Fuente: La Nación ~ La Confitería del Molino está un paso más cerca de tener su fachada restaurada. Luego de estar 21 años cerrado y con su estructura deteriorada, este año se realizará un proyecto piloto sobre un fragmento del frente del edificio. El objetivo: analizar patologías y evaluar daños para diagramar la revalorización integral de toda la estructura.
La convocatoria, anunciada en el Boletín Oficial , fue realizada por la Comisión Bicameral del Congreso a cargo de la administración del inmueble de estilo Art Nouveau inaugurado en 1916, a través del sitio web.
La licitación, que abrirá el 29 de enero, convoca a constructoras a un trabajo específico en un segmento vertical de la fachada del edificio, sobre la avenida Rivadavia, considerada «sector significativo y representativo» de todo el estado del inmueble.
Entre otros trabajos sobre ese módulo -ver foto-, se hará un planteo fotográfico del estado del edificio, se diagramarán planos y se harán ensayos vinculados con reparaciones de grietas o fisuras, intervención de muros, demolición de partes degradadas, trabajos de limpieza y arreglos de frentes, balcones y barandas. A su vez, se prevé realizar un tratamiento de aislación sobre cuerpos salientes.
Esta iniciativa, que según el pliego contempla un período de trabajo de 90 días, busca «realizar un diagnóstico físico» y armar «un proyecto de intervención patrimonial que se extienda a la totalidad de la envolvente del edificio».
El edificio del Molino fue inaugurado el 9 de julio de 1916 y cerró sus puertas en 1997, año en que fue declarado Monumento Histórico Nacional. Se trata de una construcción de hormigón armado y seis plantas, diseñado por el arquitecto Francesco Gianotti, quien también estuvo a cargo de construir otros edificios emblemáticos como la Galería Güemes o la actual sede del Banco Comafi, sobre Diagonal Norte.
Tras el cierre, estuvo desocupado durante 21 años, y tanto su interior como su frente se deterioraron. En 2014 se aprobó una ley de expropiación y en junio de 2017 el edificio pasó a manos de la Cámara de Diputados. En octubre de este año, la Confitería del Molino fue reabierta al público, durante la Noche de los Museos que organiza cada año el gobierno porteño.
Actualmente, un equipo de especialistas trabaja en reparaciones en el interior del inmueble, de casi 7000 metros cuadrados. Mientras tanto, las veredas están cubiertas por una estructura de andamios por el deterioro de la fachada, aunque se eliminó la lona que cubrió durante años el frente del edificio.