“Casi el 40% del precio de los servicios de restaurantes se explica por los impuestos”, asegura un informe brindado a “La Nueva” por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca y Región Sudoeste, que agrupa a unas 270 empresas, el 95% de las cuales son pymes.
“Una de las principales consecuencias de esta elevada presión tributaria es el incentivo a la evasión y por ende a la competencia desleal, que el Estado es incapaz de controlar y reducir”, agrega el estudio, que denuncia el fuerte crecimiento de la oferta gastronómica por fuera del circuito legal.
Los problemas de este sector se asemejan a los publicados la semana pasada en este diario sobre la Corporación de Comercio, la Industria y los Servicios (CCIyS), cuyo equipo de datos reveló que se triplicaron los locales vacíos en el centro bahiense respecto de 2016, así como se subrayó que uno de cada cinco empresarios admitió que tuvo que reducir personal en el último año.
La Corporación también reclamó por el avance del comercio en negro, tanto ambulante como en showrooms y domicilios particulares.
En el caso de los restaurantes y servicios afines, expusieron que Argentina tiene los mayores porcentajes de carga laboral no salarial de América Latina, los cuales suman un 35% entre contribuciones del empleador y aportes del empleado. Detrás vienen Brasil (32%), Uruguay y Colombia (30%), Costa Rica (28%), Panamá y Chile (23%).
“En consecuencia –prosigue el análisis– el costo laboral total de nuestro país es el más elevado de la mencionada región”.
A modo de ejemplo, el informe desmenuza la carga tributaria contenida en el precio de una gaseosa. Allí se afirma que en Argentina el 49,7% de su valor al público lo determinan los impuestos (seguridad social, impuestos subnacionales, movimientos bancarios, dividendos, IVA, internos, Ganancias), el más alto entre las naciones latinoamericanas.
En la lista siguen Uruguay (43%), Chile (40,4%), Perú (39,9%), México (37,9%) y Paraguay (28,5%).
En este marco, la Asociación denunció la carga tributaria “más alta de la historia”, falta de rentabilidad, contexto de incertidumbre por la inflación, altos costos financieros para operar con tarjetas de crédito, falta de competitividad respecto del tratamiento en el IVA y un pronunciado crecimiento de la oferta informal que los organismos estatales no combaten.
“Esa falta de capacidad de control implica inequidad en el tratamiento del sector. Se generan graves problemas en la actividad y la sociedad, como inseguridad hacia el consumidor por ser establecimientos no inspeccionados y no sujetos a la ley, además de aumento del trabajo ilegal, evasión impositiva, economía sumergida, violación de los derechos de los consumidores, degradación de la imagen de los destinos y pérdida de la rentabilidad para los establecimientos formalmente establecidos”, indica el texto.
Desde la institución se comentó a este diario que no tienen relevada la pérdida de puestos de trabajo en el último año, aunque sí admitieron que se inmovilizó la oferta de empleo. En el caso puntual de Bahía, la actividad genera unos 3.200 puestos laborales directos.
Por otra parte, pidieron mayores controles a comercios sin registro y food trucks. Incluso presentaron un mapa señalando dónde se ubican estos últimos y preguntándose si reciben las correspondientes verificaciones.
Al escenario fiscal, que según reconocieron viene de hace muchos años, añadieron el duro impacto de los tarifazos.
La carta a Vidal
Días antes la misma Asociación difundió una carta dirigida a la gobernadora María Eugenia Vidal para rechazar la nueva suba de tarifas.
Allí sus dirigentes se refirieron a la “grave crisis que atraviesa el sector, más allá que a nivel local en los últimos años ha habido un crecimiento en cantidad de locales cerveceros”.
Agregaron que la difícil situación económica se ve “potenciada en nuestra actividad por múltiples factores, donde se combina la altísima presión fiscal y los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, que componen una parte significativa de la estructura de costos”.
Advirtieron, además, que “la baja rentabilidad o su inexistencia complica la subsistencia de los negocios” y remarcaron, a partir de un informe de octubre de 2018 de “La Nueva” con datos del CREEBBA, que en los últimos 5 años la energía eléctrica sufrió un aumento en Bahía Blanca de 2,4 veces por encima de la inflación, mientras que la suba del gas quintuplicó en el mismo período a la evolución general de los precios.