Fuente: Cronista ~ La avenida Pedro Goyena atrae a restaurantes, confiterías y bares de todo tipo y tamaño. Por qué, pese a la crisis y a la pandemia, no existe vacancia en la zona y produjo efecto derrame a las calles aledañas. Qué precios mueve. Cuáles son las cadenas que llegaron y lo harán en breve
La avenida Pedro Goyena se convirtió en un nuevo polo gastronómico premium de Caballito. Las marcas se pelean por un lugar y, a pesar de la crisis del sector y de la pandemia, no sólo no hay vacancia, sino que se formó lista de espera para quienes buscan alquilar un local comercial.
«En los últimos seis años, empezaron a instalarse algunos restaurantes. Pero recién hace dos que empezaron a llegar las marcas. De hecho, está próximo a abrir un local gastronómico Donato De Santis», explica Agustín Walger, de Lepore Propiedades.
¿Por qué, a pesar del contexto, la demanda nunca cesó? La principal razón tiene que ver con la zona: se trata de una arteria arbolada, con gran presencia de verde, en donde los locales, ya antes del Covid, utilizaban las veredas para poner allí sus mesas.
«Muchos de los establecimientos son pequeños palacetes que cuentan con terrazas o patios internos. Es una avenida muy pintoresca, donde los clásicos árboles Tipa visten las calles», explica Norberto Lepore, dueño de la inmobiliaria homónima.
La avenida Pedro Goyena se caracterizaba por sus casas de estilo tudor. Muchas fueron demolidas para construir allí grandes y lujosas torres de edificios. Pero, hoy, se busca preservar a las que todavía están en pie.
«Hace algunos años, se instaló en una casona Rapa Nui. Lo mismo pasó con La Panera Rosa o hasta la cervecería Bélgica«, agrega Lepore.
Según los brokers inmobiliarios de la zona, actualmente, no hay vacancia. «Surgieron algunas oportunidades durante la pandemia. Pero, rápidamente, encontraron inquilino«, remarca Walger.
Entre los pedidos, se encuentran la cadena de hamburgueserías Dean & Dennys y el restaurante Carne, del chef Mauro Colagreco.
«Los locales en Goyena se ocupan muy rápido. La demanda es muy alta. Muchos buscan plan B, es decir, la intersección con la avenida. Por ejemplo, en la calle Valle se ubicaron muchos cafés y lugares para merendar. Allí, se instalaron La Panera Rosa, Nucha y El Podio. También, están Fabric y Le Blé«, cuenta Walger.
Es que la oferta en la avenida vedette es reducida, por lo que se abren nuevas posibilidades en las calles aledañas. «En nuestros proyectos, tanto en Pedro Goyena como en Directorio, estamos haciendo en la planta baja un espacio de locales para apuntar a los gastronómicos», ejemplifica el desarrollador Gerardo Azcuy, que focaliza sus emprendimientos en esa zona de la ciudad.
Para el empresario, ya hay un efecto derrame hacia las calles aledañas. «Se instaló un polo muy interesante también en Directorio: está a solo dos cuadras y hay mucha oferta gastronómica«, explica.
«Los locales llegaron hasta Directorio, en donde se inclinaron hacia un público joven. Por ejemplo, hay muchas cervecerías y hamburgueserías«, remarca, por su parte, Walger.
Precios
En cuánto a los valores, la zona se maneja en pesos. Sobre todo, porque apunta al sector gastronómico.
«Por ejemplo, un local en esquina sobre Pedro Goyena, de 200 metros cuadrados, se alquila hoy en $ 350.000, aproximadamente. Un local de 50 m2 ronda los $ 100.000», resaltan desde Lepore.
Ahora, el mismo local de 200 m2 pero sobre las avenidas Directorio o Juan Bautista Alberdi ronda «entre los $ 250.000 y $ 270.000, siempre, con valores en pesos«, comparan.
«Hay que entender que no son los precios normales del mercado. Se trata de un verdadero nicho. Es una excepción al promedio en general«, grafica Lepore.
«Hoy, todo lo que sale en oferta se alquila de forma casi inmediata. Tenemos muchos pedidos y, por ahora, poco lugar disponible», finaliza el experto en el barrio de Caballito.