Mesas vacías y cierre de locales: los restaurantes se declaran en emergencia y piden congelamiento de tarifas

Fuente: Clarín ~ Los empresarios aseguran que muchos locales bajan las persianas y no hay nuevas aperturas. Los costos y las fuentes de trabajo.

Lo que antes era anotarse para esperar una mesa ahora es con suerte un turno con el salón casi lleno. Lo que hasta hace poco era un cierre para un cambio de firma ahora es, en la mayoría de los casos, la bajada definitiva de la persiana. La crisis está pegando fuerte en el sector gastronómico y los empresarios alzan la voz para pedirle al Gobierno medidas paliativas.

Según datos de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Confiterías y Cafés (AHRCC), que reúne a las distintas cámaras empresarias del sector, hay cada vez más cierres de locales gastronómicos y casi ninguna apertura. Aseguran que con el desplome del consumo lo primero que ajusta la gente son las salidas a comer afuera.

La Cámara, por la caída de su rentabilidad y por la pérdida de fuentes de trabajo, se declara en estado de emergencia. Según sus autoridades, los aumentos sostenidos de las tarifas de gas y electricidad resultan, para muchos comerciantes, imposibles de pagar cuando cada vez tienen más mesas vacías. Por otra parte, la carga impositiva es otro de los puntos que reclaman sean revisados.

«De lo que recaudamos, el 40% se va en Ingresos Brutos, IVA, aportes jubilatorios y cargas sociales. Somos una de las actividades que más trabajo intensivo genera, y sin embargo no recibimos ninguna mano estatal», explica Camilo Suárez, titular de la AHRCC.

”Hay un doble discurso que ya no se sostiene. Por un lado, el Gobierno de la Ciudad promociona a Buenos Aires como la capital Iberoamericana de la gastronomía pero nos cierra los accesos a Puerto Madero y hace que los dueños de los locales no sepan qué hacer con los empleados.  Al mismo tiempo, el Gobierno Nacional nos destroza con tarifas impagables y no atiende nuestros reclamos, pero asegura que cuida el empleo. En el medio, el consumo se desplomó: la gente ajusta primero por las salidas a comer afuera y los laburantes se llevan la vianda de su casa o caen en la comida por peso, de dudosa calidad. El resultado es que todos los días cierra un restaurante y hace rato que no abren nuevos”, agrega.

De a acuerdo a un relevamiento de Clarín un restaurante chico de unas 25 mesas (alrededor de 100 cubiertos) paga por mes $ 35 mil de luz y alrededor de $ 20 mil de gas a lo que hay que sumarle $ 15 mil de agua. Y en el caso de un restaurante más grande (250 cubiertos) las tarifas se van a $ 50 mil de luz, $ 45 mil de y $ 20 mil de agua.

Los empresarios gastronómicos aseguran que vienen solicitando -sin éxito- que les permitan imputar aportes jubilatorios a cuenta del IVA. «Pero lo más urgente son las tarifas: hemos pedido muchas veces que se congelen, porque son exorbitantes, y ya anunciaron nuevos aumentos -enfatiza Suárez-. Un restaurante tiene las hornallas y las heladeras prendidas todo el tiempo. ¿Qué quieren que hagamos? No soportamos nuevas subas”.

Tanto en el gremio como en la AHRCC aseguran que pese a la falta de respuestas a estos reclamos el diálogo con el Gobierno nacional, a través de la ahora Secretaría de Energía, continuará para que se fije un tope tarifario para el sector. «No sé si a esta altura podemos ser optimistas pero es nuestra obligación defender la situación de nuestros representados, y de los trabajadores a quienes les damos empleo, sin rendirnos. Confiamos en que los que deciden se den cuenta de que así vamos muy mal», cierra Suárez.

Lo que dejó Masticar 2018: cumbre de chefs y fiebre por platos de autor

Durante el último día de la feria gastronómica que reúne los mejores sabores de nuestro país y a Perú como invitado en su octava edición, la atmósfera familiar, la euforia de querer comer algo rico y novedoso elaborado por reconocidos chef no perdieron el protagonismo. Infobae estuvo presente y dialogó con los chefs que participaron del evento

Miles y miles de personas esperaron a que finalmente a las 12 en punto la feria gastronómica más esperada del año abriera sus puertas. Los tres días anteriores el clima se vivió con la misma euforia, sin embargo tanto el sábado como el domingo, la familia se hizo presente desde el mediodía hasta la tarde-noche.

Cada edición de Masticar que se lleva a cabo es siempre sinónimo de éxito, diversidad en las propuestas con platos diferentes y sabores únicos ideales para quienes tienen las altas expectativas de querer probar y degustar otra comida.

El predio -que en un comienzo fue El Dorrego- hoy ya se extiende a mas de 4 cuadras. Para ingresar a la feria filas kilométricas se tenían que hacer para solamente comprar la entrada y por fin ingresar al tan esperado paseo gastronómico en el barrio de Palermo.

No hubo quejas, la gente solamente murmuraba -sorprendida-por lo bajo a su acompañante por la cantidad de personas que estaban haciendo la fila para el ingreso, diciendo entre risas «imaginate toda la gente que debe haber adentro si acá afuera es así».

Filas ordenadas y cumpliendo con las ordenes de todos los organizadores de la feria para agilizar la entrada al predio. Accesos rápidos, especiales y generales, todo dividido y bien señalizado.

Una vez ya abonada la entrada, formabas parte del universo culinario más trendy de los últimos tiempos. Con diario en mano para recorrer la feria, comenzamos el recorrido.

Recorrido gastronómico: en búsqueda del mejor plato de autor  

Primera parada: agnolotis de cordero firmados por BASA. «La pasta de este plato está elaborada con huevo orgánico, sémola italiana y para realizar el relleno (braseado de cordero) lo cocinamos con caldo de carne y como decoración lo terminamos con queso mascarpone, pickle casero, vinagre de jerez, mostaza, cebollas y azúcar orgánico», detalló a Infobae sobre su creación el chef a cargo Hernán Simesen. Otro de sus platos era una polenta ahumada frita con ragout de hongos, pero dijo que el pedido de los comensales fue parejo para ambos platos y que por lejos este año superó al pasado.

Segunda parada: una imperdible arepa colombiana en el food truck de i Latina. Llamó su atención el colorido uniforme que llevaban sus cocineros. Camisas estampadas con hojas y flores, pero el letrero decía «arepas y pollo». Vanesa, al mando de la comanda gritaba una y otra vez «marchen 2 arepas, marchen 2 pollos» y entre pedido y pedido, compartió con Infobae el secreto de su plato en la feria: «Es una arepa de maíz amarillo, con morcilla colombiana dulce y queso de cabeza. Es un plato apto para celiacos, libre de gluten». Como otros, Vanesa agregó que les sorprendió la cantidad de personas que se acercaron al food truck para probar sabores nuevos y platos que nunca escucharon.

Tercera parada: una lasaña de zuccinis por Pedro Picciau de Italpast. Unas ricas pastas para el domingo no faltaron. «Esta feria esta barbara, es en la que mas trabajamos», comenta entusiasmado y muy contento, Picciau el chef y dueño de la trattoria. No es la primera vez que forman parte de la feria, y para esta nueva edición, la carta vino también renovada y la detallo para Infobae: «Como entrada, unas polpetinas de carne (albóndigas) con salsa sabbiata, como segunda opción, unos gnocchi di patate (de papa) con crema, mascarpone, champigñones, aceite de trufas, perejil y queso parmesano, y como ultimo y la estrella de la casa, la lasagna Della Stagione con zucchini, zapallo, cebollas, mozzarella, pesto de rúcula, salsa de tomates y salsa blanca gratinada».

Cuarta parada: comida judía firmada por Tomas Kalika. El chef es conocido por su restaurante Mishiguene donde reúne los mejores sabores de la comida de la religión judía de las recetas de sus abuelas con técnicas modernas y actuales. Junto a Javier Itzcovich no se quisieron perder la feria y formaron parte con Tujes. Aunque su nombre suene vulgar, el dueño explicó a Infobae que se debe a que el garbanzo -el ingrediente esencial en el Hummus- tiene la forma de una cola y que el concepto remonta al ydish, el dialecto entre el hebreo antiguo y el alemán antiguo.

«No es una comida cualquiera, no es un choripan o una hamburguesa, esto es plato de hummus, con una base de puré super cremoso de garbanzos con pickles, huevo curtido en T, rabanitos, zanahorias que viene con pan lafa (como el árabe) y se le puede agregar falafel o carne de lomo picado», dijo Tomas Kalika. Al ver una larga fila que impedía el seguir caminando, la pregunta fue: ¿Por qué tanto éxito? «Creo que es porque es una marca irreverente, graciosa y novedosa».

Quinta parada: una bruschetta de salmón, unas ribs y un rico panqueque de dulce de leche de La Panadería de Pablo. Otra edición más en la que Pablo Massey participa. Para este 2018, el menú también fue diseñado en conjunto con Rodrigo Da Costa y ambos chefs dialogaron con Infobae. «Hacemos platos que nos represente como restaurant. Nos gusta que a la gente le resulte fácil y le guste», dijo Massey.  

Da Costa, detallo los platos: «La bruschetta de salmón curado lleva salsa huancaina peruana, cilantro y cebolla morada; las ribs con una salsa de barbacoa whisky y ensalada de coleslaw y para lo dulce unos panqueques de dulce de leche».

Y como para finalizar, un secreto de Pablo Massey para la cocción de los panqueques: «no tienen que estar quemados, tienen que estar blanquitos así conservan su humedad y la textura».

Sexta parada: -y la más llamativa- Los reconocidos chefs, Pablo Buzzo y Mauricio Couly tienen su propio food truck por primera vez en la feria Masticar. Vinieron desde su amado Neuquén para que todos los comensales asistentes a la feria puedan probar las exquisiteces que hacen en sus tierras. Ubicados en la zona lateral del Patio Cervecero, llamó la atención el paso a paso de la mise en place de sus platos.

«Servimos en una bruschetta de pan de masa madre el queso fundido con pickle agridulce típico de Suiza y Francia. La otra es una tostada en pan de nuez con peras del valle acompañado con queso azul de leche de vaca con un toque patagónico», explicó Cristian, uno de los cocineros a Infobae. Y también el oriundo de Neuquén, afirma que el éxito de su food truck es por el método de cómo sirven sus opciones gastronómicas.

Séptima y  última parada: el «heladete rosa» de Narda Lepes en su Narda Comedor. «Es el año más lindo de la feria, la gente tenía ganas que pase esto. Llegó en el momento justo, vos venís y es alegre acá no hay malas noticias», compartió con Infobae la reconocida chef.  En las redes sociales y el boca a boca de todos los que asistieron a la feria gastronómica los días previos hablaban sobre los platos de Lepes, pero solo del «Mbejú que lo parió» -un crocante de mandioca con palta tucumana, huevo de campo, queso tandilense y  yogurt natural- y no del «Heladete rosa». ¿Sus ingredientes? Narda lo detalló: «Es un helado de tomate de árbol que viene de Jujuy y Tucumán, frutillas de Entre Ríos, chocolate blanco, leche condensada, y merengues». 

Las atracciones 

Clases de cocina no faltaron, talleres de oficios tampoco, la música sonó durante las tres jornadas sin parar, plazas dedicadas al entretenimiento de los más pequeños de la familia para dibujar y jugar, el famoso mercado con verduras, frutas y productos de estación y las kilométricas mesas comunitarias para ir a comer una vez retirado el plato, fueron parte una vez más de la feria gastronómica que batió récord de ventas y visitas.

Durante los 4 días que duró la feria las clases de cocina dictadas por los que más saben del mundo culinario estuvieron desboradas de aficionados que se apasionan por saber los secretos de los expertos y aplicarlos luego en sus hogares.

Para los amantes de las mermeladas y dulces, el sector del «Mercado» era el paraíso. Productos de todos los sabores -para probarlos antes de comprarlos-, de precios y cantidades. Pero no solo envasados, sino también fiambres, y frutas y verduras de estación.

Ya finalizando el recorrido buscando la salida del Mercado hacia la calle, da su entrada el reconocido chef francés Christophe Krywonis y dijo a Infobae, «Hoy estoy disfrutando la feria de otra manera. Pienso que hay que dejar lugar a los que tienen restaurante -y yo no lo tengo- para que la gente los conozca. Todos son muy ricos y considero que este ano la feria es la mejor de todas».

Buenos Aires descubre el placer de comprar y de comer

Con Masticar como punta de lanza, nuevos y tradicionales mercados que laten en todos los barrios porteños impulsan el nuevo perfil gastronómico de la ciudad

«Vine de Rosario a Buenos Aires para comprar un montón de productos orgánicos que son difíciles de encontrar», cuenta Alejandra Montti, de 39 años, que acaba de comprar frutillas y plantines en el puesto que Expresión Orgánica tiene este fin de semana en el mercado de la feria Masticar. En los bolsos de tela reciclable que recibió al ingresar a la feria, además de frutillas orgánicas y de plantines, lleva vinagre de higos, harinas orgánicas y queso de cabra. Para Alejandra, la oferta del mercado que reúne productores de prácticamente todas las regiones de la Argentina es una novedad: es su primera vez en la feria. No lo es para Tiago Costilla Volpi, de 14, y Silvina Volpi Torres, de 43, que ya son habitués: «Venimos por la variedad de productos regionales que hay – cuenta Tiago, futuro chef, mientras elige pistachos sanjuaninos en el stand de Frutos Del Sol-. Los pistachos ya los conocíamos, los vamos siguiendo y venimos siempre a comprarlos, lo mismo con algunos productos de Salta».

Con su convocatoria multitudinaria -en su última edición asistieron más de 130.000 personas-, la feria Masticar es la vidriera y, en buena medida, el catalizador de un fenómeno que atraviesa todos los barrios porteños, y que es la vuelta de los mercados de alimentos. Una vuelta que se hace visible en el renacer de los hasta no hace mucho tiempo abandonados mercados de San Telmo y de Belgrano, entre otros, pero también con el surgimiento de nuevos mercados con perfiles completamente diferentes, como el Mercado de los Carruajes, que con una propuesta de lujo abrirá sus puertas en marzo próximo en el Bajo, mientras que no muy lejos de allí, en el Barrio 31, el gobierno porteño proyecta un mercado al estilo de La Boquería de Barcelona, en donde el 40% de los puestos estarán atendidos por los actuales comerciantes de la zona

Espacios nuevos algunos, otros que tras languidecer durante años vuelven alentados por el cruce de varias tendencias (desde el auge de los productos orgánicos hasta la pasión foodie), coinciden en proponer una relación entre el alimento y su consumidor distinta de la que ofrece la anónima góndola del supermercado. Es que en el mercado, detrás del mostrador, hay una cara, que puede ser la del productor o la del puestero que como intermediario conoce lo que vende, pero que en todos los casos es capaz dar cuenta de las bondades de su producto y, en mayor o en menor medida, de su trazabilidad.

«Hoy se revaloriza al mercado desde el contacto directo con el producto», sostiene Agustín Benito, de Sueño Verde, emprendimiento que produce vegetales y hierbas de alta calidad. «Empieza a haber cada vez más gente interesada por el mercado, porque es un lugar donde encuentran a una persona que sabe decirles de qué se trata lo que vende.

Donati de Santis visita Frutas Don Jorge, el local que se encuentra al lado de Cucina Paradiso, en el Mercado de Belgrano

Si quien les vende no sabe de qué se trata, hoy la gente no se tienta tanto», agrega Agustín, quien cree que el énfasis puesto por la feria Masticar en restablecer un vínculo directo con el productor ha jugado un papel importante en encender ese interés. «El principal objetivo de Masticar no es vender, sino comunicar. Traer al productor que hace miel en el monte para darlo a conocer, y así unir puntas. Unir la oferta con la demanda en un lugar, que es el mercado, donde el productor puede explicar las virtudes de sus productos, generando una cadena de valor en la que ganen tanto él como el consumidor».

La vuelta de los mercados revierte hoy décadas en las que los pasillos de aquellos más tradicionales, como el de Belgrano o el de San Telmo, se quedaron sin visitantes, años en los que muchos de sus locales cerraron sus puertas, mientras que otros fueron reemplazados por comercios de otros rubros (antigüedades, vestimenta, chucherías).

«Muchos mercados históricos de Buenos Aires se vaciaron, se empobrecieron o literalmente se vinieron abajo, pero gracias al auge de la gastronomía hoy están volviendo», dice el chef Donato De Santis, que abrió un local de Cucina Paradiso en el renovado Mercado de Belgrano (Juramento, entre Ciudad de la Paz y Amenábar), donde es posible comprar desde pastas caseras hasta especialidades italianas.

El auge de la gastronomía que cita Donato, en el que los chefs son estrellas mediáticas y los programas en los que se cocina ocupan buena parte de la grilla de la televisión -y del que, nuevamente, Masticar es un claro exponente-, propone incluso una forma distinta de la tradicional de transitar el mercado: «La relación con el mercado suele ser barrial: la gente que vive cerca del [Mercado del] Progreso tiene una súper relación con el mercado, y lo mismo la gente que vive cerca de otras ferias. Pero esa relación solo se da si vivís ahí. Muy pocos no vecinos son los que van a un mercado. Muchos incluso desconocen qué hay ahí», explica la chef Narda Lepes, integrante de la Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía (Acelga), que organiza Masticar.

Pero así como Alejandra Montti viajó de Rosario a Buenos Aires para visitar el mercado de esa feria, cada vez son más los que se acercan a barrios en los que juegan de visitante movidos por la expectativa de comprar determinado producto, sí, pero también con el plan de pasear y de vivir la experiencia de estos nuevos polos gastronómicos que ofrecen ya no solo materias primas (carnes, verduras, frutas, lácteos), sino que también albergan atractivos bares y restaurantes. Ejemplo de ello es el Mercado de San Telmo (Bolívar 970), centenario edificio que el último año fue testigo de la apertura de más de
una decena de locales en los que es posible comer desde platos vietnamitas hasta unos fish & chips al estilo australiano.

Nuevos centros de atracción turística, los mercados convocan a vecinos, pero también a visitantes de otros barrios o incluso de otras ciudades o países. «Estamos viviendo fuera del país, pero tratamos de venir a Masticar cuando podemos. Somos chefs y nos gusta ver productos que no vemos en otros lados, como las trufas o el haloumi», cuenta Dolores Fernández Parodi, de 29 años, mientras recorre junto a Gonzalo Sauma, de 26, el mercado de Masticar. En los mercados de barrio hoy se dejan ver incluso quienes vuelven luego de años (o décadas) de ausencia para compartir un recuerdo, cuando no recuperar una costumbre.

«Veo a las familias, sobre todo los fines de semana, que vienen acá [al Mercado de Belgrano] y escuchás a los padres que les cuentan a sus hijos que venían de chiquitos. Es lindo que hoy muchos digan ‘vamos a dar un paseo con la familia al mercado’, es una buena señal, significa que hay algo del ser humano que no se perdió», dice Donato, y habla de sus propios recuerdos de chico en Italia: «Yo siempre amé los mercados por la mezcla de olores, el ser atendido, el contacto con los alimentos. Me acuerdo de los gritos, casi como de hinchada de fútbol, entre los puestos, el ‘yo tengo la fruta mejor’. Y me acuerdo también de la espera. Cuando uno esperaba que llegue la estación de la achicoria o la estación del melón. Hoy, para quien lo pueda pagar, hay frutilla todo el año, pero lo lindo era cuando cambiaba la estación y también cambiaba el menú de lo que comías en tu casa».

Lo que vendrá

Los mercados, como lugar de encuentro entre el producto y sus consumidores, son una de las patas de este master plan, y de ahí las acciones tendientes a fomentarlos, que incluyen entre otras el apoyo institucional a la feria Masticar, la puesta en valor de los mercados de Belgrano, Bonpland (Bonpland 1660)y San Nicolás (Córdoba y Callao), y, más recientemente, el proyecto de convertir un galpón de 3500 m2 ubicado en el Barrio 31 en un mercado gastronómico con foco en la venta de productos frescos, pero que contará con taller de oficios, tres aulas de cocina y un horno comunitario. Administrado por una asociación cooperadora integrada por los permisionarios del mercado (el 40% serán actuales comerciantes del barrio), se espera que el mercado del Barrio 31 (Carlos Perette y Walsh) sea inaugurado en marzo del año próximo.

Ese mismo mes está previsto que abra sus puertas el Mercado de los Carruajes. Ubicado en el número 852 de la avenida Leandro N. Alem (Retiro), los 4200 m2 del viejo predio apodado «cocheras presidenciales» albergarán un mercado de lujo inspirado en el Borough Market de Londres o el Mercado San Miguel de Madrid. En su terraza habrá huertas ornamentales y verticales, mientras que en sus dos plantas convivirá un paseo de compras con productos regionales e internacionales de alta calidad con puestos gastronómicos cuyas cartas estarán a cargo de destacados chefs.

«Apuntamos a ser un mercado ícono de Sudamérica», afirma Horacio Blanco, presidente de Athènèe Groupe, empresa inversionista y desarrolladora del proyecto, cuya inversión se estima en seis millones de euros. «Existe hoy en el mundo una movida en ascenso en torno a los mercados gourmet, donde la gente se acerca a buscar un producto distinto, donde puede comer y pasear, y esa es la propuesta del Mercado de los Carruajes. Pero la idea es también estar en sintonía con la tendencia de ofrecer productos sanos, de estación, y en los que el consumidor pueda conocer su trazabilidad: de dónde viene esa pesca o esa carne de cerdo».

De lujo o de barrio, el mercado propone un acercamiento distinto al alimento. Una «novedad», ironiza Donato De Santis, que señala que el hábito de elegir un pollo o una palta mirando el producto, tocándolo, acercando la nariz para indagar su frescura, que permitió a generaciones ajenas a estos tiempos de supermercados y compras online elaborar una comida con «lo mejor del mercado», hoy vuelve a ser descubierto. Y ese redescubrimiento es el punto de cruce de dos caminos sinérgicamente beneficiosos: tender a una alimentación más sana y de mayor calidad.

«Vengo de la ciudad de La Plata, donde prácticamente todos los días de la semana tenés un mercado, donde la gente todavía va a la feria, y creo que los mercados son esenciales para una gastronomía de alto nivel», opina Mauro Colagreco, destacado chef que visitó la feria Masticar para presentar su libro Mirazur (Ed. Catapulta), que resume los 12 años de vida de su restaurante en Menton, Francia, que ocupa el puesto Nº 3 en el ranking de los 50 mejores restaurantes del mundo. «Si vos tenés gente que come mal en su casa, no va a entender cuando le hacés una buena cocina, no le despertás el interés, va al
supermercado y listo. Una gastronomía de alto nivel se empieza siempre de la base, que es la casa. Es un trabajo que es más largo y difícil, y ahí es donde se necesitan políticas inteligentes, sociales, verdaderas».

Semana de la Gastronomía Porteña: del 21 al 28 de octubre

Es la 8° edición. Organizada por la Cámara de Restaurantes de la AHRCC.

La temática será, «la Comida de mi abuela». Se reciben inscripciones de establecimientos que adhieran a esta importante acción hasta el 21 de septiembre.

Recuperando tradiciones. aromas y sabores que nos transportan a otra época. Esta octava edición de la Semana de la Gastronomía Porteña se propone realizar una experiencia gastronómica alentada por la cocina tradicional y de herencia, con el objetivo de revalorizar la comida casera.
En la Semana de la Gastronomía Porteña de 2018 se realizarán acciones direccionadas a promocionar a todos los restaurantes y locales gastronómicos adheridos a la iniciativa organizada por la Cámara de Restaurantes de la AHRCC.

Se realizará también un recorrido virtual de 360° con la tecnología Google Street View en los establecimientos participantes.

Para inscribirse como negocio adherido, o por consultas relacionadas, los interesados deben escribir HASTA 21 de SEPTIEMBRE a la casilla de correo crest@ahrcc.org.ar

Regularán por primera vez a los Food Trucks que quieran trabajar en Mendoza

Fuente: Los Andres ~ Con esta medida el municipio otorgará habilitaciones a los “camiones restaurantes” que deseen participar de eventos, ferias y exposiciones. La medida fue muy bien recibida por los dueños de food trucks mendocinos.

Por primera vez los food trukcs podrán participar en los eventos, ferias, exposiciones o actividades similares organizados por Capital en los espacios públicos de la ciudad.

Los permisos estaban postergados para estos vehículos debido a que el municipio decidió darle mayor prioridad a los comercios establecidos que cuentan con una alta carga impositiva como AFIP y tasas municipales entre otros impuestos.

“Por una cuestión de practicidad, de modernización y también debido a la gran insistencia para que los food truck funcionaran en la Ciudad decidimos habilitarlos. Aunque seguimos priorizando a los comercios establecidos”, explicó la coordinadora de Desarrollo Económico de Capital, Mercedes Fayad.

“Por un lado está la habilitación, que es un trámite único y obligatorio para funcionar, como cualquier comercio y por otro los permisos para participar de los diferentes eventos que el municipio organice”, explicó.

El primer gran evento en que podrán participar será Tecnópolis, que se llevará a cabo del 20 de setiembre al 7 de octubre en la Nave Cultural.

Muy esperado
La medida fue muy bien recibida por los dueños de food trucks mendocinos, quienes la estaban esperando hacía ya bastante tiempo.

“Está muy bien ya era hora que en Capital nos admitieran porque siempre ha sido una comuna vanguardista en todos los aspectos”, explicó Pablo Ryan, quien es propietario de «India en Mendoza» y miembro de la Asociación Mendocina de Gastronomía Móvil.

Según contó Ryan a Los Andes, el sector funciona hace bastante tiempo en otros departamentos de la provincia como Guaymallén, Maipú, Las Heras y Luján, entre otros. “Era el único lugar que nos faltaba, a no ser en eventos muy puntuales que eran privados”, contó.

“Estamos re contentos andábamos atrás de esto hace tiempo y entendemos que tenemos que estar todos en regla, también en el aspecto bromatológico. Siempre hemos querido sumar. No somos una competencia como se piensa”, expresó.

Los permisos
Para empezar, los vehículos deberán realizar el trámite de habilitación como cualquier negocio que quiera funcionar en la Ciudad. Posteriormente se les podrán otorgar el permiso para “estacionar” su negocio en los eventos del municipio.

Dichos permisos serán otorgados para eventos determinados en los días y lugares que se establezcan, indicándose el lugar de su estacionamiento a tal efecto. Es decir que sólo podrán funcionar en días específicos y no de manera permanente.

Además de los permisos, la ordenanza aprobada por la Consejo Deliberante, también prevé la creación del Registro de Puestos de Venta a través de “vehículos gastronómicos” o “Food trucks” itinerantes.

Secretos de la pizza porteña: un negocio que mueve más de $ 3.500 millones al año

Fuente: Ambito ~ En Buenos Aires hay 1.200 pizzerías. Se estima que se venden 14 millones al año y, en el podio del negocio gastronómico, ocupan el primer puesto. Los datos se desprenden de «Nuestra Pizza. Una pasión redonda», de Joaquín Hidalgo y Martín Auzmendi (Editorial Planeta), ambos creadores del Muza5K. El negocio que representa este alimento es más que importante: no sólo por su mística sino por sus números. Estas 14 millones de unidades, a un promedio de $ 250, significan $ 3.500 millones anuales. Sólo Güerrín, por ejemplo, vende aproximadamente 1.500 pizzas por día. A $ 280 cada una, son $ 420.000 diarios, lo cual representa en un mes, $ 12,6 millones.

Este fenómeno gastronómico surge entre 1930 y 1950. «Las pizzerías empiezan en el sur de la Ciudad, en La Boca, justamente cuando La Boca estaba llena de actrices, de actores, de farándula, era un centro cultural fashion de la época», dijo Auzmendi a ámbito.com. Con el peronismo, la pasión por la mozzarella se democratizó y multiplicó: «La llegada a Corrientes tiene que ver con el ensanchamiento de la avenida, con que se transforma en un lugar de esparcimiento. Empieza a haber gente con acceso a consumos que antes no tenía, mucha más personas empiezan a poder ir al teatro y al cine y ciertos consumos se masifican. Y ahí empiezan a abrir las pizzerías».
«Nuestra Pizza. Una pasión redonda», de Joaquín Hidalgo y Martín Auzmendi (foto)

Entre las tradicionales, los pesos pesados son, entre otras, Las Cuartetas, Imperio, Angelín, Pin Pun, Güerrín, El Cedrón, El Cuartito, El Fortín, La Mezzetta, Banchero y Santa María.

Sin embargo, la receta no siempre fue la misma y el estilo de lo que hoy se define como pizza porteña se transformó con los años. Según el autor, «la pizza, desde su origen italiano tal como llegó a Argentina, era una masa finita sin queso, con salsa de tomate, que se comía en la calle. Eso va cambiando a lo largo del tiempo, se va transformando en una pizza más ancha, hecha en estos grandes hornos panaderos. Cuando va llegando la influencia española, entre los años 30 y 50, llega el queso, llega esta cosa bien española que también ves en la comida de bodegón, de ponerle mucho de todo».

El secreto del éxito de esta comida, según Auzmendi, pasa por la enorme variedad de propuestas. «Hoy Buenos Aires tiene una gran diversidad de pizzas, resume todas las tendencias del mundo: tenés una napolitana muy buena; tenés una interpretación nuestra de la romana; tenés pizza por metro; tenés pizza a la piedra, que es un fenómeno de los últimos 60 años y es la que la gente prefiere cuando aparecen encuestas; pizza a la parrilla, que es un invento argentino; y después, la más tradicional, que es al molde y es la que nosotros empezamos a hablar a través de la maratón de la pizza».

¿Qué diferencia a la pizza tradicional de molde del resto de opciones? «Es una pizza con abundancia de ingredientes: una masa grande, mucho queso. Te encontrás de todo adentro: jamón, morrones, longaniza, palmitos, ananá, rúcula, jamón crudo, champiñones. En estas pizzerías mirás el menú y hay entre 50 y 70 variedades de pizza, más allá de las más tradicionales que son 6 o 7», sostuvo el «sommelier de pizza».

A la hora de pasar por estos emblemáticos locales, no sólo el sabor es lo que los argentinos eligen. Probablemente haya un plus de carga emotiva al sentarse a degustar una buena «mozza». «Hay mucho de mística y también es muy valorada esta cuestión de la abundancia de ingredientes. Está en nuestro ADN cultural», afirmó Auzmendi. Y añadió: «Cuando vas a las comidas populares más queridas, el tema de la cantidad es importante para la gente».

Para defenderla, el autor no duda enfrentarse al resto del mundo: «Los napolitanos dicen que la única pizza que existe es la napolitana y el resto no es pizza. Y nosotros decimos: Argentina tiene una tradición, más de 140 años de historia con pizza; tiene un estilo propio, que es esta pizza tradicional porteña; y tiene una identidad: por lo cual es pizza y es nuestra».

A diferencia de otros negocios gastronómicos, las pizzerías tradicionales sobrevivieron a las peores crisis económicas nacionales. «Salir a comer es el principal plan de los porteños, es lo que más le gusta. La pizzería ofrece una salida accesible, con un precio muy elástico y apto para todo público: una familia, un grupo de amigos, lo que sea. Es el colchón donde podés caer», explicó el cocreador de la Maratón de la Pizza. Y amplió: «El año pasado hablé con un pizzero que me decía: ‘Nosotros tan mal no estamos porque la gente que ya venía quizás viene menos o gasta un poco menos, pero recibimos al tipo que iba a un restaurante y tiene que bajar un poco el gasto pero no quiere resignar la salida'».

Por último, destacó el rol de este alimento a la hora del almuerzo laboral: «Es una comida cotidiana para un montón de gente que trabaja, que anda por la Ciudad, que está de paso. Kentucky, que está llegando como a 40 sucursales, tiene promociones muy agresivas, donde por $ 100 almorzás, comés dos porciones de pizza, una de fainá y una bebida. Si te vas más abajo, en Uggis, con 84 sucursales entre Capital y GBA, comés por $ 50 o $ 60».

Una pizza de molde requiere entre 30 y 40 gramos de levadura; una base de entre 34 y 38 centímetros; un horno a un mínimo de 280 grados y un maestro pizzero que recibe la receta de un trabajador anterior y la cuida como a su vida. El resto de los secretos, van de la mística a lo confidencial.

Preocupación de la AHRCC ante el cambio de rango de Turismo

Fuente: AHRCC ~ Nuestra entidad expresa su profunda preocupación frente a la reciente confirmación de cambio de rango del Ministerio de Turismo de la Nación a Secretaría de Presidencia, en el contexto de las nuevas medidas que implican la reforma del Estado Nacional.

Resulta poco alentador para todos los actores vinculados a la generación de riqueza a través del turismo la confirmación del cambio de rango de la cartera a nivel nacional.

Estamos convencidos de su rol central y de nuestro aporte a la fortaleza del turismo como fuente de desarrollo en todas las regiones de nuestra argentina y de sus habitantes.

Deseamos que este nuevo escenario, producto de un contexto complejo, continúe garantizando el ingreso de divisas y el desarrollo de inversiones a través de la actividad turística.

El turismo como política de estado es fundamental para el sector hotelero y gastronómico de la ciudad de Buenos Aires, que aporta a la economía del país generando empleo intensivo en todos los sectores de su amplia variedad de establecimientos y dinamizando a múltiples actores de forma diaria.

Apoyamos la acción del Ministerio de Turismo de la Nación hasta el presente como impulsor del conjunto de la actividad turística a nivel nacional e internacional, representado en la figura del Sr. Ministro Lic. Gustavo Santos que ha sido elegido como presidente del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de Turismo (OMT) en septiembre del año pasado.

Crece un polo gastronómico en el Sur con restoranes gourmet y cervecerías artesanales

Fuente: Clarín ~ Hamburguesas gourmet, cerveza artesanal, café “de especialidad” y platos veganos: Bernal está cambiando. Particularmente, unas cinco manzanas pegadas a la estación del Ferrocarril Roca del lado Oeste, ubicadas entre Avenida San Martín, Avellaneda, Lavalle y 9 de Julio. Allí comenzó a surgir un polo gastronómico que se afianza cada vez con más fuerza: en los últimos dos años abrieron cerca de una decena de locales. Traen una onda “palermitana”, joven y renovada. Los comerciantes cuentan que reciben a vecinos, pero también gente de Avellaneda y otros puntos del Sur, que buscan opciones difíciles de encontrar en la región.

“Bernal está creciendo y cada vez hay más gente joven. Creo que este cambio tiene que ver con eso”, cuenta Sara Brunengo, que junto a su novio, Marcos Lapponi, abrió en junio del año pasado El brote, un negocio “al paso” de comida vegetariana y vegana ubicado en Pringles y Avellaneda. “Empezamos vendiendo comida desde casa y hace poco más de un año nos animamos a abrir el local. Vimos que acá había una movida que se estaba consolidando y que no existían, en ese momento, opciones vegetarianas por la zona. Era necesario ir al centro de Quilmes”, explica.

“Cuando salimos a buscar zonas para inaugurar una nueva sede nos encontramos con Bernal y entendimos que era una ‘perlita’ del Sur”, afirma Mauro Lovecchio, uno de los dueños de Viri Burguer, una hamburguesería que abrió su primer local en 2016 en Lanús, sobre la calle Del valle Iberlucea, y que en noviembre del año llegó a Bernal, a la cuadra de 25 de Mayo entre Lavalle y Belgrano.

“Le vimos mucho potencial a la zona y nos gustó el espíritu del bernalense, que es muy orgulloso de su barrio. El hombre que nos alquiló el local, por ejemplo, fue a ver la hamburguesería de Lanús para ver si le gustaba nuestro estilo. Nos contó que era vecino y que quería asegurarse de que fuéramos a hacer algo lindo para el barrio. Hay mucho sentido de pertenencia”, asegura. Ofrecen hamburguesas gourmet caseras que salen con patas fritas, batatas o bastones de polenta.

En el nuevo polo, también hay cervecerías, restoranes y una pastelería donde se consiguen todos los dulces del momento: nude cakes, macarons o cakepops. “Soy de Bernal de toda la vida, estudié licenciatura en Gastronomía y en junio de 2017 pude finalmente abrir mi local. Hago pastelería tradicional y moderna, porque en Bernal de a poco vamos incorporando las nuevas tendencias. Me encargo de todo yo: cocino y atiendo. Mi idea fue hacer productos que no se conseguían en esta zona, como macarons. Por suerte hay muy buena recepción”, afirma Victoria Luna, de Delicake, una pastelería que está ubicada en Pringles 490.

El movimiento de gente, cuentan en los locales, se da durante todo el día: en los alrededores hay colegios, bancos y varios centros de salud. Están a pocas cuadras del registro civil y del otro lado de las vías se encuentra la Universidad Nacional de Quilmes. En Belgrano y 25 de Mayo, tiene sede la Biblioteca pública y complejo cultural Mariano Moreno, donde hay obras y muestras, y a dos cuadras del polo gastronómico, en Belgrano 280, el Teatro Don Bosco.

Los nuevos negocios se suman a los históricos, que van desde parrillas a confiterías clásicas, y a algunos bares pioneros que se animaron a llevar propuestas distintas antes de que este boom comenzara a afianzarse. Así, la zona se consolida y atrae no solo a vecinos de Bernal, sino también de otros puntos del Sur.

“Tenemos clientes de Avellaneda y Wilde. Ofrecemos un café de especialidad (no industrial y con variedades elegidas por un sommelier) que no es fácil de encontrar en esta zona. Buscamos armar un concepto parecido al de algunas cafeterías de Palermo y eso gusta”, cuentan en Monk Coffee, sobre Belgrano entre 25 de Mayo y 9 de Julio. “Abrimos hace un año y medio y en ese momento había pocos locales nuevos. Cada vez se suman más”, aseguran.

Una ubicación clave
Hay un factor clave sobre el que sobre el cambio en esta parte de Bernal: la ubicación. O, mejor dicho, la facilidad para acceder. La zona está a diez cuadras de la bajada de la Autopista Buenos Aires- La Plata y se llega muy fácilmente a partir del túnel que inauguraron en julio del año pasado en Avellaneda y San Martín. También cerca del Acceso Sudeste. Y está pegada a la estación de tren. Del otro lado de las vías, se encuentra la Universidad de Quilmes.

Nestlé y Coca-Cola realizan inversiones millonarias para ser los reyes del café

Dos gigantes de la industria de la alimentación y las bebidas apostaron, casi a la vez, por el negocio del café. Por un lado Nestlé, que venderá productos de Star­bucks fuera de sus cafeterías tras pagar u$s6.937 millones. Y, por el otro, Coca-Cola, que se hizo con la cadena Costa Coffee a cambio de u$s5.781 millones.

En total, u$s12.700 millones invertidos en una bebida tradicional. Semejante inversión tiene sus motivos.  “El café es una de las categorías que más rápidamente crece en el mundo, ofrece diferentes formatos y nos ayuda a introducirnos en las bebidas calientes”, explicó el consejero delegado de Coca-Cola, James Quincy.

En el caso de Nestlé, su apuesta por el café es conocida a través de Nescafé o Nespresso. Esta categoría generó unos u$s20.800 millones de facturación al grupo en 2017, un 3% más que un año antes y el 22% de todo el negocio del grupo. El escenario ideal para incorporar una marca como Starbucks, presente en 77 mercados, publicó cincodias.elpais.com.

Las oportunidades para Nestlé y Coca-Cola son diversas, empezando por la propia demanda mundial de café.

Las estadísticas de la Organización Internacional del Café (OIC), que agrupa a los países productores, refleja cómo la producción de este producto ha escalado un 50% en los últimos 15 años. Para este año se prevé mejorar en más de un 7% las cifras del anterior, alcanzando otra cifra récord de 171,2 millones de bolsas de café de 60 kilos, la unidad de medida del sector.

Estos aumentos han ido de la mano de un mayor consumo. Para este año se espera alcanzar los 163,2 millones de unidades de bolsas de 60 kilos, un 11% por encima de hace seis años.

“Es evidente la atracción del sector del café en los últimos tiempos”, señaló Carlos Peregrina, socio responsable del sector consumo en KPMG en España. Por ejemplo, Starbucks tenía en el año 2000 unas 2.600 cafeterías, y hoy son más de 28.000 en 77 países. Costa ha pasado de 1.000 puntos de venta a 4.000 en diez años, llegando a 32 países.

China, la oportunidad
El consumo sigue al alza en los mercados tradicionales, pero la gran oportunidad para Nestlé y Coca-Cola viene de China.

Allí Starbucks abre un nuevo punto de venta cada 15 horas, y espera llegar a 6.000 tiendas en 2022, el doble que ahora. Para ese año, Costa espera tener 1.200 puntos de venta desde los 459 actuales.

En ese período se espera que el consumo de café per cápita al año pase de cuatro tazas a 40, con el efecto en el consumo doméstico que explotará Nestlé con Starbucks y Coca-Cola con Costa.

“Al igual que los grandes distribuidores han expandido su cadena de valor hacia el lado de los fabricantes de alimentación y bebidas, estos empiezan a dar el mismo paso pero hacia la distribución y la restauración. Les proporciona un canal directo con sus clientes , les permite conocer sus hábitos y potenciar el consumo de estos productos en el hogar para reforzar la propuesta de valor que quieren transmitir a los clientes”, afirmó Peregrina.

La tarea no será otra que llevar la percepción de calidad de la cafetería a casa.

Por ejemplo, de los u$s7.450 millones que generó el consumo de café en España en 2017, el 40% se pagó fuera del hogar, pese a que solo representa el 6,6% del volumen. El objetivo, incrementar el valor, y por tanto, la rentabilidad.

Cada vez, más gourmet
Estados Unidos es el principal mercado de consumo de café en el hogar.

Las tendencias que allí se marcan sirven para observar cómo evolucionará el consumo en el resto del mundo.

En la actualidad, la principal tendencia es la del café gourmet o de alta calidad.

Según el último estudio de la Asociación Nacional del Café de ese país, el café de valor añadido supone el 16% del consumo total, el cual es especialmente bien recibido por los jóvenes: el 37% de los consumidores de entre 18 y 24 años lo toman, porcentaje que crece al 48% entre los que tienen 25 y 39 años.

Más motivos para las inversiones de Nestlé y Coca-Cola.

 

Alta cocina, vinos y más: todos los detalles sobre la nueva edición de la feria Masticar

Fuente: Infobae ~ El evento, que el año pasado convocó a más de 130.000 personas, reunirá nuevamente a reconocidos chefs, bodegas y productores de alimentos gourmet

Organizada por el grupo de cocineros nucleados en ACELGA, este año contará nuevamente con los puestos de comida comandados por varios de los mejores restaurantes de la Argentina, el mercado de productores, puestos de vinos y actividades interactivas, como clases de cocina.

Siempre bajo el slogan “Comer rico hace bien”, esta edición de Masticar contará con la visita de tres de los cocineros más importantes de América y del mundo: Gastón Acurio y Virgilio Martínez –quienes revolucionaron la cocina peruana y la llevaron a las primeras planas– y Mauro Colagreco, el único chef argentino con 2 estrellas Michelin.

Como sucede cada año, los grandes protagonistas serán los puestos de comida. En esta edición, los visitantes encontrarán más de un centenar de opciones para disfrutar.

Quienes se incorporan como novedades en la edición 2018 serán Pampa Roja de La Pampa, Gonzalo Aramburu, Orilla -la nueva propuesta de Fernando Trocca-, Mauricio Couly junto a Pablo Buzzo, y Tujes, lo nuevo de Tomás Kalika.

Asimismo, algunos de los puestos clásicos que dirán presente en esta edición son: Narda Lepes, Germán Martitegui, La Panadería de Pablo, Maru Botana, La Mar, Don Julio, Oviedo, Los Petersen, Crizia, Carne, Elena, Italpast, Basa, Compañía de Chocolates, Puratierra, Eat, Juan Pedro Rastellino, El pobre Luis, Café San Juan, La Cabrera, I Latina, San Gennaro, Mil mares, Chan Chan, Austria y Alo’s.

Vinos, cervezas y tragos
También habrá espacio para los vinos, las cervezas, los cócteles y las bebidas espirituosas. Como en ediciones anteriores, estará presente el Patio Cervecero al que se suman con sus creaciones cuatro cerveceríasartesanales invitadas por Masticar y Cerveza Patagonia.

Asimismo, para los amantes de los vinos tintos y blancos, en esta edición la propuesta vitivinícola se renueva con más bodegas participantes y un sector de degustaciones de vanguardia. Allí se podrán disfrutar más de 80 vinos por copa, sumados a los 60 disponibles en los Bares de Vino y las barras de bebidas ubicados en lugares estratégicos del predio.

En estos espacios habrá degustaciones además se brindarán sugerencias de maridajes de acuerdo con el plato elegido.

En paralelo, los visitantes aficionados a la coctelería encontrarán nuevas propuestas y happy hours especiales en las Barras de Tragos, comandados por los bartenders de Julep, La Fuerza, Gran Bar Danzón, Johnnie Walker Mixing Truck, Barra Pisquera y Gancia Truck.

Mercado de productores
El Mercado, según los organizadores, este año será más grande y con productos frescos de estación que representan a todas las regiones del país.

Allí estarán presentes más de un centenar de productores que elaboran y cultivan generación tras generación miel, quesos, destilados, vegetales y frutas –entre muchos otros– y regalarán sus consejos para preparar los productos realzando sus sabores y propiedades a la máxima expresión.

Algunos de ellos son: arándanos orgánicos y naranjas sanguinas de Tucumán, pomelos blancos de Formosa, alcauciles de La Plata, galangal y maracuyá de Misiones, distintas variedades de ajo de Mendoza, una de las primeras cosechas de trufas argentinas de Coronel Suárez, hongos deshidratados de Córdoba, yerba mate barbacuá de Misiones, y harinas de trigo sarraceno, kamut, maíz, algarroba, teff y sorgo blanco.

Según los organizadores, desde la edición 2017 se agrandó la feria Masticar: al espacio El Dorrego –cuna de la feria– se anexaron otros 15.000 metros cuadrados de la Universidad Católica Argentina (UCA). Y en esta edición 2018, se suman también más espacios verdes para disfrutar de los platos y productos de estación.

Abrir chat
1
🍳 Te sumas a Gastrowapp?
🍳 Info Gastronómica
🍳 Te Gustaría sumarte a Gastrowapp sin cargo? y/o Tenes alguna otra duda?