muchos de los restaurantes de la Capital Federal están en las apps. Con el confinamiento creció nuestro negocio original al haber mayor demanda, pero el post cuarentena nos va a venir bien también, porque muchos restaurantes se van a ir de las apps y otros se van a quedar, lo que está bueno porque se demuestra que vale la pena tener una pata en los envíos a domicilio si tenés un restaurante offline, siempre y cuando lo hagas bien. Pero para darte una idea, antes de la pandemia trabajábamos 4 o 5 y hoy somos 23 empleados.

P.: ¿Existen nuevas necesidades de los consumidores de nivel local? Y si es así, ¿qué planean hacer desde Kitchenita?

G.H.: Argentina evolucionó mucho en la propuesta gastronómica de delivery. En los 6 meses de pandemia se ganaron 5 años de posicionamiento. Yo creo que además la gente está cada vez más exigente cuando pide comida y creo que el mundo elige productos que cuidan mucho más el medioambiente, hay un menor consumo de carne, un consumidor más responsable y eso es intergeneracional. También hay una tendencia de comer más saludable. El argentino está saliendo de los pedidos “empanada-milanesa-pizza” y se anima a algo diferente. A nosotros nos viene bien que el mercado esté apuntando hacia donde estamos apuntando nosotros. Por eso, después de inaugurar nuestro hub en Balvanera, queremos tener 5 o 6 hubs bien hechos para cubrir todo Capital Federal y Zona Norte.

P.: ¿Además de las nuevas marcas, existen otros objetivos que se plantean?

G.H.: Sí, estamos desarrollando a través de nuestro software el posicionamiento de marcas de delivery de terceros en las super apps, Hoy, al generar mucha data a través de nuestras marcas, podemos ayudar a posicionar otras, porque entendemos cómo funcionan los algortimos de esas apps, sabemos qué hay que tener para estar en el top 3 de sushi o vender mejor tu postre los fines de semana. Nuestra idea es ofrecer este servicio de posicionamiento. También, cuando tenganos los hubs, buscaremos alquilar espacios a terceros. Por último planeamos expandirnos en Latinoamérica. Tras buscar inversores, arrancamos con un capital semilla de u$s 500.000. Ahora aspiramos a reunir u$s 5 millones para la próxima ronda, para que en marzo o abril podamos expandir Kitchenita, el software y sus marcas a América Latina, con nuestros primeros focos en Bogotá, Lima, Montevideo y Asunción.

«Pinta de la Paz». Quilmes relanza un producto para ayudar a otras cervecerías

La Nación ~ Quilmes lanzó una nueva partida de la cerveza colaborativa «La Pinta de la Paz» junto con la cervecería Mesta Nostra. Con la venta de este producto se recaudarán fondos para destinar al enlatado de nueve cervecerías artesanales afectadas por el aislamiento social.

Esta colaboración empezó el año pasado y tuvo el objetivo de mezclar los «dos mundos» de la cerveza: el industrial y el artesanal. «Este proyecto desmitifica que hay rivalidad y enfrentamiento, demostró que si se podía convivir», dijo Yuri Werefkin, maestro cervecero de Mesta Nostra. En busca de verde. Los barrios privados más requeridos para comprar lotes

Ambas compañías llegaron a una cerveza denominada «amber lager ale», por la mezcla de sus levaduras, y la describen como «una cerveza con cuerpo y aroma frutal». Este año tenían pensado relanzar el proyecto, pero la pandemia de Covid-19 giró su rumbo.

Con esta nueva iniciativa buscan colaborar con el sector ayudando de manera directa a cervecerías artesanales afectadas por la pandemia. La marca invitó a nueve artesanales a enlatar un total de 40.000 latas de cerveza, lo que equivale a 20.000 litros. Las cervecerías son: Bronx Cerveza, Rothenburger, Bretonia Brewery, Cerveza Castelo,Trent Craft Beer, Bulgara, Postanak Cerveceria Independiente, Costa de León y Cerveza Equum.

«Pensamos en cómo podíamos dar una mano a aquellos que están pasando por algo muy complejo, es importante tener una industria cervecera que empuje para el mismo lado», dijo Laura De Bona, gerente de marca Quilmes.

Este sector, como muchos otros, fue golpeado con las restricciones de la cuarentena. Con los bares cerrados, sin ventas y los barriles sin vender, cada día que pasaba era aún más devastador.

«La mayoría no cuenta con los insumos para la distribución, por ende que las ventas de la gran mayoría cayeron a cero por varios meses, fueron situaciones insostenibles. Muchas fábricas cerraron y otras están en camino -aseguró Werefkin-. Ayudamos a colegas para que continúen vendiendo sus líquidos, hay posibilidades y se puede salir adelante».

El proceso de enlatado del producto esta a cargo de Los Vascos, una empresa especializada en el mundo artesanal. Ya en la lata, cada productor de cerveza podrá distribuir y vender de forma independiente. «A las cervecerías les da la posibilidad de tener latas a un costo menor y a nosotros nos dio la posibilidad de conocer a colegas con los que seguiremos trabajando en este proceso», aseguró Matias Zubillaga, dueño de dicha empresa.

La versión 2020 de «La Pinta de la Paz» es en un formato de 473?ml y tiene un precio de $83. Ya está disponible a nivel nacional en la plataforma de e-commerce CraftSociety y en Capital Federal en Appbar. También, podrá encontrarse en supermercados y autoservicios del Gran Buenos Aires, Costa Atlántica y la Patagonia.

Las nueve participantes coinciden que la iniciativa de Quilmes es un gran empujón para el sector y suma al crecimiento de la categoría. «Nos ayuda a afrontar nuestros compromisos y a posicionarnos en el mercado con nuestro nuevo formato, para nosotros es una gran oportunidad – dijo Gabriel Castelnuovo, de Cerveza Castelo-. Estuvimos dos meses cerrados y tres meses sin producir, tuvimos una pérdida de 5000 litros».

«Nos permite introducirnos en el mundo «de las latas», ya que si bien contamos con equipos para embotellar, no tenemos la tecnología para enlatar y esto nos da una apertura a nuevos canales de ventas y que de distintos lugares puedan conocer nuestro producto», explicó Ivan Battista, de la cervecería Rothenburger de la localidad de Chivilcoy.

Cada cervecería podrá enlatar alrededor de 2500 litros y esperan empezar a venderlas a principios de octubre. A futuro, muchas de las cervecerías piensan seguir con el proceso de enlatado.»Estimamos que el consumo en lata estará en crecimiento en los próximos años», dijo Castelnuovo.