Un viaje sensorial entre vinos y platos de autor en el corazón de Chacarita

Fuente: ámbito – El pequeño espacio gastronómico del colombiano Fidel Pérez Ochoa ofrece una experiencia íntima, donde el vino y la comida se fusionan para cautivar los sentidos.

Fidel Pérez Ochoa, empresario gastronómico y dueño de Casa Seis, encontró en el vino una pasión que lo llevó a materializar uno de sus sueños: abrir un pequeño wine bar en Chacarita. La historia de Casa Seis comienza con un anhelo inspirado en su infancia en Colombia, donde vivía en la manzana cinco, casa seis. Tras haber fundado una cervecería con éxito en pleno Palermo (BierHof), decidió incursionar en un rubro diferente, uno que le permitiera crear un ambiente íntimo y cálido, ideal para disfrutar de buenos vinos y platos de autor en un espacio diseñado con detalle y cariño. Así nació Casa Seis, con el objetivo de brindar una experiencia gastronómica completa, donde el equilibrio entre las etiquetas seleccionadas y los sabores de la cocina sea protagonista.

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Casa Seis se inserta en un barrio en pleno crecimiento gastronómico, Chacarita, que cada vez tiene más opciones para los amantes de la buena comida. En un espacio de tan solo 25 m², con una ambientación acogedora, el restaurante busca brindar una propuesta que, aunque sencilla, se destaque por su calidad y armonía entre comida y vino. La decoración a cargo del arquitecto Marcos Popp resalta por una serie de barras intercaladas de microcemento en azul petróleo, inspiradas en los bares de tapas españoles, y estantes con vinos que se iluminan sutilmente. Este cuidado en cada detalle contribuye a crear un ambiente donde cada comensal pueda sentirse cómodo, tanto en su interior como en sus mesitas sobre la vereda.

La carta de vinos, elaborada en conjunto con la sommelier Florencia Turdera, se destaca por ofrecer más de 50 etiquetas cuidadosamente seleccionadas de distintas regiones de Argentina, desde pequeños productores hasta otros más reconocidos. Entre otros, se encuentran el Pequeñas Fermentaciones (50% roussanne y 50% marsanne) de bodega El Porvenir, y Piedra Parada (70% merlot y 30% pinot noir) de Patagonian Wines. Además, incluye vinos con burbujas, blancos ligeros, blancos con cuerpo, naranjos, rosados, tintos ligeros, tintos con cuerpo medio, tintos con cuerpo y dulces tardíos, lo que permite a los comensales disfrutar de un amplio espectro de sabores, acompañados por platos que complementan cada copa sin opacar al vino.

Casa Seis

Para acompañar, proponen un menú con opciones que buscan innovar a través de la fusión de ingredientes frescos y especias exóticas. Entre los platitos más aclamados se encuentran las zanahorias confitadas con yogur de sésamo y furikake, la ricota quemada con chutney de tomates y berenjenas, y el pan naan a la plancha con cebolla de verdeo y miel especiada. Como plato principal, el asado braseado a baja temperatura durante cuatro horas es la estrella, que se sirve con una salsa criolla y ensalada de repollo colorado. Para el postre, Casa Seis se inspira en los desayunos de la infancia de Fidel y deleita con un bizcocho de coco con mousse de café, espuma de leche con jengibre y avellanas tostadas.

Además de vinos, este lugar complementa su cocina con cervezas, cócteles clásicos y mocktails frutales, ideales para acompañar las tapas o simplemente disfrutar de un aperitivo en una de las barras o en la vereda.

Casa Seis es un espacio que invita a disfrutar de una experiencia íntima, donde cada bocado y cada sorbo están pensados para resaltar los sentidos en perfecta armonía. Un spot donde la pasión de Fidel por el vino y la gastronomía se refleja en cada rincón, creando una experiencia cálida y acogedora en el corazón de Chacarita.

Dirección: Guevara 495, Chacarita.

Horarios: de martes a domingo de 18 a 01 h.

Cuánto hay que invertir para abrir un local de la franquicia Le Pain Quotidien

Fuente: iProfesional -Le Pain Quotidien, presente en más de 20 países, encontró en la Argentina su segundo mercado más grande, con 14 locales propios y 28 franquicias

Desde su llegada al país en 2012, la cadena belga Le Pain Quotidien se expandió bajo el modelo de masterfranquicia y busca replicar la esencia europea de la marca en el contexto local. Traer el pan de masa madre, los tartines y la gran mesa comunal a un mercado acostumbrado al café expreso y la medialuna fue todo un desafío. Sin embargo, Federico Lantaron, CEO y masterfranquiciado de la empresa en Argentina, vio la oportunidad y, adaptándose al gusto local sin perder su identidad internacional, logró hacer crecer la cadena con 14 locales propios y 28 franquicias en Buenos Aires, Mendoza y Tucumán.

Le Pain Quotidien opera en más de 20 países, con más de 200 locales, desde Estados Unidos y Francia hasta Emiratos Árabes Unidos y Japón. Como clave de su modelo de expansión, la cadena mantiene un 80% de su menú original y adapta el 20% restante a los gustos locales. Así, el clásico croissant francés, en Argentina, lleva dulce de leche y se ofrece una canasta de pan acompañada de mermeladas y quesos untables. «Otro factor clave para el éxito de Le Pain Quotidien en Argentina fue el reconocimiento previo de la marca por parte de un público que ya esperaba su llegada al país. Esta expectativa generó una gran ventaja inicial, pero también implicó la responsabilidad de garantizar que la experiencia ofrecida estuviera a la altura de los estándares de calidad y servicio que los clientes conocían de nuestra marca en otros países», comenta Lantaron.

Como resultado de esta adaptación y de la calidad de sus productos, Le Pain Quotidien logró fidelizar a su clientela aún en un contexto de consumo deprimido, le permitió que el éxito no decaiga y la expansión continúe. Pronto se sumarán 5 nuevos locales en localidades como Escobar y ciudades como Córdoba y Mar del Plata. «Comparado con otros países de la región, Argentina es el segundo país con más locales de Le Pain Quotidien en el mundo, luego de Estados Unidos», señala con orgullo Lantaron.

La apertura de franquicias cuenta con un sólido sistema de soporte que incluye capacitación, auditorías y estrategias de marketing, además de un sistema centralizado de compras que ayuda a los franquiciados a acceder a insumos de alta calidad a precios competitivos. Para Lantaron, estas herramientas, junto con el prestigio que la marca construyó internacionalmente, hacen de Le Pain Quotidien una opción confiable para quienes buscan entrar en el sector gastronómico con una marca consolidada.

«Además, la inversión inicial para abrir una franquicia de Le Pain Quotidien es comparativamente más accesible que en otros modelos gastronómicos de alto nivel. Gracias a nuestra experiencia en optimización de costos, a los franquiciados les resulta más fácil mantener la rentabilidad, incluso en un contexto económico desafiante», enfatiza el responsable de la marca en Argentina.

Le Pain Quotidien: el monto inicial para adquirir una franquicia es de u$s65.000

Para quienes desean unirse al mundo de Le Pain Quotidien, el acceso a la franquicia tiene requisitos bien definidos que, según Lantaron, garantizan la viabilidad de la inversión.

El monto inicial para invertir varía según el tipo de local, ya que Le Pain Quotidien ofrece opciones como góndolas o kioscos, así como locales de mayor tamaño. Por ejemplo, los formatos más pequeños, la inversión arranca de u$s65.000, incluyendo el canon de ingreso, obra civil y stock inicial. Aunque Lantaron no precisa el dato, remarca que para los locales más grandes, de unos 150 metros cuadrados, la inversión es claramente mayor debido a la escala, el espacio y el personal necesario.

El tiempo de recupero de la inversión de la franquicia se estima en un plazo de tres años, aunque algunas ubicaciones con alta demanda, aclara el CEO, lograron recuperarla a los 18 meses. «Para asegurar el éxito de los franquiciados, Le Pain Quotidien ofrece un sistema de soporte integral que incluye capacitación inicial y continua en todas las áreas críticas, desde la preparación del producto hasta la gestión del personal y el servicio al cliente. Además, el equipo de soporte realiza visitas periódicas a cada local para evaluar el rendimiento y ofrecer recomendaciones que mejoren la rentabilidad», aclara.

El perfil de franquiciado que busca sumar la empresa es el de alguien con experiencia comprobable en el sector gastronómico y conocimientos de gestión, pues Le Pain Quotidien requiere de una operación meticulosa que cuide cada detalle de la experiencia del cliente.

De cara a los próximos 5 años, Le Pain Quotidien en Argentina planea una expansión orgánica y estratégica, con el objetivo de abrir entre 8 y 10 nuevas franquicias por año. La marca apuesta por un crecimiento sustentable que priorice la presencia en el interior del país. «Eso sí, no buscamos un crecimiento agresivo, sino estratégico y sostenible», concluye Lantaron.

En La Boca, los 70 años del bodegón más querido de Buenos Aires: elogiado por chefs como Mallmann y estrellas como De Niro

Fuente: Clarín by @elobrero1954 – El Obrero fue fundado en 1954 por inmigrantes asturianos.Lo lleva adelante la tercera generación de la misma familia. Algunos clásicos: la tortilla de papas y la milanesa a la napolitana.

En medio de la oscuridad de la calle Agustín Caffarena, en el barrio de La Boca, una luz tenue anuncia esperanza y autenticidad: es El Obrero, un bodegón que hace 70 años ofrece una experiencia gastronómica porteña sin pretensiones. Entrar allí es como sumergirse en la escenografía de una película, donde cada rincón revela el alma de Buenos Aires en su versión más auténtica.

Tres generaciones han trabajado incansablemente para mantener vivo este rincón, alejado de los modernos polos gastronómicos, pero famoso por su tradición. Desde los 18 años, Jorge ha estado al frente de las brasas, y hoy, a sus 82, sigue manejando la parrilla con la misma pasión que siempre, custodiando los sabores que han convertido a El Obrero en leyenda.

La verdadera escena la sostienen sus platos clásicos, que a lo largo de los años siguen atrapando a locales y turistas: la tortilla de papas, la milanesa a la napolitana, el bife de chorizo y el flan, platos que mantienen viva su esencia. Este bodegón, que ha conquistado a famosos de todo el mundo y a chefs como Francis Mallmann, continúa siendo una parada obligada para quienes buscan conocer la Buenos Aires más auténtica.

La historia de El Obrero

En 1950, Marcelino y Francisco Castro, dos jóvenes asturianos de 18 y 21 años, llegaron a Buenos Aires con grandes sueños y pocos ahorros. Cuatro años después, en 1954, lograron comprar un local en La Boca, que en ese entonces era un humilde despacho de bebidas. Allí, en las pausas del trabajo, los obreros se reunían a jugar cartas y a compartir charlas, sin imaginar que ese espacio se convertiría en el mítico bodegón de El Obrero.Marcelino sirviendo sopa en El Obrero. Marcelino sirviendo sopa en El Obrero.

El nombre se debe a sus primeros comensales: los obreros del puerto, fábricas y frigoríficos, que llenaban el local de madrugada y al mediodía. «En esa época se llenaba el local por la mañana con café con leche y medialunas. Al mediodía mi papá servía sopas y guisos de ternera, platos bien calóricos», recuerda Silvia Castro, hija de Marcelino. Ella también evoca a su padre con un gran canasto lleno de verduras, que traía todos los días del mercado.

En aquellos días, Argentina era otra: los obreros podían sentarse a disfrutar un buen plato, y el trabajo fuerte del bodegón era al mediodía. Sin embargo, décadas más tarde, el cierre de las industrias cambió el ritmo del lugar, transformando las noches en su horario más concurrido. La tradición del bodegón, no obstante, continuó intacta, y el salón permanece igual, con su decoración de banderines, bufandas, camisetas y fotos de visitantes célebres.La fachada de El Obrero hoy. Foto: Constanza Niscovolos. La fachada de El Obrero hoy. Foto: Constanza Niscovolos.

Las paredes del bodegón están llenas de historia, con fotos de famosos como Gustavo Cerati, el cantante francés Charles Aznavour y el Príncipe Alberto de Mónaco, que pasaron por sus mesas. Los pisos y muebles son los mismos desde sus inicios, marcados por décadas de ajetreo y salones llenos. Para Silvia, que trabaja allí desde los 20 años, cada detalle es un testimonio vivo de la dedicación de su familia.

Jorge, un formoseño que comenzó a trabajar en El Obrero a sus 18 años y hoy, a sus 82, sigue en la parrilla, recuerda cómo él, Marcelino y Silvia atendían, baldeaban y llenaban la heladera, haciendo que el lugar funcionara con esfuerzo diario. Jorge trabaja desde los 18 años en El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. Jorge trabaja desde los 18 años en El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

La clientela creció y el boca a boca llevó la fama de El Obrero más allá de las fronteras, atrayendo a extranjeros y turistas que buscan la auténtica experiencia porteña.

Celebridades internacionales como Bono y Robert De Niro también cayeron bajo el encanto de El Obrero. “Una vez entró un runner que nos contó que había venido porque De Niro le recomendó el bife de chorizo y la tortilla”, ríe Silvia. Ella explica que el secreto de su éxito es la autenticidad: “Es el boca a boca y que acá se vive una verdadera experiencia porteña”.Las paredes del salón repletas de fotos con famosos: Foto: Constanza Niscovolos. Las paredes del salón repletas de fotos con famosos: Foto: Constanza Niscovolos.

La pandemia golpeó fuerte, pero El Obrero resistió. Silvia y su familia pasaron dos años durmiendo en el bodegón para mantenerlo vivo y, aunque consideraron cerrar, apostaron por seguir adelante.

Hoy, tras 70 años, El Obrero es un símbolo de La Boca, un refugio para el alma porteña que sigue contando la historia de Buenos Aires a cada comensal que cruza su puerta.

Qué comer en El Obrero

La tortilla de papas de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. La tortilla de papas de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

En sus 70 años, la carta de El Obrero sufrió una evolución lógica: de platos sencillos y reconfortantes a una variedad que mantiene el espíritu porteño intacto. Al principio, servían guisos, pucheros, sopas y un contundente sándwich de crudo y queso para los obreros. Con el tiempo, sumaron sabores asturianos como la fabada, en honor a las raíces de los fundadores.

La parrilla llegó luego y con ella una variedad de cortes que se preparan al gusto de cada cliente. Según Jorge, quien desde los 18 trabaja en la parrilla, los preferidos son el ojo de bife, el matambrito y el bife de chorizo ($ 20.600).El bife de chorizo de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. El bife de chorizo de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

La milanesa a la napolitana ($ 19.200) -para compartir entre dos- también es estrella: viene en una platina ovalada, con salsa de tomate y mozzarella derretida sobre una carne generosa y jugosa.La milanesa napolitana de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. La milanesa napolitana de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

En los 80, la carta se amplió para incluir pescados, y ahí llegaron las rabas ($ 23.000 la porción para dos personas), una entrada infaltable en cada mesa. Jorge asegura que son abundantes y crujientes, con un rebozado perfecto. La tortilla ($ 9.600), con chorizo colorado y papas en cubos, es otro clásico.

Entre los platos más pedidos, los ravioles verdes ($ 8.800) destacan. Son caseros, amasados en el lugar y rellenos con una mezcla de ricota, mozzarella y albahaca. Servidos con una salsa suave, son ideales para compartir si se opta por una entrada.

https://f5b82fb194da314ade01231c8eb2eaeb.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlLos ravioles verdes al fileto de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. Los ravioles verdes al fileto de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

Para terminar, los postres son un viaje a la infancia, con opciones como el flan casero ($ 5.400), de textura rugosa y sabor delicado, o el postre de la casa ($ 5.200): una combinación de vainillas, pastelera y dulce de leche que evoca recuerdos de sobremesas familiares. Las frutillas con crema son otro infaltable en la mesa, siempre frescas y servidas en porciones grandes, listas para compartir.Las frutillas con crema de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos. Las frutillas con crema de El Obrero. Foto: Constanza Niscovolos.

En cada visita, El Obrero ofrece una experiencia de bodegón auténtico que atrae no solo a turistas, sino también a los hijos y nietos de los primeros comensales. Con platos abundantes y una carta que no ha cambiado desde los 80, este rincón de La Boca es más que un restaurante: es una muestra viva de la tradición porteña que continúa cautivando a generaciones.

El Obrero. Agustín Caffarena 64, La Boca. Martes a sábado de 20 a 2 hs. Instagram: @elobrero1954

Gastronomía de lujo: el restaurante de carnes premium en un hotel 5 estrellas de CABA

Fuente: Clarín – Disfrutá de una experiencia gastronómica al aire libre en un jardín encantador en uno de los mejores hoteles de Buenos Aires.El restaurante ofrece un menú destacado de carnes argentinas de alta calidad.

Si estás buscando el lugar perfecto para una cita romántica, celebrar un aniversario o disfrutar de un cumpleaños en un ambiente excepcional, hay una recomendación que no podés dejar pasar. Un hotel cinco estrellas de CABA alberga un secreto muy bien guardado: un restaurante que se especializa en parrilla de carnes premium y ofrece una experiencia gastronómica única al aire libre.

Con un entorno encantador y un servicio de primer nivel, este restaurante es ideal para aquellos que desean deleitarse con lo mejor de la parrilla argentina en un espacio que combina elegancia y confort. Aquí descubrirás todos los detalles sobre cómo visitarlo y qué delicias te esperan en su menú gastronómico.

Nuestro Secreto: un restaurante con carnes premium en un hotel cinco estrellas de CABA

Ubicado dentro del prestigioso Four Seasons, Nuestro Secreto te invita a disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable. Su parrilla al aire libre, rodeada de un hermoso jardín, transforma cada comida en un evento memorable.

Visitar Nuestro Secreto es muy sencillo. Este restaurante se encuentra en el jardín del Four Seasons, entre la torre moderna y la mansión histórica del hotel.

Con una estructura de vidrio que permite la entrada de luz natural, el lugar ofrece la sensación de estar al aire libre, ideal para una comida en pareja o una celebración con amigos.Nuestro Secreto tiene un hermoso espacio al aire libre para degustar su carta. Foto: Four Seassons.Nuestro Secreto tiene un hermoso espacio al aire libre para degustar su carta. Foto: Four Seassons.

Platos imperdibles en Nuestro Secreto

  • Ojo de bife: una opción jugosa que resalta la calidad de la carne argentina.
  • Bife de chorizo con hueso: un clásico que hará feliz a los amantes de la carne.
  • Mollejas: preparadas con un toque especial, son el inicio perfecto para cualquier comida.
  • Chuletón: iIdeal para compartir y disfrutar en buena compañía.
  • Ravioles de asado: una opción creativa que combina tradición y originalidad.

Nuestro Secreto tiene un gran menú con todo tipo de carnes argentinas. Foto: Four SeassonsNuestro Secreto tiene un gran menú con todo tipo de carnes argentinas. Foto: Four Seassons

Cómo disfrutar de esta experiencia gastronómica en el hotel Four Seasons de CABA

Nuestro Secreto es el lugar perfecto para una celebración especial o una cena romántica, donde el ambiente se presta para crear recuerdos inolvidables.Nuestro Secreto se encuentra dentro de un prestigioso hotel 5 estrellas. Foto: Four Seassons.Nuestro Secreto se encuentra dentro de un prestigioso hotel 5 estrellas. Foto: Four Seassons.

Información práctica para tu visita:

https://ec1f6f7c2683529b9053ea0ef7197796.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
  • Reservas: es recomendable reservar con anticipación para asegurar tu mesa en este exclusivo espacio.
  • Contacto: podés llamar al +54 (11) 4321-1200 o hacer tu reserva en línea a través del sitio web del Four Seasons.
  • Ubicación: 1086/88 Posadas, Recoleta, Buenos Aires.

La calle con aires parisinos que suma propuestas de arte, lujo y gastronomía


Fuente: La Nación – Galerías, cafés de especialidad, hoteles 5 estrellas y platos de autor: cuál es la zona de Buenos Aires que concentra glamour y exclusividad

Curva, elegante y la más parisina de la ciudad de Buenos Aires. La calle Arroyo es una de las joyas urbanas que atesora el barrio de Retiro, que concentra glamour y exclusividad en apenas dos cuadras: desde Carlos Pellegrini hasta Esmeralda. Entre galerías de arte, cafés de especialidad, hoteles cinco estrellas y una de las barras más premiadas de la región (Florería Atlántico), el circuito que late fuerte en el corazón de la Comuna 1 fue denominado como el “codo aristocrático de Buenos Aires”, por el escritor Eduardo Mallea.

La arteria más instagrameable de la zona nació como Calle de las Tunas en 1882 y recién en 1902 fue bautizada con una parte del apellido de Manuel Andrés Arroyo y Pinedo, presidente del Congreso de 1825 y dueño de la quinta emplazada en Carlos Pellegrini y Arroyo. Sin embargo, hace 32 años, el 17 de marzo de 1992, un coche bomba detonó frente a la Embajada de Israel, en Arroyo y Suipacha, dejando 29 muertos. El atentado dejó también una cicatriz urbana: allí, en medio de edificios patrimoniales y pastelería francesa, se recuerda la tragedia con una plaza seca que funciona como memorial.

Entre palacetes y joyas patrimoniales, como el Palacio Estrugamou, la Torre Mihanovich, el Palacio Pereda y la embajada de Brasil, Arroyo conserva el porte que le valió ser llamada como “la París de Buenos Aires”. Hoy es una de las calles más visitadas por amantes del arte y más concurridas por quienes buscan rincones secretos: las opciones gourmet de alta calidad son exclusivas y casi todas requieren reserva. Tragos de autor, platos a base de cereales en los jardines de un museo icónico, cocciones entre fuegos en un hotel 5 estrellas que se incendió a los seis meses de inaugurarse. Y volvió a renacer.

Caminar la continuación natural de la Avenida Alvear es viajar por una calle única que rompe el molde.

CANTINA. Hotel Casa Lucía, Arroyo 841

El restaurante del hotel cinco estrellas apuesta por los sabores locales y la esencia argentina
El restaurante del hotel cinco estrellas apuesta por los sabores locales y la esencia argentinaCasa Lucía

El restaurante del hotel de cinco estrellas apuesta por los sabores locales y la esencia argentina. Decorado con tacos de polo, se destacan platos que celebran la influencia de la inmigración, como croquetas de jamón serrano, fainá con burrata, tortilla de papas o revuelto de gramajo con salchicha parrillera, creaciones del chef Lucas Russo: “Me gusta la gastronomía simple, las cocciones con fuego de leña, el hierro y realzar los verdaderos sabores de cada producto”, dice.

LOS JARDINES DE LAS BARQUIN. Suipacha 1422 (Museo Fernández Blanco)

Aquí, el entorno es único: el patio andaluz y los jardines del Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco
Aquí, el entorno es único: el patio andaluz y los jardines del Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco

Rodeado de un entorno único –el patio andaluz y la vegetación de los jardines del Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco- Germán Sitz, Pedro Peña y Alejandro Feraud—ponen el foco en los cereales como base de la propuesta. “Fueron el motor económico histórico del país”, afirman. Y destacan que no cualquier trigo es igual ni hay dos granos de arroz semejantes. Empanadas de centeno, risotto de hongos, pesca del día con almendras dominan el menú.

LE CLUB BACÁN. Hotel Casa Lucía, Arroyo 841

Tragos, tapas y buena música dan forma a la propuesta de Le Club Bacán
Tragos, tapas y buena música dan forma a la propuesta de Le Club Bacán

Tragos inspirados en el adn argentino y más de 400 etiquetas de vinos nacionales, junto con una gran propuesta de tapas. El maestro coctelero Martín Suaya señala que la estrella es “Suspiro de bandoneón”, con Johnnie Walker Red Label, albahaca, solución cítrica y almíbar simple. Otro de los favoritos, “Puente”, viene con Tanqueray Gin, frutas rojas, cardamomo negro y marshmellow tostado. Además, quesos tortillas, croqueta y sándwich de cachopo asturiano. Todos los nombres del menú corresponden a temas musicales nacionales.

FARINELLI. Arroyo 900

La tentadora cocina de Farinelli
La tentadora cocina de Farinelli Sebastián Pani – Lugares

Bagels de atún, sándwiches de ternera, brunch y proveeduría para llevar panes multicereal o mermeladas. La propuesta es descontracturada, según la inspiración de la chef María José Moretti, que refuerza que todo “está hecho en casa” y con ingredientes de estación que llegan de productores locales seleccionados. Un hit: la cheescake con frutos rojos o maracuyá.

GALERIA PALATINA. Arroyo 821

En la galería de arte Palatina se puede ver la expo “Miradas oníricas”, de Lucrecia Orloff junto a María Soledad Majdalani
En la galería de arte Palatina se puede ver la expo “Miradas oníricas”, de Lucrecia Orloff junto a María Soledad Majdalani

Desde 1975, es un clásico del circuito de arte. Por la galería pasaron muestras de artistas emblemáticos: desde Carlos Alonso, Antonio Pujía, Cristina Santander, Teresa Pereda hasta Joaquín Torres García y Alicia Penalba, cuyas esculturas en bronce se destacan en el espacio. Actualmente se puede ver la expo “Miradas oníricas”, de Lucrecia Orloff junto a María Soledad Majdalani. “Un universo de esculturas y grabados de ensueño”, señala Norma Quarrato, al frente de Palatina.

FLORERÍA ATLÁNTICO. Arroyo 872

La parte del bar de Florería Atlántico funciona en el sótano
La parte del bar de Florería Atlántico funciona en el sótano Estrella Herrera

El bartender Tato Giovannoni está al frente de este bar encriptado que combina tragos de autor con florería boutique, a cargo de Claudia López Aragón y Eduarda Tartaglia que eligen los mejores ejemplares locales. El contraste entre la puesta escenográfica de fonda de marineros, en el subsuelo, con pétalos, orquídeas y ramas en flor es único. Hace 11 años que el bar integra la lista de los 50 Best Restaurantes: en esta edición ocupó el puesto 46.

KISSATEN TOSTADOR. Arroyo 826 1°piso

Un rincón delicado, con café filtrado y aires japoneses
Un rincón delicado, con café filtrado y aires japoneses

Entre variedades de Bolivia, Rwanda, Costa Rica, Etiopía, Perú y Colombia los métodos de filtrado de café exclusivos son el caballito de batalla. Aromas sutiles, matices y preparaciones especiales elevan la experiencia en este rinconcito japonés en plena ciudad. Té, objetos de bazar y galletas también disponibles.

THE SHELTER COFFE. Arroyo 940

En Shelter, ofrecen seis métodos diferentes para preparar el café
En Shelter, ofrecen seis métodos diferentes para preparar el café

Estilo inglés y dedicación especial para el café, que preparan con 6 métodos distintos. Se destacan las variedades french press, moka, chemex, syphon, coffee dripper, aeropress: distintos granos, distintas máquinas, distintas temperaturas en este café íntimo con sillones tapizados en cuero cuyos macarons de pistacho son el secreto mejor guardado.

GALERÍA AZUR. Arroyo 981

Azur, una de las clásicas casas de subastas de la zona
Azur, una de las clásicas casas de subastas de la zona

Una de las clásicas casas de subastas de la zona, donde el foco está puesto en el arte argentino moderno y en el arte contemporáneo internacional. En exhibición, las muestras de Carmela Blanco, y Futuros Posibles, de Horacio Inchausti. Entre las últimas expos se destacan la de Ides Kilhen, Juan Carlos Romero y Guillermo Tottis.

ESPACIO DE ARTE FUNDACIÓN OSDE. Arroyo 807

Espacio de Arte de Fundación OSDE está conformado por 135 obras vinculadas a premios de las artes visuales
Espacio de Arte de Fundación OSDE está conformado por 135 obras vinculadas a premios de las artes visuales

La colección de la Fundación OSDE es privada, con acceso libre al público. Está conformada por 135 obras vinculadas a premios de las artes visuales que fue recientemente reeditado. Entre los artistas exponen Eduardo Stupía, Elisa Strada, Marcela Cabutti y Soledad Dahbar. Actualmente se puede ver la muestra La mirada encendida. El espacio, vidriado, es una obra de arte en sí misma.

El chef de culto que abrió un restaurante en homenaje a su abuela y agotó 4.000 reservas en dos horas

Fuente: Clarín – Perfil bajo y larga trayectoria, Máximo Togni (46) ya había revolucionado el fast food.Ahora Evelia, donde hace cocina argentina, es uno de los fenómenos gastronómicos de 2024.

280.000 personas entran a un sitio web al mismo tiempo para conseguir algo y la página colapsa. No estamos hablando de un ticket para el recital de la estrella pop del momento ni de la banda histórica que se reencuentra: esa gente quiere conseguir una mesa para un restaurante. ¿Un tres estrellas Michelin en una ciudad europea? No: un nuevo lugar que abrió, con perfil bajo, en pleno Núñez.

Evelia es el fenómeno gastronómico del año y probablemente un caso como no se ha visto en la escena gourmet porteña en mucho tiempo. Inauguró en mayo y al mando no está un chef famoso de la tele, pero sí uno que a base de esfuerzo, creatividad y riesgo se hizo un nombre: Máximo Togni, un cocinero de culto.

Es un jueves a la noche y el local está estallado. Togni está parado junto a la barra chequeando el emplatado, pero con un ojo atento a lo que pasa a sus espaldas en el salón. Se quedará en ese lugar toda la noche, salvo cuando haga un alto para comer, también sentado a la barra, como un cliente más. En esas dos imágenes, hay una definición de su meticulosidad como profesional y de lo que buscó en este restaurante: los platos que a él le gustan.

La prensa gastronómica colmó de elogios a Evelia (“La fórmula es síntesis de recorrido profesional, vocación, recuerdos familiares, talento y sensibilidad”, escribió Pietro Sorba, crítico de Clarín) y las fotos en las redes multiplicaron el efecto deseo. Pero había una ansiedad previa. Como un gran músico del que se espera el lanzamiento de la que puede ser su obra cumbre, crecía el interés por ver qué era lo que iba a hacer Togni. El mismo Togni que ya había reformulado el fast food y le dio una impensada jerarquía al pancho y la pizza.

“Había mucha expectativa del lugar porque yo venía hace un montón de años contando lo que es mi cocina. Sabíamos que podíamos tener bastantes reservas, pero no me imaginaba tanto”, admite Togni ahora, un sábado a la tarde, en la entrevista con Clarín.Máximo Togni es un cocinero de larga trayectoria que jerarquizó el hot dog y la pizza. Foto Fernando de la Orden Máximo Togni es un cocinero de larga trayectoria que jerarquizó el hot dog y la pizza. Foto Fernando de la Orden

Evelia hizo colapsar la aplicación de reservas en ese momento de pico de 280.000 personas. El restaurante tiene todo tomado para octubre y noviembre, los dos turnos que hace de martes a domingo, 150 cubiertos en total. Abre las reservas el 1° de cada mes, para el mes siguiente. El 1° de octubre, los casi 4.000 cubiertos de noviembre volaron en sólo dos horas.

Nunca escuché de una demanda así de un lugar por abrir. Me parece que estamos en una época en la que más allá de la recesión económica y que se han caído lugares y otros están más flojos, sigue existiendo el plan de salir a comer y sigue siendo super importante para la gente esa poca plata que tiene, gastarla en la salida”, dice Togni, humilde, intentando explicar el éxito de Evelia.

Una de las razones está en algo que deliberadamente buscó: situarse en un rango de precio competitivo, con un promedio de cubierto de $ 35.000, mucho más económico que el de otros restaurantes de un nivel similar. Y planea abrir los mediodías con el mismo menú para responder a esa demanda inédita.

El camino de un cocinero

Evelia es un restaurante de cocina argentina con gran protagonismo de las pastas. El nombre es un homenaje a la abuela materna de Máximo, de quien empezó a aprender de qué va esto de cocinar y el gran referente de su vida. De hecho, el frente del local de Campos Salles al 1700 se intervino para que pareciera una casa, inspiración en la de su abuela Evelia en Maipú.

En esa localidad a 135 kilómetros de Mar del Plata nació Máximo. Cuenta que el vínculo con sus padres fue complejo y que vivió toda su adolescencia en lo de Evelia, que administraba campos en la zona, una mujer que se quedó viuda joven y se puso todo al hombro. El vivía en una casa de nueve habitaciones en las que tocaba el timbre y el personal de servicio “me traía el desayuno”, pero Evelia igual los fines de semana amasaba capelettis para 20 personas.El cocinero en la puerta de su restaurante en Núñez. Foto Fernando de la OrdenEl cocinero en la puerta de su restaurante en Núñez. Foto Fernando de la Orden

La crisis del final del gobierno de Alfonsín golpeó a Evelia, perdió todo y murió muy joven, a los 62 años. El tenía 18. Fue un impacto durísimo. Se vino a Buenos Aires y dio el examen de ingreso para estudiar gastronomía en BUE Trainers. Todavía recuerda la alegría cuando recibió el llamado de que había entrado. Tampoco se olvida cuando fue Fernando Trocca a tomarle examen. “Me impactó su imagen, su manera de hablar”, dice del cocinero que hoy ha llevado sus marcas Sucre y Mostrador Santa Teresita por el mundo.

En una feria conoció a Narda Lepes y ella le ofreció una pasantía en Morizono. Después trabajó con el chef Bernard Claus y allí una mujer le propuso irse con 21 años como jefe a un restaurante en California. De vuelta en la Argentina, con lo que trabajó en un año como ayudante de cocina se compró una moto de 10.000 dólares que al poco tiempo vendió para irse a Nueva York, donde estaba trabajando Trocca. Se animó a ir a verlo en el restaurante Vandam.

“Me recibió super amable, empecé una pasantía al otro día y a la semana me ofreció trabajo. Después encontré otro trabajo porque quería hacer más cosas”, cuenta de ese tiempo en que dormía cinco horas y repartía las otras 19 entre los dos restaurantes en Manhattan y Brooklyn y los viajes en tren, subte y ferry.Evelia sirve 150 cubiertos por día y tiene todo reservado por dos meses. Foto Fernando de la Orden Evelia sirve 150 cubiertos por día y tiene todo reservado por dos meses. Foto Fernando de la Orden

Trabajó con Trocca además en el restaurante de un ex novio de Madonna y rescata haber estado «directamente con él en la línea, hacíamos 250 cubiertos por noche, una locura”. Trocca volvió a Argentina y él también, y fue parte del Gran Bar Danzón en la época que fue semillero de nombres como Tato Giovannoni, Inés de los Santos y Pamela Villar (“Un grupo increíble, me divertí muchísimo”).

Ahí conoció a Dolli Irigoyen, con quien terminó trabajando en la producción de sus programas en El Gourmet y en sus viajes. “La adoro a Dolli. Más allá de que no estuvimos mucho tiempo, fue una experiencia buenísima”, le agradece.

Volvió a Nueva York con 24 años para armar la carta de un restaurante de 40 cubiertos, “algo soñado”, que no terminó siendo lo esperado. Y la ayuda de Dolli le permitió postularse para el cargo de chef en la embajada argentina en Estados Unidos. “Llegué de Nueva York a Washington un mediodía y a la noche estaba haciendo una cena para 20 personas”, cuenta. Destaca el aprendizaje de esos cinco años que se quedó en la embajada, primero con Eduardo Amadeo y luego con José Octavio Bordón, y rescata el liderazgo de ambos embajadores que dieron gran impulso al vino y la gastronomía argentinos.El ñoqui frito, la entrada sensación de Evelia. El ñoqui frito, la entrada sensación de Evelia.

El ida y vuelta lo trajo otra vez a Buenos Aires, a la apertura de un restaurante en el que era socio minoritario y que terminó siendo para él una mala experiencia, aunque capitalizó los aprendizajes de lo negativo. Uno de ellos es elegir muy bien sus socios y hacer valer en esa sociedad no sólo el aporte de capital sino muy especialmente su conocimiento y experiencia.

Reformular el fast food

Pensó para una conocida marca de embutidos una salchicha para la parrilla, que no salió (“La que yo quería hacer era muy alta de costo”). Pero ahí empezó el germen de Dogg, un local que en 2013 desembarcó en el Microcentro con una propuesta disruptiva: un hot dog de altísima calidad, a lo Togni.

“En Nueva York había muchos cocineros de prestigio que tenían su lugar con una estrella y acá no lo hacía nadie. La gente que me conocía me decía que le parecía raro que estuviera haciendo eso. Pero yo venía con la cabeza americana: podés ser un excelente cocinero, pero si no sos bueno con los números, afuera”, explica.Togni se define como un obsesivo. Las pastas son protagonistas en Evelia. Foto Fernando de la Orden Togni se define como un obsesivo. Las pastas son protagonistas en Evelia. Foto Fernando de la Orden

Dogg’s fue un éxito y cuando en 2016 abrió el actual, en Blanco Encalada al 1600, sumó hamburguesas y explotó, con 300 personas por noche y momentos con 60 clientes haciendo cola.

Entonces, en esa zona sólo estaba la parrilla El Pobre Luis, pero Togni le vio potencial. En la mitad de la pandemia, el local de al lado se desocupó y lo tomó, ya con la idea de hacer Evelia. Pero en la incertidumbre del Covid optó por un formato más adaptable al delivery: la pizza estilo neoyorquino. Fue una de las primeras aperturas gastronómicas de la flexibilización de la cuarentena y otro golazo clavado en el ángulo, al igual que Togni’s Cafe, el café que abrió luego en la misma cuadra.

Con todo ese recorrido, logró plasmar Evelia. Más de un año de obra, en los que se reunía en su casa con el jefe de cocina y la jefa de pastelería para delinear la carta porque “yo no tengo recetas de nada, siempre me gustó cocinar con la sensación. Estuvimos un año entero pesando y sistematizando para generar todo el recetario y que entiendan la filosofía”.

Cuando Clarín le pregunta cuál es la filosofía de Evelia, responde que “es el lugar donde van a hacer los platos que a mí me gustaría comer todos los días de mi vida”, los platos que se comen de manera cotidiana en Argentina pero con la formación detrás de un cocinero con casi 30 años de experiencia. Así, un ñoqui con estofado tiene las técnicas de preparación que usa un restaurante con estrella Michelin y materias primas de calidad superior.

https://ff7f4075474336a6c7560c84623a7cd5.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlEl frente del restaurante está inspirado en una casa. Foto Fernando de la Orden El frente del restaurante está inspirado en una casa. Foto Fernando de la Orden

Togni reconoce que es un obsesivo, que cada plato “tiene un montón de vueltas” y que es “muy pasional con el producto”. Por eso hizo una exhaustiva investigación con cada alimento que usa para lograr el mejor resultado y por eso la harina 00 y el tomate en lata que usa son italianos, pero que le encantaría que se acercara algún productor para poder desarrollar localmente lo que él necesita para el alto estándar que busca en Evelia.

Repasando el recorrido que hoy lo tiene como uno de los personajes del año en el mundo gastronómico, Máximo no deja de emocionarse al recordar a la abuela Evelia con su cultura del esfuerzo, siempre positiva y esencialmente incondicional. “Soy una persona bastante dura, pero cuando recordás todo lo que hiciste, te emocionas. Y esto es como un homenaje grande a ella. No solo de la cocina, sino que de ella hubiese estado orgullosa de mi manera de vivir la vida. Me siento en este proyecto representado en cómo era ella”, se emociona Togni, que lamenta no conservar fotos de su abuela, pero que siempre la tiene con él en su recuerdo. Y ahora, también, en su querido restaurante.

Día Mundial de la Pasta: los mejores lugares para comer

Fuente: ámbito – El 25 de octubre es el Día Mundial de la Pasta, te recomendamos los mejores sitios para disfrutar de esta rica comida italiana.

En el marco del Día Mundial de la Pasta, que se celebra cada 25 de octubre, Buenos Aires se convierte en el destino ideal para saborear platos que rinden homenaje a la auténtica cocina italiana. La ciudad ofrece una variada oferta de restaurantes y cantinas donde las pastas artesanales son las protagonistas, combinando tradición y calidad en cada bocado. Desde los sabores tradicionales de La Parolaccia hasta las propuestas creativas de Carmen y las pastas sin gluten de L’adesso, esta guía te invita a descubrir los mejores lugares para disfrutar de un buen plato de pasta en un ambiente acogedor.

LA PAROLACCIA

Con una trayectoria de casi tres décadas, La Parolaccia es un referente indiscutido en cuanto a la auténtica pasta italiana se refiere. Preparadas de manera artesanal con productos premium y siguiendo recetas tradicionales, el resultado es único. Clásicos como los fusilli al fierrito Don Corleone -pomodoro, oliva, ajo, aceitunas negras y alcaparras-, fettuccine alla bolognese -pomodoro y carne de ternera-, o los ravioli neri panna e gamberi -raviol negro relleno de salmón con salsa de vino blanco, langostinos y crema- son algunos de los preferidos por los amantes de la buena pasta. Para culminar con un toque dulce, la propuesta de postres incluye clásicos como el tiramisú al mascarpone o la fresca merengatta con merengue italiano, helado de crema y frutillas. Un ambiente de estilo y ameno, junto con un servicio esmerado, hacen de La Parolaccia un lugar especial para disfrutar de un gran momento tanto en familia como con amigos.

Direcciones: Riobamba 1046, Barrio Norte; Presidente Roberto M. Ortiz 1865, Recoleta; Cerviño 3561, Palermo; Av. del Libertador 5823, Belgrano; Av. del Libertador 5836, Belgrano; Alicia Moreau de Justo 1052, Puerto Madero; Olga Cossettini 302, Madero Downtown; Av. del Libertador 14621, San Isidro; Km 42.5 , Colectora Panamericana, Pilar.

25 de octubre día mundial de la pasta

25 de octubre día mundial de la pasta

Canal C

LA BISTECCA

Un clásico de Puerto Madero, La Bistecca brinda una experiencia de Alta Cocina sin Límites. Sus distintas estaciones tienen una variedad de platos que pueden servirse las veces que se desee. Uno de los espacios más visitados es el de pastas. Elaboradas de manera artesanal, entre los preferidos por todos se encuentran las cuerdas de guitarra a los cuatro quesos, los ravioli neri a la crema de salmone y los fettuccine con salsa bolognese. Su amplio salón con vista al río, ofrece el mejor escenario para degustar sabores típicos de Italia en un ambiente que invita a compartir en familia y también con amigos.

Dirección: Alicia Moreau de Justo 1890, Puerto Madero.

Instagram: @labisteccapastagrill

CARMEN

En la esquina de Gurruchaga y Pasaje Cabrer se encuentra la fábrica de pastas y restaurante Carmen, una fábrica de pastas y pastificio, un spot ideal para celebrar el Día Mundial de Pasta, ya que la especialidad de la casa son sus pastas clásicas y de autor. Es el caso de la girándola rellena de batata asada con parmesano, castañas, manteca y menta o los cappelletti de remolacha con provolone, pangrattato, manteca y lima. También tienen las cintas veganas con crema de hongos ahumados, castañas y hierbas y, que se sirven sin queso. Para maridar, su carta de bebidas exhibe cerca de 30 vinos elegidos por la sommelier Sorrel Moseley Williams. Para el final dulce, hay ananá con crumble especiado, yogur y miel picante; tiramisú de pistacho o el tradicional queso quartirolo y dulce de batata con frutos secos.

Dirección: Gurruchaga 1426, Palermo.

COSI MI PIACE

La cantina Cosi Mi Piace, especializada en pizzas romanas, tiene una completa propuesta con platos de espíritu tano, todos elaborados con ingredientes de calidad premium. Las pastas caseras a base de sémola ostentan un sitial de honor en la carta. Tienen diez opciones, para elegir entre fusilli al fierrito, cavatelli, diversos tagliatelle, ñoquis de papa y de espinaca —que se pueden pedir gratinados—, y tentadoras pastas rellenas, como los agnolotti de carne. Para acompañar, hay salsas artesanales a elección, un total de nueve alternativas, algunas típicas como la salsa crema, carbonara, pomodoro italiano con albóndigas, y otras especiales, como la Cosi langostinos a base de crema, langostinos, espinaca y parmesano, y la Ricota Tres Salse que lleva pomodoro, pesto y ricota de oveja. Para el cierre dulce se destacan postres clásicos de la cocina italiana, como el infaltable tiramisú, y para el maridaje la recomendación es pedir alguno de sus interesantes vinos, con la opción de beber por copa. En modalidad take away, hay pastas congeladas para llevar y cocinar en casa.

Dirección: El Salvador 4618, Palermo.

ALDO’S RESTAURANTE

Vinos seleccionados directamente por Aldo Graziani en maridaje con platos de impronta ítalo-americana creados por Leo Azulay, forma parte del éxito del reconocido restaurante Aldo ‘s. En su completa carta las pastas son protagonistas, hechas con sémola de grano duro y huevos orgánicos, en variedades cortas, largas y rellenas. Entre los recomendados están los tagliatelle ripieni (rellenos de calabaza horneada, amaretti y parmesano, con manteca de salvia y piel de cítricos), los orecchiette a la mediterránea (con pomodoro fresco, orégano, perejil, albahaca y langostinos patagónicos), y clásicos como las cuerdas de guitarra con pomodoro (opcional con albóndiga de cerdo) y los gnocchi de papa con gorgonzola. Para el momento dulce, un sugerido es el sublime volcán de chocolate con helado de mandarina. En cuanto al maridaje, como es de esperarse, cuentan con la carta de vinos más completa de la escena, con más de 700 etiquetas de proyectos micros, pequeños, medianos y grandes de todo el país.

Dirección: Arévalo 2032, Palermo.

L´ADESSO

En Palermo, L’adesso es el lugar ideal para saborear pastas hechas a partir de sémola italiana, con ingredientes como tomates Divella y quesos de excelente calidad. El menú ofrece siete combinaciones destacadas, como los scialatielli con ragú napoletano, una pasta corta servida con pecho de cerdo cocido en salsa de tomate durante cuatro horas. Otro plato imperdible son los tortelli di zucca, pasta rellena de calabaza con manteca, salvia y amaretti. Para finalizar, sus dolci son recomendados e incluyen helado artesanal y postres italianos típicos, como los cannoli siciliani rellenos de ricota. Es para destacar que el menú suma ocho opciones de pastas sin gluten, elaboradas con todos los cuidados necesarios.

Dirección: Fray Justo Santamaría de Oro 2047, Palermo.

Restaurantes más destacados en pasta de la Ciudad de Buenos Aires.

Restaurantes más destacados en pasta de la Ciudad de Buenos Aires.

Directop al paladar.

BIASATTI

Las pastas marcan el ritmo en Biasatti, donde son preparadas de forma artesanal, con sémola de grano duro y huevos de campo. Por su parte, las salsas que acompañan cada plato también son de elaboración propia, con ingredientes frescos y de calidad, para realzar cada bocado. Hay variadas alternativas para todos los paladares, por ejemplo, los amantes de la carne pueden pedir los ravioli de cordero braseado, masa de pimientos asados y extracto de tomate y, quienes prefieren sabores más ligeros, los recomendados son los rigatoni al bronzo, de ajos asados y albahaca, servidos con salsa de pomodoro italiano con ricota dorada, pecorino y orégano fresco. Para acompañar, disponen de diversas etiquetas de vinos (por copa o botella), así como refrescantes aperitivos italianos, cervezas, vermouth, sidras y digestivos.

Dirección: Ciudad de La Paz 1917, Belgrano.

IL GIARDINO ROMAGNOLI

Basado en recetas italianas, Il Giardino Romagnoli apuesta por opciones tradicionales en sus pastas frescas, secas y especiales. Elaboradas con ingredientes de calidad, estas pastas incluyen ingredientes como trufa negra, salsa de tomate y sales aromáticas. Pueden acompañarse con salsas artesanales elaboradas en el local, como la solo trufa al tartufo (salsa de trufa, trufa en escabeche y panna), la pesto e mascarpone (albahaca, ajo, nueces y queso mascarpone), o la boscaiola (panceta, arvejas, hongos, fileto y crema). Entre las pastas destacadas se encuentran los clásicos spaghetti guitarrita, los cappelletti rellenos de osobuco, los penne rigate y los raviolones de queso azul, ricota y nuez. El menú también exhibe entradas frías y calientes, pizzas estilo romano, carnes angus y tentadores postres.

Pepito

Bodegón clásico desde 1950, ubicado en microcentro, cuenta con un amplio salón y una variada carta. En Pepito es ideal también comer pastas, y su salsa parisienne es inigualable. Los platos sugeridos por el chef son: Fusilli al fierrito con tuco y pesto, Canelones con salsa blanca y Ravioles de verdura y carne. Las pastas son caseras y hechas en el lugar, así como las salsas. Tiene opciones de pastas sin TACC.

Dirección: Carlos Pellegrini 1576, La Recova. Pepito, Buenos Aires, bodegón a las brasas, desde 1950 Montevideo 383

Instagram: @pepitobodegon

El casal de Cataluña

El casal es una joya especial. Su construcción arrancó en 1886 .Cerca de la entrada, se ubica el bar, debajo de un maravilloso vitreaux de 1880 que acompaña la escalera de honor del histórico edificio. Allí, las especialidades son las tapas: callos, pan tumaca, boquerones e infinidades de auténticas tapas que nos harán sentir por momentos como en Barcelona. El restaurante ofrece “cuina” catalana. Se trata de una opción culinaria diferente y de alta gama que plantea un menú inspirado en una gastronomía, como la cocina catalana, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Tiene opciones de pastas sin TACC. El plato sugerido por el chef es: Fideúa de mariscos.

Dirección: Chacabuco 863 (San Telmo)

Instagram: @elcasalrastaurante

Café Cristobal

Este bar café tiene más de 50 años de historia. Se encuentra en el epicentro del barrio “de los bares notables” a pocas cuadras del mismo se encuentra el famoso Bar de Cao, muy cerca Miramar , entre otros. Un espacio con historia y estética de cafetín, mesas de madera, horno a leña, manteles cuadriculados rojos y blancos y el vino de la casa se sirve en pinguino. La especialidad son comidas caseras, cafetería , pizzas y empanadas. El plato sugerido por el chef es: Ñoquis caseros con salsa mixta.

Dirección: Av. Independencia 2200 (San Cristobal)

Instagram: @cafecristobal

World’s 50 Best Bars: eligieron los mejores bares del mundo y uno argentino quedó entre los 10 primeros

Fuente: La Nación – Reconocieron a los lugares por sus propuestas integrales, con productos y servicios de alta calidad; el podio se lo llevó uno ubicado en México


Los World’s 50 Best Bars destacan a los mejores bares alrededor del mundo en base a la calidad de su servicio y a la originalidad de los productos que ofrecen. En la edición de 2024, cuya ceremonia se celebró este martes por la noche en Madrid, se eligieron a las propuestas más destacadas del año y varios argentinos ingresaron al ranking.

En primer lugar quedó el bar oculto Handshake Speakeasy, situado en Colonia Juárez, en Ciudad de México, y en manos Marcos Di Battista, oriundo de la capital bonaerense de La Plata. El lujoso y moderno sitio que abrió sus puertas en 2023 había ocupado el tercer puesto en la lista el año pasado. Por otro lado, en el puesto número 2 quedó el Bar Leone, en Hong Kong, que también fue coronado como el mejor bar de Asia.

El resto de la lista reúne a bares de distintos estilos y puntos del planeta, como Atenas, Tokio y Lima. En la Argentina, se logró ubicar una propuesta dentro del top 10 y otros dos dentro de los 50 mejores. Tres Monos, que figura en la lista por cuarto año consecutivo y el año pasado recibió el premio a mejor hospitalidad en el rubro en 2023, quedó en el séptimo puesto a nivel mundial. “Además de innovar con sus propios licores, como el sake y el whisky estilo bourbon elaborado con granos locales, los propios monos (Charly Aguinsky, Sebastián Atienza y Gus Vocke) también producen vinos, como sauvignon blanc y espumosos pét-nat, y el equipo solo se abastece de ingredientes estrictamente argentinos”, destacó la organización en su sitio web.

Inspirado por el proverbio japonés no ver, no oír, no decirque dicen los simios Mizaru, Kikazaru e Iwazaru, el bar ya marcó tendencia en el continente. Tras abrir en junio de 2019, en el 2020 llegó al top 100 en el puesto 87; en el 2021 rankeó en el puesto 32 y el año pasado llegó al número 27.

CoChinChina, en el barrio porteño de Palermo, quedó en el puesto 27, mientras que Florería Atlántico, se ubicó en el lugar 46°.

Handshake Speakeasy fue elegido como el mejor bar del mundo.
Handshake Speakeasy fue elegido como el mejor bar del mundo.The World’s 50 Best Restaurants

Los ganadores de The World’s 50 Best son elegidos por una mezcla de profesionales del sector, incluidos barmans y escritores especializados en comida y bebida. La organización describe su lista anual como “una instantánea de las opiniones y experiencias de 700 expertos del sector de los bares de todo el mundo”, y afirma que no hay criterios específicos que los jueces deban tener en cuenta, más allá de sus opiniones personales.

También se entrega el reconocimiento al “barman de los barman”, que en esta oportunidad fue para Iain McPherson, encargado de Panda & Sons, un bar de Edimburgo que quedó en el puesto 30°.

Tres Monos tiene un sector de "garaje".
Tres Monos tiene un sector de «garaje».

Los 50 mejores bares del mundo en 2024

  • Handshake Speakeasy, Ciudad de México
  • Bar Leone, Hong Kong
  • Sips, Barcelona
  • Tayer + Elementary, Londres
  • Jigger & Pony, Singapur
  • Line, Atenas
  • Tres Monos, Buenos Aires
  • Alquímico, Cartagena
  • Zest, Seúl
  • Paradiso, Barcelona
  • Himkok, Oslo
  • BKK Social Club, Bangkok
  • Connaught Bar, Londres
  • Double Chicken Please, Nueva York
  • Overstory, Nueva York
  • Lady Bee, Lima
  • Baba au Rum, Atenas
  • Coa, Hong Kong
  • The Cambridge Public House, París
  • Tlecan, Ciudad de México
  • Caretaker’s Cottage, Melbourne
  • CoChinChina, Buenos Aires
  • Salmon Guru, Madrid
  • Martiny’s, Nueva York
  • Bar Benfiddich, Tokio
  • Maybe Sammy, Sydney
  • Superbueno, Nueva York
  • Nutmeg & Clove, Singapur
  • Satan’s Whiskers, Londres
  • Panda & Sons, Edimburgo
  • Tan Tan, Sao Paulo
  • Licoreria Limantour, Ciudad de México
  • Drink Kong, Roma
  • Jewel of the South, Nueva Orleans
  • Byrdi, Melbourne
  • Locale Firenze, Florencia
  • Scarfes Bar, Londres
  • Moebius Milano, Milán
  • Bar Nouveau, París
  • Mimi Kakushi, Dubai
  • Bar Us, Bangkok
  • Virtu, Tokio
  • Atlas, Singapur
  • La Sala de Laura, Bogotá
  • Roda Huset, Estocolmo
  • Florería Atlántico, Buenos Aires
  • Analogue Initiative, Singapur
  • El Gallo Altenero, Guadalajara
  • Danico, París
  • 1930, Milán

Bares en altura: los mejores rooftops de Buenos Aires

Fuente: ámbito – La tendencia de las torres, hoteles y edificios de grandes alturas que disponen de un amplio espacio a modo de bar, creció fuertemente en Argentina, en especial en la city porteña.

Desde los últimos años, los bares en altura se llevan todas las miradas de los fanáticos de la gastronomía y coctelería. Las razones son más que obvias: degustación de tragos, mientras se disfruta de una vista encantadora que se entremezcla con el mismo atardecer y la música del lugar.

Qué mejor que aprovechar el clima primaveral y visitar las típicas terrazas gastronómicas. Aquí, tres opciones para comer y beber, mientras se observa la Ciudad de Buenos Aires.

Olympo Sky Bar

En el piso 31 de la emblemática Lex Tower, en Av. Corrientes al 1464, abrió sus puertas hace 2 años el que se transformó en el Sky Bar más famoso y visitado de Buenos Aires. Desde allí se puede disfrutar de tragos de autor, una cuidada carta de vinos y gastronomía de excelencia mientras la vista se pierde en algunos de los edificios más icónicos de la Ciudad, como el Teatro Colón, el Palacio Barolo, el Congreso Nacional y por supuesto, el Obelisco.

Con una carta de tragos renovada, gastronomía de primer nivel y buena atención, en Olympo Sky Bar además suma la posibilidad de apreciar las vistas más bellas de la Ciudad. Por su formato 360°, este bar ubicado el el piso 31 de la torre de oficinas más codiciada de la Ciudad, Lex Tower, brinda a los visitantes el deleite de ver desde arriba al Obelisco, la Av. Corrientes con todas sus luces y teatros, al Congreso, al Colón y a muchos otros inmuebles emblemas de Buenos Aires.

Con una acertada carta de vinos, con tragos de autor y una barra y cocina de excelencia, Olympo se ha posicionado casi desde su apertura como uno de los lugares más visitados por turistas nacionales y extranjeros, que antes o después de ir al teatro o de dar un paseo por el Centro, deciden subir y caminar “en círculo” hasta dar la vuelta completa al bar y apreciar desde los 4 puntos cardinales la vista aérea.

Si bien se puede ir sin reservas todos los días a partir de las 16 horas, sin embargo, se recomienda hacerlas porque la demanda es muy alta y suele haber mucha gente para entrar, especialmente los fines de semana.

Ubicación: Av. Corrientes al 1464

Alvear Roof bar

El Alvear roof bar es el bar con terraza abierta del hotel Alvear Palace. Tal como el hotel donde se ubica, este rooftop bar es sofisticado, elegante y desde el piso 11, da una de las mejores vistas a Recoleta, el río y un atardecer sin igual en el corazón de la ciudad. Un escenario perfecto y elegante, excelente coctelería de autor con comida deliciosa y noches de música house hace que el Alvear Roof Bar sea una de las primeras elecciones de quienes buscan pasar una noche en uno de los mejores rooftop bar de Buenos Aires.

Dirección: Avenida Alvear 1891

Cielo Sky Bar

En el piso 13 de Grand Brizo Buenos Aires Hotel -ubicado en Cerrito 180- se encuentra Cielo Sky Bar, uno de los roof top más exclusivos de la ciudad. Situado junto a la emblemática Av. 9 de Julio, ofrece vistas panorámicas del Obelisco, regalando un escenario ideal para disfrutar de un after office o simplemente divertirse con amigos en un inolvidable atardecer, con buena música y exquisita gastronomía.

Cielo te invita degustar una especial selección de cócteles de autor; y clásicos como Caipirinha, Negroni, Mojito y Martini. Su amplia variedad de combinaciones reinterpreta la coctelería tradicional, utilizando ingredientes botánicos, mezclas de especias exóticas, frutas y almíbares.

La propuesta gastronómica, a cargo de Luciano Ratti, Chef Ejecutivo de Grand Brizo Hoteles, ofrece un menú diseñado para complementar y realzar la experiencia de la mixología. Entre los favoritos se encuentran tapas, croquetas, y exquisitas bruschettas.

Cielo Sky Bar está abierto al público en general (no sólo para huéspedes) de miércoles a sábados a partir de las 18:00h al cierre. Los menores de edad pueden permanecer hasta las 22hs en el bar con presencia de un adulto.

La consumición mínima es de $20.000 por persona, monto que se abona al ingreso y luego se descuenta de sus consumos al solicitar la cuenta. La consumición es a la carta.

Dirección: Cerrito 180

Grupo Támesis: cuál es la estrategia de negocios que le permitió armar un emporio gastronómico sobre la calle Thames

Fuente: ámbito – La empresa abrió en pocos años seis restaurantes en una zona clave del barrio de Palermo. Uno de sus dueños explica cómo encontró el equilibrio para lograr una expansión ordenada. La carne como «marca país».

La calle Thames, en el barrio porteño de Palermo, fue elegida en 2021 por la revista británica Time Out como una de las 10 calles más “cool” del mundo. La publicación la describió como “una calle bulliciosa que une la elegante Palermo con la más vanguardista Villa Crespo. Es muy conocida por sus cocinas independientes y sus bares, muchos de ellos ubicados en edificios restaurados”.

En esa selección tuvo mucho que ver la diversidad de propuestas gastronómicas que se instalaron a lo largo de esas cuadras arboladas en una de las zonas más bohemias de Buenos Aires.

Uno de los principales protagonistas de esa movida es el Grupo Támesis, que tal vez no sea conocido por su nombre, pero seguramente lo es por los restaurantes que lo integran.

El chef y empresario Germán Sitz, uno de los socios de Támesis, reveló en una entrevista con Ámbito cómo fue el proceso que los llevó en pocos años a contar con seis locales de comida sobre Thames.

Y también explicó cómo fue la estrategia de negocios que les permitió pasar del crecimiento vertical inorgánico a una expansión ordenada, que sumará un hito importante en diciembre de este año con la apertura de una sucursal en Miami.

Periodista: ¿Qué es el Grupo Támesis?

Germán Sitz: Es el grupo que nuclea la administración, control y gestión de nuestros restaurantes. En la actualidad son siete, de los cuales seis están sobre la calle Thames. El primero que abrimos fue La Carnicería. Luego abrimos la choripanería Chori, que tiene un concepto de hamburguesería pero llevado a nuestro sándwich nacional.

Después vino Niño Gordo, que es una parrilla llevada hacia los sabores de Asia. Luego abrimos Paquito, que es un restaurante madrileño, a diferencia de lo que estamos acostumbrados acá que suelen ser españoles pero vascos o gallegos. Este sigue el concepto de un bar típico madrileño de la tapa y la caña, con estilo moderno.

El quinto que abrimos fue la taquería Juan Pedro Caballero, que es una churrería y taquería. Y luego tenemos Jardines de Las Barquín, en los jardines del Museo Fernández Blanco. Y el último que abrimos es José el Carnicero, donde mostramos las maneras de asar en Argentina: la parrilla y el asador. Dos formas completamente distintas de asar, pero ambas muy argentinas.

P: ¿Qué estrategia de negocios sigue esta diversificación de propuestas?

GS: La primera lectura nace de lo que nos gusta hacer a nosotros. Tiene que encajar con eso. Y la segunda es ver la necesidad del mercado, si existe o no esa necesidad. A uno le gustaría hacer quizás tal cosa, pero luego si ves que no hay público para eso, es mejor hacerlo en el jardín de tu casa para vos y tus amigos, no como un negocio.

Después de eso, buscamos la manera de que sea diferente respecto de todo lo que se está ofreciendo en el mercado. Para no competir exactamente con el mismo producto. Sino entrás en una competencia que sólo se diferencia por precio.

Así vamos creando la diferencia de concepto, teniendo en cuenta estos factores de mercado que te van dando ya un marco donde manejarte. Y luego vamos armando los diferenciales en base a las premisas que mencioné en primer lugar.

Además, la idea es abarcar mayor cantidad de público. No es lo mismo el cliente de Chori, que el de La Carnicería o el de Las Barquín. Así podés agrandar más la torta, el rango de público al que le hablás. Y una vez que lo tenés en uno de los locales, por ejemplo en Las Barquín, le podés comunicar otro tipo de propuesta, como José o Carnicería, y llevarlo a otro formato para que consuma otro de tus productos.

P: ¿Cuál es el concepto que desarrollaron detrás de cada restaurante?

GS: Tomamos como base la carne argentina como un diferencial. Así empezamos a desarrollar los demás conceptos. El chori está arraigado a la costumbre argentina, pero se desprende mucho del concepto de la carne, el asado argentino. Vimos que no había consumo de choripan en la Ciudad, excepto que te fueras a buscarlo en la Costanera. Pero sí había muchas hamburgueserías. Y por eso buscamos ese lugarcito que estaba disponible en el mercado.

Lo mismo pasó con Niño Gordo. Ya existían muchas parrillas. Pero no había ninguna que llevara ese concepto al estilo asiático, cuando todo el mundo estaba buscando ese tipo de sabores pero solamente caían en el sushi. Por eso buscamos combinar la parrilla con sabores orientales. Así fuimos desarrollando los conceptos de nuestros distintos restaurantes.

Niño Gordo es quizás el más conocido. Viene haciendo grandes saltos en crecimiento de clientes. Y por eso se ve mucho turista que llega también. Pero La Carnicería también tiene una afluencia grande de turistas, y en proporción, por ser un lugar más chico, es mayor la cantidad de turistas que en Niño Gordo.

P: ¿Cómo se vincula la operación de Grupo Támesis con los negocios familiares de la carne?

GS: La producción de carne que genera mi familia en La Pampa fue una de las cuestiones que nos dio base para formar el concepto cuando hicimos el primer local que fue La Carnicería. Es una empresa que está manejada por la cuarta generación familiar. Esto se sumó al concepto del fuego y la carne, que creo que son dos grandes “marca país”. Y esta tradición de la carne argentina es algo que me marcaba a mí como historia familiar y cultural.

P: ¿Quién de tu familia está al frente de la empresa?

GS: Está mi mamá. Pero mi familia forma parte de una cooperativa que formaron mis abuelos en ese momento, que son cinco familias con producción agropecuaria. Una de esas familias hoy tiene un frigorífico muy grande que nos hace la faena. Mi familia si bien sigue criando ganado, también entró en el negocio del tambo. Otra familia tiene cabañas en la cual nosotros nos apalancamos mucho para la provisión de novillos.

P: ¿Planean seguir expandiéndose con la apertura de más restaurantes?

GS: Creo que la expansión y el orden son dos cosas que creo que no van de la mano. Por ejemplo, en el mundo del vino se habla ahora de la verticalidad del negocio. Esto es parecido, la verticalidad que da el crecimiento y el orden que va hacia lo ancho. Exige lograr mucho equilibrio porque si generás demasiado orden sin crecer mucho terminas con una estructura muy pesada, difícil de trabajar.

Cuando encontrás el punto justo entre crecer vertical y crecer hacia el ancho que necesitas para poder sostener esa verticalidad, estás dando en la tecla exacta. Creo que hoy es el mayor de los desafíos que tenemos.

En una primera etapa trabajamos sólo en la verticalidad del negocio, ya que el orden lo dábamos nosotros mismos. Pero el orden es muy parecido al control. Es una foto de un momento de una realidad que creás vos. Pero igual pueden estar pasando todo tipo de cosas sin que te des cuenta. Aunque estés pendiente todo el día, cuando pestañeás pasa algo. Además que no podes estar cubriendo todos los sectores del crecimiento vertical.

Ahora estamos más cerca de ese equilibrio y eso nos ayuda a seguir nuestra expansión. Hace cuatro meses abrimos José el Carnicero en Palermo. Y ahora estamos con un plan de apertura de una sucursal de Niño Gordo en Miami. La idea es llegar a diciembre con una pre apertura y comenzar a entrenar a la gente.

P: ¿Cómo es la estructura del Grupo Támesis que te permite generar el orden que sostiene el crecimiento vertical?

GS: Tenemos una gerencia de Operaciones, con una asistente, una capacitadora. Acá también tenemos dos chefs que hacen los chequeos en las áreas de limpieza, stock, implementación de platos nuevos.

Hay un departamento de Recursos Humanos, que cuenta también con una socióloga, que trabaja con los chicos en toda la parte de entrevistas, sueldos, formación, evaluación de desempeño.

Por otro lado hay un departamento de Gestión, que maneja tesorería, compras, armado de informes, presupuestos, stocks. A su vez tiene a cargo también un centro de producción y depósito. Lo que hacen todos los restaurantes es comprarle al Grupo Támesis toda la mercadería y los insumos que necesitan.

Por otro lado, tenemos un equipo de creación donde trabajamos con un chef de creación I+D, tenemos una agencia propia de diseño, un animador, una encargada de redes sociales, y un escenógrafo.

La tarea del escenógrafo tiene que ver con la estética de cada restaurante. Desde todo lo que podés ver como característica de Niño Gordo, hasta la elección de las sillas para los locales. Ahora viene un cambio grande para Las Barquín.

Por encima de esta estructura, los socios somos tres ayudantes operadores . Yo me encargo más de toda el área de operaciones, recursos humanos, y comunicación. Otro socio se encarga de la parte de administración y gestión. Y un tercer socio que se ocupa de nuevas creaciones, innovación.

P: ¿Mantener esta estructura empresarial tan bien organizada, te deja tiempo disponible para cocinar?

GS: Si, algo de tiempo queda. Yo normalmente cocino en La Carnicería. Pero lo que pasa es que a veces es difícil meterse en un equipo que está funcionando, porque implica correr a alguien de su tarea. Eso es lo que más cuesta. Pero estar en la cocina te permite ver de cerca todo el proceso y saber cómo actuar frente a cualquier problema que pueda surgir.

Tenemos unas 160 personas trabajando con nosotros, teniendo en cuenta los locales y la estructura de Támesis. La mayoría está en Niño Gordo, con más de 30. En La Carnicería hay 12 personas. Y en José Carnicero otras 12. Así se van sumando.

P: ¿Cómo fue la decisión de pasar de ser chef a empresario gastronómico?

GS: Fuí chef durante bastante tiempo. Como 10 años de ser cocinero. A los 17 arranqué como cocinero profesional, a ganar plata por mi tarea. Trabajé para grandes restaurantes en el país, para grandes hoteles en el país. También en temporada en Uruguay. Trabajé en grandes restaurantes del exterior de tres estrellas Michelin. Después de llegar a ese nivel, parece que llegaste a lo que estabas buscando. Pero me di cuenta que no era lo que yo estaba buscando.

P: ¿Qué pasó al llegar a ese techo tan alto?

GS: Es como estar jugando al fútbol en el Inter o el Barcelona. Y descubrir que ya no disfrutas tanto de jugar al fútbol. Al principio, parecía que mi problema era que no estaba jugando en el Barcelona, porque jugaba en Sacachispas, después en River, o en el Corinthians. Y yo quería llegar a Barcelona. Y cuando llegué vi que no era muy distinto, que era siempre jugar al fútbol. Ahí empecé a dudar.

Pero tampoco sabía si quería tener mi restaurante. Yo trabajé también con grandes chefs que tenían un gran producto pero una estructura que tal vez era pequeña. Y yo veía eso y me daba cuenta que esa tampoco era una opción que te solucionaba la vida. Por eso, no veía mi futuro como dueño de un restaurante.

Pero finalmente decidí hacerlo. Pensaba en una propuesta más comercial. Y conversando con mi socio Pedro Peña, que también es chef, y también quería hacer un restaurante, me propone hacer algo diferente, no algo comercial clásico. Y empezamos a desarrollar el proyecto de La Carnicería, con toda la historia de mi familia como productores de ganado por detrás. Eso nos permitió desarrollar el concepto del restorán y también de trazabilidad de la carne, en base a la provisión de la empresa de mi familia que se llama Los Abuelos.

P: ¿Cómo convive el chef con el empresario?

GS: Lo que más me gusta es ser chef. Ser empresario también me gusta, tiene su parte interesante. Cuando era chef no me aburría cocinar, lo que me aburría era no ver algo más allá como futuro. Y es algo que sí te permite ver la actividad de empresario. Buscas conexiones, ponés una chispa de empuje y creas algo nuevo. Eso es lo que me entusiasma de este rol.

A veces viene mi socio Pedro con una idea un poco volada respecto de la escena normal, yo lo bajo un poco a tierra pensando en cuánto se necesita invertir, cómo debería armarse, y salimos a buscar un inversor o invertimos nosotros según cuál sea el monto. Y así empezamos a desarrollar el concepto que él trajo originalmente, y armamos un plan de negocios para lograr que sea factible. Así, tal vez en apenas seis meses estás desarrollando un producto totalmente nuevo.

P: ¿Cómo surgió la idea de desarrollar los locales en la calle Thames?

GS: En el inicio fue de casualidad, a partir de que alquilamos el primer local que es hoy La Carnicería. Y después cuando empezamos a buscar lugar para poner Chori, buscamos en la zona. Primero iba a estar en Borges. Pero se cayó el alquiler y buscamos otro lugar. Después, tanto ir y venir entre las siete cuadras que hay entre La Carnicería y Chori, vimos lugares disponibles y los fuimos tomando. Fue un momento en que la verticalidad del crecimiento lo era todo, agarrábamos todo lo que aparecía disponible y después veíamos si estábamos ordenados o no para hacerlo.

Y así fuimos tomando espacios sobre Thames, para lo que vino después, Niño Gordo, Paquito, Pedro Caballero, José. Y por una casualidad apareció la oportunidad de Las Barquín, en Suipacha y Arroyo, que estaba fuera de la zona.

Aparte de nuestros locales, después se fueron sumando otros proyectos en la zona. Como los chicos del bar Tres Monos, que nos contaron que estaban viendo un local en Thames y nosotros los alentamos para que se instalaran. Así quedamos un poco como curadores de lo que entra en el barrio. Hay muchos amigos que están queriendo abrir locales y nosotros les avisamos si aparece algo libre o directamente lo reservamos. Así se está armando un polo gastronómico de calidad que queremos cuidar.