Fuente: Cronista – El restaurante supo reinventarse al incorporar el delivery como una parte importante de su negocio. Lo que comenzó como una alternativa durante la cuarentena, hoy se transformó en un motor de crecimiento, con cuatro sucursales operando exclusivamente para este servicio.
Lo de Jesús se consolidó durante décadas como un referente gastronómico en Buenos Aires, conocido por su variada oferta de carnes y vinos de calidad. No obstante, la pandemia de 2020 planteó un desafío sin precedentes para el sector, con restaurantes cerrados y medidas de aislamiento que obligaron a repensar el modelo de negocio. En medio de esta incertidumbre, el restaurante encontró una oportunidad: integrar el delivery como una vía alternativa para mantener la actividad.
La crisis económica y sanitaria empujó a muchos comercios a adaptarse, y Lo de Jesús no fue la excepción. En la primera semana del cierre, el equipo del restaurante empezó a trabajar en la implementación del servicio de delivery, una modalidad que nunca habían explorado hasta ese momento. «Era la única opción que teníamos para seguir elaborando. Nos metimos de lleno, pero nunca habíamos hecho delivery, y eso requería una inversión en un momento de total incertidumbre», recordó Juan Pablo Caorsi, socio gerente del restaurante.
Caorsi explicó que la transición no fue sencilla y que el principal desafío fue mantener la calidad que caracteriza al restaurante: «No se trataba solo de poner la comida en un envase de plástico y mandarla. Tuvimos que hacer muchas pruebas porque algunos cortes de carne no llegaban en buenas condiciones tras el viaje, y había que encontrar el empaque adecuado. Hicimos pruebas constantes, enviando pedidos a vecinos y conocidos para recibir su devolución y ajustar los detalles». Esta etapa de prueba y error fue muy importante para garantizar que el producto final cumpliera con las expectativas de los clientes.
Además de los ajustes logísticos, Lo de Jesús tomó una decisión que fue clave para su éxito: bajar los precios del delivery sin comprometer la calidad ni la cantidad. «Enviamos el mismo producto, con los mismos gramajes, pero a un precio un 40% menor que en el restaurante«, comentó Caorsi. Este enfoque permitió mantener la fidelidad de los clientes durante la cuarentena, apostando a generar volumen en lugar de obtener grandes márgenes de ganancia. La apuesta fue exitosa y, para junio de 2020, realizaban 200 pedidos diarios.
El crecimiento fue tal que, cuando se levantaron parcialmente las restricciones y el restaurante pudo volver a operar, decidieron mantener el servicio como una unidad de negocio independiente. «Al principio era un lío manejar el delivery y el restaurante en el mismo lugar. Así que decidimos trasladarlo a un local propio en la esquina de Armenia y Cabrera. Sorprendentemente, el delivery no solo siguió funcionando bien, sino que creció aún más«, señaló Caorsi.
El éxito del delivery llevó a la apertura de más sucursales. En pocos meses, Lo de Jesús inauguró locales en Belgrano, Caballito y Barrio Norte. «Hoy ya tenemos cuatro sucursales, y creamos nuestra propia aplicación para que los clientes puedan hacer sus pedidos directamente con nosotros», comentó el gerente.
Gracias a esta expansión, el servicio de delivery logró realizar 40.000 pedidos mensuales, cifras que hoy siguen aumentando.
Aunque el restaurante experimentó una baja en la cantidad de cubiertos en los últimos meses, el delivery ayudó a compensar la disminución en las ventas. «Actualmente, estamos haciendo la mitad de los cubiertos que hacíamos el año pasado, pero el delivery nos está ayudando a sostener esta baja», comentó Caorsi. El volumen de pedidos fue tal que, en julio llegaron a 36.000 entregas, y para agosto esperan alcanzar los 40.000 pedidos mensuales.
Lo que inicialmente parecía ser el mayor desafío en la historia del restaurante se transformó en una oportunidad única. «Con el diario del lunes, te puedo decir que esto se transformó en una unidad de negocio increíble. Ahora, estamos planeando incorporar nuevas marcas y productos. El delivery, que empezó como una solución de emergencia, se convirtió en un pilar clave para nuestro crecimiento futuro», concluyó Caorsi.
Fuente: IProfesional – Cómo ser parte de Crosta, la pizzería al estilo napolitano que promete crecer con hasta 15 franquicias en los próximos cinco años.
Con la mira puesta en crecer y conquistar nuevos paladares, los dueños de Crosta Pizza decidieron apostar por el modelo de franquicias, una estrategia que demostró su éxito en el sector gastronómico.
La pizzería, que se destaca por sus pizzas al estilo napolitano adaptadas al gusto local y cocidas en horno de leña, espera replicar su propuesta y llegar a las 15 franquiciasen distintas partes del país en los próximos cinco años.
Desde su fundación en 2021 por los emprendedores gastronómicos Gustavo Millozzi y Claudio García, Crosta es sinónimo de calidad y autenticidad en cada uno de sus productos, desde las pizzas hasta las empanadas y focaccias, sin olvidar su más reciente creación: los Crosta Dogs, unos panchos elaborados con la masa de sus pizzas, horneados en leña y con un toque de mozzarella.
El negocio nació de la pasión de Gustavo y Claudio por la gastronomía y las reuniones con amigos. En su primer posteo de Instagram, destacaron cómo los encuentros en torno a la pizza los motivaron a experimentar con diferentes combinaciones de harinas y técnicas de humectación de masa, hasta crear un producto distintivo.
«Queríamos hacer algo diferente, por eso estudiamos con el mejor, Pablo Basilio», cuentan los socios, quienes suman más de 30 años de experiencia en la gastronomía, contando la reconocida Parrilla El Retorno, ubicada en la misma cuadra del local de Crosta en Villa Adelina. Basilio es un reconocido chef Certificado Associazione Verace Pizza Napoletana.
Este año, Crosta decidió expandir su modelo de negocio a través del sistema de franquicias, una estrategia que les permitirá crecer de manera ordenada y asegurar la calidad en cada nuevo punto de venta. Según Marcelo Schijman, representante de Franchising Company, la consultora encargada de asesorar a Crosta en este proceso, «el modelo de franquicia es la mejor estrategia de expansión para una marca como Crosta, ya que garantiza el control de la calidad y los procesos que tanto destacan en su propuesta». Schijman adelanta a iProfesional que la primera franquicia abrirá en el primer semestre de 2025, en una zona cercana a la casa matriz.
Para una franquicia de Crosta Pizza hay que invertir desde u$s78.500
El plan de expansión de Crosta Pizza está en marcha, y convertirse en franquiciado de la marca implica formar parte de un modelo de negocio probado y respaldado por la experiencia de más de tres décadas en el sector gastronómico. Según Schijman, «el perfil de franquiciado ideal es aquel que comparta la pasión por la gastronomía, tenga actitud positiva y esté dispuesto a seguir los lineamientos de la marca para garantizar el éxito». Además, los franquiciados deben contar con capital suficiente y un fuerte compromiso con la calidad del servicio.
La inversión inicial para abrir una franquicia varía según el formato. Para locales de autoservicio con mesas y delivery, el costo ronda los u$s108.000, mientras que para el formato take away y delivery, la inversión es aproximadamente u$s78.500. Estos valores incluyen el fee de ingreso, adecuación del local, equipamiento y stock inicial de mercadería. Además, los franquiciados deben abonar mensualmente un 3% de regalías sobre la facturación neta y un 1% para el fondo de publicidad, lo que asegura el respaldo continuo de la marca en términos de promoción y acciones de marketing.
Crosta Pizza ofrece a sus franquiciados un programa de capacitación inicial de 15 días, centrado en la atención al cliente, la cocina y la gestión del negocio. «Queremos que los franquiciados se sientan acompañados en todo momento. Por eso, brindamos soporte continuo y asistencia operativa desde el primer día», subraya Schijman.
La empresa también se encarga de apoyar las estrategias de marketing, tanto a nivel digital como local, para garantizar que cada nueva sucursal se integre con éxito en su mercado.
En cuanto a la ubicación de las franquicias, Crosta Pizza prioriza locales en polos gastronómicos con buen acceso peatonal y vehicular. El tamaño mínimo requerido es de 60 metros cuadrados para el formato con mesas, o 45 metros cuadrados para el formato take away. Se buscan esquinas con buena visibilidad y espacio para estacionamiento.
Crosta Pizza le simplifica la operatoria a sus franquiciados entregando los productos listos para ser horneados
Uno de los grandes atractivos del modelo de franquicia de Crosta Pizza es su alta rentabilidad. Según Schijman, la rentabilidad promedio de las franquicias Crosta es del 22% sobre la facturación, lo que convierte a la marca en una opción sólida y rentable en el competitivo mercado gastronómico. El tiempo estimado de recupero de la inversión es de 24 meses, con una facturación anual proyectada ronda entre los u$s300.000 y u$s420.000, dependiendo del modelo de franquicia y la ubicación del local.
«En un contexto económico como el actual, Crosta tiene la ventaja de ofrecer un producto multitarget que llega a todos los bolsillos«, señala Schijman.
Con un equipo de expertos en franquicias, el respaldo de más de 30 años de experiencia en gastronomía y una marca que ya conquistó al público de la zona norte del Gran Buenos Aires, desde su creación, Crosta Pizza se presenta como una opción sólida y atractiva para quienes buscan invertir en un negocio con futuro y sabor garantizado.
Fuente: IProfesional – Las cafeterías de especialidad encontraron en la Ciudad un lugar ideal: traen un buen café que desbanca a la mala versión que se toma aún en muchos lados.
¿Por qué las cafeterías de especialidad encontraron en Buenos Aires el lugar ideal para expandirse? ¿Será por nuestra costumbre de pasar largas horas en el café charlando con amigos? ¿O por el combo infalible del café con dos (o tres) medialunas? Quién sabe. Tal vez se deba a que durante décadas el café de la ciudad fue un brebaje oscuro y quemado que escaldaba la boca y que debía tomarse con mucha leche y azúcar.
Pero aquellos que auguraban que las cafeterías de especialidad serían los próximos parripollos o las nuevas canchas de paddle estaban equivocados. Este tipo de café está lentamente desbancando a la mala versión que se toma aún en muchos lados y aunque todavía queda ponerse de acuerdo en la temperatura o en la terminología adecuada (todos entendemos lo que es un jarrito menos el barista), el buen café llegó para quedarse. Por eso armamos una lista de algunas de nuestras cafeterías favoritas para beber y comer bien.
Las 10 cafeterías de especialidad para tomar el mejor café en la Ciudad de Buenos Aires
Al Bacio
Ventanita a la vereda, una larga mesa comunitaria y algunas otras en el interior del local, pequeño, pero acogedor, bastan para haber conquistado el corazón de los vecinos que en poco tiempo se hicieron habitués no solo por la propuesta sino por la atención de Mique, el «tano barista» que llegó hace 7 años a Bs. As. para nunca más partir. Además de sacar el café perfecto, Mique también prepara pepas de boniato y pastafrola. El café es de Puerto Blest y las medialunas son todo lo que uno espera de ellas: grandes, esponjosas y con un sutil baño de almíbar. Y no podían faltar los cannoli y las sfogliatelle rellenas de pastelera. Lavalleja 1373, CABA.
Tallarica
Daniela Tallarico trabajó muchos años con Damián Betular en el Palacio Duhau Park Hyatt Bs.As. Este año, con ganas de independizarse, abrió local propio en Belgrano. El café es de Índigo Coffee Roasters, un blend propio de Santander, Colombia, que destaca notas de caramelo de caña de azúcar, cítricos y un toque de chocolate semiamargo. Para acompañar: TODO; las mini cakes, los chocolates y la mookie, una combinación de cookie de vainilla con medialuna. Av. del Libertador 6025 y Av. del Libertador 4096, CABA.
Con Ciro, a Puerto Madero también llegó el café de especialidad
Tres
Lejos del mundanal ruido, Tres es un lugar perfecto para despuntar el vicio del café. Con Agustina Román a la cabeza, especialista en todo lo referente al universo cafetero, este minimalista localcito de Colegiales rinde tributo al mejor café. Cada taza tiene una explicación, una hoja de ruta, recomendación de preparado y especificación de tostado. Acá se enseña, se entrena baristas y se prepara uno de los mejores cafés de la ciudad, espresso o filtrado. Para acompañar, variadas cosas ricas, saladas y dulces, pero lo que verdaderamente importa es lo que está en la taza. Teodoro García 2806, CABA.
Bilbo
Bilbo fue uno de los pioneros en abrir en las afueras de Palermo, allá por Villa Crespo. Una esquina ambientada en los ‘50, muy concurrida por los vecinos primero y por el resto de los porteños que huyen del circuito tradicional. El café es colombiano, procedente de Antioquia y se distingue por sus notas a nuez y cacao, de cuerpo medio/alto y con acidez media. Además de las opciones tradicionales, tienen una serie de cafés «de fantasía», como el Nutelate (café, leche y Nutella); el Vainilla Latte (café, leche y vainilla), y el Cold Brew and Lemon (café filtrado con limón infusionado durante 48 hs). La torta de la casa es la Chocobilbo, su versión de la chocotorta, y otra de las favoritas trae un alfajor con base de brownie y corazón de frambuesa con baño de chocolate blanco. Beláustegui 802, CABA.
Bilbo fue uno de los pioneros en abrir en las afueras de Palermo, allá por Villa Crespo
Ciro
A Puerto Madero también llegó el café de especialidad. Además de Jisu con sus aires japoneses, apareció Ciro, con sus toques italianos. El café es de Modo Barista Coffee Roasters, granos 100% arábica procedentes de Brasil que la mano del barista convierte en una aromática bebida en La Marzocco, algo así como la Ferrari de las cafeteras espresso. A los clásicos se le suma el pistacho latte y el nutella con avellana latte, para los que quieren combinar café y postre. No dejen de probar el affogato (shot de espresso con helado, que preparan en tres versiones: vainilla, pistacho y sambayón). Y fiel a su ascendencia italiana, no faltan la sfogliatella y el cornetto. Pierina Dealessi 1350 y Guatemala 4798, CABA.
Macha
Este espacio de Caballito ofrece un blend de granos brasileños y colombianos, de baja acidez y aroma floral para tomar con los desayunos, brunchs y meriendas de la carta. Ahora que viene el calor es el momento ideal para un cold brew, un Espresso Tonic, o un Ice Latte. Si la opción es salada, hay medialunas con jamón y queso y croissants, y para los amantes de lo dulce, pain au chocolat, carrot cake, cookies y alfajores de almendra, entre otras delicias de pastelería. Avenida Pedro Goyena 899, CABA.
Merienda
El local cuenta con una selección de cafés de especialidad como un Brasil Paraíso de 82 puntos (el café, como los vinos, también recibe puntaje); y tés de Tealosophy, como el Merienda Blend, que combina dulce de leche y grosella patagónica, o el Thai Wind, con ananá caramelizado. Para acompañar, medialunas de masa madre y sándwiches de brioche rellenos de pollo asado y panceta, avocado toasts, y bruschettas. Inspirados en los sabores de su infancia, los dueños desarrollaron una Tita casera; merengadas, palmeritas y pepas con corazón de frambuesa. Una linda esquina soleada, para disfrutar con amigos. Uriarte 2106, Palermo.
Macha ofrece un blend de granos brasileños y colombianos, de baja acidez y aroma floral
Casa Dingo
Este bonito espacio tuvo como inspiración las cafeterías australianas que son muchas y muy buenas. El café elegido es de Puerto Blest y tienen, además de los clásicos espresso y flat white, una carta de cócktails y mocktails para disfrutar de la primavera. Ideal para un almuerzo, los distintos cafés se puede acompañar de Salmon Fish & Chips, un salmón rosado en tempura de cerveza, servido con papas fritas, salsa tártara, puré de arvejas y limón, o un Pork Belly Eggs Benny que lleva una cama de espinaca salteada, panceta natural braseada, dos huevos poché, salsa holandesa y polvo de chicharrón (crackling dust). Hay también varias opciones gluten free y, las mascotas son muy bien recibidas, tanto que preparan una cookie especial para ellas. Armenia 1908
La Paniglia
De los mismos creadores de Usina Cafetera, llegó La Paniglia a una esquina de Palermo sensible. A diferencia de sus otros locales, acá cuentan con la nueva línea de cafés de especialidad de Cabrales, hay gran variedad de pastelería tradicional, pero también algunas creaciones propias, inspiradas en la niñez como los anillitos con azúcar de colores como los que se compran en el supermercado pero bien hechos. También hay merengadas y unas tremendas medialunas rellenas de pasta de pistacho. Gascón 1530, CABA.
Casa Tsuji
Si bien no es exactamente una cafetería de especialidad, Casa Tsuji es tan linda que daba pena no incluirla. Su nombre es conocido por ser la primera fábrica de porcelana argentina. Pasaron más de 70 años desde su fundación hasta que las nuevas generaciones abrieron esta casa japonesa de hermoso diseño, especializada en té y wagashi ( dulces japoneses) pero que también cuenta con un buen café traído de la región de Huila, en Colombia. Un lugar que vale la pena visitar. Armenia 1455, CABA.
Fuente: infobae – El chef Juan Kittlein alcanzó el tercer lugar en el Concurso Internacional de Paella Valenciana 2024, celebrado en Sueca, España. Cuáles son las características de su preparación que le valieron la distinción
La paella es un plato emblemático de la gastronomía española, originario de la Comunidad Valenciana. Debido a su importancia como representante de la identidad cultural de España, es que en 1961 comenzó el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca, que busca premiar cada año a quien mejor la prepare en el mundo.
La paella realizada por el chef argentino a cargo del restaurante Socarrat de Miramar se consagró en 3er lugar entre las mejores paellas del mundo
Sueca es considerada la capital mundial de la paella, y es por eso que el evento se lleva a cabo en esa ciudad, que se encuentra cerca de la costa de la provincia de Valencia. En la 63ª edición del concurso, que se realizó este 15 de septiembre, el chef argentino Juan Kittlein se posicionó en el tercer lugar con su manera de elaborar el tradicional plato español: a leña y con caracoles, según comentó en su Instagram antes de competir.
Los profesionales de la gastronomía son invitados al concurso por su Comisión Organizadora, y compiten en representación de un restaurante. En el caso de Kittlein se trató de Socarrat, radicado en la ciudad de Miramar, provincia de Buenos Aires. El espacio recibió su nombre porque así se llama a la capa de arroz ligeramente tostado que se forma en el fondo de la paella durante su cocción.
En representación del restaurante Socarrat de la ciudad de Miramar, Juan Kittlein recibió un premio por su destacada paella (@concurspaellasueca)
El jurado calificador se basó en las siguientes categorías para puntuar a los participantes: la cocción del arroz, el sabor del plato, el punto del socarrat, el color, y la simetría de los ingredientes.
Luego del evento, del cual participaron 39 cocineros tanto españoles como internacionales, las autoridades del torneo gastronómico le entregaron el tercer premio al chef argentino, que además de un llamativo diploma encuadrado, incluye un monto en dinero de 1.000 euros.
Kittlein expresó su gratitud en su cuenta de Instagram: “Es un orgullo para nosotros poder llevar este reconocimiento a nuestro país, y nuestra tan amada Miramar. Posicionarnos gastronómicamente en el mundo es lo mejor que nos puede pasar en este camino de aprendizaje y crecimiento. ¡Gracias a todo el apoyo de nuestros clientes, realmente se sintió desde acá! ¡Gracias Valencia por otra dosis de cultura de arroces y paellas, cada día se aprende más!”.
La característica paella de Kittlein tuvo la particularidad de haber sido realizada a leña y de llevar caracoles. Aquí se lo ve durante la competencia (@juani.kittlein)
El premio se otorgó poco antes de que se celebre el Día Mundial de la Paella, como cada 20 de septiembre. Esta fecha se instituyó para rendir homenaje al icónico plato español y su rica tradición cultural. La elección de la fecha se basó en que septiembre es el mes más importante en el cultivo de arroz, ya que se realiza su cosecha.
En marco de la efeméride, se llevará a cabo en Valencia la World Paella Day Cup 2024: el premio a la mejor paella del mundo preparada por un cocinero internacional. Hace dos años, Kittlein salió en segundo lugar en esa competencia y hoy en día continúa haciendo historia con su talento culinario.
Quiénes fueron los ganadores del Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca
Estos son los chefs que lograron posicionarse como los cocineros de las mejores paellas del mundo, así como otros reconocimientos que fueron otorgados:
1er premio a la mejor paella del mundo: Paco Rodríguez Caballero del restaurante Miguel y Juani, L’Alcúdia, Valencia, España.
2do premio a la mejor paella del mundo: Aday Armas Martín del restaurante Atlantis, Santa Cruz de Tenerife, Tenerife, España.
3er premio a la mejor paella del mundo: Juan Kittlein del restaurante Socarrat, Miramar, Buenos Aires, Argentina.
Premio a la mejor paella de fuera de España: Leno Lattarulo del restaurante Simply Spanish, South Melbourne, Victoria, Australia.
Premio a la mejor paella nacional: Valentín González Castañera del restaurante El Muelle del Barrio Pesquero, Santander, Cantabria, España.
Premio a la mejor paella de la Comunidad Valenciana: Alejandro Platero García del restaurante Alejandro Platero, Valencia, España.
Premio a la mejor paella de Sueca: Salvador Ortega Pérez del restaurante Llopis, Sueca, Valencia, España.
Fuente: La Nación – Un joven chef, junto a su equipo, transformó un espacio centenario en Devoto en un restaurante que rinde homenaje al pasado mientras explora nuevas fronteras gastronómicas. Con una carta original y un diseño que respeta la historia del lugar, el proyecto se ganó el corazón de los vecinos.
Están pasando cosas en Villa Devoto. El barrio en el que todavía se escuchan los pájaros a la tardecita y los edificios no tapan el sol, está en plena transformación de su paisaje gastronómico, con la incorporación de novedades que no pasan desapercibidas. Entre ellas, hay un nuevo restaurante que tiene, además, una profunda conexión con historia y la identidad barrial, ya que fue montado sobre lo que supo ser una panadería emblemática de Devoto, y mantiene intactos sus hornos de leña originales, testigos de una época en la que abastecía de pan a gran parte de la Ciudad de Buenos Aires.
Detrás de este proyecto se encuentra Hernán Sondereguer, un chef comprometido con una idea que fue construyendo a lo largo de su experiencia como cocinero, que comenzó como partícipe de la apertura de Anchoíta. Hernán, quien tuvo su primer contacto con la cocina a los cinco años y se formó en el Instituto Argentino de Gastronomía, tenía el sueño de abrir su propio espacio desde 2018. Sin embargo, no fue hasta la irrupción del Covid-19 cuando decidió que era el momento de llevar a cabo su idea. “Estaba en un proceso creativo, con mucho foco en una carta distinta, original, pero me di cuenta de que no era el momento de hacerlo. Cuando llega la pandemia, dije, es el momento, está todo parado y tenía tiempo para pensar y bajar todo”, comenta.
Luego de asociarse con Leonardo Erlich y Julián Díaz (uno de los dueños de La Fuerza, Los Galgos, entre otros proyectos), Hernán se concentró en la búsqueda de un local adecuado, que lo llevó a recorrer distintos barrios de la capital hasta que encontrar este lugar en Devoto, que había permanecido cerrado por una década. “Buscábamos en toda la capital, no en un barrio específico, nos interesaba la identidad barrial, en un lugar sin mucha oferta. Apuntamos a Colegiales, Belgrano, Devoto… queríamos un espacio con magia, con una historia para contar”, explica. Cuando finalmente encontraron la antigua panadería, supieron que era el lugar indicado. “Cuando entramos, nos encontramos con las máquinas, todo intacto, hasta los últimos recibos. Todo era hermoso”.
Un lugar con historia
Hernán se tomó su tiempo para charlar con los dueños originales, la familia Botazzini, y así reconstruir de a poco la historia que precede a Raíx. “Lo que nos contaron los Botazzini es que la parte de adelante es de 1903, que en un principio fue un almacén de ramos generales, y que en 1924 lo adquiere Juan Botazzini, abuelo de los actuales herederos, quien construye una panadería”, resume. “También se hizo una casa al lado y un garage, donde guardaban los carruajes con los que salían a repartir pan por toda la capital”, añade. La antigua panadería, llamada “La Higiénica”, llegó a ser una importante panadería con mucha ascendencia en el barrio.
La restauración del local fue un proceso meticuloso, respetando su estructura original y cuidando cada detalle para preservar su historia de más de 100 años. Hernán contó con la ayuda de su padre, Damián, arquitecto y escultor en madera, quien fue fundamental en la transformación del espacio. “Llevó mucha cabeza y diseño. La ayuda de mi viejo fue fundamental. Entre todos fuimos encontrándole la vuelta, de cómo usar las maderas, las materialidades, los espacios, la estética, todo”, relata. La restauración comenzó en octubre de 2023, y llevó más de ocho meses.
La integración de los dos espacios que componían la panadería, el local de venta al público y la cuadra con los hornos monumentales y viejas cañerías de gas en desuso, se logró mediante una barra curva de madera reciclada que simboliza la conexión entre el pasado y el presente. “Queríamos sostener su identidad. La barra nos gusta como servicio, pero además nos servía para unir los dos espacios. Ambos lugares fueron un desafío porque tenían diferentes alturas. A mi viejo se le ocurre hacer una barra con maderas recicladas que estaban acá en curva y una estructura encima que simula una cinta de Moebius”, detalla.
El resultado es un restaurante que ofrece una propuesta culinaria innovadora, y a su vez rinde homenaje a la historia del lugar y a la comunidad que lo rodea. Los vecinos de Devoto, muchos de los cuales tienen recuerdos ligados a la antigua panadería, recibieron con entusiasmo la apertura del restaurante. “El contacto con el barrio es crucial. Nuestra intervención es con respeto a la identidad de Devoto. Este local no se encuentra en cualquier lado, si hubiese estado en Palermo, ya estaría intervenido. Por eso queríamos salir de los centros más visitados. Darle vida a un lugar que tiene tanto anclaje emocional”, subraya Hernán.
“Todos los vecinos que pasan por acá, vienen y nos cuentan historias de cuando eran chicos y venían a comprar pan o traían los lechones para cocinar para Navidad. El barrio está contento con ver este lugar abierto otra vez, respetando su historia, y además muchos se sorprenden porque nunca habían visto la cuadra de la panadería”, agrega. Enseguida, Hernán revela una hermosa anécdota: “Vino una pareja que se conoció acá hace 40 años, la señora que atendía les hizo gancho. Hoy están casados y tienen hijos. Para ellos, volver a entrar… fue muy lindo”.
La construcción de una carta original
La carta del restaurante refleja esta mezcla de tradición y modernidad. Hernán y su equipo (en especial su mano derecha, Cami Vilas) desarrollaron un menú que permite a los comensales explorar los sabores de manera flexible, combinando bocados pequeños con platos principales más sustanciosos. Por ejemplo, es posible probar un bocado de langostino a la parrilla, crema de coco, patacones y emulsión de maní suave; una pre-entrada de cabrito al horno de leña, con caldo de papa tostada, porotos y acelga; y luego ir por un principal, como el Chupín Raíx: cachetes de abadejo, zanahoria torneada, caldo raíx, brotes de cilantro y variedad de papines de Iruya fritos.
“Tenemos una carta no convencional, que la tenemos que explicar. Estaba la posibilidad de hacer un menú degustación o un menú a la carta. Yo quería hacer algo distinto. Entonces hice un cruce entre ambos”, explica Hernán.
Además, el pan, elaborado con harina de trigo orgánica, ocupa un lugar destacado en la propuesta, como un homenaje a la herencia panadera del lugar. La canasta de panes incluye creaciones propias: el raíx (hecho con harina de trigo campodónico); el telar (una galleta crocante a base de porotos negros); el arachí (enriquecido con pasta de maní); el sol de mayo (cremona de grasa de Wagyu); la luna de cacao (con manteca de cacao); y las asadas (tortilla de trigo y manteca al quebracho).
La carta de vinos sigue la misma línea, con una selección que incluye desde etiquetas clásicas hasta vinos de pequeños viticultores artesanales. “Queremos tener una oferta bien variada, cada vez sumamos más etiquetas. Hoy creemos que tiene representación de diferentes estilos y regiones”, dice.
Para Hernán, más allá del éxito gastronómico, Raíx es un triunfo emocional. “Lo más lindo que nos pasó fue cuando vinieron los Botazzini apenas abrimos. Estaban emocionados y contentos. Ellos se criaron acá y estaban orgullosos de cómo logramos cuidar el espacio, con un proyecto de calidad”, concluye.
Fuente: La Nación – Los edificios históricos que albergaron congregaciones religiosas se transforman: hoy son bares y restaurantes que aprovechan al máximo los patios, claustros, arcadas y galerías.
Sobrevivieron a la demolición, resistieron el desarrollo inmobiliario feroz y lograron mantener su espíritu original. Los conventos y monasterios que albergaron congregaciones de monjas ahora cambiaron sus hábitos. Las transformaciones urbanas y los contextos sociales y económicos reconvirtieron estos claustros en auténticas joyitas secretas para conocer y disfrutar. Con las puertas abiertas, las opciones gastronómicas instaladas donde hace años vivían las congregaciones en formato de clausura promueven la puesta en valor de los edificios históricos. Y funcionan como guardianes gourmet de los ecos del pasado. Bares y restaurantes aprovechan los patios y convierten los claustros centrales en paisajes donde las galerías y las arcadas son protagonistas.
Novedad en Devoto
En Devoto, y a dos cuadras de la plaza que ya se perfila como uno de los polos gastronómicos de la ciudad, se inauguró el mes pasado Ávito, el bistró del chef cordobés Julio Figueroa, que desde el juego de palabras (ávito-hábito) rescata la huella monacal de la congregación de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, en la calle Pareja 3670. Sobre las mismas baldosas que hace 120 años llegaron de Liguria, Figueroa respetó la estructura y los pisos originales e incorporó detalles modernos en la ex capilla. “Me interesaba generar un diálogo entre el pasado y el presente, no solo desde el diseño sino también desde una carta con pocos platos que se renuevan cada 15 días. Hacemos cocina de cuchara, pastelitos y ñoquis con toques de autor”, destaca el chef, que desembarcó con una propuesta “poco invasiva y confortable”. La música es suave, la vereda está empedrada, la cava cuenta con 30 etiquetas de vinos orgánicos. “Celebrar encuentros sagrados es la consigna”, asegura.
El convento cambió de piel en 2018 cuando la congregación se mudó a otro edificio para centralizar sus actividades. Luego de ser sede de Casa FOA (exposición de arquitectura e interiorismo), lo compró el grupo desarrollador MMCV (Mizraji-Manusovich-Cicchinelli-Cicchinelli) y levantó un complejo residencial que se integró a la estructura y la fachada histórica.
Convento en Villa Crespo
En Villa Crespo, en tanto, la personalidad del claustro del Convento de San José sigue vigente. Ahora, los claustros que habitaron cerca de 100 monjas de la congregación Hermanas Religiosas de San José alojan un espacio de cata de vinos, un café de especialidad, el local de joyería contemporánea Siete de Autor, el showroom de zapatos Antes Muertas y el de ropa de jean Limay Denim. Además, 14 departamentos residenciales de alquiler para turistas en la segunda planta. En Gurruchaga 1060, el patio central de Casa San José es un auténtico oasis urbano: con lamparitas que se prenden al atardecer, el espejo de agua y los árboles que mantienen sus copas frescas como entonces convierten al lugar en un refugio ideal para equilibrar el vértigo comercial de la zona de outlets.
Pegado a la iglesia, el convento fue una donación de la familia Malcom, los fundadores de Villa Crespo. “La propuesta busca devolver al barrio un edificio emblemático, con un ambiente único, calmo, ubicado al borde de Palermo. El enfoque apostó a revalorizar la arquitectura original y crear un entorno descontracturado”, señala la arquitecta Marina Mercer, del estudio Mercer Seward Arquitectos, al frente de la refuncionalización del edificio catalogado como histórico y de valor patrimonial. “Reorganizamos los espacios interiores y transformamos las pequeñas celdas donde dormían las monjas en lofts con bovedillas originales”, destaca.
Allí se instaló Como Club de Cocineros, en Gurruchaga 1042, un bar para almorzar o tomar un café de especialidad al aire libre o detrás de los inmensos ventanales y disfrutar la pastelería basada en plantas. Con un patio ajardinado a la vereda, los tonos cálidos elegidos subrayan la calma del lugar. También está Wining, un espacio de catas y coworking donde los productores de vino despliegan la historia, proyectos y estilos de diferentes zonas vitivinícolas del país.
En las próximas semanas, en tanto, se abrirá el callejón lateral para inaugurar Galería Café & Bistró, de Inés Sala y Juan Ignacio Pedone que proponen un homenaje al típico café porteño, con recetas clásicas inspiradas en la cocina española e italiana.
Impronta colonial
Otro oasis y en pleno centro es el de Café Bistró 1745, en el pulmón del monasterio Santa Catalina de Siena, el primero fundado para mujeres que data de 1745. En San Martín 705, frente a las Galerías Pacífico, la impronta colonial llama a bajar un par de cambios y respirar aire puro. En este Monumento Histórico Nacional vivieron las monjas de la Segunda Orden Dominicana hasta 1974, cuando la congregación decidió mudarse a San Justo y donó los edificios al Arzobispado de Buenos Aires.
Desde 2001, funciona como Centro de Atención Espiritual. Y desde 2022 el café es uno de los secretos a voces de oficinistas que desaceleran el paso para disfrutar desayunos, almuerzos y meriendas creados por el chef ejecutivo Alejandro Bontempo y la chef pâtissier Yanina Benítez, el mismo equipo del Hotel Madero.
Un patio en Reconquista
Al restaurante El Patio, en Reconquista 269, se lo conoce como el pulmón del microcentro. En los jardines del convento San Ramón Nonato reinan el verde y el silencio, tal cual lo soñó fray Pedro López Valero cuando lo fundó en 1603, el primer Comendador de la Orden nombrado por el Padre Francisco Escudero, jesuita.
Actualmente la Orden de la Merced administra el espacio que también aloja la Biblioteca Central Mercedaria. Entre sus arcadas, columnas y senderos rodeados de pinos y palmeras se puede desayunar y almorzar comida simple y a buenos precios.
Pura vegetación
San Telmo también resguarda las paredes ancestrales que conservan la impronta histórica. Se trata del Bar Atis, en Perú 1024, a metros del famoso mercado. Con una vegetación explosiva que domina la terraza y trepa desde el patio de esta casona de 1890, se puede adivinar su historia. En sus inicios, fue un convento jesuita con pequeñas habitaciones comunicadas por pasillos, escaleras y patios. Después fue conventillo, hostel, feria de artesanos y restaurantes varios.
Desde 2020 una cooperativa gestiona el espacio que conserva el piso en damero del patio, los vitrales en las ventanas, ornamentos originales y escaleras infinitas hacia el bar, un jardín en altura. “Cada rincón es especial y aún guardan el rizoma sonoro de oraciones silenciosas, decoraciones eclécticas, y altares olvidados entre cientos de especies de plantas que dan una vida misteriosa a una de las terrazas mejor guardadas de Buenos Aires”, destacan sus dueños, que ofrecen carnes, brochettes de pollo, sándwiches, tapas y tragos.
Volver a lo simple, detener el tiempo, recuperar el silencio de los claustros: una pausa gastronómica que incluye cambios de hábitos.
Fuente: Exigí Buen Café – Más de 10.000 personas participaron de la icónica feria argentina del café; la edición número 11º de Exigí Buen Café.
La pionera feria cafetera Exigí Buen Café, este año 2024 cambió de locación y sumó al Hilton Hotel Buenos Aires como partner local.
La emblemática cita del café de la región tuvo cita en Puerto Madero, en un espacio que cuadriplicó lo metros de las anteriores y que fue colmado tanto por los representantes de la industria cafetera como por el amante del café. Una propuesta en donde se multiplicaron las experiencias, las conferencias, los concursos, los talleres, el intercambio y la cantidad de expositores participantes.
Los visitantes también pudieron alentar a los baristas que participaron en los cuatro concursos nacionales. El 11º Concurso Nacional de Baristas; el 6º Torneo de Café y Espirituosas; la 6º Competencia de Arte Latte y el 1º Campeonato Oficial de Filtrados.
Llegada de Bariloche; Tatiana Varitsky, barista de Delirante, se consagró como la gran ganadora del 11º Concurso Nacional de Baristas. Como primer premio obtuvo un viaje de formación a Fazendas Klem, auspiciante del certamen junto a las máquinas de Ibertital y Fiorenzato; las leches de La Serenísima (Leche Barista y bebida de Almendras); las tazas oficiales de concursos de Volf y el tiempo medido por Casio.
Laparticipante ganadora emprenderá este viaje a Brasil junto a Viviana Martínez de Vive Café, ganadora del 1º Campeonato Oficial de Filtrados.
Por su parte, Sofia Forero y Thiago Leguizamon resultaron los vencedores de la 6º Competencia de Arte Latte y el 6º Torneo de Café y Espirituosas,respectivamente quienes se llevaron como premio modernas máquinas de espresso y latte de Oster.
Además cada uno de los expositores lució sus productos antes un público de 8000 personas, integrado, mayormente por jóvenes de entre 20 y 30 años, buscando conocer, entender y tener sus propios emprendimientos cafeteros.
Con un stand a puro color, Avo Coffee ofreció cafés filtrados, elaborados con granos de Indonesia, y espressos con granos de Costa Rica. Para las bebidas con leche, optaron por los de Brasil. La gente de Tres tostadores sorprendieron con cafés filtrados preparados con bourbon amarillo natural anaeróbico (Bolivia) y bourbon rosado lavado (Colombia). Para los espressos, utilizaron geisha natural de Bolivia.
Al ritmo de los filtrados, Caffetino ofreció tres variedades de granos colombianos: y presentaron cápsulas reutilizables con las que sirvieron espressos.
Thiago Leguizamon, 6º Torneo de Café y Espirituosas,
Sofia Forero 6º Competencia de Arte Latte
En la feria exigí Buen Café hubo espacio para las islas de cafeterías de especialidad, que fueron rorando con sus propuestas como DUCA; Coffee in the House; Manifiesto; o Meme, donde ofrecieron bebidas de Guatemala (caturra natural anaeróbico y pacamara amarillo natural) y utilizaron cuatro herramientas: V60, kalita, koar y chemex. Para los espressos, el batch brew y un cold batch brew con naranja utilizaron granos de bourbon natural colombiano.
Bruno Brown propuso un viaje por el eje cafetero, al servir filtrados de distintos orígenes, como Brasil, Bolivia, Colombia, Honduras, Guatemala, Indonesia, Ruanda y Costa Rica.
Desde el tostadero y café Full City, invitaron con espressos y filtrados preparados con granos de Brasil y Colombia.
Fazendas Klem compartió con el público el proceso completo de producción, tal cual lo realizan en su hacienda cafetera de Minas Gerais (Brasil). Entre ellas; una degustación de café fermentado en su finca durante 66 días; traído especialmente para disfrutar junto a los presentes.
FamiliaCabrales sorprendió con variedad de espressos preparados con granos de Tanzania, Perú (caturra, typica y bourbon), Brasil (catuai amarillo y rojo) y Colombia (caturra, typica, castillo); más cafés filtrados fueron elaborados con granos etíopes.
Con una moderna y orgánica barra cafetera, que resignificó a la de las reconocidas cafeterías, 5 hispanos ofreció sentarse y disfrutar cómodamente de espressos; lattes; así como filtrados con cafés diferenciales elaborados a con métodos de filtrado, como el sifón y la Chemex.
Espressos y cortados no faltaron en el stand de Macchiato, en donde prepararon cafés con dos orígenes (Colombia y Brasil) y el blend de la casa.
En un living VIP; bajo la puesta de Illy; quienes buscaban el verdadero café italiano encontraron el clásico ristretto de la mano de Illy. En su moderno espacio, también se degustaron espressos y lattes con leche tradicional y de almendras.
Con sillones y cuadros alusivos a la tradición de la cafetería porteñaM pero con la consigna de disfrutar de una buena taza, Café Fundador sirvió espressos, lattes saborizados y capuccinos. Todos preparados a partir de granos arábicos de Brasi de la zona de Minas Gerais; con granos colom bianos, oriundos de la especial región de Huila, que ofrecía tazas de cuerpo medio con notas cítricas.
En el stand de La máquina del café, ofrecieron intensos espressos preparados con granos de Brasil.
Las dulzuras no faltaron en el stand de Nescafé: afogatos (café con helado) y capuccinos con KitKa, junto a flat whites, magiccoffees y capuccinos tradicionales. En cuanto a productos, el público encontró productos de calidad que se encuentran en el supermercado como el café tostado y molido de Nescafé Gold y cápsulas de Dolce Gusto y Starbucks.
Delirante, tostador y cadena de cafeterías con base en Bariloche y el resrto del país propuso la cadena de producción del café desde la planta a la taza. Invitaron invitaron a dos productores: Marco Mejía, de Bolivia, y Andrés Jaramillo, con variedades colombianas.
Desde Córdoba, llegaron los tostadores más reconocidos de la región central del país, Shiok sorprendió con cafés filtrados y espressos preparados con cuatro variedades distintas de granos colombianos con puntajes de entre 84 y 87 puntos; y tres variedades de granos brasileros con puntajes de 85 y 87.
Con la idea de “viajar al origen del café”, allí donde se cosechan los granos, en Drupa ambientaron su stand como un aeropuerto; y sirvieron espressos de especialidad de Brasil y Colombia, Guatemala, todos con diversos beneficios, y fermentaciones.
Uno de los objetivos de Exigí Buen Café es conectar a todos los eslabones de la cadena productiva de café, por eso las máquinas necesarias para hacer funcionar una cafetería no podían quedar afuera.
Además de ofrecer espressos y de proponer un juego sensorial, Modo Barista mostró sus máquinas profesionales para cafeterías y herramientas para hogareñas para ser profesioanles del café
Si de del proceso de tueste se trata, Carmomaq trajo desde Brasil sus mejores máquinas, con el objetivo de asesorar a las cafeterías desde que se inician en el proyecto. Por eso tenían propuesta para todo tipo de emprendimientos: tanto para pequeños y medianos tostadores.
Coffee Lovers, asupiciantes también del 1ª Campeonato de Filtrados, desplegó un amplio catálogo con incluyó máquinas para uso profesional y hogareño; molinos; tostadoras y accesorios, como jarras, portafiltros, tazas, prensa francesa y chemex.
Al frente, los fundamentalistas y pioneros de la especialidad, los baristas de Lattente ofrecieron cafés de Colombia elaborads en diversos método filtrados,
La Valente, mostrando la potencia de la fuerte industria local trajo máquinas que combinan tecnología italiana con fabricación nacional. Con originales modelos de ingeniería ideales para entornos donde se dificulta la conexión directa a la red de agua o para los food trucks;
Representando a Iberital y Fiorenzato, dos de las marcas líderes en el rubro de máquinas y molinos, West Indian Coffee dio la posibilidad a los visitantes de probar sus herramientas y de recibir asesoramiento de profesionales. Además, la eficacia de las mismas fue probada ya que sirvieron con ellas flat whites, capuccinos, espressos y lattes durante todo el día.
A la hora de entender la mixología de la cocotelería y el café, en Exigí Buen Café pasaron cosas: una barra que ofreció diferentes cocteles así como los que se presentaron en el Instituto Argentino de Coctelería, que sirvieron sus creaciones opciones con café. Algunas de las más pedidas fueron el gin de hibiscus macerado en café, naranja, durazno y un poco de maracuyá; y el vermouth blanco macerado en café con ananá.
La cafetería de especialidad, Big Rabbit Coffee ofreció cold brew con almíbares, como lima y jengibre; naranja y romero; y frutilla y ananá. Así como espressos, capuccinos y filtrados con granos de Guatemala y Colombia. Para acompañar las bebidas, regalaron cookies y chipás elaborados en su cafetería.
Bajo el lema “el café es de especialidad porque lo hacés vos”, en el imponente stand doble de Oyambre propusieron al público que se convirtiera en barista por un día y que hiciera la experiencia de preparar su propio café. A lo largo de la jornada, también estuvieron en exhibición los nuevos modelos de la italiana La Cimbali, máquinas que ellos importan.
También dijo presente Maxirest, un sistema que propone soluciones para mejorar los locales gastronómicos y aumentar las ventas.
Así como la tecnología aplicada al mundo de la cocina y la cafetería también fue parte del evento de la mano de FUDO.
El influencer Nacho Cafetero, fue parte de la movida en su stand en donde además presentó Lebrew una línea de herramientas de medición para establecer el control sobre los granos que se compran. Tostadores, importadores y entusiastas pudieron conocer mejor cómo funciona el medidor de tueste en la escala agtron; el medidor de actividad de agua; y el medidor de humedad y densidad.
Con el objetivo de que en casa también se pueda disfrutar de un buen café, Oster presentó la cafetera Perfect Brew Máxima para que el público pudiera probarla junto a otros modelos de máquinas para preparar espresso. Durante la jornada, varios infliuencer cafeteros realizaron charlas y enseñaron a realizar bebidas con las modernas propuesta cafeteras de Oster
Con un coqueto y original carro cafetero; Domestic Company ofreció los elementos necesarios para preparar un buen café en casa: jarras de vidrio y filtros de papel, para V60 y kalita, y el hit de la cafetera de papel transportable y reutilizable.
Cerámicas Beibe, ofreció un importante muestrario de bazar y vajilla para cafeterías; y fue quien realizó el cuenco distintivo con logo de la feria; Susana Beibe, su gestora y artista plástica, fue además quien estuvo a cargo de las instalaciones de arte de la feria. En medio de la feria, también se presentó la nueva campaña comercial de la Jetour XC70 con un diseño en dos líneas deportivas de SUV para el segmento compacto
La inclusión fue parte de Exigí Buen Café con el voluntariado del Taller la Ola junto a tres institutos.
Y la sustentabilidad un pilar fundamental, a que todo el residuo orgánico generado por el café fue recolectado y enviado para el compost de huertas urbanas de la ciudad.
Las conferencias, convocaron a más de 200 personas con gente parada en el fondo; como la dictada por el boliviano James Ávila de Brew Water, un potenciador de agua que genera mejores extracciones de café; Las nuevas oportunidades del café de Brasil por Latitudes Coffees; Las catas de orgánicos de Colombia by Klem; las oportunidades propuesta en la charla sobre Café y liderazgo, así como el cierre sobre la evolución del café porteños con los principales actores de la industria y la gestión institucional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Ya estamos preparando la edición número 12, para 2025. ¿Te sumás?
Fuente: Clarín – José Luis Fernández llegó a la Argentina desde España cuando tenía 15 años, convencido de querer forjar su vida alrededor de su pasión: la gastronomía. Apenas instalado en el país, llegó a dormir en las pizzerías donde trabajaba como bachero. Sus ganas de crecer le abrieron camino en el negocio de las pizzas, tanto que al morir su pasión se extendió en la siguiente generación. En su hija, Lorena Fernández, quien se convirtió en la primera presidente mujer en la historia de la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina (Apyce).
Tuvieron que pasar 81 años para que una mujer llegara a la presidencia de Apyce. Con la designación de Lorena en 2020 ―pleno año de pandemia―, todo cambió. Ahora atraviesa su segundo mandato, tras su reelección en agosto de 2023. Tras 85 años de la asociación, Lorena hace su análisis en una charla con Clarín en San Carlos, la pizzería que heredó de su papá y que tiene a cargo desde hace 15 años.
“Es un rubro bastante varonil, no hay tantas mujeres en el oficio de maestra pizzera, creo que el tema viene por ahí. En los últimos años fue cambiando con la igualdad de género, muchas mujeres empezaron a incursionar en la gastronomía”, introduce Lorena.
De profesión es contadora, aunque cuenta que nunca la ejerció porque se inclinó hacia el negocio familiar. Esa historia que inició José Luis y que siguió con la adquisición de 9 locales gastronómicos en el país. Uno de ellos es esta pizzería de Caballito fundada en 1968, que sigue repleta de clientes que vienen a probar las diferentes pizzas de la carta.
“La vida me llevó por este camino, mi papá se enfermó y tomé las riendas del local, obviamente conocía desde que nací. Un día vinieron a ofrecerme estar dentro de la comisión directiva de Apyce, porque querían incorporar más mujeres. Veían cómo venía manejando este local, que crecía. Arranqué como vocal, y después se dio la posibilidad de asumir la presidencia. Siempre fueron presidentes hombres y de golpe viene una mujer, pero hubo una aceptación buena”, recuerda sobre su llegada a la asociación.Lorena Fernández es la primera mujer que preside la asociación de pizzerías. Siguió el legado familiar de su padre y ahora busca que la pizza argentina tenga una certificaicón mundial. Foto Guillermo Rodriguez Adami
Su primer año de gestión fue en pandemia. Eso, rememora, implicó una tarea bastante ardua, que parecía no tener fin: implicaba luchar contra los locales cerrados, los negocios fundidos, hablar con el Gobierno de la Ciudad, hacer reuniones por Zoom. Para ella fue un empujón que le dio la vida para decirle “salí a la cancha y empezá a jugar”.
“Ahora venimos muy golpeados, pero al menos tenemos trabajo, en ese momento estaba todo cerrado. Teníamos la ayuda del Estado para cubrir parte de los sueldos de los empleados”, agrega.
Desde que preside la institución confiesa que ha tenido que buscar el equilibrio para poder conciliar todas sus pasiones en su día a día: la familia, los locales a su cargo y las diferentes gestiones de Apyce.Lorena Fernández es la primera mujer que preside la asociación de pizzerías. Siguió el legado familiar de su padre y ahora busca que la pizza argentina tenga una certificaicón mundial. Foto Guillermo Rodriguez Adami
“Demanda mucho tiempo, la gastronomía es muy sacrificada en cuanto horarios. No hay Navidad, no hay Año Nuevo, no hay sábados y domingos. Entonces, tener una familia es difícil. Culturalmente estamos acostumbrados a que el hombre trabaje y la mujer se quede más en casa. Hoy eso mutó y la mujer puede asumir la tarea gastronómica”, sostiene.
Su amor por el oficio se refleja en su generación anterior, pero también en la que le sigue. Su hijo de 23 años trabaja junto a los 60 empleados de la pizzería. Estudia gastronomía, y Lorena no puede dejar de admirarse de la fuerza que un oficio puede tener en una historia familiar.
“Creo que uno va amando lo que va viendo de sus padres. Somos privilegiados los que amamos el trabajo. Mi hermana y un socio, que es el hijo del socio de mi papá, trabajan conmigo en los locales. El maestro pizzero que tenemos es el hijo del maestro pizzero que trabajó con mi papá. Este es un rubro en donde la mano de obra es intensiva. No hay máquinas, son personas. Cuando arranqué acá la gente que estaba trabajando me ayudaba un montón, porque conocían a mi papá”, expresa. Lorena Fernández es la primera mujer que preside la asociación de pizzerías. Siguió el legado familiar de su padre y ahora busca que la pizza argentina tenga una certificaicón mundial. Foto Guillermo Rodriguez Adami
El poder de la transmisión de generación en generación tiene una magia que busca resguardar en su negocio. Pero hace hincapié, al mismo tiempo, en la importancia de que este tipo de oficio se profesionalice.
“En la asociación tenemos una escuela de más de 17 años que es única en Latinoamérica, en donde se forma el oficio profesional del maestro pizzero. Está bueno conocerlo, que sepan que hay dos becas anuales, en donde los empleados pueden aprender el oficio. Es una oportunidad de crecimiento el estudio, para que aparte de la práctica se tenga la teoría”, remarca.Lorena Fernández es la primera mujer que preside la asociación de pizzerías. Siguió el legado familiar de su padre y ahora busca que la pizza argentina tenga una certificaicón mundial. Foto Guillermo Rodriguez Adami
Lorena deja un mensaje positivo en torno al rol que va ganando la mujer en estos espacios gastronómicos, aunque todavía sean minoría: “Cada vez hay más maestras pizzeras, en la asociación tenemos cada vez más mujeres que están haciendo la carrera. En los campeonatos, tanto en el exterior como en Argentina, vemos muchas mujeres que compiten. Están felices de que se pueda lograr eso”.
«Noche de la Pizza y la Empanada»
El martes próximo se hará una vez más la noche de la pizza y la empanada, organizada por Apyce. Lorena explica que ya hay más de 1.000 pizzerías inscriptas en todo el país: “Cada año superamos la inscripción del año anterior. De hecho, ahora extendimos las fechas de inscripciones, que son completamente gratuitas. No hace falta que se adhieran a la Asociación. Los clientes van a tener que entrar a lanochedelapizzaylaempanada.com.ar”.
Habrá promociones del 50% en pizzas y de 3×2 en empanadas. Contarán con un mapa interactivo donde podrán ver cuáles son los locales adheridos a la propuesta.
“Todos amamos esas comidas, creo que son las más amigables que hay, porque se comparten. Para el cliente es la excusa perfecta para salir con amigos, familiares. Y para el empresario es la alegría de ver sus pizzerías llenas. Es la oportunidad de que la gente que nunca fue a tu pizzería pueda conocerla y decir ‘che, mirá qué bien se come acá’”, señala.San Carlos, la pizzería que Lorena Fernández heredó de su padre español y en la que continúa el legado familiar. Foto: Guillermo Rodríguez Adami
Asegura que la pizza argentina a nivel mundial ya está instalada. Que en lugares como España ya hay muchas que hacen «pizza argentina».
“Como vimos que a nivel mundial se veían muchas pizzerías tanto en Nueva York, como en España, en México, en Chile, y muchos preguntan para hacer cursos online de pizza argentina en el mundo. Dijimos ‘tenemos que empezar a darle impronta a la pizza argentina en el mundo’”, añade. San Carlos, la pizzería que Lorena Fernández heredó de su padre español y en la que continúa el legado familiar. Foto: Guillermo Rodríguez Adami
En junio de este año hubo un campeonato mundial de pizza y empanada que organizó Apyce, en donde en estilos se añadieron los clásicos italianos, pero además se incorporó por primera vez el estilo argentino. Cuenta que en abril se realizará el campeonato de la pizza en Madrid y allí volverán a competir los pizzeros locales.
“Queremos que la gente que viene de afuera tenga esa experiencia: de comer una carne argentina, pero también una pizza argentina que es diferente al resto del mundo. Estamos trabajando en certificar pizzerías argentinas en el resto del mundo. También en qué podemos hacer desde los convenios de la parte pública y privada, como las capacitaciones y asesoramientos que ofrecemos”, concluye.
Fuente: Cronista – Titi cuenta con una comunidad de más de 100 mil seguidores en Instagram, donde comparte recetas y consejos para una alimentación saludable y consciente.
Martina «Titi» Siegrist, la innovadora chef y emprendedora detrás de Chef at Home, convirtió su pasión por la cocina en un proyecto en expansión continua.
Tras sus primeras experiencias en la Embajada de la India y su labor en Comunicación y Prensa en Chandon, Titi, (como le dicen cariñosamente de chiquita) utilizó su bagaje cultural y profesional para lanzar un negocio único.
¿Qué es Chef at home?
Chef at Home comenzó como un proyecto modesto en el que Titi ofrecía cenas caseras a amigos y familiares. «Lo que empezó como un hobby se transformó en un proyecto serio. Diseñaba menús, cuidaba el maridaje y enseñaba a descorchar botellas. Mi negocio creció rápidamente gracias al boca a boca», explicó Titi en diálogo con El Cornista.
Desde 2021, consolidó su éxito con eventos semanales y una creciente demanda por sus servicios personalizados. Además de su trabajo como chef a domicilio y sus talleres de alimentación consciente, Titi estableció una sólida presencia en redes sociales.
Actualmente, cuenta con una comunidad de más de 100 mil seguidores en Instagram, donde comparte recetas y consejos para una alimentación saludable y consciente.
«Para mí, la cocina es una meditación en movimiento, una forma de esparcimiento y conexión», opinó la chef, quien reflejó su enfoque apasionado en la cocina.
¿Cuál es el secreto para una alimentación saludable?
Siegrist ofrece una guía clara para aquellos que buscan mantener una dieta saludable y para gestionar la alimentación diaria de manera consciente, basado en las siguientes «máximas»:
Lo perfecto es enemigo de lo bueno: «si esperás tener todo en condiciones ideales antes de comenzar a comer de forma consciente, es probable que nunca lo logres, ya que la perfección es inalcanzable. En cambio, lo crucial es comenzar a incorporar hábitos saludables gradualmente. Una vez establecido ese patrón, si deseas disfrutar de un capricho sentite libre de hacerlo».
Planificación y logística: Siegrist señaló que, para mantener una alimentación saludable, «hay que contar con tiempo, con logística». Además, explicó que cuando no se dispone de tiempo, es muy fácil «pecar» y desviarse del camino hacia una dieta equilibrada.
Evitar productos ultra procesados: la experta recomienda evitar alimentos que «vengan en un paquete y que tengan más de cuatro ingredientes». Advierte que, por ejemplo, el caldito de vegetales a menudo tiene como primeros ingredientes aditivos como «sal, grasa, azúcar y almidón de maíz», y los vegetales aparecen entre los últimos ingredientes. «Aprender a leer paquetes» es esencial para identificar estos alimentos y tomar decisiones más saludables.
Cuidado integral del cuerpo: Siegrist subraya que «el cuerpo es como un templo», el único que nos acompañará «hasta el final de nuestros días». Por lo tanto, es crucial cuidarlo adecuadamente, no solo a través de una alimentación balanceada, sino también mediante ejercicio, buenos hábitos y una vida saludable.
¿Cómo influyeron sus viajes en su cocina ?
La chef de 38 años explicó cómo sus viajes por el mundo moldearon su cocina. «Viajar es lo que más me nutre como persona», afirmó Titi a este medio.
«Cuando llego a una nueva ciudad, nunca me quedo en un hotel; prefiero alquilar un departamento. Mi plan más divertido es ir al supermercado local, ver qué ingredientes usan, comprar productos nuevos y cocinar por mí misma», destacó la chef.
Con respecto a sus viajes, Titi describió sus experiencias en India como especialmente transformadoras: «La India es un planeta entero con muchos continentes dentro. Con 1.400 millones de habitantes, 1.200 dialectos y 21 lenguas oficiales, cada pueblo tiene su propio idioma, formas de cocinar y sabores. Es un mundo nuevo lleno de estímulos«.
El poder transformador de la cocina
La chef Titi mencionó a El Cronista cómo inculcó su amor por la cocina en su hija, Francisca, de 10 años. «Desde que era pequeña, en lugar de cuentos, le contaba recetas antes de dormir. Le explicaba qué íbamos a cocinar al día siguiente, qué ingredientes necesitábamos y cómo elegirlos», explicó Titi.
Esta influencia se hizo evidente en un evento reciente al que Francisca asistió por primera vez. «Vi a mi hija, que suele estar en su propio mundo debido a su ADD y dislexia, mostrando una concentración y habilidad sorprendentes. Estaba marcando los tiempos con precisión y completamente inmersa en la cocina«, relató Titi, orgullosa.
Vistazo al futuro: los proyectos que tiene la chef
Siegrist reveló que puso en marcha un ambicioso proyecto que podría redefinir su enfoque hacia la alimentación consciente.
En lugar de un restaurante convencional, proyecta establecer un «laboratorio de experiencias» donde se ofrezcan clases, talleres y eventos relacionados con la cocina y la nutrición.
Además, Siegrist está entusiasmada con la idea de desarrollar una línea de productos conscientes, que complementaría y ampliaría su enfoque en la alimentación saludable.
Fuente: La Nación – Desde el microcentro, dejó huella en las noches porteñas y convocó a figuras como Madonna, Alan Parker y Marta Minujín; tras su cierre, en 2021, vuelve al ruedo adaptado al momento actual.
La noticia circuló rápido por redes sociales: hace poco más de un mes reabrió Filo en el centro porteño, el mítico restaurante italiano (con galería de arte en el subsuelo) que supo marcar una época en la Argentina. Un lugar único, personalísimo, tan irreverente como delicioso, donde se reunía buena parte de la vanguardia artística vernácula junto a políticos, empresarios, deportistas y más. Por sus mesas pasaron personajes internacionales como Madonna, Alan Parker, Robert Duvall y Francis Ford Coppola, así como los locales Marta Minujín, Ana Eckell, Oscar Bony, Rogelio Polesello y Luis Wells, entre tantos otros. El mural en la pared, el cartel de bienvenida, el maniquí hipersexualizado que recibía a los comensales, el DJ pasando música, todo eso era Filo. Y también era esa gastronomía italiana con énfasis en la norteña región del Véneto, que se despegaba de la competencia ítalo-porteña que abundaba por esos años en Buenos Aires.
Filo fue responsable de imponer la rúcula cuando en la Argentina hablar de “hojas verdes” era sinónimo exclusivo de la lechuga; fue fiel a sus orígenes sirviendo hígado a la Veneciana y polenta blanca con osobuco; fue pionero al poner de moda el Aperol Spritz, incluso mucho antes de que esa marca de aperitivos desembarcara en nuestras fronteras. Junto con Piola, fueron de los primeros lugares en dar a conocer una pizza finita cocinada en el piso de un horno a leña, acercándose –en la medida de lo posible en esos años– al modelo napolitano que hoy ya todos conocemos.
Es imposible pensar en Filo sin sus tres grandes anfitriones históricos. Por un lado, los propietarios y socios, Deni De Biaggi y Giovanni Ventura, quienes abrieron este restaurante en 1994. Por el otro, el galerista y marchand Álvaro Castagnino, hijo del reconocido artista plástico Juan Carlos Castagnino, que se ocupaba de curar la galería de arte. Giovanni (acusado en su Italia natal de actos de terrorismo neofascistas y luego condonado en su sentencia) falleció en 2010. Castagnino, en 2014. Por siete años quedó a cargo de Filo solo Deni, un verdadero caballero de la noche, un encantador de serpientes de labia fácil, risa contagiosa, mirada pícara y gesto risueño, incorrecto y polémico por igual, nadando contra la corriente.
El cambio de época, primero; los años y la pandemia, después, lo obligaron en 2021 a cerrar las puertas del lugar al que le había dedicado toda su energía. Pero, como dicen, la vida siempre da revancha: hoy Filo levanta una vez más las persianas, con el orgullo de su pasado y con la mirada en el presente.
“Trabajé muchísimos años para el grupo DGSA, manejando marcas grandes como Kentucky y Dandy.Luego me independicé: con mi socio Santiago Domínguez tenemos la pizzería Fuoco en Núñez. Ahora, sumamos la reapertura de Filo Ristorante”, cuenta Omar Morales, contador especializado en la operación y el armado de negocios gastronómicos. “En mi experiencia descubrí que es mucho más fácil abrir un lugar que ya tiene un nombre ganado, que empezar desde cero. Por eso nos decidimos e hicimos esto”, explica.
–¿Qué significa Filo para ustedes?
–Yo era cliente, sé lo que representaba este lugar. Marcó una época. Lo que buscamos ahora es respetar la esencia que tenía, con esa mezcla de arte, gastronomía y música, pero pensándolo con la calidad y el foco que se precisa hoy.
–¿Qué cambios hicieron y qué mantuvieron igual?
–Desde lo edilicio, trabajamos con el estudio Mad Dam para modificar el lugar de la barra (la pusimos enfrente de donde estaba), armar un nuevo back, agregar la cabina para el DJ y quitar el desnivel en el salón que complicaba el despacho. También pusimos unas mesas grandes de estilo para combinarlas con las más típicas de restaurante. Pero a la vez, cuidamos mucho la estética que heredamos. Donde estaba la barra, por ejemplo, continuamos el mural con una reproducción de Kandinsky; sigue afuera el mismo cartel con el nombre del restaurante, que es una obra de arte en sí mismo, y mantenemos el horno pizzero a leña: lo revestimos de venecitas con el artista Marino Santa María.
–¿Cómo piensan una cocina italiana de hoy?
–Igual que lo hacía Filo, pero con nuestra impronta. Siento que en un momento Filo empezó a vivir de lo que representaba a nivel social, pero para mí el foco principal de un restaurante debe ser dar de comer rico, con calidad, con un equipo de cocina sólido. Eso es lo que estamos haciendo ahora. Abrimos todo el día, todos los días. Hacemos nuestra pastelería, tenemos café Lavazza. Y ofrecemos una cocina italiana pensada desde Buenos Aires –la lasaña es una de nuestras especialidades– sumando además la verdadera pizza napolitana. Cuando nació Filo, no existían las pizzas napolitanas en el país; por eso ellos apostaron por una pizza más a la piedra, como para no alejarse tanto de lo que se comía acá.
–Es un local enorme en el golpeado centro porteño… ¿No es mucho riesgo en tiempos de pospandemia?
–Mirá, yo tengo una franquicia de Kentucky en microcentro, y hace rato que vengo viendo cómo se está recuperando el flujo de gente. Acá se suman además los vecinos de Retiro, que ven esta reapertura como algo propio. Si hay algo que creció por acá después de la pandemia, es la gastronomía.
–¿Tuviste contacto con quienes estaban en Filo antes?
–Nosotros compramos la quiebra y la marca, pero sí, tuve charlas con Deni De Biaggi, él incluso sigue viniendo regularmente a tomar algo. Me gusta hablar con los que tuvieron el negocio antes, ver cómo lo veían desde adentro. Eso no quita que tengamos nuestra idea de a dónde estamos yendo. Lo que en otros años era transgresor, hoy dejó de serlo. Ya no apuntamos a ese movimiento un poco under que caracterizaba a Filo, sino que lo pensamos con mirada actual.
–Pero mantienen la galería de arte…
–Sí, el arte, la música, la barra, la cocina italiana, todo eso que era parte de Filo sigue siendo clave para nosotros. La galería la maneja Laura Galimberti, que tiene su propio espacio (Imaginario) en la calle Paraguay. Esta semana estrenamos la muestra Cero, de arte multidisciplinario, hicimos un vernisagge con vinos y bruschettas.
–¿Tienen muchos clientes de la “vieja época”?
–Viene gente muy distinta. Creo que un 20 por ciento son clientes de antes, pero se suman muchos que trabajan en la zona, que vienen para aprovechar el menú de mediodía que incluye entrada, plato principal, postre y café, todo por $18.000. Los fines de semana se llena y las noches están creciendo mucho. Mi socio, Santiago, también es bartender; él diseñó la barra y estamos planificando los after office.
–¿Qué te dicen los clientes de antes?
–En general están muy contentos. La única pregunta que tuvimos hasta ahora es por qué no tenemos más ese maniquí que estaba antes al entrar. Era una mujer que muchas veces estaba desnuda o vestida media casquivana. Pero ahora lo tiene un galerista y cuando se lo quisimos comprar, ¡nos pidió una fortuna!
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