Fuente: iProfesional – En la «Semana del Asado» te proponemos lugares nuevos y diferentes en la Ciudad donde podés disfrutar algunos de los cortes más ricos
Cómo toda excusa es buena para prender el fuego o juntarse a comer un asado con amigos, a partir de un grupo de autoconvocados que en 2013 lanzó la propuesta de que el asado tuviera su propia efeméride (un mero acto de justicia por la comida más emblemática del país), este mes se celebró el Día Nacional del Asado (fue el 11 de octubre). Si bien la fecha no alude a ningún acontecimiento histórico, fue elegida porque con la primavera ya llegan los días más lindos, ideales para, justamente, prender la parrilla y, además, su cercanía con el feriado largo daba un marco ideal para esta sana costumbre.
Y como en Argentina debe haber más parrillas que psicólogos, y ya compartimos los mejores lugares para comer achuras y cortes no tradicionales y las parrillas para comer bien y barato, va una nueva lista de lugares para celebrar este día y comer bien.
REPÚBLICA DEL FUEGO
Este restaurante tiene la parrilla como protagonista.
Con diseño de restaurante moderno, República del Fuego trata a la carne, su producto estrella, con cuidado y esmero. El lugar es apto para una cena tranquila, en un ambiente donde reina la conversación que no aturde, música que acompaña bien el clima del lugar dividido en distintos espacios. Es un restaurante con la parrilla como protagonista y un chef que propone más allá de los clásicos cortes. Entre las entradas, vale ir por la stracciatella con edamames a la parrilla, arvejas y menta o los buñuelos de espinaca. De las carnes, preguntar el plato del día que puede venir con sorpresa u optar por los clásicos, asado de tira y vacío o el churrasquito de cerdo marinado en cítricos. Juncal 2682, CABA.
GULA
Gula en Villa Devoto propone buenas carnes a precios de barrio.
Desde el barrio de Villa Devoto, y comandado por la chef Natasha Salman Dib, experta en carnes y ganadora de El Gran Premio de la Cocina, Gula ofrece cortes braseados y ahumados. Este 11 de octubre, para festejar el Día del Asado, presentan un menú de cuatro pasos acompañados con vinos de la bodega Claroscuro que trae hummus ahumado con pan pita; provoleta ahumada; costillar del medio con puré aligot, y de postre, mousse de chocolate con frutillas maceradas en vermut y crema ($12.500 por persona). Av. Francisco Beiró 5226, CABA.
HIERRO
Una de las propuestas más interesantes de Zona Norte.
Con locales en Palermo, Nordelta y una nueva sede en España, Hierro selecciona los cortes de Angus Black y los somete a un proceso de maduración al vacío en una cámara de refrigeración propia, con el objetivo de maximizar su terneza y sabor. Las carnes se asan con carbón y quebracho colorado en una parrilla a la vista, y no hay que dejar de probar la entraña, el ojo de bife de 350 gramos, el bife de chorizo con hueso de 800 gramos y un corte especial de raza Wagyu. Para acompañar, tiene elaboradas guarniciones como las zanahorias ahumadas con alioli de ajos asados, almendras tostadas y huevo poché; las chauchas a la chapa con portobellos, aceite de ajo, ají molido y limón; y el mil hojas de papas con provola, cebolla asada y reducción de aceto. Costa Rica 5602, CABA / Boulevard del Mirador 220, Nordelta, BA.
ÁSAME MUCHO
Ideal para ir en familia, en especial si son muchos.
En Caballito está el Patio de los Lecheros, un espacio donde abunda la buena gastronomía con precios amigables. Una de ellas es Ásame Mucho, una parrilla que ofrece cortes populares como el asado banderita, la picaña y el cuadril, además de ojo de bife, vacío y bife de chorizo. Salen en sándwich y al plato, y para acompañar, clásicos porteños: ensalada mixta y puré. Además, los domingos se arma la fiesta alrededor del costillar a la cruz. Donato Álvarez 175, CABA.
MALCRIADO
Malcriado es una de las estrellas del polo gastronómico del Oeste.
Además de las clásicas parrillas que abundan en todo el país, en Parque Leloir se armó un polo gastronómico que nada tiene que envidiarle a los de Capital. Allí está Malcriado -Entre Fuegos y Vinos- con carnes asadas a las brasas de quebracho colorado. En la sección «Al Fuego» de la carta presenta hay destacados como la picaña de ternera de 550 g o 1.1 kg (reconocida por su forma triangular y su capa de grasa blanda); el Tomahawk Steak de 1.5 kg; el T-Bone Steak de 650 g; la entraña de pastura de 500 g, o el bife de chorizo con hueso de 500 g. Para acompañar, verduras asadas, puré de papa y cebolla, ensalada de rúcula y parmesano o las infaltables papas fritas. Para beber y probar de todo un poco se pueden pedir los vinos por copa. Martín Fierro 3249, Parque Leloir, BA.
TRIBU
Cerca del río y para ir con amigos.
Con una gran parrilla frente al río, prepara los clásicos cortes de res; matambre de cerdo y paillard de pollo. Sin juzgar a nadie, las carnes salen a gusto de quien las pida y para acompañar hay como espinacas gratinadas, papas a la crema o ensalada de hojas verdes con palta, pepino, mango, peras caramelizadas, roquefort y almendras, entre otras guarniciones. Juan Díaz de Solís 2794, Martínez, BA.
RUFINO
Escondido en un hotel de Recoleta: para comer lejos de las miradas indiscretas.
Rufino es una parrilla escondida en el subsuelo del Hotel Mío Buenos Aires que destaca por un gran producto, bien tratado y cocinado con precisión. Sus expertos asadores sacan los cortes tradicionales y especiales, jugosos y a punto. Entre las sugerencias de la casa está el ojo de bife con hueso servido con manteca de chimi y ajo; y el costillar del centro de 1 kilo, cocido a baja temperatura por seis horas; y la arañita con ajo y tomates asados. Hay guarniciones originales como una berenjena asada con tzatziki y ciboulette; los morrones rellenos con quesos, pimienta y perejil; y la coliflor asada con yogurt, hierbas y alcaparras. Una gran carta de vinos y ricos cócteles. Pres. Manuel Quintana 465, CABA.
FERVOR
Fervor, un clásico porteño.
Este clásico de Recoleta es uno de esos restaurantes donde persiste el mantel blanco, la carta con tapa de cuero y el mozo de oficio, de esos que no sorprende pero tampoco falla. Fervor tiene su clientela fiel que se mezcla con turistas que llegan recomendados por los hoteles de los alrededores y, hay que destacarlo, siempre se van contentos. Mantienen una cuidadosa selección de los cortes y proceso de maduración en seco con hueso que se realiza siguiendo la antigua tradición argentina. Desde las entradas, se nota la influencia campestre con el paté de campo, y las achuras hechas en casa como la salchicha parrillera, el chorizo, la morcilla y las mollejas. Un lugar para recordar por qué el asado es la bandera gastronómica de la patria. Posadas 1519, CABA.