Fuente: TN – Damián Delorenzi fue encontrado sin vida en su restaurante de Rosario. Era uno de los cocineros más jóvenes, reconocidos y prometedores de la Argentina y recibió un duro golpe en pandemia. El homenaje y el recuerdo de sus colegas.
Un chef promesa, un emprendedor, un arquero frustrado y la persona que le cocinó a Diego Armando Maradona y Lionel Messi. Damián Delorenzifue todo eso y más, con tan solo 39 años de vida. La noticia de la muerte del reconocido chef rosarino conmocionó a todo el país.
El joven cocinero fue hallado sin vida en su local gastronómico de Santiago y Catamarca en la ciudad de Rosario. Lo encontró su padre tras varias horas a la espera de que contestara los llamados. Según los primeros datos de la investigación que dio a conocer la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción, no hay indicios de la participación de terceros en la muerte. Además, indicaron que en el lugar del hecho se secuestró un arma y se ordenó la autopsia correspondiente.
La noticia de la muerte del chef circuló rápidamente entre sus conocidos, colegas y toda la comunidad rosarina a la que acompañó desde la pantalla chica, sobre todos los domingos de pandemia en su bloque de cocina.
El carisma y la cocina de Damián
Damián se graduó como Cocinero Profesional del Colegio de Cocineros del Gato Dumas en 2004. En su extensa carrera, trabajó en grandes cadenas hoteleras de Argentina y Uruguay y en el hotel Ros Tower de Rosario, donde tuvo la oportunidad de cocinarles a grandes estrellas, entre ellos Diego Armando Maradona y Lionel Messi.
Fue productor del programa Los cocineros en casa, conducido por Martiniano Molina y Donato De Santis, y participó en Cucinare. En Rosario incursionó en varios programas en El Tres como Pasión por las Brasas, Damián cocinero y Pasión por la cocina. El primero inspiró el nombre de su restaurante y de su libro que contiene varias de sus recetas. Fue premiado como Chef Joven Valor en 2010, un reconocimiento de la Academia Argentina de Gastronomía. También recibió el premio FundTV al mejor programa de temas de vida cotidiana de Argentina en 2019.
Actualmente y hace años, participaba del bloque de cocina en el programa Cada Domingo, donde presentaba recetas para que la gente copiara en sus casas.
Almudena Munera Muñoz, conductora del ciclo, contó a TN que Delorenzi fue muy importante durante la pandemia porque la gente esperaba que llegara la hora de la cocina para conocer y hacer sus recetas. “Durante la pandemia, cuando comenzamos con el programa y su bloque, él salía desde su cocina”, explicó. “Él era una gran compañía para la gente en ese momento y se ganó el cariño”, agregó. Estuvieron juntos durante las tres temporadas pasadas y en mayo comenzaban la cuarta.
La conductora conocía al cocinero desde hacía varios años. “Hizo muchas cosas en la televisión, era muy reconocido”, indicó.
Munera Muñoz indicó que hacía varios años para la despedida de año iban todos los colegas a cenar al restaurante de Damián, el espacio que era el sueño cumplido del cocinero. Poco tiempo antes de la pandemia, Delorenzi había abierto su segundo restaurante, pero que no lo pudo mantener y debió cerrarlo por las restricciones del aislamiento. “Damián era gastronómico y en la pandemia su rubro la pasó mal, pero él siempre transmitía el mensaje de tirar para adelante”, reflexionó.
El cariño en Damián que la gente percibía a través de la pantalla era el mismo que sus colegas notaban en la vida cotidiana, detrás de las cámaras. La conductora lo describió como “un buen tipo, siempre dispuesto, muy generoso”. Sostuvo que al enterarse de la noticia de su fallecimiento no lo podía creer. “Era una persona que irradiaba luz y vida”, destacó y recordó una de las tantas anécdotas con el cocinero. “Salía al aire desde su cocina y siempre probaba sus platos. Nosotros le decíamos que nos tentaba y nos daban ganas de probarlo, y un día nos envió a nuestro estudio lo que había cocinado. Era muy ingenioso, un loco lindo”.
Para todos en el canal la muerte de Damián significó un golpe durísimo y este jueves se acercaron a despedirlo en el velatorio. En el programa De 12 a 14 emitieron un homenaje recordando alguno de los momentos de Damián en la pantalla.
Además, sus compañeros lo despidieron en redes sociales con mensajes de cariño.
El sueño de ser arquero y las cenas para Maradona y Messi
De pequeño Damián tuvo otra pasión: el fútbol. Soñaba con ser arquero de Rosario Central. Había sido capitán en su equipo en el Club Provincial de Rosario y allí se encargaba de cocinarle a sus compañeros. En una entrevista con La Capital había indicado que “cuando me di cuenta de que no iba a destacarme en este deporte, me incliné por la cocina”.
En esa misma charla indicó que había tenido mucha suerte al ser criado alrededor de sus cuatro abuelos que le enseñaron sobre la cocina en los encuentros familiares. También contó que cuando trabajó en el Ros Tower de Rosario, varias estrellas probaron sus platos. Entre ellas Gustavo Cerati, Javier Calamaro, Joaquín Sabina, Juan Manuel Serrat, Lionel Messi y Diego Maradona. De este último agregó que “le hizo temblar las piernas porque tiene una magia única”.
Entre sus cuentas pendientes aseguró que le hubiese gustado cocinarle al Gato Dumas, quien dirigió la escuela en la que estudió gastronomía. “Tuve una relación muy cercana, pero nunca llegué a prepararle alguna de mis recetas”, había dicho.
Fuente: La Nación – Franca es el último emprendimiento de Julio Martín Báez, el cocinero detrás de Julia –para muchos, el mejor restaurante de la ciudad–, donde destacan la nobleza del producto y el ingenio para combinar sabores.
Si se sientan en la barra, de cara a la cocina, van a poder comprobar el clima de actividad ardua pero tranquila que reina en este lugar. Y si se instalan en el salón, también: los fuegos y el ritmo del equipo están a la vista. Franca es como su nombre y como Julio Martín Báez, el talento que mueve los hilos de este y de su primer restaurante Julia –para muchos, el mejor de la ciudad–, con una solidez y una filosofía que lo convirtieron en el cocinero del momento. “Soy un chef indie, trato de generar equipos inclusivos, apostar a una gastronomía más directa, saludable y horizontal,” dice, como declaración de principios. Pero Báez es más que un chef indie. El año pasado su reconocimiento le valió cocinar en San Francisco y en Noruega, figurar en la lista de los 100 Best Chefs Awards, y terminar el 2022 a todo trapo, abriendo este segundo local que triplica el espacio del primero.
Julio cuenta que el lugar iba a ser un wine bar, pero en el camino fue mutando a restaurante con parrilla de más de tres metros, barra; salón amplio; veredita; y una ambientación gobernada por el cristal, los tonos oscuros, la iluminación que alumbra sin encandilar.
Los fuegos y el vino componen la receta de su éxito. La cocina está a cargo de Mercedes Ferraro, y la selección de vinos en manos de la head sommelier Delvis Huck, que antes trabajó en Aramburu, en Elena, en Palacio Duhau: del tema sabe. En la carta hay 95 etiquetas de Argentina divididas por estilos –”Versátiles y equilibrados”, o “Profundos y amplios”, entre otros– y un plus de 14 opciones por copa, un guiño para los que más que tomarse una botella, prefieren probar.
Igual que en Julia –que desde 2022 figura entre los 50 Best Latam–, el origen y la nobleza del producto cuentan y a las técnicas depuradas se suma el ingenio para combinar sabores. Prueben el paté con ceniza de lima, emulsión de limón asado y ensalada de hojas; la longaniza de Chacabuco –los pagos de Julio– con los pickles de coriandro y mostaza y chimichurri de hierbas; y el ojo de bife fermentado en koji, imán para carnívoros.
Y háganle un lugarcito a los postres, como el helado de maíz y pochoclo, poco obvio y con un punto dulce que no abruma. Franca marcha a ritmo de locomotora y se llena. Reserven si no quieren perderse este tren.
Franca Loyola 1111 (y Darwin). De lunes a sábado de 19.30 a 23.30. @francarestaurante
Fuente: @fehgra_ok @fehgra – Se llevarán a cabo hasta el 31 de julio. Los equipos ganadores participarán en la Gran Final, que se desarrollará en HOTELGA 2023.
Como parte de su calendario anual institucional, la Federación Empresaria Hotelera Gastronómico de la República Argentina (FEHGRA) lleva adelante el Torneo Federal de Chefs, que fue creado para difundir la riqueza de la cocina argentina, poner en valor los productos regionales, e impulsar la mejora continua de la calidad y el compromiso del sector con el perfeccionamiento profesional.
Este año, desde comienzo de abril hasta fines de julio, se desarrollarán las Rondas Clasificatorias, que son regionales. Los ganadores de estas instancias participarán en la Gran Final, que se despliega como todos los años en HOTELGA, Encuentro Anual de la Hotelería y la Gastronomía, coorganizado por FEHGRA, en La Rural, CABA.
El certamen está orientado a Chefs profesionales, de nacionalidad argentina, con al menos 5 años de experiencia, que se encuentren actualmente trabajando en un restaurant, hotel o empresa de catering, que tengan al menos 4 años en funciones y estén asociados a FEHGRA y/o a la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), a través de las correspondientes entidades miembros. Cada Chef debe presentarse con un asistente mayor de 18 años.
Los participantes deberán preparar una receta original y libre de derechos para 9 porciones a base de: Pieza Principal “Producto TIERRA”, el equipo participante podrá elegir entre Corte de Vaca (Bife Ancho) y Corte de Cerdo (Bondiola de Cerdo); Pieza Secundaria “Producto AGUA”, podrán elegir entre un Pescado de Río o de Mar, presentados enteros o porcionados, con al menos una salsa y tres guarniciones, de las cuales una deberá ser preparada en base a algún hidrato (granos, legumbres, etc.), y las tres tendrán que incluir productos típicos de la región a la que pertenece el Chef.
Para participar de las Rondas Clasificatorias, los interesados deberán contactar a las entidades asociada correspondiente según donde esté situado el establecimiento. En el caso de que alguna sede no realice su ronda, los Chefs interesados de esa región pueden escribir a FEHGRA, solicitando se los incorpore a la Ronda Clasificatoria más cercana. E-mail: informes@fehrga.org.ar.
Bases y Condiciones: www.fehgra.org.ar Banner “Torneo Federal de Chefs”
Video presentación del Torneo Federal de Chefs 2023: Video TFC 2023.mp4
Sobre FEHGRA
Desde 1941, la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina representa a toda la actividad del país. Su objetivo es defender los intereses del sector y colaborar en el desarrollo de la hotelería, la gastronomía y el turismo. La entidad agrupa a más de 84.000 empresas, nucleadas en sus Entidades Asociadas. Son 17.000 establecimientos hoteleros y 67.000 gastronómicos.
Fuente: La Capital – El chef peruano considera que la unión de la región no solo es por los fogones, sino por la historia, la forma de trabajo, el territorio «megadiverso» y «trabajar unidos».
La chef Marsia Taha junto al chef peruano Virgilio Martínez observan alimentos para realizar una cena en conjunto con el restaurante Gustu, en La Paz. Foto: EFE | Javier Mamani.
El destacado chef peruano Virgilio Martínez abogó para que se active “el botón de la identidad” en las cocinas latinoamericanas y encontrar las similitudes para trabajar juntos y dejar de “competir”.
“Este botón de la identidad creo que es el cambio brutal, no es un tema técnico, no es un tema de que hemos descubierto algo, es que activemos el botón de identidad y en ese momento es que todos podemos trabajar juntos y dejemos de competir, encontrar similitudes y así encontramos cómo crecer juntos”, dijo Martínez en una entrevista con EFE.
Agregó que la unión de la región no solo es por los fogones, sino por la historia, la forma de trabajo, el territorio “megadiverso” y “trabajar unidos” o asociarse en proyectos, para impulsar aún más el “momento muy importante” que vive la gastronomía latinoamericana.
“Lo importante realmente era valorar nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra gente”, recalcó.
Martínez está en Bolivia junto a otros cocineros de los afamados restaurantes Central y Mil para preparar una cena en conjunto con la destacada chef boliviana Marsia Taha y todo el equipo de Gustu a propósito de los 10 años del restaurante boliviano, que está en el puesto 45 de los 50 mejores de Latinoamérica.
Central, uno de los restaurantes de Martínez, se encuentra en el primer lugar de los 50 mejores de Latinoamérica y en el segundo de todo el mundo.
El chef adelantó que su restaurante está en un proceso de renovación en el que el contenido cultural y gastronómico se visibilizará más para que sea una experiencia “multidisciplinaria”.
Esta reunión de destacados cocineros en Gustu precisamente tiene el objetivo de unir y encontrar los factores en común entre Bolivia y Perú y los ingredientes que se utilizarán en la cena provienen de los bosques, que son una gran despensa.
“Hoy en día es mucho más coherente ver las cosas que nos unen porque estamos en un mundo, vivimos de polarizaciones y divisiones, y acá nos unen muchas cosas (…) como productos de la naturaleza que generan puentes increíbles”, sostuvo el cocinero.
Para esta cena de nueve pasos Martínez llevó algunos peces y frutos amazónicos desde los bosques peruanos para que el comensal pueda probar en su plato una diversidad de paisajes de ambos países y crear un ecosistema de sabores de los bosques.
Taha destacó a EFE que Martínez es uno de los chefs que “más ha apoyado desde un inicio” a Gustu, por lo que lo invitaron para esta cena de aniversario, en la que los protagonistas serán los alimentos 100 % amazónicos que muestren las similitudes, pero también los “contrastes” en las técnicas y en los ingredientes que se encuentran en los bosques de ambos países.
“Esta es una celebración al pulmón del mundo”, recalcó Taha.
Fuente: Telam – El calendario de las festividades populares de abril propone degustar exquisiteces culinarias como el chocolate barilochense, las masas vienesas de Villa General Belgrano y las tortas fritas mercedinas, además de festivales musicales y celebraciones de producciones regionales como la miel, en San Vicente, o la tradicional humita jujeña.
El mes llega con dos feriados nacionales: el domingo 2, por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas; y el 7, que es Viernes Santo, y dará lugar al tradicional movimiento turístico de otoño por la Semana Santa, con procesiones, Vía Crucis y visitas a parroquias.
Provincia de Buenos Aires
BAHÍA BLANCA En la provincia de Buenos Aires, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, la comuna y la Sociedad de Fomento de Ingeniero White realizarán del 6 al 9 una nueva edición de la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino, donde además de compartir una paella habrá shows gratuitos de Ángela Leiva, La Konga, Zoe Gotusso, Conociendo Rusia, Nahuel Penissi, Soledad Pastorutti, Bersuit Bergarabat y Los Auténticos Decadentes; actividades recreativas para toda la familia y más de 100 stands de productores y artesanos.
BARADERO Del 7 al 9 se realizará el 8° Rock en Baradero -uno de los festivales más grandes de la provincia- en el anfiteatro municipal Pedro Carozzi, con más de 40 bandas, arte callejero, jams de lectura, talleres sustentables y un paseo gastronómico al aire libre, con entrada arancelada.
BALCARCE La ciudad de Balcarce hará honor a la principal producción del distrito con el Primer Festival de la Papa Frita, en el parque municipal Cerro El Triunfo, con feria comercial, gastronómica, artesanías, espectáculos musicales y chefs nacionales, con entrada libre y gratuita.
MERCEDES El segundo fin de semana de abril, la ciudad bonaerense de Mercedes presentará desde las 10 en el sector nuevo del Parque Independencia la edición 24 de la Fiesta Nacional de la Torta Frita, con elaboración a la vista, espectáculos de música y danza, feria de artesanos, y la elaboración y cocción a la vista de la torta frita gigante, que esta año superará los 5 metros de diámetro. La fiesta culminará al atardecer del domingo con un homenaje a los excombatientes de Malvinas, desfile criollo y la elección de «La Tortera/o del Año».
SAN VICENTE En tanto, San Vicente realizará la novena Fiesta Regional de la Miel, con comidas, charlas, las Olimpíadas Apícolas entre alumnos de las escuelas agrotécnicas y un concurso fotográfico.
Córdoba
VILLA GENERAL BELGRANO En Córdoba resalta la 53° edición de la Fiesta Nacional de la Masa Vienesa, del 4 al 9, en la ciudad de Villa General Belgrano, con acceso libre y gratuito, actividades litúrgicas, espectáculos, repostería artesanal de origen centroeuropeo, chocolates, huevos de Pascua y buffet con venta de comida, danza medieval y ritmos centroeuropeos. Más información en la página oficial de la ciudad.
VILLA YACANTO Y Villa Yacanto, pequeña población del Valle de Calamuchita, tendrá desde el 29 de abril su 13° Fiesta Nacional de la Comida al Disco de Arado, un evento denominado del «sabor, el color y la familia» que reúne música, danza y arte tradicional, además de la participación de 29 referentes culinarios con entradas a 1.800 pesos o abonos por tres mil.
La capital cordobesa ofrecerá del 2 al 9, en la Plaza de la Música, el show Fuerza Bruta Waira, con entradas a 7.000 pesos, para disfrutar de una experiencia de teatro dinámica y de inmersión; mientras del 14 al 23 se realizará la 37 Fiesta Provincial del Teatro en las ciudades de Córdoba, Las Varillas, Río Cuarto y Villa María, con muchas actividades gratuitas.
Santa Fe
PUEBLO MUÑOZ En Santa Fe, la localidad de Pueblo Muñoz hará el domingo 2 su primer Festival de Doma y Folclore, que contará con jinetes y animales de provincias vecinas, gastronomía típica y un cierre musical con Abel Villarreal y su conjunto, de repertorio chamamecero.
La programación del festival incluye pialada de vacunos, gran almuerzo criollo, contrapunto de tropillas de Córdoba, Entre Ríos, San Luis, San Juan y Buenos Aires, montas especiales y la animación de los payadores Diego Pugliesi y Julián Ibarra.
Mendoza
Mendoza propone este mes el festival «Música Clásica por los Caminos del Vino» en diferentes locaciones, del domingo 2 al 9, con propuestas artísticas en teatros, iglesias, museos, bodegas, cavas, parques, reservas naturales, jardines y viñedos.
San Luis
San Luis celebrará desde el 24 las novenas en honor al Santo Cristo de la Quebrada, en Villa de la Quebrada, a 30 kilómetros de la capital; y la noche del 30 hará la tradicional peregrinación desde la ciudad de San Luis hasta esa localidad, mientras en Renca se realizarán conmemoraciones similares con la novena en honor al Cristo de Renca.
En torno a esas festividades religiosas se concentra un importante número de feriantes que ofrecen sus productos artesanales, así como las peñas folclóricas que generan un polo cultural y comercial significativo para ambos pueblos.
Río Negro
BARILOCHE La ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche, en tanto, será epicentro de la Fiesta Nacional del Chocolate durante la Semana Santa con entrada libre y gratuita y, según la intendencia local, se trata del «evento más dulce del país que reunirá en la fecha de Pascuas un sinfín de propuestas lúdicas y chocolatosas para disfrutar en familia».
«A los más pequeños se les entregará un pasaporte simbólico que les permitirá recorrer distintas propuestas con juegos a lo largo de la calle Mitre y al concluir se graduarán en la ‘Universidad del Chocolate’ donde recibirán un diploma», añadió la comuna.
, con la intención de superar la marca de 215 metros.
Chubut
En Chubut, además de las múltiples actividades especificas por la Semana Santa, en Gaiman se realizará entre el 8 y el 9 la «Fiesta provincial del Citron», una especie de cucurbitácea de origen africano que pertenece a la familia del melón, el zapallo y la sandía que la colonia galesa radicada en la comarca adoptó para la elaboración de dulces; mientras en Paso del Sapo tendrá lugar la 6ta. edición de la «Fiesta Provincial de las destrezas criollas y el chamamé», durante los días 14, 15 y 16.
Salta
En Salta, el 16 se recordará el 441 aniversario de la Fundación de la ciudad con un desfile cívico militar que se desarrolla frente a la Legislatura provincial, mientras se programaron diversas fiestas patronales en honor a San Jorge, en Pichanal; a Nuestra Señora del Valle, en Molinos; a la del Perpetuo Socorro, en Chicoana; y San José Obrero, en Cerrillos.
Tierra del Fuego
Tierra del Fuego propone del 17 al 24 de abril el Festival Internacional de Cine del Fin del Mundo 2023, que reunirá en Ushuaia los atractivos naturales con la intención de posicionar al destino como punto de interés cinematográfico a nivel mundial.
USHUAIA Además, entre el 27 y el 30 se realiza en Ushuaia el Festival de Coros del Fin del Mundo, un evento anual que celebra la música, la naturaleza y la cultura fueguina.
Neuquén
ALUMINÉ En Neuquén, la localidad de Aluminé realizará del 6 al 8 la Fiesta Nacional del Pehuén, en homenaje al árbol que es el emblema de la provincia, con actividades culturales, criollas y la tradicional plantación de la araucaria araucana, llamada «pehuén» por el pueblo mapuche.
LAS LAJAS Del 7 al 9, en Las Lajas se celebrará la Fiesta Provincial del Pasto, que rinde homenaje a la producción forrajera de la localidad a través de desfiles, ferias y espectáculos musicales.
Catamarca
Catamarca centrará sus festividades en honor a la Virgen del Valle desde el primer sábado después del domingo de pascuas, el 15, con la tradicional bajada de la imagen en la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle, y se extenderán hasta el domingo 23, cuando culminen con la multitudinaria procesión que se llevará a cabo en el Parque Adán Quiroga.
Jujuy
En Jujuy, las celebraciones populares también se combinarán con fechas religiosas, como la bajada de la virgen deAbra de Punta Corral a Tilcara, 5 de abril a las 18, con miles de peregrinos, y bandas de sikuris a más de 3.000 metros de altura, y además Perico se realizará el 2° Festival de Tango del 6 al 9 en la plaza principal, en forma gratuita.
El domingo 9 se realizará en el predio Feliciano Corro-Vinalito la 16 Edición del Festival provincial de la Humita, para degustar ese manjar norteño en su versión salada y dulce, y música en vivo con Dalmiro Cuellar, Ivan Ruiz, Forasteros del Chaco, Grupo Sentimiento, Titiro Figueredo, Sampedreños, Hechiceros y Principitos del Chamamé; mientras en Susques se anunció la VI Feria del Trueque y V Festival Andino, el 15 y 16.
Entre Ríos
Entre Ríos anunció para el domingo 2 que el histórico triatlón de la ciudad de la Paz se convertirá en el XXVI «Ironpaz Gran Premio Héroes de Malvinas», una competencia de la categoría IronMan, en la que los participantes tienen que cubrir tres pruebas extremas con 6 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42 kilómetros de pedestrismo.
La actividad, con categorías individuales y postas, reunirá a más de 20 atletas de distintas partes del país que se presentarán en el desafío.
PARANÁ Del 6 al 9, la sexta edición de Fiesta de la Empanada de Pescado de Río se desarrollará en el barrio Puerto Sánchez de Paraná con carreras de canoas, concurso de mojarreros para niños, shows, y el tradicional concurso de empanadas, además de amplia oferta gastronómica, la venta de pescado fresco y un menú de «diente libre».
CONCORDIA Mientras, en Concordia se hará la trigésima Feria de las Golondrinas, con más de 150 artesanos, manualistas y productores.
VILLAGUAY El Polideportivo Municipal de Villaguay se convertirá en el escenario de la Fiesta del Pastel Artesanal entre el 7 y 9 de abril, con concursos de pasteleros que podrán anotarse en la página oficial del evento.
Fuente: La Nación – El cocinero y pensador catalán, embajador de Telefónica, llega esta semana al país para dictar un ciclo de seminarios en Buenos Aires y Mendoza. En esta entrevista exclusiva explica las claves para triunfar en el negocio de la cocina
El chef español Ferran Adrià, que revolucionó la cocina de occidente, es considerado uno de los más innovadores pensadores de los últimos años. En su icónico restaurante El Bulli desarrolló novedosas técnicas, como la deconstrucción, que consiste en aislar los ingredientes de un plato tradicional para convertirlo en algo inusual, o los menús largos de degustación.
Su figura trascendió los fuegos de su cocina, que cerró sus puertas en 2011, para convertirse en el BulliFoundation, un centro de investigación, experimentación y próximo museo del restaurante. Desde entonces, el elegido mejor chef del mundo en numerosas oportunidades dictó cientos de conferencias con el eje en la innovación como elemento transformador en el mundo empresario y educativo del mundo.
Esta vez, el incansable creador. embajador de Telefónica, fue convocado por la bodega argentina Zuccardi para dictar desde mañana un ciclo de seminarios en Buenos Aires y Mendoza. En esta entrevista exclusiva con LA NACION revista explica la problemática actual de los restaurantes, los modelos del mercado y la importancia de la gestión para el crecimiento.
-¿Cuál es el punto de inflexión de los seminarios que dictarás en el país?
-Lo que hablaremos básicamente, como embajador de Telefónica, en estos seinarios, será sobre poder bajar a la tierra todo lo que tiene que ver con innovación. Entender que para pequeñas empresas no se puede usar el mismo lenguaje ni el mismo contexto que para las grandes. Y que en restauración una de las cosas más importantes es el tema de la gestión. Un estudiante que va a una escuela de cocina lo primero que tiene que saber es de números y gestión. A esos grandes ejes, sumarle el conocimiento, es decir, comprender lo que se hace. Hay que parar un poco, pensar, y tener en claro por qué se hacen las cosas. Es la única manera de ir para adelante. Si las hacés por hacer, habrá un momento en que te pararás.
-En Buenos Aires abrieron más de una decena de restaurantes en los últimos dos meses. En tu experiencia, ¿cuántos de cada diez funcionan?
-Hay un estudio en España que dice que el 50% de los restaurantes no duran más de cinco años, teniendo en cuenta a todos los tipos, no sólo a los de alta cocina. Porque mucha gente que abre un restaurante no sabe lo que hace. Los que ofrecen calidad, tienen buena gestión, y actitud innovadora, cuentan con un 90% de posibilidades de triunfar. Calidad, buena gestión y estar abierto a los cambios.
-¿Es posible contextualizar la creatividad de la cocina y el vino argentino?
-El vino argentino tiene mucha fuerza y es anterior a la creatividad de la cocina de la Argentina. Del vino se escucha hablar desde hace 20 o 30 años. Respecto de la cocina, he estado varias veces, con tres o cuatro años de diferencia, y he visto una evolución importante. La cocina argentina va a ser muy importante a nivel creativo, porque los argentinos son muy creativos. Es algo que ya empezó y donde están pasando cosas.
-¿Qué tipo de innovación es necesaria para el avance de la gastronomía local? ¿Es desde el restaurante o una estrategia a nivel país?
-Cuando se habla de restauración, restaurantes y bares es muy amplio. Globalizar una situación no es muy bueno. Hay muchos target y hay que ir por ese lado. Un asador en la Argentina es la biblia. El asado tiene que ser un signo de identidad, y son ustedes quienes tienen que ver la influencia y de dónde ha venido. Estudiar cómo era la cocina autóctona hace 400 años, hacer un inventario de las influencias española, italiana, francesa. Me acuerdo que el primer año que viajé a la Argentina, en 1996, no había ningún restaurante japonés, el pescado crudo era algo tabú. Pero la última vez que estuve cambió de manera radical. Tanto la Argentina como España, países que no estamos arriba del mundo, aceleraron su oferta de manera increíble. Pero lo importante es conocer los orígenes, contextualizarlos e inventariarlos.
-¿Dónde está puesta hoy la creatividad en la cocina? ¿Hay un origen que la detenta actualmente?
-A nivel de gastronomía, hay que contextualizar occidente de oriente. La cocina de Francia fue la que durante 400 años tiró del carro de la creatividad. A mediados de los 90 en España, cuando nos juntamos dos o tres generaciones, fuimos capaces de hacer una revolución que influenció a todo el mundo. Pero. hoy en día, la creatividad en la cocina está universalizada. No tiene sentido hablar de países. Igual que sucede en la arquitectura, que se habla de arquitectos con nombre y apellido. Hay países que tienen una cocina tradicional muy importante, y ellos aún tienen cierto poder. Esto pasa cuando la cocina tradicional y la creativa son muy buenas y hay un diálogo entre ellas. Pero, mayormente, la creatividad es mundial: ni nórdico, ni latinoamericano, ni español o francés, es de todo el mundo.
-¿Cómo se llega de inventariar a innovar?
-La innovación va ligada a una actitud. En mi caso, que estaba en la parte de arriba de la pirámide, quería ver los límites que había en una experiencia gastronómica. Y para eso me pregunté el porqué de las cosas. Qué era la cocina, cómo empezó, el diálogo que se armaba entre la sala con la cocina, qué era un restaurante. Mi posicionamiento fue cuestionarme y cuestionar todo. Por qué se pasó de hacer cocina de recetario o seguir recetas, donde no se piensa. Entonces, lo que queda en la sociedad es el nivel medio alto, que son quienes proponen una “creatividad amable”, y es lo que a la mayoría de las personas le gusta de la gastronomía. No te digo a la gente de la calle. Hay cuatro locos o locas que se dedican a explorar estos límites para que los demás puedan avanzar.
-¿La innovación es paso a paso o es radical?
.Hay pequeñas empresas, como fue El Bulli, que son capaces de hacer una innovación muy radical y que hasta cambian el paradigma de un sector. Pero esas personas no pueden ser todas, estoy hablando de 7 u 8 personas a nivel mundial que buscan llegar a esos límites. Y que, en realidad, más que restaurantes o lugares donde uno va a comer, son establecimientos experimentales.
-¿Un lugar de cocina creativa puede ofrecer cosas que no sean sabrosas?
-En la cocina creativa hay lugares buenos, regulares y malos. Y cuando hablamos de cocina creativa es como si llegaras por primera vez a Japón. Te parece que es de otro planeta, a muchos occidentales les choca esa cocina. No el sushi ni el sashimi, sino la cocina japonesa, que se elabora de una forma distinta y que plantea otra manera de comer. Entonces, igual que en la cocina creativa, hasta qué punto la culpa es del cliente o de la cocina. En cualquier lugar creativo estás sujeto a que te guste o no. No es lo mismo comer unos espaguetis a la carbonara, un plato en el que vas a tener referencias anteriores que te ayuden a definir si te gusta o no. En la cocina creativa dependerá de tu bagaje y tu experiencia, y de ahí hay que juzgar primero por el nivel creativo y luego por si te gusta. El tema del gusto es más personal. Yo voy con mi mujer a comer y hay cosas que a mí me gustan y a ella no. Pero eso no es un problema de la cocina creativa, eso es un problema de la cocina en general.
-¿Cuáles son los cambios más importantes a nivel restauración en la actualidad?
-Hay algo que pasa en España y Europa, no sé cómo está en América latina, pero es el tema de los modelos de negocio de los restaurantes en general. Hay varios factores; uno es el precio de los productos que suben con la inflación, y otro es la fuerte presión fiscal que hace que los modelos de negocio se estén repensando. Ya no hay una sola fórmula, sino que cada lugar se tendrá que cuestionar cómo avanzar. No es lo mismo estar en Barcelona que en un pueblo de Girona. Y esto va a cambiar de manera brutal el futuro de lo que será la restauración en general, tanto en grandes restaurantes como en los chicos y o en los bares. Otra de las cosas más importantes es la conciliación. Es decir, la gente joven que busca trabajar en buenos sitios en restauración pero que quieren hacer ocho horas y tener una vida lo más parecida a la gente normal. El tema de las ocho horas se está tomando muy seriamente, cosa que me parece bien. Si estás en Barcelona te costaría conseguir abierto un restaurante de cocina creativa un sábado o un domingo.
-¿Afectaría el nivel creativo de los restaurantes?
-No lo sé, no soy capaz de visualizar qué pueda pasar, porque todo lo que se ha hecho a nivel creativo en generaciones anteriores se basó mucho en el esfuerzo. Un restaurante es una pequeñísima empresa y, sin esfuerzo, no veo el énfasis de ser creativo. Esto que se oye ahora de hacer un I+D (departamento de investigación y desarrollo) es muy costoso. Pero lo que está pasando nunca había pasado en la historia. A mí me parece bien que la gente luche por lo que es normal: en España, el 98% de las profesiones trabaja ocho horas.
-Aprovechar la tecnología para crear soluciones es una de tus propuestas. ¿Cómo ves la injerencia de la Inteligencia Artificial?
-Es algo muy interesante. Seguramente en la creatividad amable la inteligencia artificial hará cosas increíbles. Lo que no tengo tan claro es si será capaz de hacerlo al máximo nivel, y eso signifique crear cosas que no existen. Al final, la creación es algo que no existe, y me parece que se banaliza la capacidad de crear que en verdad tiene la inteligencia artificial, ya que lo que hace es una creatividad combinatoria. Veremos cosas increíbles, pero cosas que ya existen. Como la gastronomía es tan amplia, los miles y miles de platos que están hoy en internet ofrecen una información muy extensa para la inteligencia artificial. No creo que aún sea capaz de hacer una revolución. Hablando a corto plazo, 10, 15 años, las revoluciones aún las haremos los seres humanos
-El concepto de experiencia en gastronomía sigue siendo uno de los más usados.
-En marketing es muy utilizada la palabra y en gastronomía ya lleva muchos años. Y cuando vas a un restaurante es una experiencia, hasta en un fast food. Pasan cosas, participan todos los sentidos. La experiencia más compleja del ser humano, a nivel sensorial, es la de degustar. Cuando lo llevas a la alta cocina es una experiencia global. Un restaurante es un teatro, donde los tiempos tienen que ser perfectos. Es importante saber a dónde ir. Si no te gusta el pescado crudo, no vayas a un restaurante japonés. Con la cocina creativa igual, si no te gusta vas una vez y listo.
-¿Cuál es la clave de una cocina para ser creativa?
-Ser creativa de verdad. El problema está en quién es el que tiene la capacidad de análisis para decir “este restaurante hace cosas que ya se hicieron hace 5, 10, 20 años”. Es el problema que hay, porque para definirlo hay que haber conocido y tener una cronología. Por ejemplo, al menú largo degustación lo contextualizó fue El Bulli. Siempre que haya un menú largo vas a ver El Bulli y nadie puede decir “soy creativo porque hago un menú degustación largo”. Esto está muy claro desde el año 2000. Lo importante es entender que los lugares sencillos, amables, no deben entrar en esta guerra de la creatividad. Hagan lo que quieran, disfruten y ganen dinero. Pero cuando tu reto es ser uno de los restaurantes más importantes a nivel creativo, en tu país o en el mundo, los retos son cada vez más altos. Fíjate en el cliente o la clienta que vino a El Bulli desde 1987, todo el bagaje que tiene, se probaron 1700 recetas. Es lo que pasa con la nouvelle cuisine, quien no la vivió en los 70 no sabe lo que significó. Yo la conocí en los 80, y el decenio que me quedó me dediqué a estudiarla intensamente y me convertí en experto en todo lo relacionado a la creatividad de ese modelo de cocina.
-Hoy hablar de lo saludable es políticamente correcto, ¿cómo crees que debe ser el concepto de salud asociado a la gastronomía?
-Una cosa es la salud referida a la alimentación diaria y otra cuando vas a un restaurante a vivir una experiencia. Sobre el tema de la salud y la gastronomía habló mucho el chef Michel Guérard, uno de los fundadores de la nouvelle cuisine, que escribió el libro sobre la cocina de la esbeltez en los 70 y fundó la escuela de cocina de salud. No es nuevo, pero es verdad que la gente asocia un poco la experiencia gastronómica a los excesos. En España uno va a un restaurante de mucho nivel una vez al mes, o menos, entonces para los días cotidianos es fácil, hay que comer poco, y variado. Me lo enseñó hace 15 años uno de los cardiólogos más importantes del mundo. Ahora, en un restaurante de 10 euros en Europa, bastante tienes si te dan de comer. A veces nos faltan noticias nuevas y se fuerza mucho la máquina. Habría que realmente hacer la cuenta de cuántas personas van a comer fuera, qué tipo de cocina eligen y tener una estadística para hacer una valoración importante en relación a la salud.
-El movimiento vegano parece tener cada vez más relevancia en el mundo.
-Pero cuál es el porcentaje real de los veganos, es muy poco. Hay un dos por ciento y se calcula que en cinco años habrá entre un cinco y un siete por ciento de vegetarianos. Hay un 95 por ciento que va a comer asado. Pero me parece muy bien si quieres comer sólo vegetales, pues los comes. Ahora el prohibir a otro que coma lo que quiera no es lógico. Hay días que en casa como vegetariano, no hay ningún problema. No soy la persona para opinar sobre la macroeconomía y la alimentación mundial, sólo con pensar que en 2023 hay una guerra en Europa, todo se cae. Mi opinión es el equilibrio. Hay que cuidar la alimentación siendo pragmático. Yo compro producto ecológico, pero quien gana 1000 euros en España no puede comprarlo y es casi la mitad de la población.Hay que ser cuidadoso y decir “yo estoy a favor de los productos ecológicos, pero reconozco que aún tienen un precio no asequible a todos”, entonces no hay que presionar. Lo criticable sería que quien pueda comprar el pollo ecológico por 30 euros no lo haga. Quien puede pagarlo lo tiene que hacer porque esto ayuda, sobre todo, a crear conciencia.
-Finalmente abre El Bulli 1846 en el mismo lugar donde estaba el icónico restaurante.
-Abre en junio y es un museo que guarda el legado de El Bulli. Lo primero es guardar el espacio, porque si no la gente lo olvida y, sobre todo, poder explicar a varias generaciones que no estuvieron, ni estarán, que fue lo que pasó. Albergará una exposición que ocupará el total de sus 4000 m². No es un restaurante, no es un centro educativo, ni es el I+D de una empresa. La exposición que se podrá ver en Cala Montjoi es un proyecto que permitirá a los visitantes reflexionar sobre el conocimiento conectado, la gestión, la innovación y la educación.
-¿Qué fue lo más innovador que viste en el último tiempo?
-A nivel de productos o herramientas no he visto ninguna gran revolución, ni tampoco en el concepto de sentarte en un restaurante creativo. Lo más innovador en los últimos 15 años fue la introducción de cocinas tradicionales que no estaban en el escenario de la gastronomía europea. Cocinas como la mexicana, la peruana, la japonesa, la coreana, cocinas que vienen de lugares en donde ha habido civilizaciones muy importantes que supieron desarrollar la gastronomía. Nunca hubo tanta calidad creativa en los restaurantes del mundo. Hay muchos sitios que lo están haciendo muy bien.
-¿Eso lo asociás a los viajes, a los estudios, a la formación?
-Al conocimiento, los chicos y las chicas están mucho más formados que en mi generación. Hablan idiomas, dominan internet y hay algo muy importante: si tienes una ilusión por tu trabajo, tienes el 99 % de la información en internet. Lo que hace diferente a una persona de otra es cómo convierte la información en conocimiento. No se puede saber todo, pero todo el que cocina en un restaurante debería saber cómo empezó la cocina, y eso en dos horas lo contextualizas en la web.
@rational-ag @reational_ag – KTCHNrebel quería reunirse con Osvaldo Gross, un pastelero argentino, para hablar sobre sus secretos de repostería y de su trabajo como profesor. Las cosas resultaron un poco diferentes al principio, porque resulta que el simpático y casi tímido hombre de pelo gris, sacude el mundo de las redes sociales.
Casi 2 millones de seguidores en Instagram y más de 1 millón de seguidores en Facebook hablan por sí solos. KTCHNrebel primero tuvo que llegar al fondo del asunto, y luego la conversación giró en torno a las tendencias, la precisión y los equipos de cocina modernos.
Si se pregunta a un pastelero sobre cuál es el secreto de su éxito, la respuesta es rápida: “Autenticidad.” Y esto es exactamente lo que llama la atención cuando se mira su cuenta de Instagram: Los vídeos están grabados de forma espontánea, a veces un poco movidos e incluso quieres mirar un poco más a la derecha o a la izquierda, quieres saber lo que está pasando ahí. Y, sin embargo, las imágenes y, sobre todo, los vídeos que se entregan gratis a domicilio, son cautivadores. Precisamente porque son tan vivos, tan auténticos y vienen acompañados de un estilo asombroso. También se podría decir que: Nunca hemos visto pasteles así. Esta es la autenticidad que conlleva al número de clics, a la interacción con la publicación y al alcance.
Antes en el laboratorio, ahora en el horno: el amor por la precisión
Qué más nos aporta Osvaldo Gross: No es ningún desconocido en su país de origen, Argentina. Desde 1992, participa regularmente en programas de televisión y ganó puntos desde su primera presentación, porque explicaba muy bien y con precisión. Cuando aparecieron las primeras redes sociales, la televisión se volvió aburrida para él. El nuevo medio le resultó más interesante porque es más rápido y más auténtico. Sin embargo, sea cual sea la red en la que se encuentre, algo siempre está presente: el amor por la precisión. Y eso es justo lo que se extiende en su vida como un lema y que se puede apreciar en los pasteles y tartas que publica en distintos canales. Porque su amor por la precisión fue lo que le hizo convertirse en pastelero en primer lugar. Gross le da mucha importancia a la «precisión». Al fin y al cabo, Osvaldo Gross era geoquímico en su primera profesión y ya daba conferencias durante sus estudios. Antes se trataba de la precisión en el laboratorio, ahora en el horno. “La receta es la ley», afirma su credo.
Osvaldo Gross: profesor por pasión
Además de los grandes hoteles de Buenos Aires, donde participó en la elaboración de recetas de pasteles desde el principio, Gross llevó sus conocimientos al Instituto Argentino de Gastronomía hace más de 20 años. Más de 3,000 alumnos toman clases aquí seis días a la semana. En la jornada de tres turnos, Gross siempre está presente. Además, es director del área especializada “Patisserie”. Con ello, cuenta con más de diez cocinas de prueba y 16 profesores de repostería.
Ya durante sus estudios de química, se dio cuenta de que le parecía divertido enseñar, descubrir y fomentar continuamente nuevos talentos. Sin embargo, actualmente considera que la evolución es lamentable: Sus alumnos se quieren especializar cada vez más. La tradición ya no es prioritaria, sino los conocimientos especiales. Así, algunos de sus alumnos quieren producir desde el inicio mini pastelería y tortas de boutique, olvidando que primero hay que conocer a fondo la pastelería clásica y tradicional, y se perderán los conocimientos básicos.
Compromiso con la tradición
Gross, en cambio, se considera un repostero general que adapta recetas de otros países al mercado nacional. A la Sachertorte austriaca, por ejemplo, le añade un poco más de azúcar porque a los argentinos les gusta más. Sin embargo, cuando se trata de tendencias en la panadería, es algo más cauteloso. La repostería vegana es una cuestión de lujo para él, y le da prioridad a otras cosas. Pero, como profesional, sabe que la crema de coco es un sustituto probado de la crema y que el agua de los garbanzos es excelente para aflojar el pastel en lugar del huevo.
Sin embargo, el influyente panadero se ve a sí mismo en la tradición de los panaderos italianos y españoles que llegaron a Argentina en el siglo XIX porque eran perseguidos como anarquistas en sus países de origen. A la fecha, los nombres de los pasteles son muestra de estas raíces anarquistas. Tan es así, que Gross simplemente no los nombra. Esto sí que podemos revelar: La iglesia y la política no se llevan bien.
El beneficio de la tecnología en la cocina moderna
Lo que él no ve tan tradicional es la tecnología de cocina. Por ejemplo, sin un equipo moderno, el pastelero no podría elaborar productos de repostería como el Pan Dulce, una mezcla entre el Stollen alemán y el Panettone italiano. Porque tarda en fermentar 24 horas. Con la tecnología moderna, como un vaporizador combinado, Gross no sólo puede reducir a la mitad el tiempo, sino que también tiene un mejor control sobre la masa.
Strudel y bizcocho con un mismo equipo
Ya no puede imaginar su repostería sin su iCombi Pro. Su mejor ejemplo: el strudel. Lo hornea para reservar, lo congela y lo vuelve a hornear. “Sabe tan bien como el de la abuela”, es una conclusión escueta, no hay que decir nada más. Como Gross lo cocina todo en su Combi, afirma que puede hacer más en el mismo tiempo. Aquí vemos de nuevo un ejemplo en la práctica diaria: Cuando sus alumnos tienen que hornear bizcochos, en realidad necesitarían 24 hornos, uno para cada uno. Todos tendrían que estar esperando en la cocina o los alumnos hornearían un pastel tras el otro. Lo primero es caro y lo segundo requiere mucho tiempo y energía. Su solución: En el horno profesional se colocan las 24 masas al mismo tiempo.
Por supuesto, un pastelero experimentado como Gross sabe que cocinar un strudel es diferente que cocinar diez. El iCombi también lo sabe y ajusta la humedad y la temperatura para que siempre obtenga el mismo buen resultado. Y sus alumnos también se acostumbran al equipo luego de una semana. Las próximas fotos y reels ya se pueden publicar en Instagram y similares.
Fuente: La Nación – Tienen restaurantes propios o están al mando de cocinas de prestigio. Los cocineros que se expanden con propuestas exitosas y cruzan fronteras hasta destinos exóticos
Desde tiempos ancestrales, la cocina forma parte de la identidad de los pueblos, y la gastronomía siempre estuvo implícita en la cultura de cada sociedad. Hasta fines de los 90, la gente viajaba por el mundo con su guía de papel, para hacer turismo y conocer lugares, y cada vez que se cruzaban con un argentino, instantáneamente decían: “eh, Maradona”, “no llores por mí Argentina”, o el imbatible grito: “¡Messi!”. Con este trío nos identificaban, y algún viajero más avezado hablaba del asado. A la asociación se sumaban algunos productos: la parrilla, la yerba mate, el dulce de leche y los alfajores, que ostentaban firmes la bandera blanca y celeste.
La parrilla es uno de los íconos gastronómicos argentinos más conocidos en el mundo, y es habitual encontrar este tipo de cocina en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, hace una década nació en el mundo otro tipo de turismo, el gastronómico, y con él la región latinoamericana pudo hacerse un lugar. Hoy, la cocina argentina toma protagonismo fuera de las fronteras, gracias al trabajo de los chef que en los últimos años lograron posicionar a la región en el calendario gastronómico mundial y llevar la marca país al exterior.
En ese contexto surge la cocina de identidad argentina, menos asociada a las típicas parrillitas, y más a la carne y al producto de calidad. Es lo que lograron quienes apostaron a la técnica, al conocimiento culinario y a la calidad del producto en los últimos años.
Comenzaron a aparecer propuestas de alta cocina que, mucho más allá del asado, incluyen ingredientes de todo nuestro territorio en sus preparaciones. Por supuesto que las carnes siguen presentes, pero no necesariamente a las brasas. Especias, chimichurris resignificados, frutos rojos, alfajores de estilos modernos y hasta empanadas de alta gama hacen gala de la tradición local, pero con los productos de estación que la zona les ofrece.
Con gorro y delantal blanco, muchos se hicieron un lugar y ganaron reconocimiento. El más nombrado esMauro Colagreco, el platense que nos dio la copa, la estrella Michelin por sus creaciones en Mirasur Francia, y que luego Víctor Trochi ganó por su trabajo en un restaurante, y más adelante obtuvo la suya propia en España. Si nos atenemos a la cronología, la primera fue para el neurólogo-chef argentino Miguel Sánchez Romera, que estudió Medicina y pasó su vida entre quirófanos y cocinas de Europa.
Con las estrellas en mano, la Argentina logró su cuarto de hora, un tiempo acompañado por el talento local, que seguía cruzando fronteras para mostrar su empuje y técnica. Ellos fueron parte de los cocineros que emigraron en los años 2000, época que coincide con el nacimiento del Instituto Argentino de Gastronomía como respuesta a la falta de capacitación en el país, ya que la mayoría de los reconocidos chef de entonces se habían formado en el exterior.
Gran parte de las primeras camadas de egresados de los institutos de cocina profesional decidió, con poco recurso tecnológico para informarse sobre lo que pasaba afuera, salir a probar suerte. Fue la época en que todos los veinteañeros emigrados pasaban una temporada por El Bulli, el icónico y novedoso restaurante de Ferrán Adrià.
Los primeros años, la movida se centraban en Francia, Italia y España (también algo en los Estados Unidos), ya que las escuelas de gastronomía se basaban en técnicas europeas e inculcaban la curiosidad por la señora cocina del Viejo Continente. Todos querían –y siguen queriendo– conocer restaurantes con estrellas y hacer en ellos sus primeras experiencias. Otros decidieron hacer su propio camino y en vez de viajar 12 horas, se sentaron 30 y llegaron hasta Oriente, donde tuvieron que aprender idiomas y tradiciones milenarias.
La mayoría de los que fueron no volvieron. Algunos tienen sus espacios, son protagonistas de importantes cocinas o asesoran proyectos gastronómicos por todo el mundo. Y a este grupo se le fueron anexando las nuevas camadas de egresados. Según datos del IAG, más de 200 de sus graduados trabajan por el mundo.
Los representantes del producto local no sólo están en los fuegos: hay pasteleros, panaderos, investigadores, capacitadores, productores y, por supuesto, parrilleros.
En la misma línea, también existen numerosas propuestas lideradas por empresarios gastronómicos argentinos que encontraron un espacio para revelar nuestra identidad, y en ellos también está presente el talento argentino dentro de la cocina.
La tendencia actual va mucho más allá de las icónicas ciudades de la alta cocina. Hay argentinos con interesantes y exitosos proyectos en más de 40 países de los cinco continentes, en ciudades y pueblos. Al clásico trío europeo, Francia, España, Italia, se le suman: Portugal; Suiza; Países Bajos; Reino Unido; Alemania; Bélgica; Irlanda; Noruega; Eslovenia; Nueva Zelanda; Australia; Israel; Turquía; Grecia; Dubái; Emiratos Árabes; Bahrein; Qatar; Omán; Hong Kong; Indonesia; Filipinas; Singapur; Tailandia; China; Corea del Sur, y prácticamente todos los países de América.
Como relata el chef y asesor gastronómico internacional Martín Baquero, “en el 2000, cada 10 chicos de 20 años que se iban, volvían uno o dos; el resto se quedaba en Europa. La mayoría nos habíamos recibido en los institutos de gastronomía y salíamos con una base de técnica europea muy buena, como el IAG, o The Bue Trainers. Hoy mismo, si sos un poco pillo, te metés enseguida en la cola y empezás a tomar protagonismo. Eso se fue multiplicando hasta que 10 años después había unos cuantos cocineros con 28, 30 años que encabezaban distintos proyectos, con mucha seriedad. Como Victor Trochi en España, que ganó sus estrellas Michelin igual que Mauro Colagreco en Francia, y así un montón de cocineros. Ibas a un restaurante bueno y había pastelero, jefe de partida, sous chef o chef argentino”. Eso fue clave para la cocina y los cocineros, ya que hoy son ellos los que reciben y acogen a las nuevas camadas que emigran, cada vez más.
Sin embargo, para Baquero el panorama mutó bastante: “Es otra la cocina que se está comunicando o viendo, sobre todo menos española, en comparación a la de antaño. Hay, por ejemplo, una corriente de argentinos haciendo cocina nórdica con una vuelta local. Hay un éxodo de gente con más capacidad para irse, porque cuentan con más información que antes no había”.
Baquero cuenta que cuando él mandó su currículum a El Bulli, donde estuvo una temporada, nadie tenía forma de conocerlo. “No había foto ni Instagram ni nada. Hoy la comunicación es otra. Además, si no sos ciudadano europeo, hoy es más fácil conseguir un trabajo, tener información y contactarte con buenos lugares. Buscando la manera de conseguir papeles empiezan a hacerse una red de cocineros, en donde se van pasando contactos. Yo mando muchos chicos a Italia, España, Francia, Londres, Nueva York… Tratamos de darles una mano y meter cocineros argentinos”, dice Baquero, y tira un dato: “Como Londres cerró la entrada de inmigrantes, muchas empresas gastronómicas se quedaron sin gente y cerraron; hoy se puede rendir un examen de inglés y si te toma la empresa, podés trabajar por dos años”. También, asegura: “En cada cocina de un buen lugar siempre pasó un argentino, hay un argentino o está por llegar un argentino”.
En esa movida está Marcos Scorza, en Noruega. “Lo más emocionante que me sucedió fue haber sido el primer extranjero en ser Executive Chef del Grand Hotel en Oslo, el hotel más prestigioso de Noruega, donde se cocina para el Premio Nobel de la Paz; me tocó hacer el servicio para tres Premios Nobel. Hoy estoy en Tønsberg, 90 kilómetros al sur de Oslo”, cuenta el santafecino desde la ciudad más antigua de Noruega, quien además es allí embajador Marca País de la Argentina.
“En el restaurante no uso productos argentinos, pero hago preparaciones argentinas en algunos platos, como por ejemplo el chimichurri de grosellas verdes. También servimos alfajores o membrillo en el petit four”, detalla, y agrega que actualmente hay muchísimos más argentinos, “chicos con ganas de crecer y de explorar el mundo escandinavo”, como la pareja de Romina Yannarello (nacida en Banfield) y Nicolás Peranic (Moreno), que ofrece empanadas argentinas y son un éxito total.
“Mi ilusión era muy simple: quería trabajar en un restaurante que tuviera estrella Michelin”, declara Víctor Trochi, quien luego de pasar por grandes restaurantes y sumarles una estrella, consiguió su sueño y abrió su restaurante en Mallorca, donde ganó su propia Michelin. “Viajo bastante y me doy cuenta de que hay cada vez más restaurantes argentinos o regentados por argentinos. Cada vez son más los que quieren salir del país, sólo en Barcelona somos 15 mil, y estos últimos meses emergieron decenas de locales que venden empanadas, así como en Miami están aflorando parrillas a lo loco”.
Trochi vive en Cataluña y asesora restaurantes. Su concepto es la cocina de mestizaje, pero asegura que cada vez que presenta una carne en la mesa dice: “como soy argentino, no podía faltar en el menú”. También usa bastante el dulce de leche, el obligado chimichurri y la salsa criolla, entre los más habituales.
Florencia Abella llegó desde Campana hasta Suecia y hoy dirige Ekstedt, un restaurante con 2 estrellas Michelin. Ella acaba de editar un libro sobre el asado para una editorial sueca.
El matrimonio de la cordobesa Carito Lourenço y el mendocino Germán Carrizo tiene sus proyectos en Valencia.Fierro ya cuenta con una estrella Michelin y está situado entre los mejores restaurantes de España. Tienen la única empanada con estrella, y Carito es la primera mujer argentina en ganarla.
“Fierro propone un recorrido que comienza en la tradición familiar argentina junto con lo mediterráneo, trabajamos el producto con respeto y desde diferentes perspectivas”, dice Germán y cuenta que Doña Petrona, el otro espacio, es un restaurante de cocina casera, con platos de allá y de acá donde puede haber milanesa, empanada mendocina y una sopa valenciana. Carito se enorgullece de que La Central de Postres, su otro local, ganó el premio al Mejor Roscón de la Comunidad Valenciana.
Si de empanadas se trata, lo que buscan los comensales son opciones muy creativas y es por eso que muchos recomiendan las de Macanudo, en Calella, Barcelona; allí ofrecen por docena a domicilio y en el local, así como tres tipos de milanesas. De postre, claro, tienen el “macanudito de dulce de leche”.
Federico Guajardo llegó a Europa y se quedó. Ganó una docena de premios en Alicante y para los alicantinos ya es “el argentino adoptado por adopción”. Hoy está en el tradicional restaurante Venta de Posa, donde empezó a cambiar las cosas apenas llegó. “Comencé a pulir todo, y de 200 cubiertos a 20 euros, hoy ofrecemos 80 por 45. Es una cocina mediterránea, pero como hay un horno de barro, mantengo mi tradición argentina del fuego y hago pasar todo a las brasas”. Acaba de abrir un lugar más pequeño, Carreter, delante del restaurante que ya cuenta con una mención en la guía Michelin. “Cuando servimos carne, damos una empanada antes; y no falta el alfajor de dulce de leche para el final”.
Desde Misiones, Mauricio Ghiglione plantó bandera en Portugal y desde que cruzó el océano, su objetivo principal es demostrar de dónde es y que la Argentina no es solamente asado y buenas carnes. “Vengo de una provincia con una cultura gastronómica ancestral muy amplia y fuerte. Ofrezco maíz, mandioca, cinco tipos de carnes argentinas, dulce de leche, alfajores de varios tipos, pastafrolas y empanadas. Además, tenemos propuestas de catering: ahí sí llevamos las estacas y hacemos todo tipo de fuegos. Sin duda ser argentino me abrió las puertas de un mercado muy grande” asegura.
En Madrid, Alejandro Pitashny y Martín Loeb, socios de Fayer, abrieron la sede madrileña en 2020, y allí suman tres aperturas. “Tenemos cuatro marcas: Fayer, Golda 1 y en breve la segunda, y Golfa, que es un bistró”, explica Pitashny. Fayer lo abrieron unas semanas antes de la pandemia; los otros, en estos tres años. Hasta hace cinco años, a los socios y administradores de Fayer sólo los unía el placer de ir a comer: Loeb es Licenciado en Sistemas y Pitashny, economista. “Invertimos en Fayer Buenos Aires hace 5 años y al año siguiente nos convertimos en los gestores. Ahora estoy abriendo el café de Fayer en la esquina del restaurante porteño”.
Si de vender argentinidad se trata, Pitashny explica: “Para muchas bodegas, Fayer Madrid es el punto de venta on sale más grande que tienen; somos grandes promotores de productos como las carnes argentinas. Pero no lo hacemos de la manera obvia, con la guitarrita y el gaucho, sino que la propuesta es refinada y elegante”.
Él comenta que los últimos tres años, Fayer fue votado como uno de los 10 mejores restaurantes de Madrid. “Aunque las listas son arbitrarias: el cliente es el que lo valida. Tenemos una clientela de gente muy reconocida y es un lugar de mucha relevancia en la ciudad”.
El concepto es cocina israelí y parrilla argentina, pero van por separado: “No hago un falafel con chimichurri, tenemos una identidad marcada de dos tendencias gastronómicas que están presentes en la mesa”. La decisión de abrir en el exterior fue porque vieron una oportunidad para llevar la marca a nivel internacional y les fue muy bien.
“Uno se mueve según su contexto y nosotros vivimos de viaje. Exploramos invertir en España para desarrollar nuestros negocios, tanto gastronómicos como inmobiliarios”, explica el economista, y analiza: “No puedo decir si es más negocio invertir en la Argentina o afuera, eso depende mucho de los equipos de la gente, del contexto, del momento. La Argentina es un lugar extraordinario para hacer negocios y España también”.
En Londres también hay varias opciones, como la de Martín Milessi, donde cocina para una sola mesa en una torre de la ciudad; el nuevo Sucre, que armó Fernando Trocca (también en Dubái) con coctelería de Tato Giovannoni, y Zoilo, el proyecto de Diego Jacquet, que ya cumplió 10 años. “Zoilo es un restaurante argentino, pero lo diferencio de las parrillas. La carne tiene un lugar preferencial, porque no podemos despegarnos de un producto emblemático, pero siempre digo que es nuestro mayor producto y nuestro mayor castigo. Queremos mostrar la variedad que se puede comer en cada región de Argentina”, explica el chef propietario de Zoilo y uno de los gestores de Comilona, movimiento nómada que busca promocionar la cocina, el vino y nuestra cultura por el mundo.
“Cuando empezamos con la propuesta, fue muy difícil. Ahora se viaja mucho, hay difusión, y la gente busca probar sabores de otras partes, no sólo de Buenos Aires”. A ese deseo de mostrar la diversidad e identidad argentina en Comilona también se sumaron Martín Baquero y Soledad Nardelli, quienes hace ocho años emprenden anualmente un viaje a un nuevo destino para llevar los productos, de la mano de Valeria Mortara, con propuestas de argentinos que se suman en todo el mundo.
“Ver productores y producto argentino, reconocidos y valorados, es una satisfacción y un crédito a quienes tuvieron la visión de cambiar y acercarlo al mundo. Como hay grandes restaurantes peruanos o mexicanos, también los hay argentinos, ese es el mayor logro. Para nosotros, para las bodegas argentinas, para el producto, para los cocineros, para los chicos jóvenes que se están abriendo camino”, enfatiza Jacquet, quien también asesoró restaurantes en Singapur y está abriendo otro londinense de pizza.
Soledad Nardelli es una de las que se fue en 2000, pero volvió. Entre sus hitos está la creación de Chila, y hace unos años se mudó a un costero pueblito catalán. Ella hoy viaja por el mundo realizando consultorías; las últimas fueron en España, Francia y Singapur. “En los últimos tiempos hay más cocineros argentinos y más proyectos gastronómicos de argentinos en el mundo. El boom de las empanadas es un hecho, el de las casas de carnes, las carnicerías y las parrillas, también. Además, la llegada de jóvenes cocineros, que vienen a hacer experiencias, es algo que lo veo bastante”, enfatiza.
Cada vez más lejos
Si hay una propuesta argentina que está en todos lados es La Cabrera. Como dijo muchas veces su mentor, el cocinero y visionario Gastón Riveira, su sueño es abrir una Cabrera en cada ciudad del mundo para poder llevar la cocina rioplatense a todos lados. “La primera que abrí afuera fue en Paraguay, en 2006″, recuerda Gastón. Según él, la recepción a la cocina argentina era muy compleja, y pone como ejemplo a Mauro Colagreco. “Cuando llegó a Francia tuvo que hacer muchísimas cosas, desde ganar la estrella Michelín hasta miles de malabares como emprendedor para ser reconocido. Con nuestra propuesta de cocina rioplatense, lo que siempre hicimos y hacemos es trabajar mucho sobre el concepto y la calidad”, dice, y asegura que el trabajo de Gastón Acurio –referente de la gastronomía peruana– fue lo que puso la mirada de Latinoamérica en el mapa mundial.
La icónica parrilla de Palermo cumplió dos décadas y ya cuenta con sedes en más de 20 países. “En cada La Cabrera no falta el chorizo ni el bife de chorizo, pero llegan con platos autóctonos de cada país”, asegura. Para su creador, una de las cosas “más complicadas con otros fuegos del mundo es el tipo de madera: debe ser espinillo”. Y también, los hierros: “Que no deben ser redondos, sino en ve”.
Lo cierto es que no todos pensaron que Europa era el epicentro. Federico Heinzmann llegó a ser reconocido como chef de uno de los mejores restaurantes de Asia. Del Park Hyatt Seúl, al de Tokio, pasó por China y ahora volvió a Corea, donde está a cargo del Grupo Hyundai Resorts. “Cuando saben que soy argentino, ya sea en coreano, chino, tailandés, inglés o japonés, instantáneamente dicen Messi y Maradona, o alguien canta No llores por mí Argentina. Pero quien más me sorprendió una vez fue un coreano que me agarró de los hombros y me dijo: Jorge Luis Borges”.
Si bien en el mundo las parrillas se multiplican, cuenta que en Asia no sucede. “La carne es extremadamente cara y un restaurante de carnes sería inaccesible. Además, los cortes argentinos no se consiguen en general, por lo que necesitás despostar todo en tu propia cocina”.“Es importante que sepan que existe un camino alternativo a Europa –aclara Agustín Balbi desde Hong Kong–. No sólo en Asia, sino también en la Argentina, donde hay gente maravillosa haciendo un gran trabajo. Todos aportamos para que la gastronomía de nuestro país crezca en el mapa mundial”. Entre sus reconocimientos, fue el único argentino en lograr una estrella Michelin en Asia con Andō.
Pero Balbi les aclara a los nuevos egresados en Gastronomía que no hay que tener como objetivo al premio: “El cliente tiene que irse feliz de tu restaurante, después de todo de ahí viene la palabra restaurar. Ese es nuestro trabajo, restaurar los estados de ánimo de las personas. Si lo hacemos con pasión, habilidad y dedicación, los premios vienen solos”, asegura. Para él, la humildad es algo que hay que aprender en su profesión. “Nosotros venimos de un país que tiene 200 años, y en Japón un restaurante puede llegar a tener más de 400. Mirá si no tenemos cosas que aprender”.
La vuelta al mundo argentina aterriza en Nueva York, donde Fernando Navas tiene Balvanera, anclado en una esquina del Lower East Side de Manhattan. Al menú de carnes y más de 120 etiquetas de vinos argentinos, se suman platos que cuentan su paso por distintas cocinas y gustos personales. “Al principio fue durísimo, pero hoy somos reconocidos como la mejor propuesta argentina en Nueva York”, asevera.
Y respecto de la argentinidad, agrega: “Si hay una cualidad argentino, es la resiliencia, sumada a la capacidad de trabajo y la voracidad por aprender que me han puesto donde estoy. Tenemos un hermoso país y de una u otra manera las personas nos reconocen y valoran”, asegura el chef y empresario gastronómico que está abriendo otro Balvanera en Pittsburgh, Pensilvania, y el año que viene saldrá al ruedo su tercer local en Upper West Side de la Gran Manzana.
En Miami, las propuestas abundan y van desde la más simple a la más sofisticado. Una de las pioneras fue Prima Pasta, en Collins y la 71, liderada por la familia Cea. Con calidad, servicio y amor por su oficio, convocan (hace más de 27 años) tanto a familias como a las personalidades más importantes en su reducto. Más cerca del turismo, en Miami Beach, está Orilla, abierto por Trocca, quien también viaja por las cocinas de sus restaurantes en Londres y Dubái.
En el Miami Arts District, Paula Costa es la chef y sommelier de Bunbury, una cocina de abuela bien argentina que fue seleccionada entre las 100 mejores propuestas de los Estados Unidos por la guía Yelp. “Buscamos un estándar de mucha calidad y el menú está desarrollarlo para acompañar las 150 etiquetas de vinos. Siempre tratamos de usar todo lo argentino que se encuentra en el mercado y nos ayudamos mucho entre restaurantes y proveedores. Especialmente, llevamos la bandera del vino argentino a donde vamos y a cada mesa que servimos”, propone.
Y antes de poner los puntos suspensivos de los cientos de proyectos argentinos que siguen por el mundo, la vuelta se detiene en Toronto, donde Antonio Soriano dirige la cocina del Hyatt. La primera que lo llevó a pensar en Europa fue Beatriz Chomnalez, cuando estudiaba en la escuela de gastronomía y ella les hablaba de Alain Ducasse o Alain Passard; les nombraba gente y un mundo que para los estudiantes eran desconocidos, porque internet era algo que recién empezaba.
La única información que les llegaba era por la televisión, con el Gato Dumas y Francis Mallmann a la cabeza. Ese es el relato de Antonio Soriano, uno de los que se fue y volvió, pero hace tres años decidió salir nuevamente. “Empujados por la crisis y nuestra curiosidad fuimos muchos los que atravesamos el océano en busca de conocimiento: Gonzalo Aramburu, Rodrigo Castilla, Matías Kyriazis, Dante Liporace, Fernando Rivarola, Soledad Nardelli, Juan Pedro Rastellino y Hernán Gipponi, entre muchos otros.
Yo tenía 24 años, quería saber cómo era un restaurante con estrella Michelin y me fui a estudiar a París. En Francia nadie sabía qué era la Argentina, y había bastante racismo, porque ser sudaca siempre existió. Sin embargo hoy, ya sea por mérito, trabajo, experiencia o gente que se movió, hay otro respeto. Porque en la cocina a la que vayas en el mundo te encontrás con argentinos en puestos de liderazgo, en todos lados hay argentinos a los que les va bien. Más allá de Mauro (Colagreco) como primer referente, somos muchos los que lideramos cocinas importantes, porque fuimos dejando una buena imagen y eso abrió las puertas a los llegan hoy”.
Soriano agrega que otra de las virtudes es la de resolver problemas de manera rápida y creativa. “La incertidumbre o el cambio de plan sobre la marcha es algo natural para nosotros y lo manejamos con mucha facilidad, sin embargo, en otros lugares se sienten bloqueados y les genera mucho estrés. Eso tan nuestro de lo atamos con alambre, que es un bajón, a la vez representa la capacidad de poder solucionar cosas”, asegura.
Para Soriano, la cocina es un oficio y el plato tiene que ser rico, y eso se resume en la dedicación al trabajo, y al talento de probar y aprender. “Ese conocimiento te permite jugar de una manera diferente. Los argentinos tenemos una cultura intrínseca bastante más elevada que en muchos otros lugares, y en las cocinas eso se destaca. Por curiosos, por lejanía, todo hace que quieras conocer lo que te pasa a vos, alrededor tuyo y lo que pasa afuera. En Canadá o los Estados Unidos es muy difícil que la gente mire más allá de lo suyo”, concluye Soriano, y compara al cocinero argentino con la música: “Como Piazzolla, que tocaba tango, pero lo que él creó fue distinto y fue porque escuchaba jazz y componía música clásica, porque estudió con los mejores en París, porque lo conoció a Gardel de chico y tocó con los grandes. Todo ese repertorio de cosas diferentes fueron las que le dieron su propia voz”.
Fuente: Infobae – Había salido segunda en el ranking World’s 101 Best Steak Restaurants por dos años consecutivos. En la edición 2023 Don Julio terminó en la cima. La palabra de su fundador en exclusiva con Infobae
En algún lugar se juntaron una tradición bien argentina y lo mejor de la alta cocina, y entonces, se creó Don Julio. Somos campeones otra vez. Y no, no hablamos de la hazaña mundialista de la Selección Argentina. El multipremiado restaurante de Palermo que esta semana estuvo en boca de todos por el furor que produjo la visita de Lionel Messi, vuelve a ser noticia: por primera vez una parrilla argentina se consagra como la mejor en el ranking World’s 101 Best Steak Restaurants. El año pasado había quedado en el segundo lugar de esta lista.
Se trata de la cuarta edición de un ranking elaborado por la firma británica Upper Cut Media House para cuya producción cuenta con un grupo de editores y especialistas independientes que evalúan entre 700 y 800 restaurantes de carne de todo el mundo por año.
El objetivo de este ranking es “ofrecer un escenario adecuado para el producto honesto y de alta calidad de la carne”. Uno de sus cofundadores es el crítico gastronómico inglés James Byron quien también publica un ranking mundial de carnes premium.
Aún tratándose de un local de alto nivel en calidad y precios, siempre está completo. El lugar trabaja con reservas y ofrece, además de una comida de la mejor factura un ambiente alejado (Franco Fafasuli)
“Nos hace muy felices que el mundo valore la identidad de la cocina argentina: no solo una cocina que genera restaurantes exitosos, sino una que se celebra y disfruta en las casas de los argentinos”, dijo emocionado por el reconocimiento Pablo Rivero, su fundador, en diálogo con Infobae.
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En segundo puesto quedó el ganador del año pasado, el restaurante Hawksmoor de Londres. Mientras que American Cut Tribeca de Nueva York quedóposicionado en el tercer lugar.
Los organizadores argumentaron las razones del triunfo del restaurante Don Julio de Buenos Aires, dirigido por Rivero y el chef ejecutivo Guido Tassi: “Trabaja exclusivamente con carne de origen argentino de las razas Aberdeen Angus y Hereford procedentes de su propio programa de cría sostenible”, indicaron.
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Y afirmaron queel de Don Julio es “uno de los mejores productos disponibles en la actualidad por las cortas rutas de transporte de la mercadería, la crianza respetuosa de los animales en ganadería extensiva y la alimentación a base de pasto natural, entre otros factores”.
Don Julio lleva abierta más de dos décadas (Franco Fafasuli)
El top 10 lo completan Carcasse -Bélgica- en el puesto 4-; Bodega El Capricho -España- en el puesto 5; FX Buckley -Irlanda- en el puesto 6; I due Cippi -Italia- en el puesto 7; Rockpool Bar & Grill -Sidney- en el puesto 8; Lana -Madrid– en el puesto 9- y Bazaar Meat -Las Vegas- en el puesto 10.
Solo otro restaurante argentino entró en el ranking: se trata de La Cabrera que quedó posicionado en el puesto 48. Y hay dos sudamericanos más: A Figureira Rubaiyat de San Pablo en el puesto 50 y Tributo de Quito en la posición 79.
La historia del mejor restaurante de carnes del mundo según World’s 101 Best Steak Restaurants
Un edificio de finales del siglo XIX y emblema del barrio de Palermo es el escenario de esta inmersión en la cultura argentina. En Don Julio, la parrilla cobra protagonismo y todo combina a la perfección para que los comensales descubran la cocina que representa a nuestro país (Franco Fafasuli)
El local ubicado en Guatemala 4699 goza de mucho reconocimiento internacional. Según The World’s 50 Best Restaurants, el ranking internacional más prestigioso en materia gastronómica, esta parrilla ocupa el puesto 14 entre los mejores restaurantes del mundo (de todas las especialidades). El éxito internacional que recibió la cocina a cargo Tassi hizo que, para varias celebridades que visitaron la Argentina, se convirtiera en una parada obligatoria
Se trata de un proyecto familiar que data del año 1999, cuando la familia Rivero abrió está parrilla con un mandato al que no renunciaron nunca: la calidad del producto. A 50 metros del restaurante, sobre la calle Gurruchaga, se ubica la carnicería de Don Julio. Aunque no está abierta al público, el oasis donde se estaciona la carne que luego terminará sobre las brasas nos recibe a temperaturas bajo cero.
El éxito internacional que recibió la cocina a cargo de Guido Tassi hizo que, para varias celebridades que visitaron la Argentina, se convirtiera en una parada obligatoria (Franco Fafasuli)
La reseña del ranking World’s 101 Best Steak Restaurants dice que “el restaurante ha ganado reconocimiento mundial por sus excelentes carnes a la parrilla, excelente servicio y ambiente cálido y acogedor”. También destaca la calidad de cortes como el bife de chorizo y el lomo y afirma que la parrilla a leña de Don Julio logra “un sabor ahumado y un exterior carbonizado, mientras mantiene la carne jugosa y tierna de una manera distintiva”.
Sin embargo, resalta que además de los platos de carne, el restaurante ofrece una variedad de guarniciones orgánicas, “como verduras de temporada a la parrilla, tomates reliquia con un sabor irresistiblemente bueno y ensaladas”. Y continúa: “La lista de vinos también es impresionante, con una amplia selección de vinos argentinos, que incluyen posiciones inigualables de Malbec orgánico, Cabernet Sauvignon y Torrontés que Argentina tiene para ofrecer”.
Además subraya queDon Julio es “un destino de visita obligada para todos los amantes de la carne y los amantes de la comida que visitan Buenos Aires”.
Fuente: La Nación – Estudió Medicina y fue jugador de fútbol profesional hasta que descubrió su vocación y se transformó en maestro pizzero del legendario restaurante nacido en La Boca en 1932
Ni masa madre, ni neoyorquina, ni ninguna otra moda. Para Orlando González, la pizza es al molde o a la piedra, y no hay más que hablar. Lo dice con autoridad. Si bien estudió Medicina y jugó al fútbol de forma profesional, su lugar en el mundo lo encontró delante del horno. Con 32 años de experiencia en el rubro, es el maestro pizzero de Banchero. Es, también, el guardián de los secretos de este legendario establecimiento abierto en 1932 en La Boca; secretos que aprendió trabajando junto a su antecesor, don Hilario Gómez, y que hoy enseña a quienes se suman al equipo.
“El sabor de la pizza de Banchero es el mismo ahora que cuando yo entré, porque está la familia atrás. Ellos vienen y prueban la pizza”, cuenta Orlando, platense de 54 años, que “jugó” en todos los puestos del restaurante: en la bacha, en la barra, en el salón, en la caja y, por supuesto, en la cocina. Y que llegó a uno de los indiscutibles templos de la pizza, de forma casual, a través del fútbol.
–¿Cómo te acercaste a la cocina?
–Fue sin querer. Yo jugaba al fútbol. Primero en Gimnasia y Esgrima de La Plata, y después jugué en Paraguay. Cuando nació mi hijo y me instalé en Capital Federal, empecé a trabajar en el Ministerio de Educación. Mi cuñado era mozo. “Llevame a trabajar”, le decía yo y él me respondía: “No, esto no es para vos”. Hasta que un día me llevó y entré a trabajar en una pizzería que estaba en Ecuador y Paraguay, Angie, que hacía pizza libre. Entré a laburar y pregunté: “¿Quién es el que más gana acá?”. Era el maestro pizzero, así que dije: “Quiero ser pizzero”, y ahí descubrí que me gustaba la cocina. Hasta ese momento, no sabía nada de nada; sólo jugaba al fútbol y estudiaba.
–¿Qué estudiabas?
–Medicina. Pero dejé en segundo año, cuando debuté en primera. Un gran error. En Gimnasia jugué 10 años, de los 10 a los 20, y llegué a jugar tres partidos en primera en el torneo 86/87; después quedé libre y me fui a jugar a Paraguay, a Sol de América.
–¿Cómo llegaste a Banchero?
–En Angie trabajé un tiempo, y después pasé a otra pizzería, ya dentro de la cocina. Y al mes ya estaba sacando pizzas. Después me fui a Palermo, a Gipsy, en Charcas y Serrano, que vendía muchísimas empanadas. Ese año fui a jugar un picado y uno de los chicos, que jugaba para el equipo de Radio Continental, me conectó con el equipo de Víctor Hugo Morales. Empecé a jugar con ellos y en el 91 jugamos contra el equipo campeón del sindicato de pizzeros y pasteleros. Le clavé dos goles. Me le acerqué al técnico después del partido y le dije: “¿No necesitás jugadores?”. “¿Me estás cargando?”, me preguntó. “No, para nada, ¡yo soy pizzero!”. Y ahí empecé a jugar para el equipo de una pizzería que se llama Muraroa. Ese año, el dueño de Muraroa agarró la gerencia de Banchero y me llevó a laburar con él.
–¿En qué local empezaste?
–En el de Once. Pero un día faltó uno de los pizzeros en el de Corrientes y me trajeron acá por una semana. Y ahí me quedé. En 2005 salí campeón en el campeonato que hace Apyce (Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina). Pero en 2006 me cansé de cocinar para gente que no conocía, y charlé con Diego Banchero. “Vos estás loco, sos el mejor pizzero”, me dijo. Pero igual me terminé yendo por un tiempo. Después volví, pero ya haciendo otras cosas, enseñándoles a los chicos que querían ser pizzeros y trabajando en las aperturas de los nuevos Banchero, como el de Pilar o el de Miami. Hoy en día soy el gerente.
–¿Cómo fue la experiencia de abrir un Banchero en Miami?
–Fue duro porque los chicos de allá no trabajaron en cocina desde chicos, y cuando entré, no sabían nada. Tuve que empezar de cero. Por suerte Germán, que hoy está a cargo de la cocina en Miami, aprendió muy bien. Pero él antes laburaba en Johnson & Johnson, en ventas, y sabía hacer hamburguesas nada más, porque había trabajado en un local de hamburguesas. De pizza y empanadas, no sabía nada.
–¿Por qué creés que se destaca la pizza argentina en Miami?
–Es muy distinta a la de Estados Unidos. Tuve que hacer un trabajo con la muzzarella de allá, porque es más consistente: se te enfría la pizza y queda dura. Gracias al asesoramiento y las charlas con maestros muzzarelleros argentinos hice un trabajito con la muzarellla y hoy sale igual que la de acá. Con lo que me comí un garrón fue con los condimentos, porque acá el ají molido no es muy picante, y allá sí. ¡Te mata, no sabés lo que es el pimentón! El primer picadillo para empanadas que hice allá era incomible. Después conseguimos un lugar que importaba condimentos de la Argentina.
–¿Qué fue lo primero que aprendiste de cómo hacer pizza?
–Lo primero que aprendés es a amasar. Pero después me perfeccioné. Yo me recibí de maestro pizzero en el sindicato y ahí empecé a sacar mejor las cosas. Además, curso de cocina que había, yo lo hacía. Me capacité bastante.
–¿Cuando entraste a Banchero qué te contaron de su historia y de sus secretos para hacer la pizza?
–Me contaron que eran los creadores de la fugazza. Cuando entré yo estaba estudiando pastelería, ya era pizzero, no maestro pizzero, que es distinto –hoy en día cualquiera hace una pizza y dice que es maestro pizzero–. Entraba a las 3 de la mañana para trabajar como ayudante de pastelero, y después, a las 9, me pasaba a la pizzería. Ahí estaba con el maestro pizzero don Hilario Gómez, que se jubiló en Banchero. Al lado de él fui aprendiendo cosas, porque era él el que tenía la técnica.
–¿Qué te enseñó?
–El método que le damos a la cebolla, por ejemplo. Y la salsa: la mayoría de las pizzerías no la cocinan, pero acá sí. También me explicó cómo apurar una pizza… Era un capo don Hilario.
–¿Y qué es lo primero que enseñás vos cuando llega alguien nuevo a la cocina?
–La limpieza. Y a ser ordenado para trabajar. Siendo ordenado y limpio, te sale solo.
–¿Del amasado qué cosas son importantes?
–La humedad. Es algo primordial en la pizza. A mayor humedad, la levadura trabaja más rápido.
–¿Qué tiene de particular la pizza de Banchero?
–El sabor. Es igual desde que yo entré. Don Hilario me lo pasó a mí y yo se lo pasé a los chicos. Además siempre se usa buena mercadería. Y acá siempre está la familia Banchero.
–¿Vienen a la pizzería?
–Vienen y prueban la pizza. Tanto Diego como el padre. Que el sabor sea siempre el mismo tiene mucho que ver con que esté la familia presente. Ellos conocen todos los sabores, desde chicos comieron pizza de Banchero… ¿qué les podés discutir del sabor?
–En todos estos años en Banchero, ¿metiste cambios?
–Yo metí la pizza de jamón y ananá, que cuando entré no se vendía.
–Jamón y ananá, polémico, ¿no?
–La fui poniendo de a poquito. También la de rúcula y una caprese.
–Y cuando hacés esos cambios ¿el habitué se queja?
–El tradicional no reacciona bien. Acá viene a comer gente grande y me dice: “A mí traeme una muzzarella, una fugazzeta y un moscato. Nada más”. Es gente tozuda a veces. Pero también, ¿viste la pizza de ahora? La de masa madre… A mí sinceramente no me gusta. Aparte tiene mala apariencia: toda deformada. En mi época de pizzero, la pizza era bien redondita, correcta, con presencia. Por la vista entra la comida.
–Las pizzas hoy de moda, como la neoyorquina, por ejemplo, ¿te gustan?
–¿Vos la comiste? Es malísima. Es como la de Ugi’s. Lo digo con todo el respeto, porque laburó y labura mucha gente en Ugi’s. ¿Y te acordás cuando llegó Pizza Hut a la Argentina? La gente la compraba hasta que se dio cuenta de que le estaban vendiendo cualquier cosa. Y se fue. La pizza tradicional es la de molde, y después, a la piedra. La pizza argentina es buena.
–¿Por qué es tan buena nuestra pizza?
–El secreto está en la masa. Tenemos muy buena harina y muy buena muzzarella. Tenemos materia prima buenísima. Hace unos años, en el noventa y pico, había venido el campeón mundial de la pizza, un tano, no me acuerdo el nombre. Vino a dar una charla a todos los pizzeros que estábamos afiliados en el sindicato, y pensaba que nosotros éramos indios. Pero cuando nos vio trabajar se quería morir, se resorprendió. Hoy los pizzeros argentinos somos muy requeridos fuera del país.
–¿A vos te tentaron para irte?
–Me tentaron de España y de México. Fueron a comer a Banchero y pidieron hablar conmigo. Pero yo me quedé por mis hijos, que eran chicos.
–¿Qué pizzas te gustan a vos?
–Me gusta la pizza a la piedra, por lo general la de muzzarella. Y la fugazzeta también. Soy clásico.
–Se dice que cuando uno va a una pizzería que no conoce tiene que pedir de muzzarella, ¿estás de acuerdo con esa idea?
–¡Claro! No hay otra, ahí podés ver realmente qué calidad de queso usan. En otras te lo disfrazan, y eso cambia el sabor.
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