Fuente: Télam ~ El recorrido fue encabezado por un colectivo antiguo de 1947, en el que personalidades y referentes de la ciudad recorrerieron una serie de bares emblemáticos a través de una recreación histórico-musical en el vehículo de colección y restaurado a nuevo.
Una caravana de colectivos antiguos recorrió esta tarde alguno de los bares históricos del centro y microcentro porteño, en los que se detuvo para que una banda de jazz alegre a los parroquianos con su música, como parte de la celebración del “Día de los Cafés de Buenos Aires”.
El viaje comenzó cerca de las 16 en la esquina de Defensa y Brasil frente al Parque Lezama, donde se ubican los bares “Hipopótamo” y “Británico”, y luego visitó “El Federal” en Perú y Carlos Calvo, “Punto Café” en Perú 602, “El Colonial” en Perú y Belgrano, “Café Martínez” en Lima y Avenida de Mayo, “Mar Azul” en Rodríguez Peña y Tucumán, “Bar Lavalle” en Rodríguez Peña y Lavalle, “Culto Café” en Esmeralda y Viamonte, “Florida Garden” en Paraguay y Florida, y “La Biela” en Quintana 596.
Los músicos recorrieron los bares en un colectivo antiguo (Foto: Florencia Downes).
Julieta Vázquez, una de las encargadas de “El colonial”, contó a Télam: “mi familia está a cargo del bar desde el 2005, primero con mi papá Juan Vázquez y mi hermano y después me incorporé yo; estas actividades como las de hoy se hacen todos los años en el aniversario de la inauguración del Tortoni y siempre están vinculadas a lo artístico”.
“La pandemia nos trató muy mal porque estamos en el microcentro y la mayoría de nuestros clientes son trabajadores de oficinas que estuvieron cerradas o con presencialidad reducida, muy de a poco estamos volviendo a la normalidad, pero todavía estamos lejos del cien por ciento”, apuntó.
La Legislatura porteña sancionó el 5 de octubre de 2000 la ley que instituye a la celebración (Foto: Florencia Downes). Vázquez sostuvo que “hubo un enorme esfuerzo familiar para mantener el negocio, por suerte nuestras parejas tienen trabajo y pudieron entender la situación para que todo lo que entrara de las consumiciones fuese directo al pago de sueldos, alquiler del local y servicios; además hubo ayudas de la familia, el programa ATP del gobierno nacional para los sueldos y subsidios del gobierno porteño”.
“Estamos con muchas expectativas de la apertura hacia el turismo, eso nos va a traer un caudal de clientes que hoy todavía no tenemos porque hay muchas oficinas del microcentro que no están trabajando a toda su capacidad o no abrieron”, estimó.
El emblemático Cafe Tortoni (Foto: Florencia Downes).
“En estos bares la gastronomía se fusiona con el patrimonio para rescatar la historia y el arte, son lugares para ser vividos especialmente por los jóvenes que siempre fueron quienes los encontraron como puntos de encuentro y los llenaron de vida”, completó Vázquez.
La fecha del 26 de octubre hace referencia la apertura, en 1894, de la entrada por Avenida de Mayo 825 del histórico Café Tortoni.
Un festejo con bombos y trompetas (Foto: Florencia Downes).
La Legislatura porteña sancionó el 5 de octubre de 2000 la ley que instituye el “Día de los Cafés de Buenos Aires” por considerarlos un rasgo típico porteño y como una manera de apoyar una actividad que forma parte de la cultura urbana.
Fuente: Clarín Gourmet ~ Hay 71 cafés notables en 25 barrios de la ciudad. Muchos tuvieron habitués célebres que marcaron su historia.
En honor al aniversario del Café Tortoni, que fue fundado el año 1858, todos los 26 de octubre se celebra el Día de los cafés notables de Buenos Aires. Aquellos cafés, bares, billares y confiterías calificados de esa forma son un emblema del patrimonio cultural urbano que se pretende preservar a través de programas oficiales del Gobierno de la Ciudad.
En total son 71, están ubicados en 25 barrios porteñosy son distinguidos por su antigüedad, diseño o relevancia local. Los hay muy añosos como El Estaño (Aristóbulo del Valle 1100) que inauguró en 1880 o el Bar Iberia (Av. De Mayo 1196) que abrió en 1897, de perfil bohemio como el bar Británico de San Telmo (Brasil 399) y elegantes como el del Alvear Palace hotel (Av. Alvear 1891).
Además, grandes personalidades de la cultura argentina fueron habitués de muchos de ellos. Allí crearon algunas de sus grandes obras y mantuvieron encuentros y charlas memorables. Basta hacer un recorrido por sólo algunos de los más relevantes para entender porque estos espacios son la escenografía viva de nuestra historia.
Cafés, bares, billares y confiterías notables porteños:
Los bares notables favoritos de Gardel, Borges y el Che Guevara, entre otros personajes
En el cruce de Rivadavia y Rincón, en Balvanera, se levanta uno de los bares notables más antiguos, un verdadero emblema del tango argentino:el Café de los Angelitos. Desde su inauguración en 1890 contó con la presencia del mayor exponente del 2×4, Carlos Gardel, quien definió allí parte de su carrera musical.
Este espacio que en los años noventa cerró sus puertas, reabrió en 2007 con una decoración sobria y elegante. Hoy funciona con diferentes propuestas, entre ellas el ciclo Jueves Refifí con aperitivos y música en vivo.
El Zorzal también es parte de la historia de un espacio notable del barrio de San Cristóbal, Miramar (Sarandí 1190) que surgió como una sombrerería que lo tuvo como cliente al igual que al director y compositor Francisco Canaro . Luego de su cierre se reformó como almacén y despacho de bebidas. Actualmente es uno de los bodegones porteños más prestigiosos y tiene un sector de rotisería.
También se respira atmósfera tanguera en Ocho Esquinas (Av. Forest 1186). Anibal Troilo y Homero Manzi tenían debilidad por las picadas y los platos alemanes de este bar de Chacarita. Abrió sus puertas en 1939 y, casi 80 años después, su esencia permanece intacta.
Cerca de allí, en Palermo, se encuentra el Café Montecarlo (Paraguay 5491) que reabrió hace pocas semanas ya que había estado cerrado durante la cuarentena. El inmueble es de 1922 y hasta 1940, los petiseros ataban sus caballos en la puerta, por la cercanía del hipódromo. Tiene piso en damero y ventanas guillotinas. Uno de sus platos más tradicionales es el budín de pan y el habitué más célebre, el Che Guevara.
De la misma época es El coleccionista (Rivadavia 4929). Queda en Caballito, frente al parque Rivadavia y su nombre rinde homenaje a los coleccionistas de estampillas, monedas y medallas. Lo frecuentaban el artista plástico Antonio Berni, el poeta Conrado Nale Roxlo y el gran escritor Roberto Arlt.
El más notable de los escritores argentinos también pasó por muchos de estos bares y cafés. Jorge Luis Borges y su madre Leonor Acevedo merendaban en la Confitería Saint Moritz (Esmeralda 894) del barrio de Retiro.
Y en La Biela (Quintana 600) se reunía con Adolfo Bioy Casares. Detrás de la puerta de ingreso de este tradicional bar de Recoleta hay dos esculturas de sus dos habitués más célebres, parroquianos eternos con quienes los turistas suelen sacarse fotos.
También el deporte es de la partida. A Los Laureles (Iriarte 2290) concurrían boxeadores, como Gatica y “Ringo” Bonavena. En este bar de Barracas que surgió como un almacén de ramos generales la atmósfera del pasado sigue vigente: los viernes por la noche se acercan los vecinos a tocar la guitarra y a cantar algunos tangos.
Estas son algunas de las referencias que pueden guiarnos para visitar estos espacios notables de la ciudad de Buenos Aires que guardan historias. El Día de los Cafés de Buenos Aires es una gran oportunidad para descubrirlas.
Fuente: Clarín Gourmet by María Belén Etchenique ~ Su creadora empezó publicando datos y fotos de bares del circuito “no notable” de la Ciudad. Y ahora lanzó un GPS para encontrarlos.
“El bar es el bosque que le queda a la ciudad”, dijo el escritor y periodista Enrique Symns, 26 años atrás. Y la frase, la metáfora que proyecta, no se oxida. Un jueves de septiembre de 2021, la mujer detrás de Bar de Viejes -no se dirá su nombre, porque así lo pide y apenas autoriza a decir su edad (33 años)- usa las palabras de Symns para explicar qué es eso que hace y que define así: una forma de resistencia cultural, un mapa de los cafés de toda la vida y una guía para que más personas habiten los bares, antes de que ese bosque se extinga.
Empezó cuatro años atrás. Lo hizo de manera elemental: desplazándose a pie o en colectivo hasta cada uno de los bares, sentándose a sus mesas; probando el café, el flan, el sándwich de crudo y queso; viendo a dueños, mozos y clientes; tomando registro.
Así, varios días por semana, en forma metódica, trazó un circuito alternativo. Un circuito distinto al celebrado en el Día de los Cafés Notables, cada 26 de octubre. Y llevó esos recorridos a una cuenta de Instagram.
Ahí se descubre que los bares solían tener muchos espejos, para que el mozo pudiera ver cada rincón del salón, incluso, de espaldas. Y se ven imágenes que muestran las mesas de fórmica, las ventanas que dicen en letra imprenta mayúscula “café” y “bar”, las sillas Thonet, la taza de vidrio marrón, la servilleta que no limpia, el sifón de soda. Cada dato y cada foto acumula cientos de likes y la cuenta, decenas de miles de seguidores. Es el escenario ideal para la melancolía, pero Bar de Viejes no la subraya.
“No es un álbum de fotos ni un rescate nostálgico -dice la creadora-. La mirada tampoco es arqueológica. No se relaciona con los bares que ya no están ni hay una búsqueda de ir y reponer ese pasado. Bar de Viejes es un proyecto sobre los bares que existen hoy en la Ciudad de Buenos Aires, y eventualmente en la Argentina. Tiene que ver con lo vivo”.
La pandemia lo alteró todo. También, los planes de Bar de Viejes. El proyecto había recibido financiación del Ministerio de Cultura porteño para el armado de una página web y se había organizado un ciclo de encuentros en distintos cafés. Pero ni lo uno ni lo otro pudo hacerse.
“Durante el encierro, muchas personas reaccionaron con una hiperproducción de contenidos digitales: fotos, videos, transmisiones en vivo en redes sociales. Tomé la decisión de no subirme a ese tren. Los bares no estaban funcionando y no quise bombardear con imágenes imposibles, que sólo generaban ansiedad o se quedaban en lo evocativo”.
En cambio, la administradora de la cuenta se dedicó a avanzar con la construcción de la página y con la carga de datos del mapa interactivo, que desde fines de agosto de 2021 está online. “El mapa se recortó porque la ciudad cambió. Un 15% de los cafés que había relevado cerraron. Son alrededor de 100 bares de viejes menos”, dice. Y sobre lo que existía y perduró, hubo que sumar información nueva, antes impensada.
“Muchos bares que no tenían WhatsApp ni Instagram, de repente se abrieron una cuenta. Muchos que no tenían delivery ni take away, de repente tuvieron. Sumaron wifi. Una situación tan extrema como la pandemia los obligó a hacer en tiempo récord lo que no habían hecho en décadas”.
Hablar de un bar es hablar de la historia de una sociedad. De cómo se organizó la inmigración (detrás de la mayoría de los bares hay gallegos y asturianos), de trabajo (suele haber mucha contratación informal) y de identidad barrial. También es hablar de género.
Lo primero que la impulsora de Bar de Viejes pensó fue por qué. ¿Por qué siempre habitués varones adultos, blancos y heterosexuales? La pregunta volvía en cada bar. Y, cuando ya llevaba un año recorriendo y fotografiando los cafés, decidió trabajar con las palabras. Primero cambió la O de viejos por una arroba. No le pareció suficiente y sustituyó el arroba por una E. Viejos mutó a viejes.
En forma histórica, muchos argentinos adoptaron un bar. Lo usaron como una extensión de su casa, como una réplica del espacio interior en el afuera. Pero en algún momento los bares de toda la vida dejaron de serlo. Y durante la pandemia se aceleraron las despedidas, en su mayoría virtuales, con mensajes en Facebook, Twitter o Instagram, alguna anécdota, quizás una foto vieja y emojis de llanto.
“Bar de Viejes propone repensar el hábito, actualizar la herencia. Quizás hoy no nos reúnen las mismas actividades que reunían a las personas a principios del siglo XX. O quizás sí. Pero si queremos que estos bares sigan, pensemos cómo estar en ellos, cómo poner el cuerpo, sin desplazar al habitué, que va y seguirá yendo”.
La crisis económica primero y la pandemia después dirigieron al sector hacia una situación crítica, en muchos casos, terminal. Pero en el desastre, la cuarentena obligó a reparar en lo más cercano. Por ejemplo, el bar de la esquina que por demasiado común antes no se registraba.
“La mirada local fue la mirada posible porque no hubo otra: no nos podíamos mover, no se podía circular libremente por la ciudad, no podíamos viajar. Por ese lado, hubo una apertura a mirar lo próximo,lo barrial, que ojalá sea positiva”, dice la impulsora de Bar de Viejes.
Los seguidores de la cuenta de Instagram -esos que le suman likes y comentarios a cada foto o sugieren otros bares para retratar- tienen entre 25 y 45 años. Para ese rango etario, aunque puede ser para cualquier otro, se pensó el mapa interactivo. “Es una herramienta digital para conectar lo que hoy está desconectado: los bares de viejes y las generaciones jóvenes”.
Y hay razones para acercarse. Los cafés son espacios austeros, con precios accesibles y décadas de experiencia gastronómica. Al sentarse a una mesa, y si ese ejercicio se sostiene en el tiempo, ocurre un fenómeno extraño, una especie de familiaridad indiferente, un equilibrio entre estar acompañado y solo.
“Funcionan como un hogar urbano. Un refugio donde se puede descansar mental y físicamente. Alcanza con estar, no hay que producir. Se puede hacer tiempo: alquilar una mesa para mirar la ciudad a salvo del afuera. Creo que eso es lo que los hace convocantes y no es algo que sólo convoque a los argentinos, sino a cualquier persona, en cualquier parte. Es una necesidad humana”.
Cómo funciona el mapa interactivo
El mapa ofrece la opción de geolocalizar al usuario para que encuentre el bar más cercano a su ubicación. En la herramienta se puede filtrar por los cafés que están abiertos en ese momento. También, por nombre, barrio y categorías (cervecería, minutas, parrilla, sandwichería, etc.).
Por los cambios que impuso la pandemia, se agregó la opción de delivery y take away. El mapa se puede consultar en la web bardeviejes.com.ar.
Ciclo de encuentros
Bar de Viejes seguirá como cuenta de Instagram y como página web y a partir de este mes sumará un newsletter quincenal y el ciclo “Bar abierto”, que estaba pensado para 2020, pero que el Covid suspendió. Serán encuentros culturales, de música y gastronómicos en un bar distinto al mes.
“Es una respuesta activa a la situación crítica de los cafés y es una invitación directa a la comunidad para actuar y generar espacios de encuentro en un mundo pospandémico”, dice la creadora del proyecto.
Fuente: FEHGRA ~ La emblemática celebración recuerda la inauguración del histórico Café Tortoni, que abrió sus puertas en 1894. La Legislatura Porteña instituyó en 2000 el Día de los Cafés de Buenos Aires por considerarlos un rasgo típico de la cultura porteña. Este año se realizará una recreación histórico-cultural en un colectivo de colección, que recorrerá 10 bares.
Organizado por la Cámara de Cafés y Bares de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), se desarrollarán los festejos por el “Día de los Cafés de Buenos Aires”. La Cámara de Cafés y Bares organiza desde hace algunos años distintas actividades para celebrarlo, como años anteriores se han realizado variados eventos en conjunto con el Gobierno porteño y la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico.
Para conmemorar este día, el próximo martes 26 de octubre se llevará a cabo un “Especial Recorrido de festejo en un Colectivo Histórico mod. 1947”, en el cual personalidades y referentes de la ciudad participarán de una recreación histórico-musical a bordo de un colectivo de colección restaurado, pasando por 10 reconocidos bares de San Telmo y del Centro Porteño.
El itinerario es:
· 16.00hs Bar Hipopótamo y Bar Británico (Defensa y Brasil).
· 16.20hs El Federal (Perú y Carlos Calvo).
· 16.40hs Punto Café (Perú 602).
· 17.05hs El Colonial (Perú y Belgrano).
· 17.30hs Café Martínez (Lima y Av. de Mayo).
· 18.00hs Mar Azul (Rodríguez Peña y Tucumán).
· 18.20hs Bar Lavalle (Rodriguez Peña y Lavalle).
· 18.50hs Culto café (Esmeralda y Viamonte).
· 19.15hs Florida Garden (Paraguay y Florida).
· 19.45hs La Biela (Quintana 596).
En la unidad viajarán los integrantes del grupo Dixieland “Bander Jazz”, quienes darán un breve show en cada una de las paradas gastro-culturales del recorrido -en la puerta de cada bar-. Allí, transeúntes y seguidores de la caravana podrán disfrutar de un repertorio alusivo y recibirán de obsequio, postales realizadas especialmente para la celebración con ilustraciones creadas por el reconocido arquitecto y dibujante Horacio Spinetto.
Un animador irá comentando el motivo por el cual se festeja este día tan especial. También habrá descuentos y promociones en los locales adheridos a un mapa interactivo.
El Día de los Cafés de Buenos Aires cuenta con el apoyo de BA Capital Gastronómica, programa de gobierno que busca posicionar a la Ciudad de Buenos Aires como capital gastronómica de América Latina; su objetivo es potenciar la actividad económica a través del desarrollo gastronómico porteño, desde la generación de empleo y la promoción de políticas alimentarias sostenibles. La celebración tiene el acompañamiento de la Dirección Gral. de Patrimonio, Museos y Casco Histórico (perteneciente al Min. de Cultura del GCBA) y de la Comuna 1.
Fuente: Cronista ~ Sus dueños prevén expandir esa marca y Cafecito por la Florida y otras ciudades de Estados Unidos y abren otros locales nuevos. Se asociaron a una consultora, también de argentinos, para asesorar en el desembarco y en la gestión del negocio a otras empresas y ya crecen 60%. Qué ofrece Miami a inversores gastronómicos y por qué está en auge
Miami es hoy la meca de las nuevas inversiones gastronómicas. La ciudad sigue atrayendo nuevos restaurantes y bares de la mano de inversores argentinos y, también, del resto del mundo.
A los recientes anuncios y aperturas de marcas argentinas como Ol’Days, The Food Truck Store,La Birra Bar, Lucciano’s, Pani y Harper Juice, entre muchas otras, se están por sumar los porteños Presidente Bar y Cafecito – Tiny Coffee Shop, que abrirán sus puertas en los próximos meses.
Los nuevos emprendimientos son desarrollados por Ezequiel Pereira y Sebastián Schkair, dueños del Presidente Bar, de Recoleta, y de Cafecito (éste último, de Pereira con otros socios), que cuenta con tres locales en Buenos Aires. Pero no son los únicos proyectos de los socios de 38 años, que trabajan juntos desde los 18 y ya residen en Miami.
En el proceso de expansión de estas dos marcas, fueron asesorados por Sherpa Consultancy, una consultora también de argentinos, a la que decidieron asociarse para ayudar a inversores gastronómicos a desembarcar en Estados Unidos y para expandir otras marcas nuevas propias.
«El Presidente Bar estará en Wynwood, en un desarrollo inmobiliario más amplio que aún está en construcción, y abrirá en abril o mayo próximo. También prevemos expandir Cafecito en Miami, pero el proyecto está un poco más demorado. Esta temporada, sí vamos a abrir Cafecito en Punta del Este, en principio por el verano«, comenta Pereira, que se radicó en Miami hace dos años.
Pero ese no será el único local de Presidente Bar, que cuenta con un formato de 400 m2 y de 40 a 50 empleados. Además de Wynwood, «planeamos llevarlo a otras ciudades de Estados Unidos y, también, a Europa.Cafecito, que es un negocio más chico, proyectamos expandirlo en varios puntos de Estados Unidos«, anticipa.
«Cuando desarrollamos nuestro proyecto para abrir Presidente Bar en Miami, contratamos a Sherpa, porque para ingresar a un mercado nuevo es necesario tener una pata local que te asesore con los permisos, los contratos, las obras; éste es un mercado difícil y cualquier error significa pérdida de tiempo y dinero«, agrega. «Nos pareció interesante Sherpa como empresa y decidimos asociarnos, para poder expandir otros negocios gastronómicos en Estados Unidos«, explica Pereira.
«Nos dimos cuenta de la importancia de la experiencia en este mercado, para negociar contratos, qué corresponde y qué no. Es algo que necesitás para invertir en Miami. Conocimos a Ilan Sitt, de Sherpa, vimos la beta comercial y decidimos ingresar como socios. La empresa la integra también Lisandro Orfila, los cuatro somos argentinos«, explica Sebastián Schkair, que hace tres meses se instaló con su familia en Miami para centrarse en el desarrollo gastronómico.
Además de la expansión en Miami de sus dos marcas porteñas, los socios están abriendo otras, bajo el nombre Jatto y Balagan en 20 días y tres meses, respectivamente. Pero, además, asesoran a empresas de argentinos como Ol’Days, Wayku y Paper Fish en su expansión. También están a cargo del próximo desembarco de otras marcas argentinas conocidas, pero que aún no pueden difundirlas. Por este boom de nuevos proyectos, Sherpa creció un 60% este año, de la mano de los cuatro socios.
A través de la consultora, no sólo facilitan la gestión de permisos, obras y contratos, sino que también, en algunos casos, se encargan de la gestión del negocio una vez que esté funcionando. Y, en otros, también participan como socios del proyecto.
Miami vive un boom de inversiones en general y de gastronomía, en particular. Si bien no hay un número preciso, los socios estiman que abrieron en Miami más de 150 locales gastronómicos de inversores argentinos en el último tiempo. En todo el estado de Florida residen, además, unos 200.000 argentinos.
¿Cuáles son las razones de este auge gastronómico en la ciudad? «Miami vive un crecimiento absoluto, se están poblando todos los espacios. Y el negocio gastronómico no sólo funciona muy bien, sino que permite aplicar para una visa de residencia a extranjeros, algo que otros negocios no. Por eso también apuntan a este negocio. Muchas marcas ya consolidadas en otros lugares apuestan a este mercado, con un riesgo menor», dice Schkair.
«La pandemia cambió la cabeza de la gente. Miami fue uno de los lugares donde más libertad había en la pandemia. No estuvo cerrada mucho tiempo y además es ideal para actividades al aire libre por el clima y la playa. Mucha gente decidió venir a vivir acá y, para hacerlo, tenés que tener un negocio«, explica Pereira.
Pero Miami no sólo atrae a argentinos, sino también a otros inversores de América latina y, también, de otras ciudades o regiones del país, como Nueva York y California. «En Wynwood se estima un crecimiento gigante y hay empresas que están viniendo a instalarse a la Florida, en parte también por la experiencia en pandemia y por incentivos que ofrece».
«Hay dos tipos de inversiones gastronómicas, de primera generación, desde cero, que requiere más inversión, y de segunda generación, a través de la compra de un fondo de comercio. Pero éstos últimos son muy difíciles de conseguir, porque hay mucha demanda y no tantas buenas opciones. Por eso, la mayoría de los nuevos son de primera generación», aclara Schkair.
Los costos de instalar un negocio gastronómico en Miami varían según diversos factores, como la zona, el equipamiento necesario según el menú y su formato. «Varía mucho, pero un local de segunda generación, ya armado, puede costar unos u$s 600.000 a u$s 700.000 de inversión promedio; para uno de primera generación, nuevo, se requiere el doble», detalla Pereira.
Los márgenes también varían. «En Miami, oscilan de 17% a 24% en el caso de bares y de 15% a 18% en otros locales netamente gastronómicos.En la Argentina el margen suele ser mayor, pero es más difícil proyectar el recupero de la inversión por el tipo de cambio; se invierte en dólares y se gana en pesos. En Estados Unidos, el margen es en dólares y si bien hay inflación, es de 6%», precisa Schkair.
Fuente: BAE ~ Los tres hermanos Castro no tenían consuelo, la pandemia los obligó a cerrar y no encontraban una salida. Ocurrió el milagro, apareció un socio, alguien que los aprecia y los ayudará durante dos años. Trabajan duro para dejarlo lindo como siempre.
Los hermanos Castro están felices, después de una larga lucha pudieron salvar el histórico bodegón El Obrero de La Boca. Heredaron la pasión de su padre, Marcelino, quién lo fundó en 1954 y no querían defraudarlo.
Cuando desembarcó la pandemia cerró sus puertas por ocho meses, con mucho esfuerzo decidió abrir en diciembre pasado pero a fin de enero tuvo que cerrar. Sólo abrió al mediodía, no estaba ubicado en una zona para hacer delivery, además, a la noche no podía usar la vereda por falta de seguridad. Encima tuvieron que sacar hasta la última camiseta de fútbol y el último banderín por pedido del Gobierno de la Ciudad. De 20 mesas sólo podía usar 5 y los números no daban y El Obrero tuvo que cerrar.
La pasaron muy mal. “El ATP para nuestros 10 trabajadores llegaba algunos meses, otros no. Tuvimos que sacar préstamos en el banco, para que por lo menos, no les falte el ATP. Somos un Bar Notable y hasta tenemos la chapa de Bar Histórico pero no recibimos ninguna ayuda. No podíamos pedir más préstamos porque después teníamos que pagarlos”, contó Silvia Castro a BAE Negocios.
Todo fue muy duro, con tanta tristeza a Pablo, el más bajo de los hermanos Castro se le disparó una dura enfermedad. A la bronca e impotencia de no poder abrir, se sumaba la angustia de hacerle frente a un muy duro momento. Cuando pensaban que todo estaba perdido, se encendió una luz de esperanza.
Silvia Castro dio la primicia a BAE Negocios: “Sumamos un socio que nos ayudará durante dos años, queremos hacer otro intento. Estamos por convocar a todos los empleados que trabajan antes con nosotros, ojalá puedan volver. Comenzamos a reparar cosas en el local, estamos arreglando las camisetas y los banderines para volverlos a colgar. Queremos que los que vengan se encuentren con El Obrero de siempre”.
La zona recobra vida, la Usina del arte se reconvirtió en un centro vacunatorio, se instaló cerca una empresa de transporte. El problema es que el home office y el alto tránsito de la zona les impide abrir al mediodía. “Nuestros clientes no tendrían donde estacionar, por ahora. Pensamos abrir sólo de noche para arrancar. Sabemos que sigue todo difícil, la inflación no se detiene, pero confiamos que vamos a poder sostenerlo”, explicó entusiasmada.
Visitado por Bono, Francis Ford Coppola, Robert Duvall, entre otros, seducía a argentinos y extranjeros por igual. Sólo le faltó ir a Diego Maradona, cuentan sus propietarios. Conseguir a la noche una mesa era una misión casi imposible. Pero una vez adentro, la carta de platos escrita en tiza en un pizarrón era una tentación.
Todavía no está la fecha exacta de apertura, pero los hermanos Castro aseguran que será en noviembre la gran reinauguración. No dan más de felicidad, saben que sus padres, Marcelino y Lidia, deben estar brindando donde quiera que estén. La vuelta al trabajo los ayudará también a poder sostener a Pablo para que pronto se recupere y los pueda volver a acompañar. En la puerta de Agustín R. Caffarena 64, ya comienzan a ir y venir, la zona deLa Boca recobra la alegría. El Obrero en breve, levanta la cortina.
Fuente: Perfil ~ Tras la crisis del sector, algunos bares tradicionales porteños tratan de consolidar su espacio a partir de reaperturas con nuevos dueños.
Entre los diferentes rubros económicos afectados por la crisis de la pandemia por el coronavirus desde hace 18 meses, el sector de la gastronomía en general fue el más afectado. Y dentro de este, los bares notables fueron algunos de los más golpeados.
Si bien algunos subsistieron a fuerza de deliveries y beneficios económicos otorgados por el Estado porteño o el nacional, algunos sucumbieron al no resistir el embate de la crisis que se desplomó sobre este tipo de bares.
En los últimos tiempos, la situación cambió y varios de ellos volvieron a levantar las persianas. Algunos estrenando dueños, tal como fue el caso de Los Laureles, en Barracas; el Montecarlo, en la esquina de Paraguay y Ravignani, en Palermo, o La Giralda, en plena avenida Corrientes. Mientras que otros, como el caso del Viejo Buzón, en el barrio de Caballito, se mantuvieron y sobrellevaron la situación de la mejor manera que pudieron a partir del empeño y esfuerzo de sus dueños de siempre, tal como es el caso de Felipe Evangelista, quien además es presidente de la Asociación de Bares Notables de la Ciudad de Buenos Aires. Otros bares notables que también reabrieron sus persianas en los últimos tiempos fueron La Buena Medida, en la Boca, y 9 de Julio, en el barrio de Mataderos.
En el sur. “Junto con un amigo del barrio, Claudio Sorini, compramos el fondo de comercio de Los Laureles. Mi socio era habitué del bar y fanático del tango”, afirmó Sergio Mosquera, uno de los flamantes dueños del emblemático bar del sur de la Ciudad. “Decidimos aventurarnos en este proyecto basados en su relación con la gastronomía y el tango, y por mi lado, aportando la cuota relacionada con el turismo y mi profundo amor por Barracas. La idea siempre fue recuperar Los Laureles, que es un emblema del barrio”, agregó.
Respecto a sus expectativas sobre el lugar, Mosquera afirmó que “esperamos perder lo menos posible. Tuvimos que hacer una gran restauración del lugar”. En relación con su reapertura oficial, el empresario afirmó que será el próximo viernes 15. Luego funcionará de jueves a sábados por la noche, en los que habrá shows y clases de tango. Mientras que los domingos al mediodía funcionará una peña folclórica.
Desde el sector. “Estas reaperturas nos ponen muy felices, más allá del esfuerzo que nos significó subsistir en medio de la pandemia, que sin las ayudas que recibimos del gobierno nacional y el de la Ciudad no hubiésemos llegado a ‘esta primavera’ que estamos viviendo en la gastronomía”, aseguró Evangelista a PERFIL. De todas maneras, para el gastronómico la llegada de “esta primavera al sector” también representó la de las intimaciones por falta de pago, o enfrentar problemas judiciales a partir de la situación vivida en la pandemia. “Con la salida del sol empiezan a querer cobrarte las deudas. Si te atrasaste en algún servicio o impuesto, llegan las intimaciones y ejecuciones. En mi caso, por ejemplo, estoy enfrentando un juicio laboral por casi 2 millones de pesos por una persona que trabajó solo ocho meses. Estas situaciones te llevan a la quiebra y a la pérdida de fuentes laborales”, aseguró Evangelista. “Si bien estamos felices por las reaperturas, también estamos preocupados por la subsistencia de quienes resistimos en el sector”, completó el dueño del bar emblemático de Caballito.
En relación con los beneficios y exenciones que recibieron los bares notables, desde el Ministerio de Cultura porteño informaron que fueron incorporados a la línea de funcionamiento del Fondo Metropolitano de las Artes por primera vez por un monto total de $ 4 millones. De los 86 bares notables registrados, cerca de cincuenta recibieron este beneficio. También fueron incluidos en la exención del pago de dos cuotas de ABL y se autorizó a 15 de ellos a expandirse en el espacio público para recibir más clientes.
“Los bares notables son parte esencial de nuestro patrimonio cultural. Fortalecen la identidad del barrio y son espacios de encuentro que promueven la participación de vecinas y vecinos en la vida cultural de nuestra Ciudad. Los bares notables cumplen un rol social indiscutible”, aseguró Enrique Avogadro, titular de la cartera ministerial porteña.
Fuente: Infobae ~ Para que sea distinguido como tal, se deben seguir ciertos protocolos y estándares establecidos en su preparación. En el Día Internacional del Café, las mejores aperturas recientes y algunos clásicos de siempre
Un “feca” a secas, una lágrima en jarro o un cortado. La tradición cafetera de Buenos Aires se remonta hasta principios del siglo 20 y aunque el país no produce ni un sólo grano, siempre ha sido una excusa para la reunión entre porteños. Sin embargo, todo ha cambiado en los últimos años y casi en paralelo a la llegada de las cervecerias artenales, el café de especialidad ha irrumpido, ofreciendo un producto de alta calidad, con distintas variedades y preparado profesionalmente por baristas.
Es que desde 2019 se vio un boom de cafeterías de especialidad en la capital porteña, que de a poco se fueron convirtiendo en las nuevas cafeterías de barrio, reemplazando de esta forma los locales más antiguos y clásicos. En los últimos años la cultura cafetera expandió sus horizontes y no quedó limitada a ese gesto melancólico de los bares más tradicionales.
Trabajar sobre el grano y su trazabilidad, conocer su origen, la cosecha y el método,resaltar características específicas y tener un conocimiento absoluto acerca de la materia prima son solo algunas de las claves para la producción de este café que haimpulsado en la última década un movimiento que tiene puesto el foco en la sostenibilidad, la trazabilidad y el comercio justo. Como pasó con el cacao hace tiempo, el café vive una revolución en términos de calidad.
Pero, ¿qué es exactamente? La definición de “café de grado especial” es, en realidad, bastante sencilla. Según el sitio web del Instituto de Calidad del Café (CQI, por sus siglas en inglés), el café se considera “de especialidad”cuando un catador de café certificado lo califica con un puntaje de 80 o más en la escala de 100 puntos de la Specialty Coffee Association (SCA). Entonces, si un café tiene una puntuación superior a 80 en la escala de 100 puntos y cumple con estos criterios, es “de especialidad” por definición.Si un café tiene una puntuación superior a 80 en la escala de 100 puntos y cumple con estos criterios, es “de especialidad” por definición
“Se destaca por ser un trabajo de calidad artesanal, desde la selección de frutas en las cosechas hasta llegar la taza del consumidor. El público porteño está en la búsqueda de consumir mejores cafés,apreciar una bebida de calidad,disfrutar del servicio de una cafeteria y llevarse los granos para prepararen su casa”, sostuvo en diálogo con este medio la joven Valeria Sánchez, barista y roaster, y fundadora del flamante Sastre Café en Caballito.
Argentina está comenzando a equipararse en materia de cultura cafetera con lo que sucede en otras grandes metrópolis. Ya convertido en un nicho gourmet,el café se posiciona como lujo posible apuntalado por estándares de calidad más altos, en consonancia con una sociedad que valora cada vez más el buen comer y la movida agroecológica que se ubica en la vereda de enfrente de la intervención química de los alimentos. Café incluido.
“El café es un símbolo cultural de los argentinos. Pero ahora, los consumidores más jóvenes quieren conocer cafés de distintos orígenes y de diferentes modalidades en la preparación, conocen y frecuentan un circuito de cafés de especialidad, y a la hora de consumir son mucho más exigentes”,explicó a Infobae Martín Cabrales, heredero del imperio cafetero más importante del país.
13 propuestas que ofrecen una experiencia sensorial única
Verdín
Es sin lugar a dudas una de las novedades del barrio Colegiales. Con opciones para todos los gustos (buen café, té, pastelería tradicional, vegana y sin gluten), este nuevo tesoro cafetero está atravesado por el diseño y la arquitectura. Sirven café de Nicaragua tostado por Puerto Blest. Un plus: su inmensaterraza al sol.
¿Dónde? Zapiola 1514, Colegiales
Sastre Café
Abrió en plena pandemia de coronavirus, en un local donde funcionaba una clásica sastrería barrial de 1975. Sus dueños, Valeria y Santiago, la refaccionaron pero conservaron toda la historia del lugar. El nuevo espacio de café de especialidad del barrio de Caballito, muy cerca de Parque Centenario, no sólo aloja una máquina de café, tazas y un mostrador con productos de panadería; también algunas planchas antiguas, tijeras, una máquina de coserSinger de pie y hasta un maniquí que viste un saco sastrero tiene su lugar.
¿Dónde? Av. Díaz Vélez 4674, Caballito
Altar
Un café que mezcla pastelería, plantas y tarot. Sí, tarot. Altar combina café de especialidad con tarot y plantas. El café es de Fuego Tostadores, un blend de Guatemala y Dulce Capricornio (Brasil). Los planetas se alinearon para crear esta ventanita del buen paladar.
¿Dónde? Céspedes 3065, Colegiales
RVR Café
RVR está ubicado en la parte de adelante de una tienda de ropa. Nació con la idea de generar una experiencia gastronómica que descolle la experiencia del café y la medialuna. Esta atípica pero deliciosa cafetería ofrece una carta estacional que se renueva en función de los productos disponibles según la época. Ofrecen una propuesta curada que prioriza la elaboración con materia prima agroecológica y de buena calidad, con opciones gluten free y veganas.
¿Dónde? Malabia 1148, Villa Crespo
La Noire
La Noire te transporta a los típicos cafetines parisinos. Acá se dedican casi con exclusividad al café pero hay opciones saladas para el mediodía o la tarde-noche. Por supuesto tienen las famosas croissant y pain au chocolat.
¿Dónde? Bonpland 1173, Villa Crespo / Virrey Loreto 3302, Colegiales
Oss Kaffe
Este rincón de Belgrano podría formar parte de la mejor gastronomía internacional, sin nada que envidiarle a la más notables cafeterías. Su fundador, el arquitecto Fernando Iglesias Molli, se inspiró en el café de la cultura nórdica y optó por una perspectiva minimalista para la fachada del lugar. En su página se define como “apasionado por la arquitectura y la trazabilidad del café”.
Su bebida estrella: el “Öss Ten”, café frío –cold drip de Nicaragua–, ginger ale, limón, hielo y sal marina. De la oferta gastronómica se destaca un riquísimo budín de banana, o unas tostadas con queso fresco. El café al paso es una gran opción y la barra a la calle es ideal para la temporada de calor.
¿Dónde? Franklin D. Roosevelt 1894, Belgrano / Migueletes 1041, La Imprenta
Jisu
Con una propuesta arquitectónica diferente, JISU, ubicado en Puerto Madero, se asemeja más a una plaza pública que a una cafetería de especialidad. Desde que abrió sus puertas, el local inspirado en la cultura oriental se volvió viral en las redes sociales por la sorpresa que generó el diseño de su local, que no tiene mesas ni sillas, sino canteros, plantas, baldosas y cemento.
El fundado que la idea de abrir el local estuvo inspirada en la isla Jeju en Corea del Sur yademás demás de buscar que el espacio tenga un aura porteña también quisieron darle pequeños toques
¿Dónde? Mariquita Sánchez de Thompson 367, Puerto Madero
Tres
Agustina Román, una de las mujeres que más sabe de café en el país y ex jefa de tostado en Ninina, ahora se dedica al 100% a este proyecto personal. En la luminosa esquina deTeodoro Garcia y Cramer, este cafecito al paso abrió su puertas el 1 de enero de 2021 para inaugurar el año con rico café.
Los destacados de su pastelería: la red velvet cookie y el canele.
¿Dónde? Teodoro García 2806 , Colegiales
Vive Café
Vive es una cafetería de especialidad en Palermo Hollywood que combina pastelería artesanal con una muy buena atención, un café riquísimo y un ambiente que te hace sentir como en casa. Jonathan y Vanesa, sus fundadores, atienden el local y ofrecen variedades de café caliente como especiales fríos y chocolates calientes colombianos.
“En Colombia tampoco es tan viejo lo de los cafés de especialidad. Hace seis años quisimos traer ese concepto a Buenos Aires. Al principio, traíamos café colombiano, de acidez media/alta y notas a chocolate, porque acá no se conseguía de calidad. Siempre fuimos muy abiertos. Sin maltratar el café ni descuidar las prácticas, escuchamos al cliente y tratamos de darle lo que quiere”, explicó Jonathan a Infobae.
¿Dónde? Costa Rica 5722, Palermo
Cigaló
Lleva su nombre por el carajillo o cigaló en idioma catalán, una bebida hecha con café y brandy u otra bebida destilada. Suele servirse en vaso pequeño y es típica de España. Este proyecto nació hace cuatro años en Villa Urquiza y, a fin del año pasado, se expandió a Colegiales y Palermo. Cada uno tiene su propia identidad, pero el mismo protagonista: los métodos de filtrado.
La propuesta se completa con pastelería casera, de producción diaria y tragos de autor. El menú no deja afuera al famoso té matcha ni a las opciones veganas desde un café con leche de almendras hasta un budín vegano de calabazas.
KissatenTostador recoge inspiración oriental en un amplio sentido. Japón es uno de los mercados que fomentó la tercera ola de café, como le llaman a este fenómeno de casi un culto por la búsqueda de calidad en cada uno de los procesos. El kaizen, y el cuidado del entorno, en cada detalle, y en los aspectos de producción y servicio son sus valores centrales.
¿Dónde? Arroyo 826, Retiro
LAB Tostadores
Un verdadero laboratorio de tostado de caféde alta calidad que utiliza seis métodos de filtrado diferentes. Y además, desarrolla micro lotes de diseño exclusivo para todo el sector gastronómico.
“El tipo de grano es fundamental para aportar calidad a la bebida, conocer el origen y su procesamiento es clave para poder aplicar un tueste diferenciado”, aseguró a Infobae Alexis Zagdañski, su fundador.
LAB no es solo una cafetería, sino que brindan cursos amateurs y profesionales de entrenamiento para baristas donde transmiten sus conocimientos y pasión por el café.
¿Dónde? Humboldt 1542, Palermo
Flat & White
En Flat & White todo gira en torno al amor por el café. Entre tanto barullo de la ciudad, la oferta de café de especialidad, avalada por la Specialty Coffee Association of Europe, invita a los habitantes porteños a tomarse un delicioso descanso en tasa.
“Buscamos la excelencia en cada taza y compartir nuestro conocimiento para elevar los estándares de calidad del café de especialidad en toda Latinoamérica. Somos tostadores y actualmente contamos con dos cafeterías (por abrir una tercera), tienda online con envíos a todo el país, centro de capacitación y tenemos un canal de YouTube con 150.000 seguidores donde compartimos la historia detrás del café y enseñamos a mejorar las preparaciones tanto en casa como en cafeterías de todo el mundo”, dijo ante la consulta de Infobae Gabriel Gazdik, uno de los fundadores.
Fuente: Clarín Gourmet by Pietro Sorba ~ El impactante local de la bartender Mona Gallosi ofrece cócteles creativos, cocina multiétnica y una buena selección de vinos.
Los emprendimientos gastronómicos pueden ser el resultado de una fría ecuación, despegada de todo tipo de romanticismo y dominada por la lógica del marketing o, en otros casos, ser la materialización emocional de los anhelos de sus fundadores. Son dos miradas muy diferentes entre sí.
En la primera se construye casi científicamente una formula gastronómica cuyo objetivo es la captura de los deseos de consumidores en búsqueda de “algo valioso” y “digno de ser vivido”. En la segunda, el camino es transmitir convicciones profesionales-gastronómicas y personales -íntimas y genuinas- usando un lenguaje contemporáneo, creativo y atento a las tendencias.
“Mona” Gallosi, es rionegrina, porteña por adopción y bartender de primerísima línea de la coctelería argentina. Su vida fue y es un cóctel de rebeldía (de la buena), pasión y perseverancia. A partir del primer flechazo por las barras transitó por un crescendo de desafíos.
El último fue en el año 2019, cuando inauguró Puente G, el proyecto que fusionó todas sus pasiones: coctelería, arte, cultura y gastronomía. Un power bar multifacético de 400 m2 de alto impacto escenográfico -dominado por una rutilante barra de ocho metros– pensado para que sus contenidos, temáticos y gastronómicos, evolucionen como un trabajo en progreso permanente, abierto y entretenido.
Hoy la propuesta tiene tres ramificaciones conectadas entre sí. La principal es la coctelería –creativa, alquímica y de alta calidad-, que se complementa a la perfección con la cocina multiétnica del chef Daniel García y con los vinos elegidos por Marcela Rienzo.
El menú presenta siete apartados (dedicados a siete puentes del mundo) que remiten al placer, al viaje imaginario, a los sabores del planeta y a la conexión cultural. Los productos de la barra son protagonistas absolutos. La comida los acompaña con peso especifico adecuado.
El cocktail Penton (gin, cordial de suico y agua tónica) es seco, perfumado y estimulante. Las empanaditas de osobuco, queso provolone y verdeo (Puente de la Mujer-Buenos Aires-Argentina) presentan masa hojaldrada y friable. Su carne desmechada es húmeda, sabrosa y suculenta.
Las croquetas de morcilla (Tower Bridge-Londres-Inglaterra) son redondas, doradas y suaves. La energía del alioli cítrico que las acompaña genera un contraste agradable. Los langostinos fritos (Golden Bridge-Da Nang-Vietnam) son grandes y de fritura impecable. Se regocijan en la dulzura de la leche de coco y de la mermelada de chile al que se suman juliana de mango, cubitos de palta y cilantro.
Finalizar con una tarta Limón Brûlée (Pont Nuef-París-Francia) síntesis lograda entre dulzura y acidez amable. Servicio muy cordial y profesional. Música a cargo de DJ.
Fuente: Clarín ~ Tiene casi 100 años y había cerrado durante la cuarentena. Lo remodelaron y recuperaron elementos de los inicios. Y también algunas de las recetas clásicas.
Cuando Montecarlo cerró en pandemia, los vecinos temieron que fuera el final definitivo de este café notable de un siglo de historia. Por eso esta primavera es para ellos un renacer en más de un sentido: vuelve su bar querido, con nueva dueña pero recetas de antaño y parte de su look original. Este martes hubo preinauguración multitudinaria en esta esquina de Palermo bien barrio. Este miércoles es la reapertura oficial.
Fuera toldo verde y pérgola, bienvenida nueva luminosidad. Para dejar entrar más luz a Montecarlo, el arquitecto Jorge Fernández quitó obstáculos y amplió ventanas: la pintura que cubría parte del vidrio debajo de los arcos fue removida, y ahora las persianas pueden elevarse aún más. Además, se habilitaron las salidas que había debajo para ventilar mejor.
Otros elementos del paisaje quedaron igual o recuperaron su sitio. Las baldosas en damero sobreviven. Algunas fueron trasplantadas para que pudiera reubicarse la barra, que ahora está sobre Ravignani, como en los primeros tiempos. También están las mesas de madera y las sillas tapizadas en granate. Y volvieron las puertas de hierro de 1922, antes arrumbadas en el sótano, hoy en diálogo con la baranda forjada del balcón.
Incluso sigue el famoso budín de pan, con la receta de su anterior dueño, Gerardo Lorenzo, que heredó de su padre José el bar que antes era de su abuelo. Y continúan las tazas de café monumentales, “las más grandes de la Ciudad, de casi medio litro”, asegura en diálogo con Clarín Paula Comparatore, la nueva capitana de Montecarlo.
Especialista en cocina autóctona, la chef creó una carta con los clásicos del lugar. A eso le sumó platos con ingredientes de estación, que van cambiando todos los días, y entre mediodía y noche. Una propuesta amplia para un lugar que abre de martes a domingos a las 8.30 y cierra a las 20, y que tiene cena los jueves, viernes y sábados, cuando se mantiene abierto hasta las 24.
Las bandejas que circulan en esta previa anuncian parte del menú. Los vecinos se lanzan a probarlas y piden detalles a los mozos. Pasan empanadas y también papas rosti con crema de eneldo y salmón ahumado, un adelanto de lo que será el brunch. Hay además meriendas, sándwiches y carta copetín. Y, en breve, un revuelto gramajo revisitado, con lomito de cerdo, mousse de arvejas y huevo poché.
“También tenemos vinos a precio de vinoteca, con descorche en la mesa, y aperitivos como el trago Montecarlo”, cuenta Comparatore, y le pide al bartender Juan Semerdjian que lo detalle: gin, Hesperidina, Granadina y jugo de limón. Bien vintage, como los Chevrolet antiguos estacionados en la esquina especialmente para la ocasión.
La entrevista de esta preinauguración se corta varias veces: los vecinos saludan y charlan con Comparatore. Uno de ellos es Faustino, que vive cerca y frecuentó por 13 años el bar. Recuerda sus bifes y sus milanesas. Pregunta si podrán pedirse para llevar. “Vamos a tener delivery, pero va a ser propio, no por apps”, responde la nueva dueña. Él se va prometiendo volver y llevándose una bandeja de empanadas.
Salieron del horno de barro que forma parte del nuevo Montecarlo. En breve se sumará un gran kamado blanco, horno cerámico de origen japonés, donde se cocinarán costillitas de cerdo, pizzas, también algunas empanadas.
Salieron de las manos de Christian Heredia las letras contra el vidrio. El letrista ya hizo los letreros de otros clásicos renovados, como El Preferido y Banchero. Las nuevas de Montecarlo son cursivas como las anteriores, pero en lugar de anunciar “Café – Bar” rematan con “Bar & Despensa”.
Comparatore explica que lo rebautizó así porque venderá té en hebras, salsas y mermeladas, entre otras delikatessen. Y que la estrella que acompaña el logo tiene menos que ver con el Che Guevara joven que supo ser habitué y más con “una forma de revolución que hemos hecho acá en el barrio”, admite. Una que querían que tuviera fecha a tono: iba a ser el 25 de mayo. Finalmente tomó unos meses más.
El acto de preinauguración cierra con tango de la orquesta Típica Sudestada, en la que toca el bandoneón el propio Lorenzo. “Le paso la posta a Paula y yo me dedico al arte. Ver esto me hace muy feliz”, dice el antiguo dueño antes de hacer sonar en vivo uno de Roberto Firpo, “El amanecer”. Una buena metáfora para un verdadero renacimiento.
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