Fuente: La Nación ~ En abril se realizó una nueva expo internacional de café , la feria anual en donde se reúnen los principales jugadores de la industria internacional del café, the Specialty Coffee Expo.
En ese marco se entregan los premios al mejor desarrollo en el mundo del café y este año el podio fue para un vaso de café.
La feria se hizo en Boston y además de contar con el Concurso Internacional de Baristas, donde salió ganadora la coreana Jeon Joonyeon, la feria se convierte en un lugar de encuentro, de negocios y se vuelve ideal para descubrir las novedades del mundo cafetero.
Fue la gente de Kruve, con sede en Toronto, quien se llevó el premio al mejor diseño con su recipiente de vidrio para beber el café.
Hace uno años ya había ganado renombre con un sistema de tamices para calibrar la molienda y lograra que el polvo resultante del café molido fuera siempre uniforme, pero ahora lo hace con una línea de cristalería diseñada para amplificar la percepción de los atributos del café después de que ha sido filtrado.
La forma de los vasos, explican, acentúa o disminuye ciertas características del café y la jarra es un recipiente de vidrio de doble pared compatible con los métodos de filtro manuales como AeroPress, Hario, Kalita, Phoenix y otras.
Así como en el vino, existen distintas copas para poner de manifiesto las características de cada varietal, aquí, el vaso más redondo se llama The Excite. En un comunicado de prensa, Kruve dijo que el área de superficie líquida está diseñada para captar mejor el aroma de un café mientras atenúa la acidez y acentúa la dulzura. Un vaso que resultaría ideal para resaltar las notas de granos con tueste más oscuro así como los cafés con más cuerpo.
El otro vaso se llama The Inspire y es el que la empresa recomienda para cafés que están tostados más ligeros y con notas más cítricas y frutadas. Cuenta con una forma interna afinada y una boca de menor diámetro. La idea es concentrar y dirigir el aroma mientras aumenta su acidez natural.
La jarra, que tiene capacidad para medio litro, y permite hacer todo tipo de filtrados.
«La cristalería Kruve EQ fue diseñada específicamente para la comunidad de cafés especiales», dijo su diseñador Michael Vecchiarelli. «Sin embargo, hemos probado otras bebidas y se pueden experimentar muchos de los mismos beneficios. Esto se debe a que hay principios universales de sensación y percepción que se aplican a múltiples bebidas «.
A fines de mayo, piensan estar en los negocios minoristas de América del Norte, veremos cómo hacemos para contar con ellas en nuestras bateas.
Fuente: Noticias Urbanas ~ La iniciativa presentada por el Bloque Peronista incluye también a establecimientos privados y entidades públicas.
El legislador porteño Santiago Roberto (Bloque Peronista), presentó un proyecto de ley para garantizar el acceso al agua potable, libre y gratuita en bares, restaurantes, establecimientos privados, entidades públicas, espectáculos, recitales y eventos culturales en todo el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.
Roberto explicó que “el ‘Derecho de Jarras’ busca ampliar los derechos del consumidor, en el sentido de fortalecer el acceso a un derecho humano básico y esencial como es el agua potable, un bien de primera necesidad, fundamental para la vida”.
El proyecto detalla que “los comercios en los cuales se sirven o expenden comidas, deberán poner a disposición de sus clientes un mínimo de 500 centímetros cúbicos de agua apta para el consumo, por persona, de forma gratuita, no pudiendo ser obligatoria la consumición onerosa de bebidas”.
Asimismo, propone extender el derecho del ciudadano al agua potable, libre y gratuita a todos los ámbitos laborales públicos y privados de la Ciudad. “Todo trabajador debería contar con la facultad de poder acceder como mínimo a dos litros de agua potable, por jornada, en sus lugares de trabajo”.
El proyecto también incluye “establecer un mínimo de un bebedero por plaza, parque o paseo público de la Ciudad”
También debe alcanzar “a toda persona que realice trámites en ámbitos públicos o privados de la Ciudad. Por ejemplo: jubilados, pensionados, personas que tengan que hacer pagos de impuestos y demás actividades que impliquen insumo de tiempo y energía para la ciudadanía”.
A su vez, la iniciativa plantea “establecer un mínimo de un bebedero por plaza, parque o paseo público de la ciudad, ya que no puede haber impedimento técnico que restrinja un derecho tan básico como el acceso a una boca de agua potable”.
El proyecto incluye además a empresas donde el Estado de la Ciudad tenga participación, organismos descentralizados, los poderes Legislativo y Judicial, a las empresas del sector privado radicadas en la Ciudad; así como también a todo espectáculo público, deportivo, bailable, recitales y eventos culturales “donde se debe garantizar a los asistentes el libre acceso al agua potable”.
Fuente: La Nación ~ Cien años de historia es mucho. Héctor Adolfo Brignole lo sabe y no oculta su orgullo. Pero plantado al frente de una empresa familiar que puso en marcha su abuelo Juan Bautista cuando llegó a Buenos Aires desde Borzonasca, un pueblito de la provincia de Génova en el que hoy no viven más de 3.000 personas, piensa en cómo sostener el motor andando, más que en algún tipo de celebración.
La Pastelería El Progreso -ubicadas en Santa Fe 2820- es un clásico de Recoleta. Famosa por sus tortas, postres, masas y sandwiches de miga, de una calidad excepcional, tiene una clientela fiel y un equipo de trabajo que se mantiene igual hace muchos años.
Basta con entrar para toparse con una vitrina donde aparece lo más tentador de la oferta del lugar, abierto desde 1919: merengues de crema chantilly y dulce de leche, lemon pie, tiramisú, tortas con chocolate, frutos secos, budines de limón y de naranja y zanahoria con cobertura de almendras…
Desde 2011, además, el local funciona como bar. El ambiente suele ser agradable, con música a un volumen casi imperceptible y atención dedicada. Hay siempre orden y limpieza, buena luz para la lectura y los precios son razonables. La mayor parte de la clientela es gente adulta, señoras y señores del barrio que llegan para conversar un rato o leer los diarios o alguna revista.
La circulación de público es permanente, eso no ha mermado demasiado en los últimos años, ni siquiera con este contexto de crisis económica. «Mi padre falleció en 1989 y para él la única crisis que hubo fue la del 30. En esa época el negocio estaba fundido, con la bandera de remate. Tuvo que esconder las cosas para que no se las embargaran. Fue una crisis que duró diez años. Antes esto era un local que llegaba hasta el fondo, donde ahora elaboramos nuestros productos, un bar bastante grande, una especie de Confitería del Molino en versión más reducida. Pero con aquella crisis hubo que cerrar el bar y solo quedó la pastelería».
El vínculo con esa tradicional confitería porteña ubicada frente al Congreso Nacional que permanece cerrada desde 1997 (ese mismo año el conjunto arquitectónico donde funcionaba fue declarado Monumento Histórico Nacional) no es casual: el abuelo de Héctor fue maestro pastelero de ese negocio cuando funcionaba en Rivadavia y Rodríguez Peña, antes de instalarse en la esquina de Callao y Rivadavia, donde se hizo famoso.
Una de las especialidades de la Confitería del Molino era el Leguisamo, un postre que Carlos Gardel encargó especialmente para regalarle al legendario jockey. Tanto Las Violetas (otra cafetería y confitería notable ubicada en Medrano y Rivadavia) como El Progreso tienen su propia versión del postre. La receta de El Progreso respeta a rajatabla lo que prescribía la original, capa por capa: fondant, pionono, dulce de leche, hojaldre, crema imperial con castañas, disco imperial, crema imperial con castañas de nuevo y una vez más hojaldre (además, grana de almendras en la parte superior y chocolate alrededor)
Pero toda la pastelería del lugar es virtuosa, algo que a lo largo de su historia han sabido valorar clientes de renombre como Juan Manuel Fangio, Jorge Luis Borges, Santiago Cogorno, Fioravanti, Blackie, Rina Morán, Mario Clavel o Fanny Mandelbaum, que es vecina y compra en el lugar desde hace más de cincuenta años. Eclair de sabayón, chocolate o crema pastelera, tarta de puré de manzanas o tortas exquisitas como las Juana de Arco (bizcochuelo mixto, crema, chocolate, disco imperial, sabayón, marrons), Praliné (bizcochuelo vainilla, ducle de leche, disco imperial, crema chantilly, nueces) y Belén XXI (bizcochuelo de chocolate, crema París, disco imperial, dulce de leche y nueces) son algunas de las delicias que preparan.
Más allá de los cambios de hábitos alimentarios -con el azúcar transformada en un virtual enemigo-, lo que afecta hoy la circulación masiva de los riquísimos productos de una buena pastelería como El Progreso es la disparada de los costos: «Empezamos vendiendo las masas finas a dos dólares el kilo y hoy están a dieciséis», explica Brignole, que lleva detalladas estadísticas anuales de todo lo que factura anualmente el local.
«Hoy estamos trabajando un 50% que en nuestra mejor época, que fue entre el ’68 y el ’73, más o menos. En esos años algunos empleados de El Progreso pudieron comprarse su vivienda o terminarla con un crédito hipotecario. Después, nunca más un empleado nuestro pudo comprarse algo. Esa es la verdad», recuerda.
Los que visitan asiduamente El Progreso se encuentran con caras muy conocidas: de la decena de empleados del lugar, la mitad trabaja ahí hace más de veinte años. Brignole se ocupa de la producción de recetas y de la caja, donde también colaboran su mujer, sus hijos y sus sobrinos.
«Estamos acostumbrados a pelearla en momentos difíciles -asegura el empresario-. En 2001 sufrimos menos que otros la crisis, nos adaptamos a la realidad de ese momento. Yo no pude veranear o cambiar el auto, pero eso no fue ni es un problema. Seguimos trabajando y salimos adelante, después la economía se recuperó. Lo mismo en 2008. Superamos esas tormentas y nunca tuvimos deuda».
La reapertura del bar estuvo pensada originalmente para mejorar los ingresos del negocio en medio de un panorama diferente al de hace unos años: «Se consume menos pastelería que antes, hay menos fiestas de casamiento, y las chicas que cumplen quince años prefieren un viaje a Miami. Tampoco hay tantos bautismos, comuniones, ni reuniones familiares de fin de semana. Son cosas que fueron cambiando. Por eso decidimos hace siete años volver con el bar, que cerró por una crisis y abrió por otra».
Brignole está convencido de que la rebaja de precios para sumar clientela tiene límites: no se permite bajar la calidad de lo que produce como estrategia para abaratar costos. «Y eso que se gana más plata vendiendo más barato cosas de menor calidad -apunta-. Siempre el margen es más alto que el de casos como el nuestro, que preferimos servir un buen café aunque salga unos pesos más que en otro lugar. El que viene mucho a El Progreso sabe que la calidad de lo que consume se mantuvo inalterable en todos estos años».
Esa calidad es muy valorada: los fines de semana el lugar suele estar lleno, entre gente que viene a buscar sandwiches de miga, postres, facturas o palmeritas y los que eligen alguna de las coquetas mesas de mármol del local. Curiosamente, como si durara el envión de los sábados y domingos, el lunes suele ser el mejor día de la semana. «Con la reapertura del bar me insistió mucho mi hija -revela Héctor-. Y es cierto que fue una buena publicidad para nosotros».
La buena ubicación del local (en una zona con mucha circulación de gente durante casi todo el día) apuntala el negocio del bar: más allá de los habitués, ingresan muchas personas de paso por el lugar, atraídas por una vidriera cargada de tentaciones. James, un pastor evangélico de Texas que vive en Argentina desde el año pasado, es una de ellas. Su pedido es simple, clásico: un café con leche con tres robustas medialunas de manteca (las únicas que vende el lugar) que lo conquistó: «Es mi desayuno favorito, muy distinto al que solía tomar cuando vivía en Estados Unidos -explica-. Me parece un lugar elegante. Hay tranquilidad y discreción, que es algo no tan frecuente en los bares argentinos. Fue una suerte pasar por aquí y entrar».
Recién llegado de una prestigiosa competencia de pasteleros de todo el mundo llevada a cabo en Lyon, Francia, Brignole deja de lado las preocupaciones financieras para volver a lo que más le gusta: el dominio de los secretos de una buena pastelería. «Una vez, Dolli Yrigoyen, una gran chef argentina, dijo algo que comparto: ‘Todo muy lindo con la pastelería moderna, pero hacés un buen hojaldre, una buena crema pastelera y un buen bizcochuelo y no hay con que darle'».
En ese plan de cocina tradicional, El Progreso tiene su propia estrella, el florentino, un producto de los más caros de su repertorio pero que Brignole elige como un clásico del lugar: es a base de chocolate, y lleva fruta y almendras repeladas: «un manjar».
María, una psicóloga ya jubilada que es asidua en el lugar desde los 70, confirma la elección del dueño: «Es delicioso, cuando vengo con alguien le insisto para que lo pruebe», subraya esta señora amable y atildada que valora especialmente el ambiente de El Progreso. «Es un clima muy tranquilo, la gente conversa en voz baja, la música suena suave. Es agradable sentarse a tomar un café acá». Según María, que es vecina de la pastelería y llegó al lugar gracias a la recomendación de sus suegros, el florentino de El Progreso «es único, aunque la sfogliatella no se quedaba atrás: toda mi familia era fanática».
Sin embargo, no es lo que pide mayoritariamente la gente que se arrima al local, más orientada a productos clásicos: «En la última fiesta de fin de año me quedé sin pan dulce -cuenta Héctor-. No me tenía tanta confianza por la crisis y el 31 a las dos de la tarde no tenía ni uno. No suelo equivocarme en los cálculos, pero hoy todo es muy inestable. Y hay menos exigencias: cuando yo era joven, la gente te pedía cada masa fina por su nombre. Ahora esa sofisticación se perdió. Hay que reeducar el gusto de los clientes».
Fuente: Uno ~El reconocido barman Renato «Tato» Giovannoni, propietario del bar Florería Atlántico y distinguido entre los 15 mejores del mundo en The World´s 50 Best Bars (ranking que contempla las barras más prestigiosas del planeta) reunió a los grandes nombres de la coctelería para protagonizar Festival Atlántico, un encuentro internacional de coctelería, sustentabilidad e innovación que tiene a Mendoza como escenario de cierre.
Con la mirada puesta hacia el futuro de la industria, Tato reunió por primera vez en dos destinos (Buenos Aires y Mendoza) a sus colegas de The World’s 50 Best Bars y abrió el debate sobre la sustentabilidad en todos los procesos de trabajo ligados a la coctelería, la gastronomía y los productores asociados a este rubro.
«Festival Atlántico surge del compromiso, el desafío y la pasión con que siempre me predispongo a la hora de encarar nuevos proyectos, y con la inquietud de poder mostrar lo lindo de la Argentina, acercando el cariño, el buen trato hacia los productos y el esfuerzo de este trabajo a personas que uno admira».
Tato Giovannoni
No sólo bartenders participan del encuentro que comenzó el domingo pasado en la ciudad de Buenos Aires y continuó este lunes y martes en Casa de Uco, al pie de la Cordillera de los Andes. También están presentes cocineros, comunicadores, influencers y productores locales.
Algunas de las figuras invitadas son Nikos Bakoulis (encargado de la barra The Clumsies, en Athenas. Bar que ha aparecido tres veces en el top 10, y en este momento ocupa el séptimo puesto de los 50 mejores del mundo); el mexicano José Luis León en representación de la licorería Limantour (un bar de culto ubicado en la ciudad del DF con creciente popularidad local e internacional); Vijay Mudaliar, quien instaló la sustentabilidad en bar Native utilizando energía solar, servilletas de lino, posavasos de hojas de loto reutilizables y pajitas de tallos de loto de un florista que sólo necesita los bulbos; entre otros.
La propuesta combina un cronograma de experiencias, charlas y seminarios, rescatando el producto y productor regional y recetas que valoricen nuestra tierra. Asimismo, se analizan casos de innovación en el uso de herramientas y productos, que reducen drásticamente la huella de carbono generada por bares y restaurantes.
«Mendoza es elegida como primer destino del festival. Creo que el Valle de Uco es un lugar que genera un fuerte impacto en la gente que llega de afuera».
destaca Tato.
«Podríamos haber hecho este evento sólo en Buenos Aires, pero tenemos lugares tan imponentes en Argentina que valen la pena posicionarlos y mostrarlos a los ojos del mundo. La idea es que sea un festival itinerante y que año tras año se puedan mostrar distintos lugares íconos del país», afirma el organizador .
Si bebe, no contamine. Una buena iniciativa
¿Se puede cuidar el medio ambiente desde la barra de un bar mientras se disfruta de un trago?. ¡Claro que sí!. Y afortunadamente hoy podemos pensar en un bar como escenario apropiado para el compost, el reciclaje y el consumo responsable.
«La sustentabilidad llega a instalarse en la coctelería de la mano de mucha gente que piensa y toma conciencia en el medio ambiente y en el futuro del planeta. Por suerte, cada vez somos más. No es necesario pensar en forma gigante para dar el primer paso, simplemente con un pequeño cambio que uno haga es suficiente». resalta Tato.
En cuanto a los aspectos a tener en cuenta para crear una coctelería consciente, Giovannoni asegura que son los mismos que debería tener cualquier persona en su casa: separación de residuos, el uso de productos regionales, disminuir la huella de carbono, y algunos detalles como dejar de usar sorbetes, unificar el criterio en los vasos o la reutilización de ciertos productos.
Del 4 al 11 de mayo las barras de Buenos Aires ofrecen cócteles a precios accesibles, además de charlas, catas, recorridos originales y eventos especiales para amantes de las barras.
66 son los bares porteños confirmados que participarán este año de la semana de la coctelería más importante de Buenos Aires, BACoctel. Además de poder disfrutar de ricos tragos realizados por los bartenders más importantes del país, se puede acceder a catas exclusivas y participar de charlar de expertos en el tema. Para ser parte hay que inscribirse en www.bacoctel.com.ar.
Aquí, nuestros elegidos:
GRAN APERTURA.
Será el 4 de mayo a las 21 horas en el nuevo espacio de la gran Mona Gallosi, Puente G (Fraga 93, Chacarita). Habrá tragos elaborados con Jägermeister, Cynar, Martini y Johnnie Walker, finger food y Dj.
EL AUGE DEL VERMÚ
Llegó desde España e Italia y se instaló hace mucho tiempo como un clásico porteño. Hoy, es una costumbre que vuelve y el 6 de mayo en La Fuerza (Av. Dorrego 1409) habrá una charla, degustación y clase sobre esta bebida.
Fuente: Clarín ~ Durante el fin de semana visitaron la plaza Perú, en Palermo, donde hubo stands, charlas y degustaciones.
El festival que celebra al café porteño terminó con más de 40.000 asistentes. Hubo charlas, stands y degustaciones en la cuarta edición de FECA, un evento que busca potenciar una de las costumbres más arraigadas en la Ciudad.
En esta oportunidad el festival llegó semanas después de la polémica que puso en el banquillo de los acusados al café de los bares tradicionales porteños. A principios de abril, un artículo de la BBC Mundo cuestionó su calidad, asegurando que la bebida servida en pocillo en Buenos Aires es «fea». Pero tanto el sábado como el domingo, una multitud demostró que esa visión es sólo una mirada extranjera y que el mundo del café sigue ejerciendo una gran atracción sobre vecinos de todas las generaciones.
La gente aprovechó el buen clima del domingo.
Se trató de un verdadero paseo cafetero, con un mercado con 25 puestos de cafés tradicionales y otros modernos, con opciones de $ 25, $ 50 y $ 70, tanto para degustar en el momento o llevarse a la casa. Mientras que en un auditorio se ofrecieron charlas y talleres donde se podía aprender desde cómo degustar un café, pasando por emprender en el mercado hasta las diferencias entre un espresso, un macchiato, un capuccino o un flat white, el espacio exterior fue para shows y actividades lúdicas para los más chicos.
El festival FECA contó con charlas y degustaciones.
En la Argentina, según la Cámara Argentina de Café, en 2017 se consumió un kilo por persona de este producto. En el mundo existen más de 60 especies de cafetos, pero la más popular con fines comerciales en Argentina es la Arábiga, con preferencia de los cafés de origen brasilero y colombiano.
Frenta la polémica de la BCC, el festival FECA fue además un espacio en el que los cafeteros se defendieron y otros reconocieron falencias. Desde el Café Tortoni contaron a este diario que sirven un café de alta calidad, un blend de Cabrales colombiano y brasileño, y que capacitan de manera permanente a su personal. Incluso, en el arte latte, tan de moda. Lo mismo dijeron desde el Florida Garden, donde el más experimentado de los baristas entrena a los nuevos.
Las Violetas, la clásica confitería de Almagro, fue homenajeada con un espacio en el festival.
Por su parte, Julián Díaz, de Los Galgos, opinó: «Es cierto, en gran medida, lo que dice la nota de la BBC. En la mayoría de los bares de Buenos Aires el café es malo. El modelo comercial que solía regir el mercado llevó a una baja de calidad general. Creo que estamos en el medio de una gran mejora, que empezó con los cafés de especialidad y en muy poco tiempo levantó la vara de bares y restaurantes. El consumidor empieza a exigir y ahí está la clave».
Fuente: Los Andes ~ La iniciativa fija un monto del 10% de la consumición total y es para beneficiar el trabajo de mozos y mozas provinciales.
Un proyecto de ley busca que mozos y mozas de bares y restaurantes de Mendoza gocen de una propina gastronómica sugerida que figure en las facturas de las consumiciones.
El proyecto presentado por el diputado mendocino Guillermo Pereyra hace hincapié en el monto que será del 10% de la consumición total, que no podrá ser descontado de su remuneración ni de los adicionales que perciba el mismo de conformidad.
La iniciativa contempla además que los ingresos percibidos como consecuencia de esta ley se repartan en partes iguales entre los mozos y todo el personal de cocina.
No obstante, el consumidor podrá solicitar que se elimine la propina sugerida de la factura cuando el servicio fue prestado de modo insatisfactorio o deficiente. El reclamo podrá asentarse en un libro de quejas.
“Si bien el artículo 113 de la ley de Contratos de Trabajo tiene incorporada la propina esta ley sería de ayuda para el consumidor y para el empleado, ya que informaría de forma fehaciente lo que por costumbre es la propina mínima que se paga y facilitaría al consumidor su cálculo, además ayudaría a incentivar al trabajador que se esmeraría en su atención para la propina», expresó el diputado mendocino.
Fuente: AN Digital ~ Será este sábado 27 y domingo 28, en la Plaza República del Perú, entre las 10 y las 21 horas. Habrá un mercado con puestos de cafés notables, foodtrucks, talleres, catas y muchas más actividades. Además, el mate y el té también tendrán su espacio.
CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El sábado 27 y el domingo 28 de abril tendrá lugar la cuarta edición de FECA, Festival de Café. La cita es en la Plaza República del Perú (Avenida Figueroa Alcorta y Salguero), de 10 a 21 horas.
Este año, además, se celebra el 135º aniversario de la Confitería Las Violetas, ganador en 2017 del concurso al Mejor Café Notable de la Ciudad. Este ícono del barrio de Almagro que visitaban personalidades como Alfonsina Storni, Carlos Gardel, Roberto Arlt y Aníbal Troilo tendrá una presencia destacada con una recreación de la fachada estilo art noveau de Rivadavia y Medrano.
Habrá un mercado con 25 puestos de cafés notables de la Ciudad, cafés tradicionales y cafés modernos, todos con opciones desde 30 pesos.
Esta cuarta edición de FECA le da la bienvenida al té y al mate con puestos exclusivos de cada infusión para tomar en la feria y con la opción de llevar al hogar o al lugar de trabajo.
También, habrá ocho food trucks con distintos menús dulces y salados, para almorzar o comer algo rico, más allá del café.
En el auditorio los asistentes encontrarán charlas, talleres y cata de café. También, durante ambas jornadas habrá propuestas musicales como bandoneón y violinista tocando piezas en la Plaza.
Los adultos podrán participar por premios respondiendo preguntas sobre cuatro ejes de la alimentación: Conocer, Comprar, Cocinar y Comer. Para los más chicos estará “El Mercadito”, una serie de propuestas lúdicas y participativas realizadas por licenciados en Nutrición para chicos y chicas entre 2 y 11 años.
FECA contará con el acompañamiento de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), que estará presente en el Mercado con un espacio de experiencia sensorial del café.
Según datos de la Cámara Argentina de Café, en 2018 el consumo anual en nuestro país, per cápita, fue entre 0,90 y 1 kilo. Existen más de 60 especies de cafetos en el mundo, pero la más popular con fines comerciales en Argentina es la Arábiga, con preferencia de los cafés de origen brasileño y colombiano.
Agenda de charlas y talleres
Sábado 27
12.00 horas CHARLA Cafés de especialidad y sus características. Oradores: Carlos de Rito y Anabel Escudero (Café Cabrales, departamento Calidad Cabrales). Degustación a cargo de Dionisio Moretti.
12.45 horas CHARLA Café y deporte, doctor Ricardo López Santi, cardiólogo.
14.30 horas TALLER Cómo hacer el café en casa, métodos hogareños / Christian Buritica (Puerto Blest)
15.15 horas CHARLA ¿Algo dulce para el café? Carlos Rava (Cámara de Confiterías/AHRCC) / Héctor Brignole (Confitería El Progreso) y Magdalena Marquevich (cheff patissier de La Marguerite)
17.00 horas CHARLA Cómo abrir una cafetería: entendiendo el concepto del negocio. Por Sabrina Cuculiansky (directora de las ferias de café y Exigí Buen Café) y el mentor Ernesto Beibe.
18.00 horas CHARLA Desayunos y cafés / Los desayunos de El Gordo Cocina y sus propuestas para maridar con distintos tipos de café.
Domingo 28
12.00 horas CHARLA Los cafés y su historia / Anécdotas y secretos de dos iconos porteños: Las Violetas y La Ideal.
12.45 horas CHARLA Alrededor de un buen café / La arquitectura, el ambiente y el servicio que hacen a una cafetería de especialidad. Por Javier Schulze de Hábito y Fernando Iglesias Molli de Öss Kaffe.
13.30 horas TALLER Cocina con café / Postres dónde el café se vuelve protagonista (ISEHG)
14.15 horas CHARLA El desafío de las cadenas: mantener la calidad y aggiornarse al avance de la cultura cafetera / La experiencia de Tostado Café Club, Tienda de Café e Import Coffee & Co.
15.00 horas CHARLA De la planta a la taza: cómo reconocer un café de calidad / Sabrina Cuculiansky (periodista experta en café).
15.45 horas TALLER Los secretos del tueste para un buen café / Agustín Quiroga (Puerto Blest)
16.30 horas TALLER El espresso perfecto, sobre y sub extracción / Daniel Cifuentes de Lattente
17.15 horas TALLER Coctelería y café, variaciones en la sobremesa. Coordina Sebastián Atienza del Grupo Campari.
18.00 horas CHARLA La sustentabilidad detrás de una taza de café. El grano de café y un mundo más justo. Techi Asplindh (especialista en sustentabilidad) y Germán López (Café Fundador).
Fuente: Infobae ~ En Buenos Aires y en el resto del país crece la tendencia de los bares especializados para consumir vino de forma más cercana y variada. El diseño y la arquitectura de estos espacios acompañan la propuesta con un estilo que invita a descontracturar y disfrutar de la bebida nacional
El vino, ícono argentino. Bebida que reúne, reconforta, abriga y enamora. Por ella se nos conoce en el mundo, y en las últimas décadas, sobre todo, por haber crecido en cantidad, calidad y exportación. El Malbec, por ejemplo, es asociado directamente a la Argentina, aún siendo de origen francés.
De la mano del esplendor de esta bebida milenaria, en Buenos Aires y el resto del país crece la tendencia de los wine bars. Bares especializados en vinos donde todo -arquitectura, diseño del espacio, decoración y gastronomía- gira alrededor de poder disfrutar de una copa de vino de una manera más descontracturada a la que, anteriormente, estaba asociado este consumo.
«En Buenos Aires crece esta movida, sobre todo en Palermo Hollywood. De a poco el vino gana terreno en donde las cervecerías empezaban a saturar –dijo Marco Ovejero, uno de los dueños del wine bar Ser y Tiempo-. Al ser un producto de mayor valor de elaboración es difícil competir con la cerveza por precio, pero la modalidad ‘por copa’ hace que sea más accesible para quienes quieran darse el gusto sin tener que limitarse por los costos». El bar, ubicado en Gorriti y Arévalo es una casa de los 70 refaccionada para local comercial.
Un ventanal principal de 7×4 metros es lo que más llama la atención desde el exterior. «Se aprovechó el ventanal y se agregó una gran cava para que se luciera desde afuera. El diseño interior está inspirado en un estilo industrial que mezcla la frialdad del cemento alisado, lámparas galponeras, el hierro y las paredes desgastadas con la calidez de la madera. Los sillones capitoné, muebles vintage y la luz tenue terminan de definir el estilo». Ovejero explicó que todas las decisiones arquitectónicas y de diseño tuvieron que ver con crear un espacio acogedor: «El vino está relacionado a momentos íntimos y de diálogo, a tomarse el tiempo para poder disfrutarlo. Por eso, el ambiente tiene que invitar a relajarse, a quedarse lo que sea necesario para desenchufarse de la rutina».
Para romper con el típico diseño de restaurante eligieron mesas altas y otras bajas. La propuesta de autoservicio del vino, también, genera un clima descontracturado. Así, los clientes, cuya franja de edad va de los 25 a 70 años y con una mayoría de mujeres, pueden pasearse por el lugar y elegir, por su propia cuenta, el vino que prefieran en varias medidas.
«Los dispensers, Newine, se manejan a través de una pantalla táctil que permiten tener una experiencia completamente intuitiva, dinámica y lúdica. Al seleccionar un vino, además de iluminarse la botella, en la pantalla se puede visualizar fácilmente sus propiedades básicas de ojos, nariz, boca y el tipo de vino que es».
En un wine bar uno puede tomar una copa de vino sin necesidad de pedir una botella entera, y la bebida que reconforta el espíritu es la protagonista absoluta. «‘Bar’ viene originalmente de ‘barra’ en inglés y define una modalidad comercial de bebidas servidas en mostrador. Nuestra diferencia es la forma en que ofrecemos el servicio: los dispensers de vino por copa permiten que el cliente elija entre 56 etiquetas y se sirva el mismo la medida deseada. La idea es degustar distintos vinos que tal vez no se atrevería a probar si solo se ofrecieran por botella», detalló Ovejero. Los vinos en este bar están categorizados por estilos enológicos y geográficos, lo cual permite probar y diferenciar distintos vinos regionales y del mundo. «Nuestro espacio es un lugar para vivir una experiencia de la mano del vino y de la música. La carta es intencionadamente acotada y está pensada para acompañar esta bebida, con una buena variedad de los mejores quesos, tapeos y carnes de exportación», finalizó.
En Cafayate, región salteña donde la tierra sabe a uva y el viento suena a copla, a 40 metros de la plaza principal en una casa de más de 150 años se encuentra el primer wine bar de la ciudad: Bad Brothers, Wine Experience. Agustín Lanús, ingeniero agrónomo, enólogo, dueño del lugar lo describió: «Somos el primer bar especializado en vino. En Europa es algo que se usa mucho, salir del trabajo e ir a tomar una copa de vino. Acá, estaba más pensado para las cervezas; hoy los wine bars son tendencia. La idea es desmitificar el consumo de vino, hacerlo más fácil de tomar, acercarlo a la gente con una propuesta más relajada. Esta bebida te pasea por los distintos lugares, en Argentina tenemos una cantidad de zonas y variedades espectaculares».
Para ello, se eligió una típica casa de los Valles Calchaquíes: «El corazón de la casa se mantiene intacto, con paredes de adobe de más de un metro de ancho. Lo que hicimos fue ampliar una serie de galerías y un quincho con las columnas tradicionales y el diseño típico de acá. Hay gente que lo relaciona con un estilo toscano otros, sevillano. Para mí es calchaquí y cafayateño con toques modernos y confortables, como un aire acondicionado de exterior que tira una especie de bruma que refresca el lugar en los días calurosos. La decoración es sencilla y minimalista».
Lanús coincide en que en este tipo de bares todo está premeditado para ensalzar la bebida estrella: «La gastronomía está pensada en función de las distintas propuestas de vinos que hay para maridarlos y resaltarlos. No concibo un wine bar sin una gastronomía acorde a ellos. Creo que todo debe girar alrededor de un ambiente relajado, con buena música. Después del trabajo podés venir a tomar una copa de vino. Así pensamos nuestro wine bar, donde ofrecemos toda la línea de vinos de la bodega Agustín Lanús Wines, y donde tenemos una gastronomía estilo ‘platos bebés’ con productos regionales especialmente pensados para maridar los vinos».
La gente puede consumir los diferentes vinos e incluso hacer su propio blend: «Tenemos unos tanques chiquititos para hacer tu propio Mataca (Malbec, Tannat, Cabernet). Hacés vos el corte, lo pones en una botella y lo encorchas. Diseñas tu propia etiqueta y te la llevas a tu casa». Y finalizó: «El vino es cultura, es relajarse, pasarla bien, se trata de gente que le gusta probar distintos platos y sensaciones para el paladar. Un público ávido de nuevas experiencias, que le gusta viajar y conectarse con la gastronomía».
Pablo Colina, sommelier y socio de VICO Wine Bar, coincidió con que se trata de una tendencia mundial que está instalándose en Argentina, principalmente en las grandes ciudades. «La respuesta del público es contundente, la idea encanta. Insistimos, siempre, en que no se necesita saber de vinos. La idea es que cada uno se sorprenda, que viva su experiencia como se sienta más cómodo, que disfruten del placer del vino sin presiones, de forma descontracturada». Y explicó que la oferta de estos bares es amplia, con diferentes estilos y propuestas: «En todos se apuesta a dar a conocer el vino y dar la posibilidad de degustarlo por copa. Las zonas de mayor concentración en Buenos Aires son Palermo, Recoleta, Villa Crespo, San Telmo y el centro».
Con respecto a su público, Colina explicó que en la sucursal de Villa Crespo la gente fue especialmente a ver de qué se trataba y, naturalmente, se acercó más gente del mundo del vino. «Después quisimos abrir el juego a otros perfiles para que fuera más inclusivo. En Palermo vimos una buena oportunidad para seguir creciendo. Recibimos diariamente grupos de amigos, parejas, gente que se junta a tomar una copa luego de su jornada laboral. Quisimos acercarnos al público en un polo gastronómico, con mucha presencia de turismo, también un público más joven y cercano a la movida de las cervecerías».
Con respecto al equipamiento e interiorismo, se conectaron los materiales en bruto de la estructura del lugar haciéndolos jugar con materiales nobles y de carácter. «La idea fue crear un espacio de disfrute nocturno. Se utilizó madera teñida y tratada con fuego, metal en crudo, y colores como el azul oscuro para representar la noche y el dorado, la elegancia y calidad. La barra de terrazo negro moldeado tiene agregado de bronce y un frente de corcho lustrado. Y luces puntuales para lograr una escena más dramática».
Y concluyó sobre el diseño: «En VICO se contrapone dos ideas, la de la brutalidad de los materiales en su estado natural con lo elaborado, pulido. Como si se tratara de una cava, se eligieron materiales en bruto como el ladrillo, la madera quemada y cubierta en aceite, el hierro y distintos tonos de cementos alisado. Todo en un espacio atemporal en donde al ingresar se pierde el sentido del tiempo y se despierta la vista, olfato, y tacto para convertirse, al menos por un momento, en pequeños catadores».
La ciudad costera de Mar del Plata también se sumó a la movida. Desde allí, Juan Rodríguez, uno de los socios de Cava Federal, habló sobre la tendencia. «La categoría se está desarrollando muy bien. Si bien es una ciudad muy fuerte en la cerveza artesanal, el consumo de vinos por copa viene siendo otra alternativa. Nosotros hablamos de ‘bar de vino’. Lo decimos en castellano para revalidar esta industria nacional tan importante. Y, además, porque la gran mayoría de los productos que ofrecemos son nacionales».
El lugar, que convoca tanto a jóvenes como adultos, tiene una arquitectura acorde. «Tenemos tres espacios bien definidos. El primer piso es más cómodo: con tu mesa y sillas bajas y un camarero que atiende de manera personal. El patio es la opción desestructurada, donde van principalmente los jóvenes. Cuenta con unas gradas con almohadones que están tomando mucho protagonismo. Los fines de semana, y a partir de los jueves, va mucha gente y es lindo ver como a la 1 am hay gente consumiendo vino. Y la planta interior, al entrar al local, es como una unión entre el primer piso y el patio. Hay mesas altas, banquetas».
El objetivo fue crear un espacio relajado donde gente de todas las edades pueda disfrutar de un momento agradable y, principalmente, probar opciones de copas de distintas zonas vitivinícolas del país. «Tenemos 7 máquinas Newine, y cada dispenser tiene 8 picos. Por lo tanto, son 56 opciones de vino por copa y otras 140 opciones de vino por botella. Se trata de un lugar de encuentro para disfrutar el vino, de manera más personal, acompañado por una gastronomía acorde», finalizó.
Fuente: El Sol ~ La cerveza artesanal está en auge y Mendoza no es ajena a este furor donde proliferan los bares que ofrecen esta bebida. Sin embargo hay una especie de vacío legal respecto de la producción y elaboración. Es por eso que este martes el Senado aprobó un proyecto del senador radical Marcelo Rubio para regular este tipo de microemprendimientos. Ahora falta que Diputados lo convierta en ley.
Actualmente los controles están a cargo de los municipios y de la Dirección de Fiscalización y Control de la provincia. Es por eso que frente a la falta de especificaciones precisas, la iniciativa propone la creación de un “Registro de Productores de Cerveza Artesanal”, que dependerá del Departamento de Higiene de los Alimentos del Ministerio de Salud.
Este registro estará integrado todos los que elaboren, distribuyan o vendan cerveza artesanal. A su vez tendrán que estar inscriptos en el Registro Nacional de Establecimientos (RNE) , y el registro del producto en el Registro Nacional de Producto Alimenticio (RNPA), como así también la Inscripción en el Registro Provincial De Productores De Cerveza Artesanal que se cree a tal fin.
Esto permitirá otorgar un sello de garantía a los bares y a quienes expendan el producto artesanal. Ese sello se podrá solicitar a través de la Cámara Mendocina de Cerveceros Artesanales (CAMCA).
“Esto permitirá una elaboración controlada y el sello de calidad permitirá verificar la calidad del producto que se comercializa en el bar”, añadió Rubio.
Además el proyecto prevé la obligación de por parte de los vendedores o revendedores de insumos cerveceros de exigir a los clientes los registros correspondientes a quienes compren cantidades iguales o superiores a 75 kilos de cebada malteada. “Los vendedores de insumos deberán mantener un legajo para cada cliente por compras superiores a los máximos de malta; de manera ordenada para que pueda ser auditado por la Dirección de Higiene”, señala el articulado.
“Es bueno que haya un registro para saber quiénes compran más para poder controlar. Por lo general el que compra menos de 75 kilos es para consumo personal”, añadió el legislador.
Algunos detalles:
Materiales:
El artículo 7 estipula que Los responsables de los establecimientos habilitados para la elaboración de cerveza artesanal deberán aprovisionar sus ollas de cocción fabricados en acero inoxidable tratado para no alterar el contenido.
Los fermentadores y tuberías podrán ser de plástico de grado alimenticio y manguera atoxica mallada u otros materiales permitidos y aprobados por la autoridad de aplicación, según las especificaciones del Código Alimentario Nacional.
Envases recargables
Los envases o recipientes provistos por los clientes para la adquisición de cerveza artesanal deberán ser de vidrio, plástico o de acero inoxidable (barriles) con tapa hermética.
Envases descartables
El responsable de la actividad comercial podrá proveer los envases para la venta fraccionada de las cervezas artesanales. Estos envases podrán ser de vidrio, los llamados «growlers», y además se permitirá el expendio en envases descartables.
Denuncias
El usuario podrá realizar denuncias telefónicas o por la página de internet que se habilite a tal fin, ante el Departamento de Higiene de los alimentos, por todas las circunstancias que impliquen incumplimientos de los deberes del expendedor instaurados en la presente ley.