El whisky patagónico de culto por el que se paga hasta $ 80 mil la botella

Fuente: Clarín Gourmet by Graciela Baduel ~ La Alazana fue creado por la familia Serenelli. Los fanáticos viajan especialmente a El Bolsón para probar este single malt.

Hace diez años, cuando Néstor y Lila Serenelli empezaron a fabricar whisky, no imaginaban que su chacra Las Golondrinas, muy cerca de El Bolsón, se convertiría en atractivo turístico. Es que la pequeña producción de La Alazana, un single malt patagónico, empezó a ser codiciada por argentinos y extranjeros. Aunque su precio en la destilería es de $ 12.000, en la web se ha llegado a vender a $ 80.000.

«Yo mismo me sorprendo cuando me piden ‘el más caro’ porque vieron esos precios exorbitantes en Internet.», cuenta Serenelli. Hoy, además del clásico y el ahumado ($ 15.000), tienen a la venta unas pocas botellas de la expresión 10 años, a $ 18.000.

La fama de este destilado que solo se puede comprar en forma directa en Chubut (no se hacen envíos) fue creciendo con el tiempo. Tanto, que tuvieron que organizar catas con turno. «Hasta le pedimos a la Secretaría de Turismo de El Bolsón que no nos mande gente», se asombra Néstor, «porque no damos abasto».Un whisky de antología, La Alazana expresión 10 años.

Un whisky de antología, La Alazana expresión 10 años.

De lunes a sábado, cuando terminan el trabajo de producción, empiezan con las catas, para grupos reducidos y si el clima lo permite, al aire libre.  Llegan a Las Golondrinas unas 500 personas por mes, desde distintas partes del país y también desde el extranjero. 

La Alazana, el primer single malt patagónico

Elaborar un whisky requiere de un proceso largo y complejo. Nieto de un italiano que destilaba su propia grapa, Serenelli intuyó desde muy joven que quería dedicarse a eso. Varios viajes a Escociaterminaron de convencerlo.Néstor Serenelli fundó La Alazana, la primera destilería de whisky de malta de la Argentina.

Néstor Serenelli fundó La Alazana, la primera destilería de whisky de malta de la Argentina.

En 2011, junto con su esposa Llia se establecieron en una finca en el valle del cerro Piltriquitrón, ubicado en las afueras de Lago Puelo. Pero antes pasaron varios años recorriendo el sur del país para encontrar el lugar perfecto. Es que, a diferencia de otras opiniones, el master distiller de La Alazana cree que en whisky, el terroir es tan importante como en el vino.

“Año tras año las variedades de malta sufren modificaciones, porque las cebadas se comportaron de una forma diferente en el cultivo, y hacen un whisky diferente. Se han hecho pruebas en Gran Bretaña, con la misma semilla en cinco regiones y resultan destilados distintos”, explica.Dos expresiones de La Alazana, el clásico y el ahumado.

Dos expresiones de La Alazana, el clásico y el ahumado.

La Alazana es un whisky proveniente de la variedad odyssey sembrada en Patagonia,  y algo de la misma cebada importada de Inglaterra para completar la producción. “La de nuestros campos se comporta diferente a la odyssey que la cultivada en Escocia, Gales o el norte de Inglaterra”.

Cómo es el whisky patagónico La Alazana

“Del campo a la botella” es el lema que acompaña la presentación del sitio web de la destilería. Y además de los granos sembrados en su chacra, el single malt de los Serenelli se elabora con agua del deshielo de la cordillera y se quema con turba de la región. El aporte del clima es central, porque le da las condiciones perfectas para el añejamiento.

Una sola barrica. “Podrían haber sido más, pero se dio así y así está bien”, dice Serenelli. Habla de lo que se convirtió, después del embotellado, en la “expresión 10 años”. El resto fue comercializado entre 2013 y 2014 porque los productores estaban ansiosos por darse a conocer.

La Alazana 10 años fue destilado en 2011 y desde entonces permaneció en barricas exbourbon. “Es un whisky redondo, aterciopelado, con la elegancia de sus años de añejamiento, las notas características de la maduración prolongada. Es suave y al mismo tiempo tiene la densidad de la madera”, describe Serenelli.La expresión 10 años del whisky La Alazana.

La expresión 10 años del whisky La Alazana.

El domingo 12 de diciembre la expresión fue presentada con un almuerzo especial -y totalmente vendido- para 240 comensales en el Hotel Llao Llao, quienes se llevaron cada uno su botella.

«Arrancamos con 180 cubiertos y tuvimos que subir a 240 para cumplir con la demanda«, cuenta Serenelli y agrega que sus single malts están disponibles en la barra de ese hotel de lujo. 

“Con el diario del lunes podríamos decir que nos arrepentimos de haber vendido casi toda aquella primera producción. Pero bueno, llegamos a dónde queríamos, hacemos un whisky de mayor complejidad. No vendemos de menos de seis años de añejamiento, que a futuro serán ocho o diez”.

Un whisky patagónico premiado en Europa

Lila y Néstor Serenelli en su destilería de Chubut.

Lila y Néstor Serenelli en su destilería de Chubut.

Néstor y Lila Serenelli diseñaron sus propios alambiques de cobre y ella -que es kinesióloga de profesión- cursó una maestría en elaboración y destilación en la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo.

Con sus destilados ganaron dos medallas de oro, una en 2015 de la asociación Scottish Craft Distillers en Escocia y otra en 2018, en Bulgaria. “Los whiskys que se maduran a clima natural, como los nuestros, son muy respetados en el mundo. Los mismos productores europeos nos animan a competir, nos llevamos un oro con un destilado con solo cuatro años de añejamiento”, cuenta con orgullo Serenelli.

La destilería elabora unas 60 barricas anuales de las que se obtienen alrededor de 300 botellas y esperan poder agrandarse hacia 2024. Hoy producen un whisky clásico añejado en barricas exbourbon y exjerez, y dos ahumados (uno añejado totalmente en exbourbon y otro finalizado en exchardonnay).La Alazana es un whisky artesanal muy codiciado por los conocedores.

La Alazana es un whisky artesanal muy codiciado por los conocedores.

De La Alazana 10 años han guardado algunas botellas en la destilería de Chubut. Pero la gran noticia para los amantes del whisky es que en poco tiempo ya no será necesario viajar a la Patagonia para conocer esta expresión local.

Desde febrero estarán también en Drams, el nuevo espacio dedicado al buen beber de Hernán Pavial (ex Whisky en Buenos Aires). Se estima que en 2024 la producción de la destilería se habrá incrementado y Pavial tendrá la distribución exclusiva en la Ciudad.

Allí se podrá degustar el destilado y conocer la historia y el proceso de elaboración de la etiqueta. Que tiene su continuidad garantizada, ya que Tomás, uno de los hijos de los fundadores, está estudiando y trabajando en una destilería de los Estados Unidos.

Los decks, la «solución perfecta» del 2021 que se anticipa como la gran discusión del 2022

Fuente: 0223 ~ Distintas voces advierten por los problemas que generan las estructuras para el tránsito y el transporte público y cuestionan la falta de criterios estéticos para unificar su uso en Mar del Plata. En el municipio insisten en que se trata de una política «súper exitosa» pero prometen corregir algunas «incomodidades». 

La seguidilla de siniestros viales, las trastornos para el transporte público y otras complicaciones en la planificación urbana de Mar del Plata abren cada vez más planteos e interrogantes sobre la continuidad de los decks, las estructuras que “salvaron” a la gastronomía en el momento más duro de la pandemia del coronavirus y que el gobierno de Guillermo Montenegro abrazó como un temprano símbolo de reactivación en la ciudad.

Las primeras unidades se colocaron en diciembre del 2020, en la antesala de la última temporada, y pronto fueron protagonistas de una nueva identidad para los principales corredores gastronómicos de la ciudad. En tiempos de restricciones y donde se alentaba el trabajo al aire libre, la instalación permitió a bares, cafés y restaurantes que realizaron una fuerte inversión recuperar cierta actividad después de sobrevivir largos meses de emergencia sanitaria con los magros ingresos de los servicios de delivery y take-away.

La propuesta no solo fue bienvenida por los empresarios del sector sino que también mostró una buena respuesta de marplatenses y turistas a partir de la llegada de las altas temperaturas. Así, con el correr del 2021 y los vaivenes del Covid-19, los decks ganaron “popularidad”, se hicieron costumbre en las calles, y la gestión de Montenegro aprovechó para reivindicar esta política y empezar a instalar el concepto de un “nuevo modelo” de trabajo y entretenimiento en Mar del Plata.

No fue ninguna casualidad que estas estructuras también hayan sido el marco de varias de las postales que dejó la última campaña electoral del oficialismo. “El jueves tomábamos una cerveza en Olavarría, en los decks, afuera, y yo le preguntaba a Guille cómo le fue, porque nosotros estamos experimentando lo mismo. Los chicos de la cervecería me contaban cómo va creciendo y ganándole espacio a los autos. Donde había estacionamiento ahora hay decks con gente disfrutándolo y esto genera laburo. La verdad que ese modelo está funcionando bárbaro acá, así que voy a tratar de darle manija en Buenos Aires también”, comentaba en agosto Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño, mano a mano con 0223.

En campaña, Montenegro, Rodríguez Larreta y su equipo tomando cerveza en Olavarría.

Comemos afuera… ¿por cuánto tiempo?

La llegada de los decks a la gastronomía marplatense fue autorizada por la Secretaría de Desarrollo Productivo a través del programa “Comemos afuera”, que previamente recibió tratamiento y sanción del Concejo Deliberante. En el primer esquema de ese plan, solamente se otorgaron permisos precarios para colocar las unidades – con sillas, mesas y mobiliarios afines – por un plazo determinado, por lo que en septiembre de este año empresarios y autoridades municipales volvieron a sentarse para analizar la renovación de los mismos permisos pero ya de manera permanente. Todavía no hay definiciones oficiales, con la excepción del decreto de Montenegro con el que prorrogó su uso hasta abril del 2022.

Y mientras el Gobierno municipal se aferra a los decks y los gastronómicos defienden sus apuestas e inversiones, surgen otros problemas. Uno de ellos está relacionado a los siniestros viales: desde julio hasta esta fecha, ya hubo tres accidentes donde se vieron involucradas estructuras de la vía pública aunque por ningún caso hubo que lamentar heridos. El primer hecho se advirtió en un bar de la calle Olavarría, el segundo en local de calle Raswon y el tercero, y más reciente, tuvo lugar hace poco más de una semana en pleno Güemes.

“El municipio debería tomar realmente cartas en el asunto en la demarcación de las velocidades, en la señalización y en los controles que debería haber en todos los corredores gastronómicos”, considera Héctor Blasi, vicepresidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del delito y tránsito que junto al Frente Renovador elaboró un proyecto que fue aprobado en junio por el Concejo para disminuir la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en las zonas comerciales y recreativas de la ciudad.

En materia vial, también asoman críticas por los cambios de recorrido que obligan los decks para algunos servicios del transporte público. “Si se dan las condiciones de la gran temporada que vamos a tener, el transporte público por Colón va a ser un caos”, pronostica Blasi, y agrega: “Esto terminó desfavoreciendo al usuario del transporte público y, en definitiva, al trabajador porque es el trabajador el que principalmente se toma el colectivo”.

“Sabemos que la gastronomía fue uno de los sectores más vapuleados por la pandemia y no queremos que se castigue al turismo ni a nadie pero estos corredores tienen que ser analizados más seriamente para que haya un equilibrio entre todas las partes. Yo creo que las políticas públicas se tienen que llevar adelante para lograr una pacificación en el tránsito”, sostuvo el referente de la entidad de la sociedad civil, ante la consulta de este medio.

Sin criterio

El malestar no escapa a comerciantes de otros rubros por el “avasallamiento” que se acusa de algunos locales gastronómicos que utilizan más metros de calle que lo que realmente tienen permitido. “La realidad es que los decks ocupan un espacio público importante y a la hora del tránsito son bastante peligrosos. Al comercio no nos afecta en tanto y en cuanto no decidan hacer alguna arteria peatonal”, dice Maria Liberati, de reconocida trayectoria en el paseo comercial de la calle Güemes, y apunta: “Muchas veces los mozos salen a atender por el lado de la calle, lo cual es súper peligroso, y algunos hasta ponen mesas en la vereda, y eso no solo invade espacio vehicular sino también peatonal”.

La comerciante textil de la tradicional arteria reconoce que los decks fueron una “solución momentánea muy útil y eficaz” para hacer frente al inédito contexto de la pandemia pero lamenta que desde la municipalidad no se hayan definido “reglas claras” para armonizar su uso. “Cada uno hizo lo que quiso con los decks. Hay varios que tienen hasta techo. La verdad que no se ve un planeamiento urbano y estético con respecto a los mismos”, sostiene, en declaraciones a este medio.

Sin profesionales responsables

Y en el mismo sentido van dirigidas las críticas del Colegio de Arquitectos, cuyos directivos insisten en el pedido por una planificación urbana consensuada. “No hay ninguna uniformidad de criterio en los decks. No se sabe si es algo permanente o transitorio. A veces invaden más o menos, y creo que es un buen momento para replantear la situación y ver cómo se va a seguir con esto”, señala Eduardo Agüero, quien preside la institución.

Para el referente del sector, la principal preocupación tiene que ver con la falta de un profesional que se haga responsable de estas estructuras. “Nadie exige este tema y es algo muy importante porque son estructuras que, al estar en la vía pública y en zonas tan transitadas, tienen un riesgo muy algo de siniestralidad”, razona, y agrega: “Tampoco hay cálculos estructurales realizados y no se ve, por lo menos a simple vista, un dimensionamiento estructural acorde a los techos o telas que se le suelen colocar arriba como resistencia al viento”.

Otro detalle en el que se detiene el hombre de la entidad colegiada es que gran parte de los decks son estructuras metálicas, un material que suele ser castigado por las características del clima de la ciudad si no recibe la protección adecuada. “En general, los decks no tienen las protecciones anticorrosivas requeridas y nuestro clima es muy agresivo para el metal”, advierte, de cara a futuro.

Adrián Cónsoli tendrá que definir cómo seguirá «Comemos afuera».

En la Cámara Gastronómica, sin embargo, comparten algunos planteos y reconocen la necesidad de unificar criterios. «Lo que estamos pidiendo en el Concejo es que durante un tiempo se exceptúe el pago de tasas para recuperar la inversión que cada empresario hizo para instalar los decks y que se regule la instalación, que todos utilicemos los mismos materiales, tengamos el mismo formato«, expresó, en noviembre, Hernán Szkrohal, su presidente.

Un debate que también se abre futuro tiene que ver con el pago o no del derecho de ocupación por parte de los privados, que hoy gozan de un espacio extra sin afrontar costo alguno. Adrián Cónsoli, el secretario de Desarrollo Productivo que suplantó a Fernando Muro – el promotor de la política de los decks que asumió como concejal de Juntos este mes – aún no se animó a anticipar definiciones en este aspecto. «Es un gran tema a terminar de definir y evolucionar. Fue una propuesta muy rápida y eficiente para el momento de pandemia y habrá que ver a futuro cómo se gestiona el espacio público que, en definitiva, es de todos los marplatenses. Estamos evaluando los pros y los contras», se limitó a decir, a este medio, 24 horas después de ponerse al frente del área.

Súper éxito

Pese a los cuestionamientos que surgen, en la administración de Montenegro ratifican a los decks y desmienten cualquier falta de controles. «Siempre ajustamos las acciones que se llevan adelante en los centros comerciales con inspecciones periódicas porque queremos que trabajen de manera ordenada», afirmó Santiago Bonifatti, en la última conferencia que encabezó junto al intendente Montenegro.

Allí, el funcionario municipal también dijo que los decks son «una política súper exitosa que le permitió a Mar del Plata tener una realidad económica distinta a la de muchas localidades de Argentina» durante un tramo de la pandemia. «Como cada cosa que se innova, a veces aparecen algunos problemas que tal vez no se habían pensado cuando se encontró la solución, pero estamos trabajando para resolver algunas incomodidades», garantizó.

Montenegro, por su parte, aseguró que hay multas e intimaciones para los gastronómicos que no cumplen con las disposiciones vigentes. «Yo creo que es una política positiva, que tiene que ver con la generación de empleo, y sabemos que esto tiene que ser bueno para todos los marplatenses. No puede ser bueno para algunos y malo para el resto», reflexionó, y aclaró: «Está claro que el comete excesos, tendrá que retrotraer lo que hizo o será castigado. Es importante tener los decks pero no se puede construir lo que uno quiere. El aprovechamiento indefinido no es la idea y nunca fue nuestra idea».

Gastronómicos ante la explosión de contagios: «No hay que entrar en pánico»

Fuente: El Marplatense ~ Así lo expresó el referente del sector, Hernán Szkrohal. «Siempre la presión cae sobre el privado», dijo en relación al Pase Sanitario.

El 2021 fue una año de una recuperación paulatina para diferentes sectores de la economía marplatense, a partir de las reaperturas y el avance del Plan de Vacunación. No obstante, en las puertas de la mejor etapa de la temporada de verano, el país y la ciudad estalló en contagios. Algo que atemoriza a los sectores de la hotelería y gastronomía.

El referente de estos últimos, Hernán Szkrohal, realizó un balance del año que en horas se termina y expresó que «ha sido un año bastante movidito en cuanto a los cambios que tuvimos durante las distintas estaciones, sobre todo lo que fue un invierno muy duro con algo de retención por allá en el mes de mayo o junio que tuvimos una o dos semanitas cerrados».

Y continuó: «Después vivimos la segunda etapa con la gente ya vacunándose y el retorno progresivo del público hasta el mes de septiembre, con la gente con más confianza y vacunada, tuvimos fines de semana muy buenos desde lo laboral. Sobre todo lo que tiene que ver con el centro que es lo que estaba un poco más apagado, si bien todos en su conjunto habían sufrido, con la visitas de las ciudades vecinas y gente que venía de CABA y AMBA logramos repuntar trabajando muy  fuerte los meses de octubre, noviembre y lo que iba a diciembre, realmente con una muy buena recepción del público».

Con relación a los próximos días, la primera quincena de enero que siempre se vislumbra como la mejor de la temporada, el gastronómico analizó que «estamos entendiendo esta nueva variante que vuelve a explotar en esta antesala de la temporada, tenemos que entender que no hay que entrar en pánico, que esto funciona una vez que estemos con una gran parte de la población vacunada. Va a ser algo con lo que tenemos que convivir, sabemos que va a ser como una gripe, como un resfrío más fuerte, pero vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con esto».

«Que la gente no tenga miedo, salvo aquellos que tengan alguna comorbilidad fuerte, pero también tenemos los deck a cielo abierto que es una muy buena herramienta como para poder convivir también al aire libre y sabemos que también se minimizan las posibilidades de contagio. Pero tenemos que seguir viviendo, tenemos que seguir trabajando, creo que no hay que entrar en pánico después del bombardeo informativo que tenemos a través de los medios televisivos sobre todo, que la gente se adapta y luego vuelve a salir. Así que tenemos que cuidarnos, pero a la vez no dejar de hacer las cosas que hay que hacer», reiteró.

En cuanto a la posibilidad de restricciones a la gastronomía por la suba exponencial de casos, Szkrohal indicó que «la otra vez cuando nos reunimos con el gobernado, el ministro de salud y demás, se lo tomaba a este tema del Pase Sanitario como un estímulo para aquel que se había dado la primera dosis, se llegara a dar la segunda y de esa manera fomentarle la posibilidad de que pueda disfrutar del esparcimiento entrando a los espacios cerrados, a tal punto que vos con una dosis sin ser la ventana de 14 días estarías habilitado a entrar».

«Ahora después al otro día te enterás de que las Iglesias que estaban dentro del mismo formato, que tiene que ver con un establecimiento gastronómico, se les liberaba la posibilidad de que no se den los pases sanitarios. Entonces cuando vos ves que siempre la presión cae sobre el privado y que en algunos casos no cuentan con los elementos como para hacer este tipo de control, lo vemos de alguna manera injusta», se quejó.

«La idea del sector es colaborar con la gente que trabaja con nosotros, se les pide el pase, la gente también colabora a medida que va bajando las aplicaciones y te vuelvo a insistir, aquel grupo donde tenemos a alguien que no está vacunado, lo invitamos a que pueda disfrutar del deck y de alguna manera se pueda convivir armónicamente», cerró el empresario.

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Fuente: Hotelga ~ La Rural, Predio Ferual de Buenos Aires

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Historias de nuestra gente: llegó de Italia sin nada y se convirtió en una de las cocineras más famosas de Mendoza

Fuente: Infobae ~ María Teresa Corradini tiene 87 años y es sinónimo de comida italiana en la provincia. Llegó a los 14 años desde Roma y creó más de 20 restaurantes. Sirvió sus platos a Brad Pitt, Mirtha Legrand, Tita Merello, entre otras celebridades. Y sueña con una Argentina potente como la que encontró cuando vino

—¿Ya es bisabuela?

—Cinco bisnietos tengo. Una tiene 18 años.

—¿De sus 19 nietos se acuerda los 19 nombres?

—Sí, tengo una relación muy linda con mis nietos. Le agradezco a Dios. Muy linda.

—¿Van a su casa para que les cocine?

—No, no puedo cocinar nada en mi casa.

—¿Por qué?

—No sé. Poco cocino ahí. Poco o nada. Caldo, un caldito para mi esposo.

—¿Y qué hace? ¿Se lleva comida del restaurante?

—Del restaurante. Todos los días. Soy una cliente… Hasta el último día. Además, me llevo algunas cosas para probar. Me las llevo y después llamo.

—Le faltó perejil…

—Le faltó queso, la carne estaba demasiado cocida. Eso lo hago siempre.

—¿Y la escuchan?

—Sí.

—Bueno, ¿arrancamos?

—Sí claro, yo ya arranqué. ¿Usted no?María Teresa Corradini nació en 1934 y llegó a la Argentina el 2 de noviembre de 1948María Teresa Corradini nació en 1934 y llegó a la Argentina el 2 de noviembre de 1948

Los cocineros están de negro, ella de blanco. Arde el fuego y nos echa para atrás, el salpicón de una gota de aceite, el rebotar de un ajo. “¡Vamos, vamos!”, apura Teresa. “¿Las papas ya están?”, pregunta. Los hombres de negro responden firme a las órdenes de la jefa. Entonces toma un cuchillo y se pone a cortar verdura. Saca la mirada del alimento y nos mira fijo, sonríe, pero sigue cortando. Tiene sus dedos plegados hacia adentro, de modo tal que forman como un tope para el cuchillo y evita que se corte. Así durante un rato, corta y charla.

—¿No le da miedo lastimarse? Mejor mire la tabla, ¿no?

—¿Lastimarme mientras corto verdura? ¡Lo hago hace más de sesenta años, querido! ¡No necesito mirar!

Su hija se ríe. “Ella es así”, dice, “hace lo que quiere”. Y Teresa interrumpe: “¡Hacía! Porque ahora me echaron. Dicen que soy muy complicada”. Su hija, otra vez, ríe. Hay algo de verdad en lo que dice Teresa, pero no es verdad. “Con la pandemia le dijimos que no viniera al restaurante porque en Mendoza la gastronomía no paró nunca durante la cuarentena, entonces nos parecía peligroso por su edad. Pero ella igual venía. Viene todos los días a la mañana. Pero ahora ya no está en la cocina todo el servicio. No puede hacer eso”.

Beatriz es una de sus hijas y la responsable Francesco Ristorante, y del bar de vinos GioBar. Pero la familia además tiene La Marchigiana original (inaugurado en 1949), La Marchigiana de Los Palmares, el Bar de la Fuente en el parque San Martín, Nipoti (en el shopping Los Palmares, a cargo de sus nietos), y El Bosco (también a cargo de sus nietos).

—Me despiden de vez en cuando, me mandan a la casa. Dicen que soy conflictiva, que peleo mucho al personal. ¡Mamma mía!

Terese maldice un poco y vuelve a concentrarse en lo suyo. “¿La salsa? ¡¿No está la salsa?!”, le dice a otro de sus cocineros, y se mueve veloz y ofuscada a la heladera, saca un pote de algo y se lo da a un ayudante. “¡Dale, dale!”, le dice. El ayudante apura el paso. Todos ahí adentro apuran un poco el paso, pero tienen también media sonrisa estampada. Les divierte el mando de “la generala”, como dicen en broma, la respetan.

“¿Esto cuándo sale?”, pregunta uno de pronto. Un jueves, le decimos, porque el ciclo sale los jueves, pero no sabemos la fecha. Teresa los mira. “Les gusta que vean su trabajo. Es bueno eso”, dice, y vuelve a mirar el fuego. Nosotros dejamos la zona porque una cámara y un trípode en medio de la cocina de uno de los restaurantes más exitosos de la ciudad de Mendoza no puede ser otra cosa que un estorbo. Más tarde, ya sin servicio, Teresa Corradini nos contará su historia.Teresa en Nipoti, uno de los restaurantes (de pizzas) que llevan adelante sus nietos, la cuarta generación de gastronómicos de la familia.Teresa en Nipoti, uno de los restaurantes (de pizzas) que llevan adelante sus nietos, la cuarta generación de gastronómicos de la familia.

—Buongiorno, gracias por este momento. Me llamo María Teresa Corradini de Barbera y tengo 87 años.

—¿Cómo definiría su profesión?

—Es una magnífica profesión.

—¿Cuál diría que es su profesión?

—Que soy cocinera. Cocinerita. Tengo una canción: “Cocinerita, cacerolita”.

—Usted no lo va a decir, pero es una de las cocineras más famosas de Mendoza.

—Así me dicen todos. En verdad estoy contenta porque en la vida algún logro he tenido, no por ser soberbia o nada, sino por el solo hecho de que la vida me ha devuelto un cierto sentido de dignidad, una sensación de que como ser humano serviste. Porque lo importante de nosotros es el buen servir.

—¿Usted dónde nació?

—En Roma en 1934, fui bautizada en el Vaticano. Y ahora que soy anciana me pongo contenta de eso. Antes no me daba cuenta. Ahora cuando veo La Fontana di Trevi o un pedacito de Roma, le digo a mi nieto: “lá mi é stata battezzata” (ahí fui bautizada).

—¿Y cómo fue que llegó a la Argentina?

—Después de la guerra, porque queríamos la paz. Mi papá fue partisano, siempre cosas políticas, resistencia. Era la Italia del facismo. Y mi nonno también lo era. Y en 1928 mi tío viene para acá. La Argentina era potencia en ese momento. Nadie hubiera elegido una tierra donde no hubiera esperanza. Y por él nos vinimos después. Yo era chica de todos modos, pero los padres cuando se embarcan para irse a otro país buscan esperanza para el futuro. No buscaron otra cosa, pero hubo muchas desgracias.

—¿Cuáles?

—Mi hermano murió en el barco a vapor camino de Europa. Gracias a Dios fue un día antes de desembarcar, porque si era en altamar lo tiraban antes. No había cadena frigorífica, no había nada. Murió en brazos de mi otro hermano, que después de eso dijo “yo quiero ser médico”. Y yo le tengo que agradecer a este país, porque mi hermano pudo ser médico.

—¿En la UBA?

—Claro. Le ha dado tanto este país al hijo de inmigrante… En muchas naciones el hijo de campesinos no podía estudiar. Ese es un gran avance para un país. Esa es la igualdad. Esa es la igualdad humana.La Machigiana, el primer restaurante que tuvieron. Empezó siendo una pensión pero de a poco cambiaron a la gastronomía. A comienzos de los 2000 se incendió completamente, pero lo recuperaron y volvió a abrir.La Machigiana, el primer restaurante que tuvieron. Empezó siendo una pensión pero de a poco cambiaron a la gastronomía. A comienzos de los 2000 se incendió completamente, pero lo recuperaron y volvió a abrir.

—¿Qué edad tenía usted cuando llegó a la Argentina? ¿Cómo fueron esos primeros años?

Tenía 13 años yo, los 14 los cumplí acá. Llegamos a Buenos Aires el 2 de noviembre de 1948 y nos fuimos para San Juan en tren. Teníamos nuestra casita. Mi mamá tenía un almacencito. Ibamos al cine, comprábamos el postre el domingo. Veníamos de ser pobres y esto era subir escalones. Pero después, como mi papá estaba sin trabajo (era profesor de música) y en Mendoza había una inmigración italiana muy fuerte, nos fuimos para acá. Nos instalamos en una pensión que decía “Hay camas”.

Esa pensión sobre la calle Patricias Mendocinas fue el comienzo de todo. No solo se hosperado ahí sino que alquilaron todo el lugar y comenzaron a trabajarlo. Ofrecían alojamiento y pensión completa: desayuno, almuerzo, cenas. Era la primera vez que servían comida. Su madre cocinaba de la mañana a la noche. Los días de lluvia la veían en la cocina con un impermeable negro cocinando bajo las goteras que inundaban el lugar. Fueron aprendiendo el oficio. Pronto, pusieron unas mesas, luego fueron reemplazando camas y habitaciones por más mesas, a poco de comenzar el lugar dejó de ser una pensión y se convirtió por fin en el primer restaurante de la familia. Era 1949. Lo bautizaron “La marchigiana”, porque de ahí era la nonna Fernanda —la madre de Teresa y, por ese entonces, la cocinera—. Parecía que esa era la cara del progreso, pero recién comenzaba todo.

“Mi mamá compró una heladera y un espejo, y tirábamos aserrín en el piso de la cocina, que es algo que se usaba en esa época para no patinarse. Y vinieron los primeros clientes, me acuerdo siempre de ellos: una mujer gordita vestida de negro y un señor. Venían del mercado, que estaba enfrente. Entonces con mi hermano, los dos vestidos con un delantal que nos llegaba hasta los pies, nos dijimos: ‘Andá vos’, ‘No, andá vos’. No teníamos menú, no teníamos nada. Cuatro platos teníamos: pollo, chupín de pescado, tagliatelle y lasagna. Así empezamos, despacio, despacio, como un bebé que te crece”, recuerda Teresa.Beatriz Barbera, una de las hijas de Teresa y responsable de Francesco, uno de los restaurante más sofisticados de Mendoza.Beatriz Barbera, una de las hijas de Teresa y responsable de Francesco, uno de los restaurante más sofisticados de Mendoza.

De ese primer tiempo adoptó los secretos. “No mires el plato solo cuando sale de la cocina, ¡sino cuando vuelve!”, dice apasionada. Si vuelve lleno, ella se indigna, doma a la fiera interior y va a hablar con el cliente: ¿qué pasó? Si le dicen que era muy abundante, se pone contenta y les da una charla simpática. Si le dicen que estaba mal por algo, esa es otra historia…

—Sé que hay una anécdota de una mujer que recibió un plato con poca salsa y se quejó.

—Sí. Era una mesa grande, como de ocho. El mozo vino a decirme que una señora estaba enojada porque le puse poca salsa y tenía poca carne. Era una bolognesa, yo no me di cuenta, había mucha gente ese día. Entonces agarré la espumadera y de la bolognesa saqué mucha carne, mucha carne, porque me daba pena que ella se fuera disconforme. Yo quiero que todos los clientes se vayan riéndose. Si se ríe a media boca, no le gustó algo… Me gusta que se vayan con la boca mostrando todos los dientes. Entonces voy y le digo: “Señora, perdone que se lo servimos así, discúlpeme. Pero mire qué linda mesa tiene, toda esta gente. Si usted está disconforme no es lo mismo. Si le parece bien, discúlpeme, y aquí tiene el plato corregido”. Me gusta disculparme cuando algo está mal. Entonces ella me miró y yo me fui. Cuando se fue me mandó a llamar. Me dijo: “Señora, usted me dio una lección. Fue muy amable y me hizo ver que en realidad era muy lindo lo que estaba viviendo”. Nos saludamos con un abrazo y se fue. Me gustó mucho eso.Aún hoy y a pesar de la pandemia, Teresa sigue yendo a sus restaurantes a controlar cómo está todo y, cuando la dejan, incluso cocina algunos platosAún hoy y a pesar de la pandemia, Teresa sigue yendo a sus restaurantes a controlar cómo está todo y, cuando la dejan, incluso cocina algunos platos

Con el tiempo se fueron haciendo un nombre. El chupín de pescado y los tagliatelle eran algunos de los platos estrella. Junto a su madre fueron abriendo más locales: la confitería Vía Veneto (1960), y la cantina Della Nonna Fernanda (1968). Teresa fue creciendo y puso un nuevo restaurante del cual sería la responsable absolutoa: La Vecchia Roma (1972). Ya no estaba sola para ese entonces sino casada con Francesco Barbera.

“Mi padre fue siempre un gran administrador. Es una pieza clave en todo el crecimiento que fueron teniendo, porque es muy inteligente y manejó muy bien la parte financiera, mientras que mi madre llevaba adelante toda la cuestión gastronómica”, define Beatriz, hija de ambos.

Siguieron creciendo. Desde La Vecchia Roma a hoy, abrieron 12 nuevos restaurantes que siguen funcionando. Además, inauguraron otros que después vendieron. Poco a poco Teresa se fue haciendo famosa en Mendoza, su nombre se convirtió en sinónimo de familia, de trabajo, de éxito y de comida italiana.

—¿Usted quería crecer o se fue dando?

—Yo quería crecer, no por el dinero, aunque lo necesitamos, más que todo para que mis hijos hicieran algo en su vida. La plata de arriba no sirve. Rica no quise ser nunca. No me importa. Me da miedo la riqueza. Cuando veo una casa tan grande, lo primero que digo es: ¿cómo harán cuando no tengan plata? En mi casa tengo una sola habitación, un dormitorio. Está mi esposo que no camina, está en la cama. Estamos los dos, comedor, cocineta, cama, televisión… magnífico. ¿Para qué tener otro ambiente donde no lo escucho a él? Tengo la puerta abierta del dormitorio, ahí está la cocina, y lo escucho siempre.

—¿Qué edad tiene su marido?

—Francesco tiene 94. Y por él este restaurante se llama Francesco. Mi hija me preguntó: “¿Qué nombre le ponemos?”. Y le dije: “¡Cualquiera menos el mío!”.

—Han sido casi toda la vida una pareja de trabajo.

—Sí, lo primero que hicimos fue repartirnos el trabajo. Yo la cocina, vos hacé los pedidos grandes, yo hago los pedidos chicos. Sino nos hubiéramos matado todos los días, peleando. Cada uno a lo suyo. Él no me perdonaba cuando me equivocaba y yo no lo perdonaba a él. Y la reconciliación siempre en la cama. Perdón, eso era en los tiempos de antes y en los tiempos de ahora, ¿no? Eso no cambia.Los tagliatelle y el chupín de pescado fueron los primeros platos estrella. Teresa cuenta las recetas de todas sus comidas sin secretos. Los tagliatelle y el chupín de pescado fueron los primeros platos estrella. Teresa cuenta las recetas de todas sus comidas sin secretos.

—¿Cuál cree usted qué que fue el motivo de su éxito? ¿El sabor de la comida, las mejores recetas, que cocina mejor que nadie u otra cosa?

—Que cocino mejor que nadie yo no lo he pensado nunca. Conocí a todos, al francés, a uno que le decían “loco no sé cuánto”, he charlado con cocineros importantísimos, porque venían a Mendoza por las bodegas. Y nunca sentí que yo fuese la mejor. Eso ni pensarlo. Hago todo lo posible en lo mío, lo mejor que puedo, solo eso. Pero no hago teatro, ¿me entiende? Teatro no me gusta. Mucho en la cocina hacen un teatro… y a mí no me gusta vender lo que no es para vender.

—Si no cocina mejor que nadie, ¿cuál es el secreto entonces?

—Un plato no tiene que salir si no me gusta a mí. Yo no lo como, pero lo miro. Me pongo donde viene el plato de vuelta, después de que los clientes han comido. Si viene un plato con mucha comida… ¿qué mesa es esto? ¿qué serviste? ¿vos fuiste? Voy y pregunto. ¿A usted no le gusto? No, porque era abundante. Ah, muchas gracias. Siempre lo he hecho.

—¿Qué valor tienen sus empleados para usted?

—A mí me encanta cuando veo empleados que llegan sin estudios y empiezan en la bacha y después progresan. Los mejores siempre han salido de la bacha. Y me encanta.

—¿Por qué?

—Quizás un poco me comparo yo, que no tuve estudios; o será por un hecho humano, porque la persona creo debe sentirse bien. Decir: “Yo valgo algo”. Los empleados me dicen “gracias”. Los sé preparar, les hablo siempre. Nosotros tenemos que empezar de abajo, formar, formar, formar, hasta el oro. ¿Me entiende? Yo pienso de esta forma. Porque he tenido chicos que uno decía “este no vale 50 centavos” y el chico valió.Junto a tres ayudantes de cocina en La Marchigiana. Todas la quieren, respetan y temen en partes iguales: "Pero dicen que soy conflictiva", bromea ellaJunto a tres ayudantes de cocina en La Marchigiana. Todas la quieren, respetan y temen en partes iguales: «Pero dicen que soy conflictiva», bromea ella

Año 2002. Primeros meses tras la crisis del 2001. En Mendoza el gobierno quita financiación para varios comedores. La sociedad se indigna, protesta. Nadie escucha. En medio del bullicio de esos días, el hijo de Teresa —Fernando, a cargo de La Marchigiana— le propone a su madre una idea: prohibir la entrada a los políticos hasta que no restablezcan el dinero para los comedores.

Teresa supo de inmediato que se estaban metiendo en un lío, pero aceptó. “Si te ahogás, nos ahogamos juntos”, le dijo. La bola se corrió rápido: “Un restaurante prohíbe la entrada a políticos”, publicaban los medios. El mensaje llegó: nadie en Mendoza quería compartir la mesa ni el salón con esa gente, nadie quería apañar lo que estaban haciendo. Unas semanas después, la plata para los comedores sociales volvió a aparecer.

—Usted representa de alguna forma a los inmigrantes italianos que se establecieron en el país, que hicieron que Argentina sea lo que es, ¿se considera argentina o italiana?

—Es muy difícil esa pregunta, pero te lo digo de todo corazón: soy italianísima y soy argentinisima. Por mis nietos, por mis hijos, ¿cómo podría negar donde nacieron? Aquí nacieron, aquí me entierran. Y yo lo estoy sufriendo. ¿Qué querés que te diga? Un país que puede dar tanto, que tenemos gente con creatividad. Lo que nos falta ahora es la lucha del sentido humano. La ignorancia no sirve, sirve el capital humano. Yo tengo quinto grado, no estudié y todos me dicen que soy famosa. ¿Famosa de qué? ¿De hacer un plato de tallarines? Tienen que ser famosos también los del campo, que hacen trigo, que trabajan, que pagan impuestos. La riqueza humana está. Nosotros estamos para ayudarlos, para darles una mano, no para presionar. Esto es como pienso. Soy conflictiva. ¿Qué va a ser? Mamma mia. He trabajado siempre. Ho lavorato siempre, pero trabajé con amor. Te contesto. Te digo esto solo: “Vissi d’arte, vissi d’amore”. Vivir del arte y vivir de amor. El mundo necesita más amor, más amor.

Los mejores restaurantes de 2021 según Pietro Sorba

Fuente: Clarín Gourmet ~ Cuáles recibieron las más altas calificaciones del crítico gastronómico de Clarín y qué propuesta culinaria tienen.

Desde hace años, Clarín publica cada semana una reseña de un emprendimiento gastronómico firmada por el crítico especializado Pietro Sorba, quien evalúa la propuesta culinaria y el servicio de restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Los mejores son calificados con cinco y cuatro estrellas por este prestigioso especialista.

Las reseñas de Sorba dan cuenta de las tendencias, las novedades, los clásicos y los hallazgos de un sector que está en constante evolución con información precisa sobre el concepto, la trayectoria, el ambiente, los platos sugeridos y el rango de precios de cada lugar.

En este resumen destacamos los restaurantes a los cuales nuestro crítico gastronómico calificó con las puntuaciones más altas, a modo de balance anual de 2021 y de guía práctica a la hora de salir a comer y beber en  Buenos Aires. El crítico gastronómico PIetro Sorba. Foto: Cristian Fuertes.

El crítico gastronómico PIetro Sorba. Foto: Cristian Fuertes.

Los restaurantes mejor calificados por Pietro Sorba en 2021

Los únicos dos restaurantes que recibieron la máxima calificación (cinco estrellas-excelente) otorgada por el crítico eno-gastronómico Pietro Sorba durante 2021 fueron Parrilla Don Julio y Oviedo.

El primero figura en el top ten de los mejores restaurantes de América Latina. El secreto del éxito de esta parrilla palermitana pasa por sus materias primas selectas y sus puntos de cocción precisos. Sorba destaca las mollejas de corazón, el bife de cuadril y el ojo de bife al que describe como «el sueño de los amantes de la carne».Oviedo, cocina hispano-mediterránea de alta calidad .

Oviedo, cocina hispano-mediterránea de alta calidad .

Por su parte, Oviedo demostró que mantiene su vigencia al reabrir tras el forzado cierre pandémico y validó sus 35 años de trayectoria. Su cocina hispano-mediterránea de alta calidad es un clásico porteño. Para Sorba, este restaurante «nunca perdió su esencia de bistró elegante» y de su carta elogia los chipirones a la plancha y el risotto con langostinos, entre otros platos.

A continuación presentamos la lista de los espacios reseñados en el año que recibieron una calificación de cuatro estrellas o «Muy bueno», agrupados por tipo de comida.

Se destacan las pizzerías que hace al menos dos años se vienen consolidando con nueva propuestas que apuntan a estilos bien específicos (pizza romana, napolitana, de molde reinventada, etc). Por supuesto que las sagradas parrillas argentinas también están representadas con emprendimientos innovadores. Además, gastronomía porteña, asiática y contemporánea, entre otras. 

  • Parrilla

Don Zoilo, Villa Crespo

Arde, Brasas & Co, Villa Urquiza

Parrilla Hermanos, San Isidro

  • Pizza

La pizza de mortadela con pistacho de Núvola. Foto Instagram @nuvola.ar

La pizza de mortadela con pistacho de Núvola. Foto Instagram @nuvola.ar

Núvola, Microcentro

Napul’è, Caballito

Mil & Pico, Chacarita

Callaci, Villa Crespo

Picsa, Palermo

La Zarpada, San Telmo

  • Cocina porteña y tradicional argentina

El chivito de Il Vero Arturito Palermo. Foto: Juano Tesone.

El chivito de Il Vero Arturito Palermo. Foto: Juano Tesone.

El Octavo, Palermo

Il Vero Arturito, Palermo

Copetín Fiat, Caseros, Provincia de Buenos Aires.

  • Cocina contemporánea

Los postres de Le Rêve Bistró.

Los postres de Le Rêve Bistró.

Le Rêve, Palermo.

CôChinChina, Palermo.

Aldo´s, Palermo

Elena, Retiro

  • Sushi y cocina asiática

Variedad de rolls de Sushi Unico. Foto Gentileza

Variedad de rolls de Sushi Unico. Foto Gentileza

Sushi único, Palermo y Villa Urquiza.

Chinofino Bao & Ramen Bar, Palermo.

Namida, Palermo.

Nicky Harrison, Palermo.

  • Cocina regional y de campo

Las empanadas de La Candelaria.

Las empanadas de La Candelaria.

La Candelaria, Lobos, Provincia de Buenos Aires.

El imperfecto, Palermo.

  • Cocina peruana

Amazonia Brasas, Palermo.

Páru Deli, Olivos. 

  • Cocina armenia, judía e israelí

Keif, cocina armenia.

Keif, cocina armenia.

Keif, Martínez, Gran Buenos Aires

Café Mishiguene, Palermo

Fayer, Palermo

  • Hamburguesas

Fat Broder, Palermo

Carne, La Plata, Buenos Aires y sucursales

  • Tapas

Villa Fábrica de pan, Villa Pueyrredón

La caña, Villa del Parque

  • Otros tipos de cocina

El aguachile tomateado de Picarón.

El aguachile tomateado de Picarón.

Picarón, Chacarita

Rocky Restaurant & Bar, Ramos Mejía

El bodegón del mono, Quilmes, Provincia de Buenos Aires

Puente G, ChacaritaLas ostras de Crizia.

Las ostras de Crizia.

Crizia, Palermo

Kikiriki, Villa General Mitre.

Cucina Paradiso Senza Glutine, Palermo

Chuí, Villa Crespo

Cómo es Anafe, el restaurante de Colegiales que se convirtió en uno de los grandes éxitos de 2021

Fuente: Clarín Gourmet by Paola Pluzzer ~ Con su propuesta sofisticada y cosmopolita, conquistó al público y al jurado de los premios Latin America 50 Best Restaurants.

Colegiales siempre fue un barrio tranquilo, de calles arboladas y casas bajas, con identidad propia. Un remanso en medio de la Ciudad de Buenos Aires. A tono con ese estilo se encuentra Anafe, un restaurante a simple vista discreto, con ambientación minimalista y mesitas a la calle, que sin embargo este 2021 fue señalado como «el más excitante» entre los nuevos de Latinoamérica.

En noviembre pasado, durante la última edición de los premios Latin America 50 Best Restaurants, Anafe recibió la distinción One To Watch (literalmente «Uno para mirar») que se entrega anualmente al mejor local entre las aperturas recientes más notorias de la región por su originalidad, después de superar a otros nominados de Brasil, México, El Salvador y Bolivia.

«El premio fue un mimo y un reconocimiento a nuestro laburo de hormiga», dice hoy Micaela Najmanovich, chef y fundadora, junto a Nicolás Arcucci. «Cuando empezamos éramos Nico y yo para todo, desde buscar la mercadería hasta cocinarla. Ahora somos un equipo de 34 personas. Hoy tenemos una estructura más armada que nos permite focalizarnos en la creatividad de nuestra propuesta», cuenta.Nicolás Arcucci y Micaela Najmanovich, dueños y cocineros de Anafe.

Nicolás Arcucci y Micaela Najmanovich, dueños y cocineros de Anafe.

Con una carta que fusiona sabores cosmopolitas, con grandes influencias de Asia, Oriente Medio y el Mediterráneo, «Anafe es el lugar ideal para comer rico y tomar un buen vino en un ambiente relajado, pero con sello propio», define Micaela.

Un detalle retrata el espíritu del lugar: no hay carteles gigantes, ni luces de colores que indiquen el nombre, ni un mobiliario elegido en una revista de decoración. El concepto es claro: menos es más.

En poco tiempo, Anafe se convirtió en la joya de Colegiales. Cualquiera que pase caminando a la noche por Virrey Avilés al 3200 puede dar fe de que en el restaurante nunca hay mesas vacías. Por eso, conviene hacer una reserva a través de su cuenta de Instagram @anafe.ba.Anafe, un restaurante discreto, con ambientación minimalista.

Anafe, un restaurante discreto, con ambientación minimalista.

También es posible arriesgarse a ir y esperar en el lugar. Para que esa espera no se haga eterna, en enero van a inaugurar un espacio de venta de vino por copa, para disfrutar como previa del almuerzo o la cena.

Entre los chefs que reconocieron el valor de Anafe están Narda Lepes y Francis Mallmann, quien fue varias veces a deleitarse con las girgolas con puré de castañas de cajú, uno de los platos clásicos. «Cuando viene alguna celebridad siempre te da un poquito de adrenalina y de orgullo. Me encanta que vengan, es muy gratificante», se entusiasma Micaela.

Cómo empezó el restaurante Anafe

El camino que recorrieron Micaela y Nicolás hasta inaugurar Anafe como restaurante a la calle fue rápido, pero con pasos certeros. Compañeros del secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires, comenzaron a incursionar en la cocina al hacer comidas para un servicio de catering que tenía una compañera de quinto año.La cocina del restaurante Anafe. Foto: Emmanuel Fernández.

La cocina del restaurante Anafe. Foto: Emmanuel Fernández.

Al terminar la escuela, Micaela se fue a trabajar como chef a Australia y Nicolás, a Barcelona. «En ese tiempo seguimos en contacto, nos pasábamos recetas y platos para probar. Para mí la cocina es un oficio y como todo oficio se aprende practicando, más allá de lo que pueda haber aprendido en los años que estudié en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG)», apunta.

En 2017, cuando regresaron a Buenos Aires, se juntaron para intercambiar experiencias. Así empezaron a cocinar juntos. «Nos complementabamos bien. A mí me gustaba la cocina judía, australiana y asiática, y a Nico la española, la italiana y la del Mediterráneo. Entonces empezamos a darle vida al proyecto de Anafe a través de pop ups (N.de la R.: restaurantes efímeros e itinerantes)”, relata Micaela.

El objetivo inicial era cocinar en diferentes casas para poca gente. “Preparábamos todo en la casa de Nico. En su cocina había tres hornallas y solo dos funcionaban bien, un horno a gas que no era muy fuerte y una heladera que quizá dejaba de enfriar a las dos horas. Tardábamos tres días en producir todo, porque no contábamos con proveedores, íbamos y comprábamos nosotros”, recuerda Micaela.El equipo de Anafe.

El equipo de Anafe.

El día del evento montaban el restaurante en la casa elegida. Hacían todo: desde baldear los pisos, hasta alquilar la vajilla y desarmar cuando el servicio llegaba a su fin. Hicieron tres de esas “experiencias agotadoras” y después de esa prueba de fuego decidieron alquilar el restaurante de un amigo en un octavo piso de Palermo y comenzaron a ofrecer cenas a puertas cerradas durante un año.

Allí cocinaron, nada más y nada menos, que para el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y su esposa. «Ellos fueron muy cálidos. Si mal no recuerdo, comieron un paté de la casa, carpaccio de zuchini, tartar de bife con hojas de shiso, y pavlova de limón y frutillas», dice ella.

Finalmente, en marzo del año pasado abrieron Anafe a la calle. Una fecha inesperadamente especial: a la semana tuvieron que cerrar por el confinamiento obligatorio a causa de la pandemia por Covid 19.Micaela Najmanovich y Nicolás Arcucci, distinguidos en los premios 50 Best Restaurants por Anafe.

Micaela Najmanovich y Nicolás Arcucci, distinguidos en los premios 50 Best Restaurants por Anafe.

«En ese momento era todo incertidumbre. Al tiempo fue Pésaj y con Nico cocinamos para 40 clientes que vinieron a buscar el pedido al local. Ahí nos dimos cuenta de que el servicio de take away nos podía ayudar. Entonces empezamos a preparar sánguches para llevar, y a ofrecer pastelería en el mostrador. Esa propuesta nos ayudó a hacerle frente a la pandemia», revive Micaela.

Qué se puede comer en el restaurante Anafe

En Anafe no existe el concepto de plato principal. La carta está hecha a base de platos chicos, tanto fríos como calientes. «De esa manera, el comensal tiene más libertad para probar diferentes comidas. Dos personas, con cinco platitos, comen más que bien. Y a nosotros nos permite ser más creativos en la propuesta gastronómica», explica Micaela.La pesca curada de Anafe.

La pesca curada de Anafe.

Para una primera visita, ella recomienda empezar con el paté de la casa con financier de castañas de cajú y chutney de peras ($ 220), seguir con la pesca curada tipo boquerón con crema ácida, emulsión de pickle de remolacha, cebolla y eneldo ($ 610), probar el carpaccio vietnamita ($890), las girgolas con puré de castañas de cajú ($1260) y terminar con un profiterol relleno ($ 770).

Otros platos populares son el hummus ($ 590), el calamar confitado con gazpacho de almendras y melón ($ 850), el halloumi con puré de berenjena ahumada, higos y pistachos ($ 800), y la pavlova con dulce de leche y frambuesa ($ 650). Tampoco se quedan atrás la ensalada de farfalaj y queso de cabra ($ 900), el pechito de cerdo ahumado ($ 1-800) y la panacota de yogurt de búfala y lima ($ 690).El paté de Anafe.

El paté de Anafe.

«Si hay algo que caracteriza a los platos es que son frescos. Hacemos hincapié en cocinar con productos de temporada. Por eso los ingredientes están en primer plano y siempre son buenos. Preparamos lo que a nosotros nos gusta comer y no encontramos en otros lugares. Comida rica y fresca«, resume, en lo que bien podría ser un slogan.

La carta de vinos está pensada específicamente para maridar con todos los platos. «Hay vinos jóvenes y frescos, de bodegas pequeñas. En su mayoría blancos, algunos naranjos y un puñado de tintos», repasa.

En 2022, Micaela y Nicolás tienen planificado abrir La Ofi (@laofi.ba) un espacio lindante al restaurante donde ambos darán clases de cocina, además de realizar comidas exclusivas a puertas cerradas para pocas personas.

Como Google Maps: WhatsApp ahora permite buscar restaurantes y almacenes cercanos dentro del chat

Fuente: La Nación ~ La compañía testea la función Negocios cercanos, una característica que está disponible de forma limitada en Brasil y que busca competir de forma directa con el servicio de mapas digitales de Google.

Con el foco puesto en las comunicaciones, WhatsApp también apuesta a transformarse en una plataforma donde las personas realizan sus actividades cotidianas. Desde hace unos años, la compañía ofrece la versión Business, una aplicación que permite una mejor gestión de la comunicación de los profesionales y negocios.

Ahora, WhatsApp quiere convertirse en un referente de los negocios de proximidad con una nueva función que permite geolocalizar las tiendas de la zona, en una propuesta similar a la que ofrece Google Maps. Esta característica comenzó a ser testeada de forma limitada en Brasil entre algunos usuarios de San Pablo, y se espera que se extienda a más personas de forma paulatina.

Así luce el buscador de negocios de WhatsApp, una función que busca ampliar las prestaciones del servicio de mensajería instantánea de Meta
Así luce el buscador de negocios de WhatsApp, una función que busca ampliar las prestaciones del servicio de mensajería instantánea de Meta

Según un adelanto publicado por WABetaInfo, esta función de WhatsApp, denominada Negocios cercanos, permitirá realizar una búsqueda con una serie de filtros. De esta forma, los usuarios podrán consultar sobre los restaurantes, almacenes y tiendas más cercanas a su ubicación.

Con este buscador de comercios y negocios, dividido por diferentes categorías, WhatsApp busca ofrecer prestaciones que van más allá de la mensajería instantánea y llamadas de voz y video. De esta forma, esta nueva función se complementa con el directorio de negocios, un ajuste disponible en la versión Business del chat móvil de Meta, que permite sumar más información sobre el negocio en la plataforma de mensajería.

Así lucen los filtros de búsqueda de comercios dentro de WhatsApp
Así lucen los filtros de búsqueda de comercios dentro de WhatsApp

Meta también había desarrollado los catálogos de productos dentro de WhatsApp Business, un ajuste que permite que el dueño de una tienda pueda mostrar y compartir su catálogo de productos de forma directa en el chat, con precios y descripciones, y sin tener la necesidad de contar con un sitio web.

Aún bajo desarrollo y con un despliegue limitado, la función de búsqueda de comercios no está disponible para los beta testers, pero según WABetaInfo, es una característica que está en evaluación en algunos usuarios brasileños con teléfonos Android y iPhone.

De chef del Embajador del Japón en la Argentina a influencer gastronómico

Fuente: Impulso ~ Nobuyoshi TAKAGI presenta una serie online y gratuita donde enseña los sabores tradicionales japoneses con un toque argentino.

El chef japonés, Nobuyoshi TAKAGI, llegó hace 2 años a la Argentina para liderar la cocina de la Residencia del Embajador del Japón en el país. Al desafío de comenzar una nueva vida en un país desconocido, se sumó el hecho de cocinar  a los invitados del Embajador Nakamae con los sabores tradicionales nipones teniendo en cuenta la materia prima local.

Los productos frescos de calidad que encontró en Argentina lo enamoró, por eso hoy decide celebrar este segundo aniversario compartiendo la serie audiovisual “5 recetas del Chef Takagi”, que podrá verse en la redes sociales sociales de la Embajada, donde muestra platos japoneses tradicionales con ingredientes argentinos y por supuesto, con productos japoneses que se consiguen en nuestro país.

Con 30 años de trayectoria, Takagi -quien se reconoce como un amante de la comida argentina- comenzó a dar sus primeros pasos en la cocina cuando tenía tan solo 7 años de la mano de su madre y su abuela. Ellas le proponían tareas simples como cortar frutas y lavar verduras a modo de pequeños desafíos que lo incentivaron a aprender más acerca de la gastronomía. “Mi abuela fue mi gran maestra de la cocina, con sus recetas únicas y deliciosas”, reconoce el chef.

“Es la primera vez que me asignan un país de Latinoamérica, como Chef de una Embajada. Me siento muy privilegiado de que me haya tocado Argentina como primera experiencia. No solo por el hermoso país que descubrí sino porque además, hallé una vasta propuesta de ingredientes que puedo utilizar en mi cocina y es por ello que quiero compartir con todos estas recetas”, dice entusiasmado el Chef Takagi.

“Es muy inspirador la calidad de las verduras y hortalizas que tienen aquí y es una gran ventaja poder conseguir ingredientes originarios de Japón en las tiendas especializadas”, agrega el culinario.

Las piezas serán compartidas en las redes sociales de la Embajada del Japón en Argentina y ya se encuentran disponibles los primeros videos en sus cuentas de  Instagram, Facebook y Twitter.

¿Cuáles serán los 5 platos?

-TAKIMISO (pasta de soja cocida)

-OYAKI (empanada estilo japonesa de carne)

-OYAKI Versión Vegetariana (empanada estilo japonesa de vegetales) + un extra (croquetas)

-OYAKI Versión dulce (empanada estilo japonesa de dulce de porotos (SHIRO AN) y masa de MATCHA)

-Ñoquis con salsa de TAKIMISO

Después de Navidad mantendrán peatonales para incentivar las ventas en centros comerciales de San Isidro

Fuente: Clarín ~ Lo hicieron en el centro del distrito, Martínez y Adelina. En algunas zonas comerciales lo repetirán todos los sábados en verano.

Para incentivar las ventas navideñas, el Municipio de San Isidro amplió la peatonalización de calles a los centros comerciales de Martínez, San Isidro y Villa Adelina. Por los buenos resultados, lo implementarán de manera permanente, en días y horarios determinados, en los principales circuitos comerciales.

Como cada año, en las fechas previas a las fiestas de fin de año, el Municipio de San Isidro implementó una serie de medidas para incentivar el consumo en los centros comerciales locales, reforzando la seguridad y la comodidad de los clientes que eligen comprar allí. Por eso este año, durante los dos últimos fines de semana, implementaron la peatonalización de calles en Paraná, desde Piedrabuena hasta Alcorta; de Belgrano y 9 de Julio, y del tramo céntrico de Alvear.

Según datos de la Secretaría de Inspecciones, Registros Urbanos y Tránsito, esta medida beneficia a casi 600 comercios que están en esos circuitos y los resultados de esta iniciativa para los comercios son muy positivos, ya que esta medida le da más comodidad a los clientes y los alienta a elegir estos circuitos en lugar de un shopping cerrado, por ejemplo. “Muchos preferimos circular al aire libre, por precaución, y además la oferta de comercios es muy amplia”, señala Mariela Pérez, vecina de Martínez, quien hizo todas las compras navideñas en una tarde, mientras paseaba con su pequeña hija.

La Cámara de Comercio y Servicios de San Isidro apoyó la medida: ““Los comerciantes tenemos que aportar las mejores posibilidades para los clientes y el apoyo del Municipio en la promoción es clave. La idea es muy buena y suma, porque además de aumentar las ventas incluso atrae gente de zonas aledañas”, contaron.Centro comercial a cielo abierto. Buscan fomentar el consumo en los comercios locales.

Centro comercial a cielo abierto. Buscan fomentar el consumo en los comercios locales.

Además de la iniciativa puntual por las fiestas, los sábados los comercios gastronómicos de las calles Alvear en Martínez, y Belgrano y 9 de Julio, en San Isidro, continuarán siendo peatonales, de 8 a 18. Aunque la medida había comenzado de manera experimental durante la pandemia, para favorecer a la actividad comercial y evitar aglomeraciones, los vecinos adoptaron esto como un paseo habitual, y los comercios comenzaron a usar la creatividad para ofrecer alternativas interesantes esos días, como promociones o menúes especiales.